Que los riesgos de endeudarse no lo paguen los niños

Estamos viviendo o reviviendo momentos de aguda incertidumbre tanto para quienes desconocemos cómo es el entramado financiero, político y legal donde se maneja el tema de la deuda externa argentina como para algunos expertos en temas económicos o para el mismo Papa al decir que “es inadmisible que pocos prosperen recurriendo a la especulación financiera mientras muchos sufren duramente las consecuencias". De manera que no nos queda otra actitud de aceptar que “El fallo es de una gravedad tremenda” como lo dice en una editorial del 17/6/14 La Voz bajo el título de “Negociar con dignidad”.

Y a su vez, todos sabemos que cuando se habla de gravedad de una crisis los que más la padecen son los más vulnerables, aquellos que dependen de presupuestos estatales que deben privilegiar la obligación de propender a una equidad social, cuidando a los niños, ancianos, discapacitados, marginados. Por otro lado, la agudización de las carencias crónicas puede exacerbar conductas personales y sociales que lindan con la violencia, dentro y fuera de las familias, escuelas, barrios y de todas las estructuras sociales.

Si bien los aspectos básicos de la atención primaria de la salud (APS) no dependen de costosos insumos importados y que podrían sufrir importantes carencias, esto si ocurre con la atención en centros de alto nivel asistencial, donde son imprescindibles por los avances tecnológicos y terapéuticos que hoy permiten la curación o una sobrevida con alta calidad a pacientes con patologías complejas.
No obstante también la APS podría verse afectada ya que las nuevas vacunas del calendario inmunológico nacional son importadas de los países centrales. De manera que la protección contra la Varicela, la Meningitis Menigocóccica y la diarrea por Rotavirus estaría condicionada por el desafío de qué es lo que se va a privilegiar cuando se opte por cumplir con los acreedores, “extorsionadores” según la calificación de la Presidenta.

Toda deuda que sobrepase la posibilidad de ser pagada con recursos propios y sin afectar el funcionamiento de las instituciones básicas de una sociedad es un grave problema. Lo fue la deuda dejada por la administración anterior de La Falda y es saludable que la nueva procure no re endeudarse y vivir con lo propio aunque ajustando aspectos de la salud que he señalado públicamente como inadecuados. Es un grave problema la deuda de nuestra Provincia, la más endeudada a nivel nacional, cuyas consecuencias la estamos pagando entre otros los jubilados provinciales.
Y que decir de la deuda externa de la nación, “eterna e ilegítima”, excluida de ser estudiada en el Congreso de la Nación, pero que se ha reducido significativamente en relación al PBI y a su monto en dólares. De manera que la estocada de los fondos buitres y sus poderosos lobbies,, configura un desafío no solo para el gobierno nacional, sino también para el conjunto de la sociedad y un hecho destacable es que todas las fuerzas políticas acompañaron a la delegación estatal que concurrió infructuosamente para su reclamo ante la Corte Suprema de EEUU.

Creo que es hora de anteponer los supremos intereses de la nación y en especial la salud de sus habitantes a cualquier otro mezquino o circunstancial interés electoralista. La unidad del pueblo en la diversidad de su pensamiento en torno a grandes objetivos comunes, será también un paso significativo en salvaguarda de la convivencia PAZ, un objetivo no menor tanto como el de la SALUD en medio de la amenaza de una nueva y grave tempestad.

Benjamín Malamud