Los límites difusos

Por Alfredo Ferrarassi

La actual situación social y política por la que está pasando la Argentina otoñal, en este camino a las primaverales elecciones de Octubre, requieren como mínimo hacer una lectura de lo que está en juego, de todo lo que significa ese acto, que a fuerza de haberse vuelto “cotidiano” ha perdido su verdadero significado: el alcance y el poder correctivo que tiene.
El gobierno con sus aparatos bufonescos en marcha ha logrado en las cámaras un lamentable espectáculo farandulezco, que por lo repudiable, ha conseguido la devaluación institucional y con ello que la mayoría del pueblo no le preste atención a lo que sucede y a lo que está en juego, un doble objetivo que todos los gobiernos de corte anti participativos ponen en marcha, en especial las dictaduras, que rompen el verticalismo social para imponer uno horizontal, como es en este caso concreto.
Lo que se dilucidará en los próximos comicios es la permanencia o no, de la propia vida republicana y democrática del país.
El avance del gobierno sobre los derechos y garantías constitucionales de la nación es alarmante, ya que si no pueden alcanzar la mayoría de legisladores para reformar la constitución buscarán ese objetivo por otro camino, y esa otra vía es la modificación del poder judicial, para desde este estamento producir los cambios que garanticen la perpetuidad de un régimen, que a dos años y medios de su culminación, está no solo totalmente agotado, sino que perdido estratégicamente, ya que hace agua en todos los sectores sociales, carece de las más mínimas respuestas ante la crisis económica y que de seguir así deja a quien la suceda un cuadro de situación escalofriante, esto en el mejor de los casos, porque si llega a desempeñar un tercer mandato tendremos un quiebre de la economía insospechado, ya que en lugar de los 12.40 pesos que se habían proyectado para el dólar blue a fin de año, pasaremos a tener una brecha de similares coincidencias con la crisis terminal venezolana que tiene un dólar oficial y uno verdadero que debe multiplicarse por cinco, con lo cual podría de continuar esta concepción populista gobernando podríamos tener, en el mejor de los casos, una cotización oficial para mediados del nuevo periodo de 10 pesos por la moneda estadounidense y un precio paralelo de 50 pesos.
Ya la economía da pautas de agotamiento, de deterioro, de ser un cadáver insepulto que despide nauseabundo olor y de un estrabismo gubernativo que merece ser urgentemente modificado. Pero la Presidente por su soberbia desmedida y su manifiesta incapacidad, se dedica a twitear, a montar breves obras de teatro del absurdo, en cada aparición pública en la que un sequito de aplaudidores (léase “actores al salto por un bizcocho”) prestan la “facha” para reforzar la autoestima de una “jefa” que va perdiendo no solo puntos en las encuestas, sino punteros que se separan antes de naufragio.
En lo provincial, si cada jubilado, que ha sido la variable de ajuste de este gobierno derrochón, que sacrifica a los que menos tienen por el capricho presidencial del gobernador, debe ser castigado, para ello solo debe pedirle a sus familiares que no voten a quien les ha confiscado los aumentos, aumentos que no congeló a la planta legislativa y a la planta política que le acompaña.
Lo que se pone en juego es de tal valía que entendemos deben deponerse todas aquellas actitudes que conspiren contra la continuidad democrática del país y lograrse un amplio frente programático que pueda romper la trampa electoral dispuesta, sobre todo la de la elección del Consejo de la Magistratura dado que allí radica la ingeniería genética del Frankenstein que ha ideado el gobierno.
La propuesta de crear una lista que sea un equivalente a la CONADEP de los 80 es más que promisoria, ya que de tener que votarse por ello, dado que nuestros legisladores han traicionado la Republica votando en contra de la Constitución Nacional, el único reaseguro es esa “Unión Transitoria de Voluntades Éticas” capaz de garantizar la supervivencia del sistema en el que hemos vivido como nación desde 1853, para que la independencia del Poder Judicial sea una realidad y para que los sueños imperiales de una continuidad presidencialista queden en eso, en un despertar luego de una opresora pesadilla de otra década infame.
En cuanto al orden local, el cual no debemos abandonar porque se juegan cosas importantes, debemos señalar que hay una conflagración declarada de rumores, en donde están puestas todas las energías de un sector mayoritario de la oposición, en una especie de guerra de guerrilla en donde la característica es producir un rumor que confunde y trata de socavar al actual gobierno.
Lo que se ha escuchado es tan fantasioso como descabellado, pero como bien es sabido, el rumor lo que busca es eso: confundir, si es a ajenos mejor, ya que la técnica persigue crear un caos tras otro, hasta que se instale una incertidumbre respecto a ciertos temas, como el de la capacidad gubernativa. Esa es entonces la acción que lleva adelante un sector opositor que responde al anterior gobierno y que ha centrado todos sus esfuerzos en esta “estrategia” que de momento han logrado instalar en algunos puntos estratégicos de la ciudad, como en ciertos bares de la arteria principal, en sus dos extremos más transitados.
Si debemos marcar un error al actual gobierno es precisamente lo bueno que tiene, pero que a veces en la política, no es justamente conveniente, esto es, Arduh y el frente triunfante, por convicciones, no ha asumido el rol ganador que tiene y con ello ha “cedido” el espacio movilizador y se subordina en demasía a las estrategias opositoras, cuando en realidad debería ser quien arrastre a ésta como “vagón de carga” a su juego político.
La “conspiración opositora”, más algunos “kamikazes” propios, levantan la bandera que se ha instalado una interna, a la cual llaman despiadada, sin embargo olvidan destacar que si la oposición no tiene internas, es simplemente porque en un partido verticalista, el rasgo distintivo es la unanimidad impuesta porque en primer lugar desde hace tiempo no hay un juego partidario abierto, participativo, simplemente porque no hay libertad para confrontar, simplemente no hay vida partidaria.
Entonces estimamos se debería levantar esta bandera de la discrepancia, de la sana actitud de diferir, como una conquista que los partidos democráticos tienen, lo cual en medio de este unicato gobernante es un oasis de libertad irrestricta!
Otra deficiencia que estimamos debería atender y esto no es un ataque a como se maneja la prensa oficial, al sistema de Gacetillas actual. Es necesario repensar por qué se falla precisamente en la trasmisión de los logros alcanzados, en la dificultad de trasmitir la posición política que se tiene respecto a ciertos aspectos puntuales, como ser el caso del tema del Dique, en el que debería llevar la delantera y no ceder espacios, ya no sólo a la oposición sino a cuanto oportunista ande suelto y se aproveche de la circunstancia para posicionarse.
En este aspecto la manera de comunicación no es todo lo dinámica que los tiempos reclaman, que los acontecimientos necesitan. Recuerdo una gestión que tuvo una contacto diario y eficiente que marco diferencias y ese fue el de la gestión de un intendente coscoíno, Walter Costanzo, quien emprendió ese rubro con un modernismo que se adelantó a su época, al menos en el Valle de Punilla. Ejemplo, si bien no para copiar, al menos para estudiarlo y adaptarlo si fuere conveniente.
Actualmente en La Falda impera un régimen democrático, en el que podemos diferir sin temor a las represalias, a que se dictamine la muerte cívica como fue en el anterior régimen, en el que hubo un “monarquismo” absoluto y un sistema en el que “vivimos en peligro”, sin posibilidad de oportunidades e igualdades ante la ley, en el que solo gozaban de beneficios los amigos del poder.
Hoy no hay censura de ninguna índole hay libertad absoluta, esos son los logros que estimo debería resaltar el gobierno, eso que se ha hecho cotidiano, pero que sin embargo estuvo ausente largos e interminables ocho años, o ¿acaso es poco poder respirar democráticamente sin que nadie te lo impida?