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Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

jueves, 8 de noviembre de 2012

El 8 N

Nuevamente un porcentaje de ciudadanos saldrá a ocupar las calles y plazas de nuestro país el 8 de noviembre al igual lo hicieran el 13 de setiembre pasado. El resultado de aquella convocatoria fue realmente sorpresivo para todos, analistas sociales incluidos. La reiteración marca incógnitas en cuanto a si se supera la convocatoria o se mantiene dentro de la asistencia concretada en setiembre. Lo cierto y lo bueno de estas movilizaciones es que demuestran que hay un sector ciudadano que no está de acuerdo con como se presenta la situación política en el país. Sin dudas, a quien deberían pesarle más es al gobierno que se encuentra en ejercicio, pero no es menos preocupante para la oposición. Precisamente, en esto centré mi análisis en setiembre y viene a darme alguna razón la encuesta publicada por la Voz del Interior y que realizará la consultora Management & Fit, donde refleja que de los cordobeses encuestados “más de la mitad (55,7 por ciento) consideró que los reclamos del cacerolazo del 13 de septiembre no fueron escuchados ni por el Gobierno nacional ni por la oposición. En tanto, el 15,1 por ciento dijo que la oposición fue la que más prestó atención; el 10,8 por ciento sostuvo que tanto el kirchnerismo como los opositores se preocuparon por partes iguales y sólo el 7 por ciento dijo que fue la administración de Cristina Fernández la que prestó más atención a la protesta”.
Otros datos de ese estudio con respecto a la próxima movilización destacan que “Con respecto al próximo cacerolazo, el 53,5 por ciento dijo estar enterado mientras que el 45 por ciento, afirmó que no.
En cuanto al apoyo a la próxima protesta, el 71,6 por ciento dijo que está a favor, aunque no todos irán.
De los consultados, un 24,6 por ciento afirmó que asistirá a la protesta, convocada en Córdoba nuevamente en la ex Plaza Vélez Sársfield. El 23,8 por ciento dijo que tal vez irá, mientras que el 23,3 por ciento adelantó que no irá.
Del otro lado, están quienes rechazaron la protesta. Estos son la minoría: el 17,4 por ciento”.
Como el tema tiene otras aristas que pueden, o no, incidir sobre la opinión ciudadana, pero que forman parte de lo que sectores políticos y medios de comunicación integran al debate, avanzamos sobre ellas, rescatando las opiniones sobre gestión de ese trabajo, que señala “Independientemente de a quién haya votado en las últimas elecciones a presidente, ¿usted aprueba o desaprueba la forma en que Cristina Fernández de Kirchner está conduciendo el Gobierno nacional?”, preguntó la consultora. Las respuestas revelaron que la mayor parte rechaza el gobierno de Cristina, ya que el 27 por ciento afirmó que aprueba su desempeño mientras que el 63 por ciento, dijo desaprobarlo.
Este nivel de desaprobación, disminuyó apenas en forma leve con respecto a una encuesta similar, realizada en septiembre último.
La oposición no goza de mejor reputación. Incluso, su nivel de rechazo supera, aunque por muy poco, al de la gestión de Cristina, ya que el 65 por ciento de los encuestados dijo desaprobar la labor de los opositores mientras que el 17 por ciento sostuvo que la aprueba. Estos niveles son similares a los registrados en septiembre”.
Otro de los temas que tocó la muestra fue el relacionado con la reforma constitucional para habilitar la re-reelección presidencial, apuntando que “el 63 por ciento dijo estar en desacuerdo y el 30,5 por ciento, de acuerdo.
Sin embargo, la mayoría de quienes se manifestaron a favor de la reforma rechazaron la posibilidad de que la Presidenta pueda ser reelegida. Mientras que el 32 por ciento de los que aprueban una reforma incluirían la re-reelección, el 65 por ciento la desestima”.
Como no podía ser de otra manera, se incluyó en el cuestionario la opinión sobre la aplicación de la Ley de Medios, arrojando los siguientes resultados “La mayoría de los encuestados consideró que si a partir del 7 de diciembre próximo se aplica la totalidad de ley de medios será peor para la libertad de expresión. Estos fueron el 33 por ciento de los consultados. En tanto, el 27 por ciento consideró que la aplicación de todos los artículos de la nueva norma no cambiará nada.
El 22 por ciento de los consultados consideró que mejorará la libertad de expresión.
El 14,5 por ciento no respondió esa consulta”.
La encuesta se realizó en la provincia de Córdoba, entre el 18 y el 29 de octubre de 2012, en los departamentos Capital, San Martín, Colón, Punilla, Cruz del Eje, Río Segundo y Río Primero. Se encuestó a 1.238 personas, en forma telefónica o presencial, según el estrato social.

Los datos de esta muestra dejan saldos realmente interesantes, para el observador que hila fino, no hay espacio para la re-reelección; y oficialismo y oposición, en prácticamente igual proporción, no cuentan con la aprobación ciudadana, resumiendo: el ciudadano se siente desamparado.
En lo que hace a la aplicación de la Ley de Medios que, por momentos, abruma el espacio que ocupa en ciertos medios de comunicación y en el discurso del gobierno nacional, los datos relativizan absolutamente el interés masivo. En referencia a esto, días pasados en uno de las improvisadas charlas que mantenemos con Mario Thibault en el Programa Hablemos Claro, se deslizó el interrogante de en cuánto había desfavorecido a la aparición y sustentación de un nuevo liderazgo político opositor la confrontación de Clarín con el gobierno nacional. Tal vez, la respuesta a ese interrogante, generada desde la atinada y profunda reflexión, nos lleve a encontrar parte de la respuesta del por qué los ciudadanos están protestando en la calle. Quizás el demasiado ruido informativo que provoca esa confrontación, que, reitero, parece no ser de una alta ocupación ciudadana, a la luz de los guarismos que arroja la consulta arriba publicada, esté indicando que lo que realmente interesa a los ciudadanos es que haya un espacio de debate donde las expresiones políticas, oficialistas y opositoras, se ocupen de dejarnos claro hacia dónde se dirige el país en lo económico social para saber a qué atenerse y no mantener esta incertidumbre que lleva a la paralización de hecho de la proyección de los intereses personales y comunitarios. Por aquí se me ocurre que esta pasando el hartazgo ciudadano, porque las consignas así lo indican, en más o en menos, el ciudadano está diciendo que cada uno atienda su juego, que asuma el rol que le corresponde y que lo haga con responsabilidad y transparencia, que en definitiva se escuche la demanda y que las respuestas, claras por cierto, lleguen desde quienes son los protagonistas de las decisiones que afectan al Estado.
El 8 N, a quién se le ocurrirá este tipo de denominaciones, se integrará y pasará a la historia dentro de algunas horas, lo que permanecerá será su mensaje y éste es un pronunciamiento contundente hacia quienes ejercen la política, porque el ciudadano sabe que su protesta es clamor mudo sino tiene contenedor político. De manera que el dirigente político deberá recordar aquello de que “El pueblo marchará con los dirigentes a la cabeza, o con la cabeza de los dirigentes”.

N.H.




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