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Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

viernes, 31 de octubre de 2014

La realidad, esa desconocida

Por Alfredo Ferrarassi

Para respetar la sinceridad, el volver a escribir notas era algo que había pasado a un segundo plano en nuestra existencia, un tanto por las obligaciones académicas, ya que nos hemos abocado al estudio de la preservación del patrimonio cultural, en donde cursos y posgrados, nos ocupan gran parte del tiempo, máximo cuando acabamos de ganar una beca para poder especializarnos en patrimonio inmaterial, comenzando en unos días la misma, pero por sobre todo por las desilusiones humanas, aquellas que nos hizo entender profundamente la frase “tú también Bruto”, solo que a este término le damos todas la acepciones que le otorga la RAE.
Indudablemente entre la clase política y el “estado llano”, hay no solo una apreciación de realidad diferente, sino fundamentalmente de intereses y expectativas que generan un abismo cada vez más infranqueable, al grado que lo que aquella ve en nada se parece a lo que el pueblo percibe, reclama y necesita, hay pues en la clase “dominante” una disociación cuasi esquizofrénica de la realidad, que este momento los coloca como los ”nuevos acaudalados”, los “Beverly Ricos” de la historia argentina, aquellos que no solo viven en su torre de Adonay, sino que no pagan ganancias, que gozan de todos los privilegios todos y que encima pretenden se les recuerde por los “servicios prestados” a la patria (a la patria corporativa que representan).
Esta falta de contacto con la realidad, es algo que se observa tanto en la nación, en las provincias, como en los municipios, es la separación entre quienes deben servirnos y sentir orgullo por poder representarnos y hacerlo, y la gran base popular que los observa como la causa de todos los males, de la decadencia, la impunidad, el privilegio, la violencia, el reino de la ineptocracia, hecho poder, enquistado en el tiempo y el espacio.
La campaña por la sucesión presidencial, al igual que en el resto del país, es a todas luces sangrienta y seguramente esto se irá incrementando según pasen los meses. Es que el queso es poco y los “ratones” muchos, el miedo por la pérdida de beneficios mayor, con lo cual tenemos un cocktail a punto de detonar y una lucha feroz por la supervivencia, por ello la campaña se ensució más allá de lo deseable, el miedo parece ser el eje argumental de la misma, así como en el menemato la estrella fue el voto cuota, ahora parece instalarse el voto temor a la pérdida de planes, subsidios, drogas vitales para la vida, etc.
La “reina Kristina” sabiendo el fin de su mandato, no solo busca acomodar las cosas para su impunidad, sino tratar de instalar un candidato, cosa que es sumamente difícil habida cuenta el deterioro de su imagen, el entorno no deseable que la acompaña y la falta de expectativas que despierta.
Tal vez la suerte de Dilma Roussett sea, de no imponerse, el comienzo del fin para un populismo que ha sumergido a los países donde se lo estableció en el caos social y naciones que eran de segundo orden, hoy nos han pasado con comodidad en lo económico, lo social, lo educativo y seguridad jurídica. Hoy no somos ni el granero del mundo, ni la “Suiza Argentina”, ni el país más “europeo” de América, ni el reflejo educativo a imitar, pues este periodo será recordado como la década perdida, desaprovechada, como el imperio de la sinrazón gobernando, lo cual es un “logro” que pocos gobierno se han dado el lujo de alcanzar en el mundo.
La manera de relacionarse de la Presidente tiene orígenes en como lo hacia el propio Perón, Fabián Bosoer en la Ñ Nº 577 del pasado 18 de octubre, es más que claro al respecto…”en su prédica empleaba un recurso dialectico primario: inventaba la existencia de un adversario o de una idea contraria para tener a quien atacar y refutar como base de la argumentación que desarrollaba. Utilizó con este fin la figura del oligarca, después, la del contreras, palabra que inventó y define claramente esta peculiaridad. De esta manera dividió al país entre peronista y contreras”.
Hoy en lugar de los oligarcas y contreras, son los fondos buitres, el grupo Clarín, hoy estamos divididos entre los K en todas sus variantes y el pueblo republicano, entre “progresista” y golpistas, entre corruptos y decentes.
El oficialismo en todos las partes del país, busca establecer aquella máxima francesa “después de mi el diluvio”, como único instrumento capaz de garantizar continuidad en el goce del poder, de tal forma que desde el poder central a la más pequeña comuna se reproduce esta manera de concebir el ejercicio del gobierno, en donde la mediocridad es la moneda corriente y en donde se nivela hacia abajo, donde se suspenden los aplazos, donde se regalan títulos a cambio de fidelidad política, donde da lo mismo “ser derecho que traidor, ignorante, sabio, chorro, generoso o estafador”, donde desgraciadamente el espejo de muchos es la figura de un impresentable vicepresidente, que en un país medianamente serio debería no solo haber renunciado, sino purgar alguna pena y no ser la imagen del “canchero argentino” como es aquí.
En la década del setenta en un memorable análisis, Ricardo Balbín, advertía a la entonces presente Isabel Martínez, sobre la necesidad de abrir las ventanas para que se renovara el aire, porque los microclimas eran malsanos y hacían perder la capacidad de análisis. Lo que el caudillo quería resaltar, era que debía salir del nefasto entorno que generaba López Rega y que la asfixiaba políticamente con sus medidas fascistas, antipopulares y criminales.
Hoy, salvando las distancias, se vive en todo el país un clima similar, si bien no existe un personaje de tamaña calaña, si existen impresentables que en todo el país están poniendo cianótica a la democracia. En efecto, no solo lo podemos achacar al culto personalista kirchnerista, sino que esto se reproduce en los gobiernos provinciales y en los municipales.
Que esto sea en cierta manera una introducción hacia lo vernáculo, ya que en la provincia, si las pretensiones presidenciales delasotistas fracasan, seguramente se postulará para un nuevo periodo o bien como legislador nacional. Pero en esto estimamos el peronismo tiene una serie de alternativas frente a la reducida oferta de la oposición que se debate en luchas internas y en la falta de candidatos “potables”, habida cuenta que continúa siendo Aguad la opción más valida frente a la orfandad que ofrece lamentablemente el abanico opositor.

En lo local debemos retomar un viejo concepto que hemos abordados desde hace años y que es el atraso histórico que presenta La Falda, mientras en todo el país se produce el desmembramiento del modelo kirchnerista, en nuestra localidad se afianza la praxis política que en poco tiempo será olvido, así mientras Sestopal inauguraba su periodo con un esquema de neto corte menemista, haciendo visible el desfasaje epocal, hoy observamos la instauración del sectarismo K en “la diaria” política municipal y no es que esto signifique que sean de esa ideología, sino que el ejercicio de la práctica, en la concepción de la relación de poder-pueblo-partidos políticos, es similar ya que aquel que no sea obsecuente es enemigo y cae en desgracia “ad eternum”, al grado que los muchachos “cachista K”, esos que poco y nada de votos aportan, pretenden meter miedo victimizándose ellos y sosteniendo que quienes pensamos diferentes seremos carne de cañón si vuelve el peronismo, cosa que pasa por su imaginario y por los temores de conflictos infantiles no resueltos.
Porque debemos convenir que si se procede de una corriente ultra K, difícilmente pueden ser compatibles con una postura sanamente democrática como es la que tiene el radicalismo, porque si investigamos a quien hizo política desde el banco CREDICOP la incompatibilidad no solo es ética, sino republicana, ya que una alianza con semejantes exponentes de un modelo populista, es cuando menos disparatada, pero no seremos nosotros quienes debamos producir la ruptura en cuanto a la pureza de los pensamientos, la misma se deberá dar desde el mismo seno del partido gobernante, el cual deberá asumir una serie de incompatibilidades ideológicas y saber que difícilmente se pueda esperar algo diferente de quienes se han formado dentro de un marco de populismo y arrastran semejante lastre de praxis política.
Tampoco podemos ser ciegos de no advertir la inteligente manera que presenta en La Falda y Punilla el sector de Florencio Randazzo que está estableciendo una cabecera de playa a partir de un tema que puede parecer trivial, pero que encierra el aterrizaje de esta variable del oficialismo nacional, como es la búsqueda alternativa de una nueva o vieja vía de comunicación, según se quiera ver y que es crucial en este decaído Valle de Punilla, que ha dejado de ser aquella alternativa comunicante del siglo XIX y parte del XX.

¿La casa está en orden?
Sin tomar posición en una interna de un partido del cual no somos afiliados, pero si apoyamos como opción de gobierno, debemos señalar una serie de apreciaciones que evidentemente han sido mal manejadas oportunamente y hoy llevan a un enfrentamiento que no debería suceder, pero como señaláramos al comienzo cuando se establecen los microclimas, cuando se escribe el diario de Yrigoyen, terminamos creyéndonos nuestra piadosas mentiras y allí la realidad se convierte en una utopía inescrutable que nos lleva a equivocarnos una y otra vez cuan tragedia griega.
Este modelo atraviesa una crucial etapa, la de la compulsa interna, situación que en sí no es mala, al contrario es buena cuando lo que se debaten son ideas diferentes dentro de un mismo espacio, ahora cuando estas se producen fruto de desencuentros, puede suceder que se produzcan heridas difíciles de cauterizar y que luego no haya un compromiso pleno del grupo que no sea el ganador y más allá que se diga lo contrario, cuando esos roces son resultados de enfrentamientos personales se suele retroceder más que avanzar.
En 2011 se ganó gracias a la constitución de un frente, no formal, pero si real, que supo aglutinar a distintas vertientes de diferentes posiciones. Lamentablemente el mismo parece haberse fracturado y más allá que se diga lo contrario, sucede que no se pueden mezclar el agua y el aceite, es decir quienes tienen un origen K difícilmente puedan llegar a ser democráticos porque su génesis no lo es y porque es el enfrentamiento generado exprofeso el que les da vida argumental, al igual que al FPV, ya que sin hipótesis de conflicto carecen del combustible que les permita seguir funcionando.
¿Cómo pesa esta interna, este forzar posiciones tan disimiles frente a un electorado independiente que es el que puede dar vuelta una elección? Sin dudas el sumar nombres no es sinónimo de sumar más votos, para colmo las ensaladas ideológicas pueden ser atractivas por la policromía, pero a veces indigestas por la incompatibilidad de sus componentes.
Toda interna cuando es fruto de la ceguera y la soberbia, deja secuelas muy difíciles de superar, un buen conductor las evitaría, máximo cuando lo que ha primado es el conflicto interno y no la diferencia de cosmovisión de la realidad, entendiendo a ésta como concepción del mundo. ¿Entonces podrá continuar el modelo implementado? ¿No habrá llegado la hora de la autocrítica, de revisar aquello que evidentemente no ha sido todo lo exitoso deseable?
La soberbia no es sinónimo de fortaleza, todo lo contrario, es signo de debilidad, de no aceptar errores y aquel que estime que nada debe cambiar, seguramente está cometiendo el peor de los pecados, que es defraudar a quienes le han apoyado, solo por no saber escuchar, por no tomarse el tiempo para reflexionar y terminar creyendo la auto profecía de ser infalibles.
En otro orden, antes del 2011 sosteníamos, en estas mismas páginas, que era tiempo de los mejores hombres, que la crisis que se avecinaba era enorme para tomarla sin los más eficientes ocupando espacios vitales. ¿Dejará el puntero el lugar al especialista? o ¿seguiremos con funcionarios ocupando cargos, espacios sin el más mínimo cuestionamiento a su saberes?
Los “me siento capacitado” tomarán conciencia que en el mundo hay una revolución del conocimiento, de las especialidades, del trabajo interdisciplinario (entiéndase que antes se debe tener una especialidad) ¿o será cuestión como hacen algunos de ponerse el casco, subirse a la moto y creerse Einstein?
El verano asoma como muy caliente, con altas temperaturas reinantes, las cuales aumentaran por el efecto “invernadero” de la política vernácula que es resultante del microclima que se ha instalado y que solo se renueva abriendo las ventanas para la oxigenación que las nuevas ideas traen.
Elecciones casi sobre el filo del verano, con un diciembre al rojo vivo con internas abiertas y una semana santa que revivirá la muerte y/o resurrección de una clase política que ha perdido de vista algo tan esencial para poder practicarla: la realidad!






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