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Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

jueves, 9 de enero de 2014

Democracia: 30 años

Siempre que se cumplen años, surge la idea de hacer balances, análisis y proyecciones. Es por ello que al cumplirse 30 años del ejercicio ininterrumpido de la vigencia de la Constitución Nacional, de los valores republicanos, con gobiernos electos por voto directo de los ciudadanos, reflexionamos sobre el significado de esta forma de vida en comunidad, con una mirada crítica constructiva a cerca de sus defectos, exaltando sus virtudes y desentrañando su propósito.
El pueblo como soberano (del Griego: DEMOS: pueblo, KRATOS: gobierno), que en aquellas antiguas comunidades griegas ejercía el gobierno de forma directa, hoy lo hace en forma indirecta por medio de sus representantes (art. 1 y 22 Constitución Nacional), con algunas formas semidirectas (como la iniciativa y la consulta popular – art. 39 y 40 CN).
Este diagrama es el que, en un exceso de delegación a nuestros representantes, nos han llevado a padecer decisiones de gobiernos legítimamente electos, decisiones tomadas por un pequeño grupo que hacen recaer sus consecuencias en millones de argentinos.
Es por ello que se hacen necesarias, la participación y el debate de los ciudadanos, del pueblo, de los soberanos, nutriendo a nuestro esquema constitucional de mecanismos que permitan mayor participación, que el que se da una vez cada dos años con la elección de autoridades, participación entendida como la Inclusión en el debate, con la premisa de ponerse de acuerdo, y no que unos prevalezcan sobre otros. Dando mayor lugar a la construcción de los consensos, que al sistema de mayorías, logrando así que las decisiones perduren más allá de los ciclos de gobierno.
Inclusión y consenso, son entonces las columnas sobre las que se erige una República fuerte, que resista los embates especulativos externos o sectoriales autoritarios internos. Inclusión y consenso son las vías que necesita la democracia indirecta de hoy (por representantes) para desarrollarse en una democracia directa para las grandes decisiones que nos involucran a todos, en miras a la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad, como lo preambularan los constituyentes de 1853.
En el eterno derrotero de la República, el camino de la democracia entonces se propone volver a su origen, dotando al Ciudadano de mayor expresión en las grandes decisiones nacionales, provinciales o locales, otorgando participación en audiencias públicas, referéndums, consultas populares, revocaciones de mandato, televotos, marchas, iniciativas populares y los juicios de residencia (aquellos por los cuales los representantes deben rendir cuentas por sus mandatos cumplidos), etc.
La palabra participación no se escapa a la vocación democrática, si cada uno PARTICIPA, se hace PARTE, el todo es un resultado más rico, sabio y evolucionado, propio de la diversidad de las comunidades. El no participar genera que otros, a veces con intereses mezquinos, lo hagan por nosotros, transformando los espacios de encuentro en lugares de pujas de poder de facciones en los que prevalece el interés de grupo por sobre el interés general.
Aquí, en La Falda, la educación formal desde hace años ha promovido la vocación transformadora del individuo y el espíritu crítico, no dejemos que la rutina nos aleje de esos valores incorporados, la DEMOCRACIA es expresión de ideas, sea en la reunión de padres de la escuela, en la Cooperadora, Club de Madres, Club deportivo, Partido Político, Centro Vecinal, reunión religiosa, sindicato, colegio profesional, gremio, Consejo de la Ciudad, y cualquier otra institución local, provincial o nacional a la que podamos acceder, expresemos nuestras inquietudes, las propuestas de solución a los problemas que nos aquejan, busquemos consensos, pongámonos de acuerdo, logremos que se debatan en los ámbitos legislativos, locales, provinciales y nacionales, es el camino que hoy, en la diaria, podemos transitar y es la forma en la que se CONSTRUYE UNA DEMOCRACIA.

Ab. Juan Zogbi (h)

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