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Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

jueves, 11 de abril de 2013

Jazz y Política

Por Alfredo Ferrarassi

El jazz es una de las músicas más hermosas que existen, tiene un característica que la hace particular respecto a otros ritmos y es la improvisación, por ello sostienen los críticos que si bien se atienen a una partitura no todas las interpretaciones suenan iguales, porque no se ciñen estrictamente a ella y entran a jugar otras variables que la convierten en única.
Teóricamente la política se situaría en la antípodas, ya que se supone es una actividad que se basa en la planificación, en los estudios que se deben efectuar sobre economía, sociología, salud, ingeniería, etc., lo cual haría suponer que esta es una ciencia que por su complejidad requeriría la más alta capacitación y los más destacados cultores en sus filas, sin embargo, al menos en nuestro país, las cosas parecen haberse invertido, los jazzistas son estudiosos, se ajustan lo más posible a la armonía de la partitura y son creadores por excelencia.
En cambio los políticos parecen ajustarse más a las características de los músicos que a los hombres que se suponen deben regir los destinos de un pueblo. El rasgo distintivo es la improvisación, la soberbia, la subestimación de saberes, el ser actores de reparto en el escenario de la vida.
En los países desarrollados o en aquellos que son serios, creíbles, cuando se produce un recambio de gobierno o de signo político, se continúan con ciertas políticas, no se desprecia lo anterior, no hay pérdida de tiempo en nuevas planificaciones, en empezar todo de nuevo, en desechar lo anterior, en definitiva en dejar todo a medias de manera permanente, para no avanzar jamás, para dilapidar los bienes del estado perjudicando al pueblo que es el que lo genera y el que debe ser beneficiario de las políticas de aquel.
Las recientes inundaciones son un ejemplo inequívoco de la improvisación que impera en nuestro país, un testimonio desgarrador por el costo que ha tenido de lo que es la falta de políticas de estado, de como que se desatiende al bienestar general por causa de las luchas intestinas que tiene el gobierno contra los enemigos partidarios internos y contra el pueblo en general en sus diversas expresiones políticas o no, solo basta que se piense diferente para pasar a ser un enemigo a destruir, aunque en esa lucha deba sacrificar a quienes más lo necesitan, negándose a crear fuentes de trabajo a partir de inversiones genuinas que permitan el despegue económico.
Ningún otro gobierno ha desaprovechado tantas oportunidades como cuando tuvo la bonanza de un crecimiento sostenido durante un largo periodo en el que literalmente dilapidó, no solo el tiempo, sino el dinero de una manera alarmante, provocando esta actual situación por impericia gubernamental.
Esta manera de concebir la política, más una oposición, que careció cuando tuvo la oportunidad de la suficiente inteligencia, como para imponer su mayoría legislativa y obligar a cambiar el rumbo político, dio como resultado lo que nos ha tocado vivir que no es más que una parte de lo que puede volver a sucedernos por el abandono que la sociedad ha tenido durante diez años de gestión kirchnerista.
Si retomamos el tema que motivara ésta y observamos lo sucedido en Buenos Aires y La Plata, pero especialmente en esta última, veremos el altísimo grado de improvisación existente. En efecto, el crecimiento sin controles de ningún tipo, en donde los desarrollistas hacen lo que quieren modificando lo geográfico de acuerdo a sus necesidades y provocando alteraciones, no solo paisajísticas, sino de estrategia urbana, en donde se modifican cursos de aguas, el natural fluir de éstas. Tenemos entonces, que las urbes se tornan en trampas mortales de miles de vecinos y cuando las cifras de muertos se dan a conocer se producen las lamentables discusiones en cuantos son, si 51 o como dicen algunos sectores cercanos a la iglesia alrededor de 200, lo cierto es que por conveniencia electoral la catástrofe pasa a ser una variable política a la hora de analizar las razones, de mitigar el dolor, de tapar la falta de políticas de estado.
En suma se está más preocupado en cómo mantener la imagen positiva, que en el costo en vidas y bienes que el meteoro dejó y como solucionar pronta y eficazmente el drama que miles deben padecer a diario.
Como nunca, se ha visto a los vecinos repudiar desde el Gobernador, a la Ministra de Acción Social y a la propia Presidente, porque era deber de estos haber planificado con antelación qué hacer y no como sucede que es la solidaridad la que suple a un estado ausente, careta e insensible.
Es incomprensible, como no se haya, aunque sea, copiado de otros países, por caso Chile, Brasil o Estados Unidos, contar con fondos listos para contingencias o catástrofes, los cuales llegado el caso se ponen en marcha de inmediato, como tampoco no tenemos una Guardia Nacional que pueda atender en estos casos ya que estaría preparada para éstas situaciones.
Es indignante que se deban organizar festivales solidarios, que los artistas, famosos o mediáticos deban convocar a reunir fondos para estos casos, cuando es el Estado el que sí contara con lo señalado, quien atendería todas las contingencias. Más lamentables es ver las peleas de La Campora y la UOCRA por ver quién capitaliza más el dolor, quien tracciona votos para su molino y no es cuestión de organización como pretendieron justificar los derrotados en la interna de Santa Cruz, la agrupación que supuestamente lidera el hijo de la primera mandataria, sino que es cuestión de humanidad, de tratar al que sufre como un ser humano, como un hermano y no como un potencial voto, porque entonces, no tengamos dudas, somos peores de lo que podemos imaginar, estamos a la altura de cualquiera de los regímenes totalitarios que existieron, sin distinción de signos, ya que desde el stalinismo al corporativismo más rancio han usado al pueblo a su antojo.
No es intención centrarnos sobre aquella tragedia, sino transpolarla a nuestro pueblo y/o región y ver con total objetividad lo que podría suceder en un caso similar en cuanto a situaciones puntuales, como lluvias intensas o un sismo y aprender de esta dolorosa lección, porque si de lo sucedido no sacamos un aprendizaje, será en vano todo lo que se pretenda implementar, porque es el ser humano el que queda fuera del análisis y se priorizan los intereses económicos o los políticos por sobre las personas.
En nuestra ciudad, hemos sostenido desde que sucedió la desgracia de las muertes por la crecida del Arroyo Seco de La Falda, que habían una serie de errores en haber permitido edificar sobre el cauce del mismo, máximo cuando se había corrido el lecho a la mitad del manzano por especulaciones inmobiliarias y que en la más mínima lluvia en la intersección de Los “Eucaliptus” y Edén siempre quedan piedras sueltas y arena, esto se produce porque el agua busca su antiguo curso y las arrastra.
En el gobierno anterior un grupo de vecinos, previsores por cierto, pensó que se debía formar un ente que se ocupara de los casos citados, porque no había quien pudiere hacerse cargo, ya que intuían y con razón, que Defensa Civil no estaba preparada para la contingencia. Como no podía ser de otra manera el patafísico, siguiendo su lógica elemental, no dio curso al pedido.
Hoy, es necesariamente imperioso crear un ente para tener previstas estas contingencias, porque no queramos imaginar en el peligro en que la zona centro del valle de Punilla vive, en especial La Falda y Valle Hermoso, de producirse eventos de esta naturaleza.
Si en la parte alta de la montaña llueven entre 100 y 200 milímetros la ultima manzana de la Avenida Edén será un desastre porque hay una especie de colectora de aguas que van a fluir todas hacia el arroyo existente y no pensemos lo que sucedería si trae, como suele hacerlo, ramas, troncos, basura y forma en la pasarela del vado del Edén un dique por haberse reducido el cauce y lo que sucederá cuando “reviente” el mismo. ¿Acaso hemos olvidado lo de San Carlos Minas? ¿O es que tropezamos y tropezamos y así infinitamente con la misma piedra? Aparte no se ha respetado el estudio existente de la ex Hidráulica respecto a la cota de seguridad que se debía observar y se edificó sobre la parte más peligrosa.
Lo mismo vale para Valle Hermoso y alguna parte de nuestra ciudad ¿Qué pasará si los terraplenes del Camino al Cuadrado ceden? Si ante la más mínima lluvia se lo viene cerrando porque hay desprendimientos rocosos, pensemos en esa cantidad de agua y lo que puede pasar. Aparte bien conocido es que han existido desde siempre desmoronamientos por la fragilidad de la montaña con desplazamientos de enormes cantidades de piedras y lodo, si no veamos una de las primeras fotos del Hotel Edén y se podrá observar un parte faltante de la sierra por deslizamiento y estamos hablando de finales del siglo XIX.
No es ser alarmistas, es ser realistas, estamos en un peligro latente y debemos planificar acciones por si ello sucede. Hace pocos días ha habido tres temblores, uno de ellos con epicentro a 5 km de nuestra localidad, ¿tenemos un organismo preparado, con experiencia de años? Absolutamente no y ¿que sucedería si se produce uno que requiera ese accionar?, sería un “festival” de voluntades, una incoordinación entre instituciones existentes, con más deseos que efectividad y en medio un pueblo sin saber qué hacer, porque tampoco hay campañas preventivas.
Aquí parece que el conocimiento que da el pasado es descartable, mientras que los especialistas ante lo que sucedió en la Provincia de Buenos Aires, dicen que se debió tener en cuenta la historia para poder hallar soluciones, esto entre meteorólogos, urbanistas y especialistas en emergencias, entonces ¿no habrá llegado la hora de empezar a cambiar, de ser más racionales, de prevenir en lugar de tener que restaurar heridas?, ¿no sería más lógico que el Consejo de la Ciudad en lugar de perseguir políticos, tomara nota de esto y tuviera la iniciativa sugiriendo la creación del organismo?
El tema está planteado, hace tiempo lo hicieron y lo hacen hoy vecinos comunes, no ilustres, pero recordemos siempre que “vuele bajo porque abajo está la verdad”!!!


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