Polémica por Ordenanza que sanciona conductas que alientan la radicación de perros callejeros en La Falda

Redes sociales y medios de comunicación reaccionaron ante lo que entendían eran sanciones injustas para vecinos que se ocuparan de alimentar perros en situación de calle.

Sorpresivamente, medios de comunicación y redes sociales expusieron que en La Falda el municipio adolecía de buen tratamiento a los perros callejeros y que entendían como inexplicable la sanción a quienes les daban cobijo a esos animales en la vía pública.
El ruido mediático obligó a que las autoridades municipales salieran al cruce manifestando que se trataba de un mal entendido.
La difusión aparentemente equivocada, habría surgido tras la erradicación total de perros callejeros del radio céntrico y la correspondiente información que sanciona conductas que permitan una nueva radicación.
Sobre el particular, Gabriel Massheimer, Secretario de Asuntos Institucionales, ante Ecos, señalaba que “nosotros tenemos la Ordenanza Nº2538 que cubre la totalidad de la cuestión, lo que pasa es que lo que más impacto tiene en la comunidad es el tratamiento de los perros. Esta Ordenanza tiene una serie de criterios que a nosotros nos parecen integrales, ese fue el espíritu con el que en su momento se presentó en el Concejo Deliberante, entonces, la intención es la de proteger a los animales y a los ciudadanos. Los animales en la vía pública traen una serie de trastornos de consecuencias en la higiene, la transmisión de enfermedades, con la libre circulación de los ciudadanos, con la seguridad en cuanto a accidentes. Por eso, nosotros creemos que los animales no pueden estar en la vía pública, en particular, reitero, el caso de los perros. Tenemos incluido en los fundamentos de la Ordenanza que los perros tienen dueño, la estadística de médicos veterinarios de la provincia habla de números importantes, por ejemplo, que hay un perro cada cuatro personas, o sea que hay casi un perro por casa, pero dentro de esa cantidad de un veinte a un treinta por ciento están en la vía pública, y de esos perros un alto porcentaje tiene dueño, o sea que aquí tenemos algún tipo de problema de conducta social. O de responsabilidad de los seres humanos hacia los animales”.
Sobre las acciones que el municipio despliega, informó que “creo que está administración ha dado una respuesta razonable, dentro de las posibilidades, a este problema de los animales sueltos, desde el punto de vista que tiene un refugio de animales definido por Ordenanza, hay alojados permanentemente entre 38 y 40 perros. No estamos hablando de un galpón gigantesco sino de un predio compartimentado, cada uno tiene su canil, nosotros los clasificamos, ponemos juntos a los que pueden convivir, que pueden tolerarse. Esos perros están atendidos por veterinarios, vacunados y convenientemente alimentados, a la espera de alguno de los programa de adopción o para que los ciudadanos que se sensibilizan con estos animales vaya y se haga cargo, es un lugar de tránsito, hay perros que llevan largos años en el lugar porque nadie se hace cargo de ellos. Hemos realizado más de setecientas castraciones gratuitas, tres médicos veterinarios trabajan para nosotros, entre 160 y 200 perros cedidos en programas de adopción, que se hacen a través de las redes sociales y públicamente, la gente debe haber visto durante los fines de semana a personas de lo que denominamos Bienestar Animal mostrando cachorros y perros para adopción”.
En cuanto a porqué se generan controversias como las de las últimas horas, mantuvo que “en esto hay, como en otras cuestiones, posiciones extremas, aquellos que creen que el animal tiene derechos ilimitados, entonces piensan que el animal puede estar absolutamente suelto en la vía pública como si estuviera en el jardín de su casa, en la vereda o la calle, y otros que intentan aplicar algunos criterios más rígidos y mucho más crueles, desde mi punto de vista, que pasa incluso por la de sacrificar animales. Nosotros descartamos ambas posiciones extremas y creemos que animales y ciudadanos tienen que coexistir, hay derechos y pretendemos que se respeten. Por eso, es que aplicamos está metodología, recolectar los perros de la calle, llevarlos a este lugar, a la espera de que sean cedidos en adopción…Esta polémica que se dio es tal vez por una declaración mal interpretada o sacada de contexto que alimentó redes sociales y demás que realmente presentaban a la ciudad de La Falda como un lugar donde se lastimaba a los animales y lo que acabo de mencionar creo que nos coloca en una situación de privilegio respecto de otras comunidades de la provincia por la forma en que tratamos a los animales dentro de nuestras posibilidades. Claro que querríamos tener un albergue para doscientos o trescientos perros, no podemos tener eso, nuestra estructura no lo permite, por otro lado, mal hablaría de la comunidad que hubiera tantos perros cedidos a un espacio común y que no se hiciera cargo de sus propias mascotas”.
Cuando se le planteó que la discusión centraba en la sanción que se adelantaba para quienes se ocupan de alimentar a los perros callejeros, aseveró que “lo que se quiso decir con el alimentar a un animal en la vía pública, y lógicamente cuando uno ve un perro y está comiendo algo le da, es relativo a hacerlo sistemáticamente, porque en ese caso, el perro que está en situación de calle que es muy vivo y tiene su instinto bien desarrollado, hace propio el territorio. Los perros son territoriales y defienden el lugar de arraigo, donde habitualmente les dan de comer. Este perro duerme en un cajero o en un lugar donde no pasa frío y luego come donde le ofrecen alimentación en forma sistemática, esté es el perro callejero y peligroso, porque tiene qué defender. A esos perros hoy se los ha erradicado del casco céntrico y queremos darles contención y también queremos proteger a los transeúntes, no queremos ningún chico ni adulto mordido, que nadie se lastime por ser atacado por un perro, no queremos ningún tipo de conflicto entre estos aparentes intereses contrapuestos, y esta Ordenanza dice que los perros no pueden transitar por la calle sin correa. Esto es una cuestión de armonía, de precaución, queremos involucrar a las instituciones en esto porque es un problema de todos”.
En lo que hace al régimen de sanciones, indicó que “la Ordenanza tiene dispuesto un régimen de faltas en su artículo 13 y dice que los propietarios de animales infractores, estamos hablando de la responsabilidad del ser humano por encima del animal, si uno tiene un perro y lo deja suelto en la calle es un irresponsable, por ejemplo, cuando un perro es tomado de la calle y llevado al albergue, cuando vaya a reclamarlo tiene una penalización donde pagará retiro, traslado y alimentación durante el tiempo de estada, se agrava la reincidencia, luego hay sanciones por circular por la vía pública sin collar y/o sin correa, resistencia a la recolección del animal, lo que alcanza también a los de gran porte como un caballo, etc.”.
Finalizó, criticando que “nos parece injusto y maniqueo en la forma en que algunos han manejado el tema en algunos medios de comunicación, con todo lo que hacemos, puede que sea insuficiente, pero al menos estamos demostrando que nos preocupamos por los animales y tratamos de darles un trato correcto y saludable. Queremos que la población sepa que el refugio está abierto, que puede visitarlo y ver como se trata a los perros y las condiciones en que se encuentran. No es real esta movida mediática en la que aparecemos haciendo no sé qué tipo de latrocinio con los animales. Lo que tratamos de decir es que el perro que recibe sistemáticamente comida en la vía pública se convierte en un perro de calle, lo que a su vez lo convierte en un problema, y en una buena cantidad de casos, peligroso, para si y para quienes transitan en su rededor”