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Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

jueves, 1 de noviembre de 2012

El intendente Arduh se molestó por nota enviada por el Consejo de la Ciudad que consideró “de intencionalidad política”

El intendente de La Falda, Eduardo Arduh, se mostró sumamente molesto por el tenor de una nota enviada por el Consejo de la Ciudad, donde se le exigía el elevado de información, con carácter de urgencia, sobre lo actuado en la licitación de locales y espacios comerciales del Complejo 7 Cascadas.
La nota en cuestión, que lleva las firmas del Presidente del Consejo Eduardo Lentini y del Secretario Hugo Heller, mantiene que “Ante la falta de información oficial, por los hechos que son de público conocimiento, atentos y muy preocupados por las graves irregularidades cometidas en el proceso de Licitación y Adjudicación del Complejo 7 Cascadas, el Consejo de la Ciudad de La falda, solicita en carácter de URGENCIA un informe y todo el material referido a lo actuado”.
Arduh, en declaraciones al programa Hablemos Claro, sobre el tenor de la nota sostuvo que “…por este tema han sucedido algunas cosas extrañas, en medio de esto, recibo una nota agraviante, irrespetuosa, del Consejo de la Ciudad…que me exige información de lo actuado. Me pregunto, si el radicalismo siendo mayoría en el Concejo Deliberante pudo haber votado en contra la creación de una Comisión Investigadora sobre la cuestión, como se ha hecho en gestiones anteriores, y decir que estaba todo bien, nadie hubiese dicho nada, a no ser alguna discusión política en algún bar o alguna movida en algún momento…pero, ahora, el Concejo de la Ciudad me reclama esto, cuando hace un año atrás le envié la información respaldatoria de irregularidades, no digo comprobadas pero con información que las respaldaba, y me respondieron que no era de su incumbencia el tratamiento y me recomendaba que si había irregularidades fuese a la Justicia. Ahora, con una clarísima intencionalidad política, motorizada no sé por quién, resulta que me piden un informe de lo que sucede, cuando no pueden hacerlo. Entonces, una cosa es que nos manejemos con transparencia, que un funcionario públicamente, a través de los medios, se hace cargo del error y con la intención de no perjudicar al Ejecutivo renuncia. Ahora, resulta ser que los oportunistas de siempre piden un informe con intencionalidad política para esto. El Consejo de la Ciudad no está para eso, y si lo está, por qué no han tenido, por ejemplo, la disposición de investigar lo que oportunamente les presenté y a lo que respondieron que no les incumbe. En realidad, no alcanzo a entender”.
Consultado por si les aportará información y cuál, definió que “no tengo ningún problema en darles información, porque no oculto nada. Ahora, si se manifiestan incompetentes cuando se les envía una carpeta con más de doscientos folios y dicen no nos corresponde, por qué ahora y no sé por empuje de quién se ocupan de esto. Voy a elevarles como corresponde, porque soy la cabeza visible de un gobierno transparente, la resolución del Concejo Deliberante y el dictamen de la Comisión Investigadora, de ahí en más creo que se están excediendo en sus funciones. Es más, estoy absolutamente convencido que la nota que sale firmada por el Presidente y Secretario no fue el tenor de la nota que está en el Consejo. Si así llegase a ser, el martes voy a ir al Consejo de la Ciudad y voy a pedir explicaciones por si esa nota está con ese tenor en el acta, sino lo está, la cuestión tendrá otro tenor, porque estoy convencido que se está utilizando políticamente una decisión que toma el Consejo en pleno de preguntar qué pasa y no una nota de tenor agraviante e irrespetuosa como la que he recibido”.
Abundó apuntando que “hablan de presunción grave de irregularidades, nos hemos hecho cargo del error, el funcionario que motorizó esto se ha hecho cargo y como es un hombre de bien y lo que quiere es que este gobierno sea transparente se fue. Ahora, si buscamos más allá, no tengo problemas, busquemos, a mí no me van a encontrar nada, pero busquemos por todos lados. Si ahora, de golpe, aparecen preocupados por la institucionalidad, por qué no se preocuparon por ocho años, con el tipo de facturas que tenemos, con vales de caja, con acuerdos firmados por un solo secretario, que también carecen de validez…Entonces, pongámonos de acuerdo, si investigamos, investiguemos muchachos, vengan a la municipalidad tienen las puertas abiertas para agarrar cualquier papel. Pero no agarremos esto con intencionalidad política, porque sino nos ponemos nerviosos todos y terminamos de denuncia en denuncia y no se gobierna y hace lo que se tiene hacer”.


Tiempo de rever actitudes

Quienes siguen atentamente los devenires de la administración municipal no podrán ocultar que, cada tanto, se producen desavenencias entre los gobiernos y el Concejo de la Ciudad. Podría decirse que es natural que así sea, porque no siempre los criterios serán los mismos, y, en tal caso, se podrán acercar posturas, o no, ya que los dictámenes del Consejo no son vinculantes. Se supone que son la expresión de un sector institucionalizado de la comunidad, al que los gobiernos requieren opinión, la que podrá servirles, o no, para orientar la gestión. Lo óptimo, a lo que se ha llegado en muy escasas oportunidades, sería que el Consejo de la Ciudad “sea la caja de resonancia de los aconteceres ciudadanos”, pero, para que así sea no tan sólo habrá que tener un conocimiento acabado de lo que la ciudadanía demanda, sino además desprenderse de todo juego de intereses personales y sobre todo de los que están condicionados por el ejercicio político partidario.
Yendo al eje de la cuestión, todo hace entrever que en esta ocasión el Consejo de la Ciudad se ha apresurado, porque el Concejo Deliberante, por unanimidad y con participación igualitaria en una Comisión Investigadora, estaba actuando en el marco de las normativas vigentes para establecer el control sobre una decisión de gobierno que aparecía como viciada por desprolijidades. De manera que el buen criterio hubiese aconsejado esperar el resultado de esa investigación, para con posterioridad y en caso de no sentirse satisfecho requerir la información de lo actuado. El desliz es que se anticipan y lo hacen prejuzgando.
En realidad, ponderando a los Consejeros, sin subestimarlos, se me dificulta encontrar una razón política de fondo, de peso, lo que si puede observarse son ciertas actitudes no acordes con la función que cumplen, y debo admitir que no en todos los casos. De todas maneras, habiendo consultado a un Consejero sobre si el tenor de la nota era el que se había impuesto, respondió que “No. El tema se habló, se decidió por solicitar información, pero, entendí que se la pedirían al Concejo Deliberante. Evidentemente, no ha sido así, y en tal caso es entendible la molestia del Intendente si la considera agresiva en cuanto a sus términos”. Baste, lo apuntado, para que quienes tengan que rever actitudes lo hagan.

N.H.

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