Oscar Pisoni renunció al cargo de Secretario de Asuntos Institucionales que detentaba en el municipio de La Falda

La violación a un principio básico de la burocracia administrativo legal, como lo es el que una ordenanza solo puede ser modificada o derogada por otra, y no como se probó por la confección de un decreto, devino en la dimisión del Secretario de Asuntos Institucionales. La renuncia fue aceptada y se abre una interesante incógnita sobre quién ocupará el cargo vacante. Más allá del costo político, los organismos de control funcionan y esto es mérito de la independencia de poderes que se respeta a ultranza en esta administración de gobierno.

La dimisión fue producto de la creación de una Comisión Investigadora en el Concejo Deliberante de La Falda, la que fue ingresada por el bloque de Unión por Córdoba y aprobada por unanimidad, la que en sus fundamentos señala que “según el artículo 49 inciso 13 de la Carta Orgánica Municipal: “corresponde al Poder Legislativo: implementar todas las acciones necesarias y suficientes para efectivizar el control de gestión del Poder Ejecutivo”. Que según el Artículo 49 inciso 12 de la Carta Orgánica Municipal, entre las atribuciones del Poder Legislativo corresponde: nombrar de su seno comisiones investigadoras a efectos del cumplimiento de sus funciones. Estas comisiones deben respetar los derechos y garantías personales y la competencia del Poder Judicial; y se expedirán en todos los casos sobre el resultado de sus investigaciones; Que a modo de interiorizarnos en el proceso licitatorio y de adjudicación de la concesión de un servicio público, creemos sumamente necesario conformar una comisión de investigación integrada por concejales de ambos bloques, para darle transparencia al proceso”. Y en su faz resolutiva impone que “CONFÓRMESE la siguiente Comisión Investigadora a los efectos de esclarecer el proceso licitatorio y de adjudicación de los locales y espacios de uso comercial, en el Complejo Recreativo Siete Cascadas de la Ciudad de La Falda. La misma estará conformada por los siguientes concejales: Concejal Gabriel Marcelo MASSHEIMER– D.N.I Nº 11.825.686 y Concejal Sonia Gisela Gómez – D.N.I Nº 33.034.351 por el Bloque de la Unión Cívica Radical y Concejal Susana Lorena TUZIO PINEDA – D.N.I Nº 29.098.972 y Concejal Silvia Patricia LUJÁN – D.N.I Nº 18.517.462 por el Bloque de Unión por Córdoba”.
Entrados en discusión del tema, los ediles de la oposición impusieron a sus pares de que habían comprobado que por Decreto Nº 1213/12 y en clara violación a las normas administrativas legales se había intentado modificar la Ordenanza aprobada a los efectos de licitar los locales y espacios comerciales del Complejo 7 Cascadas. Allí comenzaba el proceso que terminaría con la renuncia del Secretario de Asuntos Institucionales Oscar Pisoni. La que sería elevada al Intendente con fecha 22 de octubre y que señala que “Tengo el honor de dirigirme al Sr. Intendente Municipal a fin de hacerle llegar mi renuncia al cargo de Secretario de Asuntos Institucionales de la Municipalidad de la Ciudad de La Falda en el que me desempeño desde que fuera designado el 01 de setiembre de 2011.
Mi decisión no es ajena al concepto de responsabilidad institucional con que ejerzo las funciones que se me encomiendan. He tenido la oportunidad y el honor de servir en funciones públicas, en más de una ocasión. La primera vez, hace veinticinco años, siendo muy joven y en circunstancias muy difíciles, entendí que no había límites para esa responsabilidad y que no importaban los riesgos que hubiera que asumir para cumplirla plenamente. Y ahora pienso del mismo modo. Y porque pienso así, declino un cargo en el que ya no podría obrar con la serenidad espiritual apropiada para servir cabalmente al interés público.
No me compete juzgar cómo entienden otros las responsabilidades que les incumben, ni en qué medida se subordinan a los intereses superiores de la Ciudad posponiendo los propios, pero yo considero que ese es un deber inherente a la función y a su observancia me atengo.
Y es por eso que asumo total y únicamente la responsabilidad de la confección del Decreto Nº 1213/12, que tenía solo la finalidad de ser una aclaración de la Ordenanza Nº 2496 y que si bien por todos los defectos que tiene carece de validez, fue una torpeza de mi parte, además de no tomar el recaudo de su revisión por la Asesoría Letrada. Nunca se intentó avasallar al Poder Legislativo de la Ciudad, a quien en lo personal le he brindado el mayor de los respetos, dando estricto cumplimiento a todas las normas que se dictan.
También, asumo la responsabilidad de las desprolijidades del proceso licitatorio del Complejo Turístico 7 Cascadas, puesto que subestimé un acto de esta naturaleza, no requerí el asesoramiento adecuado y no presté la atención necesaria, lo cual llevo a cometer errores, que si bien son subsanables, no son propios de la responsabilidad funcional.
No creo posible desempeñar honrosamente una alta función pública si al hacerlo no se compromete el propio honor. La defensa del interés público y de la honorabilidad personal jamás deberían resultar incompatibles. Por el contrario, son premisas que se integran, se complementan y se fortalecen recíprocamente. Mi conducta personal jamás se ha apartado de ese punto de vista y también por eso considero llegado el momento de poner fin a mi desempeño.
En todo momento sentí que estaba colaborando con un proceso singular, característico de una etapa histórica enderazada hacia la consolidación de un proyecto profundamente democrático y progresista. Formé parte de este proceso con la certidumbre de estar contribuyendo a convertir en realidad los sueños de varias generaciones; los mismos sueños que a veces fueron ahogados o traicionados. Y aunque cese en esta función, mantengo el mismo convencimiento inicial y el mismo compromiso, confesando que mi más fervoroso deseo es que el pueblo de La Falda no padezca nuevas frustraciones.
Tengo por consiguiente la tranquilidad de cerrar esta etapa de mi vida y paso por la función pública con la seguridad de saber que he desempeñado con honradez y compromiso el cargo que me confió en su momento la sociedad a través del Poder Ejecutivo.
Animado por estas razones, y considerando que es la conducta que mejor favorece el éxito de su gestión –lo que francamente deseo- es que le hago llegar por medio de la presente mi renuncia al cargo de Secretario de Desarrollo Institucional de la Ciudad de La Falda”.
Receptada la misma y en misma fecha por Decreto Nº 1501/2012 la dimisión fue aceptada, llevando el instrumento la firma del Intendente y del Secretario de Hacienda y Finanzas.



Un costo político que reafirma la credibilidad en la gestión de gobierno

Aceptada la renuncia de Oscar Pisoni y precisando el texto de la misma que se hace responsable único de la confección del Decreto Nº 1213/12 que “modificaba” un inciso de la Ordenanza Nº 2496/12 que aprobaba los pliegos de licitación del Complejo 7 Cascadas, las comillas son a propósito de que en realidad ese instrumento tiene el defecto de modificar un inciso en un artículo que no lo tenía y es lo que Pisoni define como “defectos que lo hacían carecer de validez”. Sin embargo, esa intención de modificación de una Ordenanza promulgada contraviene en forma absoluta la normativa administrativo legal, ya que ésta solo puede ser modificada o derogada por otra ordenanza. Este principio básico de la burocracia administrativa es el que le da gravedad al hecho y determina la responsabilidad política de Pisoni, y por lo tanto lo convierte en el “fusible” que deslinda responsabilidades sobre el resto de quienes de una manera u otra se vieron involucrados y da paso a la continuidad de gobierno.

Claro que esto es un anhelo, porque no será fácil encontrar un reemplazante que cumpla con las exigencias del cargo y con la confianza necesaria que tiene que depositar en este “filtro” el Intendente. De manera que son muchas las conjeturas por estas horas, pero escasas las certezas de quien ocupará el sillón que ha quedado vacante.
A la oposición le queda como “rédito” que su espíritu de control concluye con una nueva dimisión, tal vez un mérito demasiado alto para quienes vienen de ser participes de una gestión de gobierno que precisamente no se destacó por el respeto por las instituciones y sobre todo con las normativas burocráticas administrativas.

Se me hace necesario, una vez más, rescatar la acción de los organismos de control, que aparecen atentos, que permiten salvar estos errores, que sin dudas dejan un costo político, pero que garantizan la adecuada administración de gobierno, y esto representa credibilidad pública en la gestión de gobierno, que por otra parte, es valido señalarlo, es una de las bases principistas que ha planteado desde el inicio esta estructura gubernamental en lo que hace a la independencia de poderes, algo que lo faldenses habían comenzado a olvidar y que es tiempo que se recuperara para beneficio del bien común.

N.H.



La continuidad del proceso licitatorio de los espacios comerciales del Complejo 7 Cascadas

Por estas horas y atento a la renuncia de quien presidia la Comisión de Adjudicación no hay precisiones sobre cómo continúa ese proceso. Por lo que conocemos, aparentemente el Sr. Luis Heredia no se habría presentado en tiempo y forma a tomar la adjudicación de la proveeduría, más allá de los planteos de no haber sido notificado fehacientemente que esgrimió ante este escriba, de manera que allí queda un vacío momentáneo sobre el que tendrá que actuar, una vez que sea recompuesta, la Comisión de Adjudicación. En forma extraoficial, puede inferirse que en el transcurso de la semana se recompondrá la Comisión y que dará a conocer un dictamen al respecto. Lo que también queda supeditado a si la Comisión Investigadora que se creo en el Concejo Deliberante ha quedado conforme con el deslinde de responsabilidades que realizó Oscar Pisoni en su renuncia o si pretende profundizar en las supuestas desprolijidades que se habrían deslizado en el proceso. De todas maneras, los tiempos acucian y habrá que resolver en consecuencia.