Tributos a Andrea Guzmán

Una gran intérprete social

Andrea Guzmán falleció el miércoles 18 de diciembre a los 48 años de edad y fue sepultada al día siguiente en La Falda, su pueblo, donde nació, creció, trabajó y con una entrega total lucho hasta horas antes del deceso.
Es difícil sintetizar la vida de Andrea, pero muy fácil –para los que la conocíamos- comprender sus preceptos. No alcanza la razón ni siquiera la fe, para entender tal tremendo desenlace, mas aún cuando el martes 17, en una charla tempranera con ella, hablaba febrilmente de la armonía lograda con sus seres queridos, de su desasosiego por la crisis social de nuestro país, de su alegría por haber conseguido juguetes y golosinas para ser distribuidos por las figuras emblemáticas de Papa Noel y los Reyes Magos y de su desvelo por los alegóricos alimentos a repartir en el Hogar de Día, en la Guardería del Rio Grande, en algunos merenderos y sitios similares. Sin pausas recordó a los compañeros de su área y viejos afectos y me adelantó su decisión de dejar su cargo en la Dirección de Acción Social e incorporarse nuevamente como agente municipal y obviamente colaborar desde allí. Me enteré que posterior a ese encuentro se lo esbozó al Intendente, a la Secr. de Salud P. y a otros allegados. Ya le había requerido días atrás al Secr. de Obras P. que pusiese todo el esfuerzo para inaugurar el salón comunitario en el I.P.V. con la ayuda del Rotary.
Andrea desatendió el cuidado de su salud pero al mismo tiempo y a su modo ayudaba a otras personas para que fuesen asistidas en los dispensarios, en el hospital y en otros de mayor complejidad. Tramitaba todo con firmeza.
Nunca alcanzan los fondos para tantas solicitudes a pesar del respaldo concreto del gobierno local y ciertos reclamos o pedidos la superaban. Tengo la percepción que intentaba disimular su estado físico, eludía sugerencias al respecto, pero las tensiones produjeron estragos en ella.
Fue una destacada empleada, una funcionaria comprometida, una mujer integra, apasionada, valiente y de ¨pocas pulgas¨ y de una entereza y lealtad absoluta, pero por sobre todas las cosas fue una gran intérprete social.
Jamás discriminó y no acepto nunca ser discriminada y su parecer lo manifestaba en cualquier ámbito –sin guardarse nada-. Su argumento era simple y contundente, todos somos iguales ante una carencia o problema.
Fue junto a otras mujeres y hombres de características similares, partícipe y protagonista en la juventud radical desde 1981 y luego en otros estamentos hasta la fecha: más de 30 años de pertenencia y militancia sostenida. Nunca reclamó un cargo, los ocupó a requerimiento u ofrecimiento. Conocía muy bien sus limitaciones y en consecuencia consultaba a cuanta persona pudiese ilustrarla. El dolor por su pérdida y el espacio que ella deja se notará, pero su legado siempre estará presente.
También Ana, Paula, mi familia y el equipo femenino de básquet del Club. A. La Falda dejan aquí plasmado el reconocimiento a su labor y todos ellos tienen la certeza que Andrea eligió su destino y lo defendió sin claudicación de principios.
Un respetuoso saludo a su familia y allegados.
La grandeza no se aprende, es una gracia y ella la poseía.
Entrañable amiga, misión cumplida, que descanses en paz.
Enrique Perez


Una pérdida, un recuerdo imborrable

El impacto emocional por el sorpresivo fallecimiento de la joven funcionaria municipal -Andrea Guzmán- no solo embarga a sus familiares y allegados más cercanos, sino que trascendió a sectores de la sociedad que han estado en contacto con ella,, por distintos motivos, actividades y problemáticas sociales, propias de la función que Andrea desarrollaba, junto a un expeditivo equipo de trabajo que la secundaba.
Desde su espacio de trabajo DESARROLLO SOCIAL, hemos constatado la disponibilidad de Andrea, para escuchar a quien se acercara solicitando algún tipo de solución ante una situación difícil que la vida nos presenta a diario.
Concretamente en estas líneas deseo reflejar las distintas situaciones donde he podido comprobar y a veces acompañar, la inmediata disposición de esta joven funcionaria, para lograr una rápida solución a la circunstancia adversa, sin ningún tipo de discriminación: ni política, ni social. Y esto es importante que lo aclare, pues es precisamente un espacio de trabajo muy expuesto a las presiones y críticas, el que desarrollaba Andrea.
También un espacio al que muchos acudían para pedir lo que no les correspondía, teniendo que tener, entonces -la funcionaria- "suficiente paciencia" (muchas veces no se logra), palabras justas y oportunas, para que el vecino demandante de lo que no correspondía al ámbito de Desarrollo Social, entendiera la imposibilidad de solución. Aún así, ella junto a sus colaboradoras inmediatas, sugerían e inclusive proponían creativas maneras (fuera de la burocracia) de atender una problemática.
Redacto éstas líneas teniendo presente cada situación conflictiva y de urgente solución de las que fui testigo en la pequeña oficina municipal de Desarrollo Social, un espacio de la política "muy vulnerable", pero al que, la Gestión Municipal del Ing. Eduardo Ardhu, dio una amplia libertad de criterio y acción -supervisando al mismo tiempo- el estado de cada situación y asistiendo en la infraestructura necesaria.
Toda la acción desplegada: documentar y buscar techo para indigentes; asistir materialmente a personas que necesitaban una urgente asistencia ,no solo por necesidad económica, sino por injustas situaciones de vida producidas muchas veces por el accionar lento de la justicia; los preparativos de las fiestas y eventos para los niños y un sinfín de situaciones más que ocupaban el tiempo y el escritorio de Andrea, son las huellas de respeto y Solidaridad que nos dejó desde su puesto de trabajo.
Su paso en la Vida no fue en vano. Muchos la recordaremos con cariño.

Coty Leiva
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Recuerdo Ejemplar

A Andrea Guzmán, mujer excepcional, militante de la vida, que supo ganarse el corazón de todos aquellos que la conocieron, siendo hija, madre, compañera, amiga y correligionaria ejemplar. Que Dios te reciba y te de paz. Nosotros guardaremos en nuestro corazón un perenne recuerdo.

Jorge Polo y Flia.