Un remedio que no traerá ninguna solución
En los primeros días del mes de diciembre del 2012, entro en vigencia la ley 10.067, por la cual la Provincia de Córdoba adhiere a las disposiciones del artículo 34 de la ley Nacional de estupefacientes 23.737. En los términos, condiciones y alcances previstos por la Ley Nacional Nº 26.052. La que otorga competencia a la justicia ordinaria o provincial, para los supuestos contemplados en los incisos “c” y “e” del art. 5 de la ley 23.737, siempre y cuando se comercie se entregue suministre o facilite estupefacientes fraccionados en dosis destinadas directamente al consumidor. Lo que motivo a la creación del Fuero de “Lucha contra el Narcotráfico”; para la aplicación de la mencionada Ley. Así las cosas “se podría decir” que se ha dado un paso importante para investigar con mayores herramientas jurídicas el narcotráfico en nuestra provincia. Para la Policía de Córdoba que en el año 2005 esperaba su sanción para contar con una herramienta para la represión del narcotráfico que crecía a pasos agigantados, es por ello que se preparó con toda una estructura administrativa, los recursos humanos y materiales disponibles para actuar en función de lo que por aquel entonces iba ser una novedad, la desfederalizacion de la represión del narcotráfico. Por suerte nada paso, las serias advertencias y rechazos que esa Ley tuvo en su momento hicieron que cayera en el olvido; luego de siete años de políticas erráticas en esta materia, escaso presupuesto en programas preventivos, un sistema de salud mental con serias dificultades, sobredemanda de los servicios, insuficientes recursos humanos en los centros asistenciales, y el clamor público, hicieron que los que gobiernan los destinos de nuestra provincia acordaran realizar cambios en las formas de actuar frente a este fenómeno complejo. Una acción decidida frente al narcomenudeo, en la que el enfermo paga con su cuerpo guiado por su deseo de una nueva dosis. Roberto Maldonado un prestigioso abogado con el cual compartí algunos momentos, refiere en su libro el drogadependiente en conflicto con la Ley Penal, que la fenomenología del narcotráfico ofrece dos polos bien definidos. El polo de la Oferta, como faceta del crimen organizado, mafioso. Y el polo de la demanda, donde encontramos al drogadepeniente, que en la mayoría de los casos, su adicción a las drogas, licitas o ilícitas, lo ha convertido en un delincuente funcional, que delinque para obtener drogas y de ese modo es el que crea problemas sociales, laborales, conflictos con la ley penal, casi siempre va a la cárcel. Ello es así porque la drogadependencia es la única enfermedad con plusvalía, dado que, cuando más enfermos existen mejor serán las ganancias de la narcocriminalidad y peor, será el costo social, económico, laboral y cultural de cualquier país. Frente a esta realidad surgen dos posturas, el prohibicionismo y el antiprohibicionismo. Pero ninguna de estas dos posturas admite que la fenomenología de la narcocriminalidad, es una unidad dual indivisible (oferta << >> demanda) no como causa efecto, si no como una interacción de forma circular. Un procedimiento por drogas realizados días atrás en nuestra ciudad refleja esta patética realidad, cuarenta y cuatro personas detenidas entre ellas menores de edad. En el proceso de comercialización los últimos estamentos de la organización están compuestos por consumidores despersonalizados y sin medios para adquirir la droga. Por ello se les entrega algunas dosis con la posibilidad de consumir una para los que no tienen medios y comercializar la restante. Así se logra mano de obra para esta tarea de distribución y venta de drogas, y a la vez evitan la intervención policial o judicial porque, casi siempre, estos trafiadictos son menores de edad. Un crimen casi perfecto. La alarma en este sentido ya había sido activada por un periodista del diario de mayor tirada en la provincia, narraba la historia de un joven drogadependiente que había sido detenido tres veces en un mismo día en la ciudad de Córdoba. Como dice Maldonado nuevamente terminaremos atacando las consecuencias de un fenómeno complejo, que es el drogadependiente, y no las verdaderas causa que genera la drogadependencia. Ello me recuerda unas palabras del filosofo Michel Foucault: “El trafico de drogas se despliega sobre una especie de tablero de ajedrez con casillas controladas y casillas libres, casillas prohibidas, toleradas a unos, prohibidas a otros. Únicamente los pequeños peones son situados y mantenidos en las casillas peligrosas. Para los beneficios sustanciosos la vía esta libre”. A esta altura de mi escrito diría que son necesarios medios humanos y materiales como una fuerza única en todo el país para investigar a las grandes redes de comercialización de drogas ilícitas y con ella la criminalidad financiera o de guante blanco. Mientras tanto esperando que aquello ocurra, qué podemos hacer los habitantes de esta ciudad ante esta realidad dolorosa, la cantidad de personas detenidas en el primer procedimiento por drogas en función de esta nueva modalidad penal, es un indicador que el consumo de drogas en la ciudad no es algo menor, al contrario es significativo y preocupante, ya que la réplica represiva del Estado frente al fenómeno de las drogas, se verán en las cárceles que incrementan significativamente su población de consumidores/infractores a la ley de estupefacientes. A la luz de los acontecimientos mi idea de la realidad me indica, que deberíamos preocuparnos y ocuparnos, a tal efecto, dos ideas motrices ayudarían a guiar nuestro accionar en este tema, la primera es desarrollar actividades preventivas frente al consumo de sustancias psicoactivas, legales e ilegales y la otra es esforzarnos para lograr la creación de un centro de rehabilitación en nuestra zona; en defensa de nuestro jóvenes, de nuestros niños, en definitiva de la vida.
Javier Benavidez
Javier Benavidez
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio