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Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

jueves, 25 de abril de 2013

Lo advertimos

Por Alfredo Ferrarassi

Cuando le comentamos a nuestro Director que en el número 489, del 19 de septiembre de 2012 habíamos señalado que había un tráfico de arte egipcio nos alentó a escribir esta, ya en esa oportunidad no faltó quien lo tomara en sorna y nos digiera que “veíamos bichos” o que éramos fantasiosos. Desde esa fecha, hasta los allanamientos en Capilla del Monte y la Cumbre han pasado siete meses, sin embargo nos enteramos por las notas periodísticas que se procedió a investigar porque hace cinco meses hubo una denuncia anónima sobre el tráfico.
La pregunta del millón es: si esto que fue advertido en una reunión pública, de donde lo tomamos, dada la altísima credibilidad de la fuente, significa que se lo conocía de antes, entonces ¿Por qué no hizo nada nadie? o ¿es por una estrategia investigativa las fechas que se han mencionado?.
No lo podemos saber, lo cierto es que ello surgió como un comentario nuestro respecto al robo del Museo Ambato y a lo que produciría de saberse realmente quienes han sido los autores intelectuales del mismo y el desmoronamiento del castillo de naipes que podría llegar a producirse cuando una carta no conserve el equilibrio.
Cuando años antes del robo del Museo Ambato advertíamos lo que pasaría, nadie absolutamente nadie tomo en cuenta lo que sucedería, salvo una vieja comisión de los Amigos del Museo, después silencio, ninguneo, todo porque aquello lo había escrito un socialista y parecería que por serlo, ignorarlo era lo conveniente, más allá que en el medio se pudiera destruir o perder el patrimonio cultural faldense.
Un escritor irlandés, George Bernard Show, escribió una obra de teatro Saint Joan (Santa Juana en español) una pieza en seis actos que pretendía ser una obra cargada del laicismo que como buen socialista aquel tenía, sin embargo la misma terminó siendo una pieza teatral de una religiosidad llamativa. De ella queremos rescatar una frase que estimamos resume tantas situaciones que no tienen otra explicación que no sea la de la intolerancia, tal vez aquella que surge de un legado histórico del que nos cuesta evidentemente desprendernos como pueblo, escribía entonces Show, “Aquel que diga la verdad, será condenado”, ante esto las palabras huelgan.
Es posible entonces, porque el establishment local lo desea, no continuar insistiendo sobre aquellas cosas que entendemos deben ser cuando menos revisadas? Por supuesto que no y si ello incomoda, es porque como sostienen los autores de manuales periodísticos, porque algún interés se ha tocado.
La insistencia es parte de un proceso en el que se trata de que se tome conciencia de una realidad, la cual a veces puede no gustarnos, pero por ello no significa que no pueda ser cierta. Cuando se esconde la cabeza como el avestruz para evadir una realidad que agobia o produce inquietud es cuando se pueden cometer los peores desatinos en nombre de posiciones injustificables y aún intolerantes, de allí el peligro que encierra el no querer escuchar otras campanas.
La semana pasada hemos observado la opinión del Geólogo Héctor Frontera quien nos ha decepcionado por lo que señaló o por las no respuestas que ha omitido y lo que nos parece lamentable es la pasividad de algunos miembros de la Cooperativa de Agua, ya que estimamos no han defendido el dique como es debido y que se han obnubilado con el problema, el cual se les convirtió en un intríngulis de imposible resolución.
Podemos entender que haya una crisis en las finanzas provinciales, que la nación no gire los fondos necesarios por la intención del gobernador de ser presidenciable, pero lo que no se puede entender es que se prefiera perder un dique en su capacidad de funcionalidad y se apueste a las perforaciones como salida única y que deban éstas hacerse en las cercanías de la planta de potabilización porque así se abaratarían los costos, olvidándose que luego se debe bombear la misma para ser distribuida.
Si debemos definir la intervención del Geólogo nos pareció realmente lamentable, desprovista de racionalidad y hasta hipotecante del futuro de la región, porque las reservas de agua subterráneas son precisamente eso y no podemos por la no inversión gubernamental poner en peligro a las futuras generaciones tal cual lo señalaran las Naciones Unidas.
Por otro lado debemos ser conscientes que la larga lucha por la construcción del dique, no solo obedeció a la idea de contar con reservas de agua, sino el impacto turístico del mismo sobre la economía regional. Entonces la solución que da este técnico en hidrología es que en un plazo muy cercano el dique carecerá de utilidad como reservorio acuífero y como atractivo turístico.
Ante esto, ¿qué papel tomaran las instituciones locales y las autoridades políticas? Porque parece ser que se no se toman en cuenta los mandatos fundacionales, aquellos de quienes lucharon por tener el dique, lucha que no solo no fue poca, sino de muy larga data. ¿Recordarán quienes son anfitriones del especialista visitante, que durante años y cuando estaba limpio el dique congregaba a familias, que se practicaban deportes acuáticos no contaminantes, que era un punto de atractivo turístico y de sociabilización local?
Evidentemente parece que no, o acaso se ¿podrán olvidar las campañas turísticas realizadas donde era el dique la portada de las tapas que promocionaban a La Falda? Por allí el ninguneo que se hace del pasado es preocupante, porque si olvidamos que hay legados que no se pueden negociar, entonces es que hemos perdido el rumbo como sociedad definitivamente y ello es un lujo que no podemos olvidar jamás.
Por ello volvemos a advertir, el tema de la nota, que si perdemos el dique por no luchar, el último que apague la luz, ya que habremos matado la gallina de los huevos de oro por inacción. Pero ¿qué pasará con La Falda, Valle Hermoso, Huerta Grande o Giardino cuando perforemos a diestra y siniestra, cuánto tiempo más nos queda como centro turístico?
Si el gobierno provincial que gasta enormes sumas diarias en campañas costosísimas para posicionar a De La Sota como candidato a la Casa Rosada, si para ello ha congelado los sueldos de los jubilados, si para ello ha paralizado la obra pública, como es este caso de desbarramiento del dique, si ha aplicado un impuesto a los combustibles, si aumentó considerablemente el peaje, los impuesto, entonces habrá llegado el momento de reclamarle por las necesidades urgentes que tiene en este caso puntual, con el centro norte del Valle de Punilla, debiendo atenderlas si es que pretende tener el más mínimo derecho a pedir que lo voten, sino lo hace deberá tomar conciencia que el pueblo, al menos el de Punilla se lo reclamará.
La situación reclama la unión de todos quienes conforman esta subregión geográfica, ya no se trata de ser del mismo signo político, en realidad solo Valle Hermoso sería el diferente, si no de actuar pensando en la estrategia a seguir de cara al futuro, porque lo que se viene es realmente preocupante para Punilla norte dada la importancia que tiene.
Desearíamos cerrar advirtiendo que los parches, parches son y que si no atacamos de lleno el problema, si no se golpean todas las puertas que haya que tocar, cuando nos demos cuenta de la real magnitud de lo que debemos enfrentar puede ser demasiado tarde para solucionarlo.





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