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Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

domingo, 19 de agosto de 2012

Silvio Soldán: “Yo me hice en tango”

Es uno de los referentes de la música ciudadana y como maestro de ceremonias fue una de las máximas atracciones del XXIX° Festival Nacional del Tango. Durante su estadía faldense repasamos su vida y su carrera, en esta entrevista exclusiva.

Por Néstor Pousa

Nació como William Silvio Soldán en Colonia Belgrano, un pequeño pueblo agrícola ganadero del interior de Santa Fe. Uno de esos pueblos donde no se usan las cerraduras, de los pocos que quedan en donde la seguridad es algo natural. Silvio vuelve cada tanto allí, su inagotable agenda de trabajo no le permite ir más seguido, pero siempre se acuerda su cuna, me cuenta en el lobby del hotel. Es domingo, está impecablemente vestido de MC tanguero y falta una hora para que empiece a ponerle punto final a la brillante faena que cumplió en la exitosa XXIX° edición del Festival Nacional del Tango que lo tuvo como una de sus máximas atracciones. No obstante su ritmo de trabajo, se permite relajarse en uno de los sillones del amplio y lujoso hall y acepta repasar su vida y su carrera.
Ya de joven y mudado con su familia a Buenos Aires su primera vocación no fue la locución: “Yo quería ser actor -dice- y trabajé como actor en teatro independiente, la locución vino casi por accidente, y más que por accidente, por necesidad. Es que los locutores en televisión ganaban mucha guita (lanza una de sus clásicas carcajadas), había abandonado los estudios de abogacía y el teatro independiente porque no tenía plata, entonces me acerqué a la televisión, me dieron un aviso, después otro y otro, y ya en 1959 tenía dos programas como conductor, ‘Tangos de sobremesa’ y ‘Varieté’, en Canal 7, que era el único en ese momento, no había otro, recién a mediados del ’70 aparece Canal 9. Con esos dos programas comenzó mi carrera”.
El tango. “En mi pueblo no había muchos aparatos de radio, pero en los pocos que había se escuchaba tango, no había otra cosa. Como dice Julio Sosa: ‘Yo me hice en tango’, porque el tango era lo que prevalecía, así como vos acá ponés la radio y escuchás cuarteto, rock o cumbia, en aquella época era tango, y el tango se te va metiendo en la sangre. Mi papá tocaba la batería en una orquesta característica (típica y jazz) y mi mamá cantaba los tangos de Libertad Lamarque en las fiestas del pueblo, así que la cosa artística ya venía rondando por mi casa”.
Feliz Domingo. Luego de conducir programas que fueron emblemáticos en la televisión de la década del ’60, como El Special (sin la “E” inicial) un show por donde pasaron todas las estrellas nacionales e internacionales del momento; y otros como Dar en el trébol y Sábados Continuados. Ya en la década del ’70 (“Yo para las fechas soy un desastre”, advierte) llegarían Grandes Valores del Tango y Feliz Domingo, 25 años en el aire cada uno de ellos.
Con Feliz Domingo y Grandes Valores abarcaría dos públicos aparentemente distintos, dos facetas profesionales contrapuestas, “Era algo que llamaba mucho la atención”, recuerda, pero en definitiva ambos eran dos programas dirigidos a la familia. “Se piensa que Feliz Domingo era un programa para chicos, pero no, era protagonizado por chicos pero lo veía toda la familia”, aclara.
Actualmente su principal actividad profesional es animar eventos empresariales y familiares con un show basado en la temática de Feliz Domingo, en donde aparece por sorpresa recreando el envío que lo tuvo como principal animador, y con el cual tantos latiguillos legó a la televisión argentina. Él mismo recuerda frases como: Un programa hecho con amor, La cinta Gonzalito y Los dos a la final. “Es que la gente tiene a Feliz Domingo metido en el alma, es fantástico como lo recuerdan, y es así que hago hasta tres presentaciones diarias de estos eventos, que funcionan muy bien, salen como pan caliente”.
Un corte, una quebrada. “Y Grandes Valores era un clásico también, siempre me encuentro con gente que me dice: ‘Yo le tenía una bronca a Ud., porque de chico me obligaban a ver Grandes Valores’, me recriminan”. Doy fe, en aquellos años de un único televisor por casa, tu viejo ponía el programa de Soldán y no había forma de ver otra cosa. “Es que el tango es de maduración lenta, los chicos no gustan del tango pero a medida que pasa el tiempo les va gustando. Ahora es más difícil, los medios de comunicación son muy importantes, sumado a que no hay programas de tango en la televisión abierta, en realidad no hay programas de música de ningún estilo”.
Festival del Tango de 1981. Soldán ya avisó, no recuerda fechas en forma precisa, y tampoco guarda registro de su primera convocatoria al Festival del Tango de La Falda en 1981, pero eran épocas de apogeo de Grandes Valores, y su contratación fue una fija para un festival que impulsaba su primera refundación luego de un largo paréntesis de nueve años. “No tengo un recuerdo fresco de eso -confiesa- porque yo trabajo los 365 días del año prácticamente, todo pasa muy velozmente en mi vida, las cosas buenas y las malas también, gracias a Dios”. Inevitablemente la conversación deriva en aspectos de la vida personal del popular animador (su escandalosa separación de Silvia Süller y el caso Rímolo) que tanto dio de comer a los programas mediáticos. Para su desgracia la exposición de su vida privada coincidió con el nacimiento del rubro chimentos en televisión. “Y todavía en esa época los programas de chimentos no estaban como están ahora, sino hubiera sido mucho peor, a pesar que lo mío parecía que se transmitía en cadena nacional, fue terrible, fue una tortura”, se lamenta.
-¿Cómo hiciste para sobrellevar tantos contratiempos?
“Y, con buena onda, viejo, siempre con una mirada positiva de la vida”.
-¿Afectó tu carrera?
“El principio sí, lógico, todos me miraban de reojo viste, pero pasó rápidamente, el público nunca me dio la espalda”.
-Convengamos que a otro lo hubiera borrado definitivamente de los medios, a vos no.
“Vez pasada Chiche Gelblung nos comparaba a Cacho Fontana y a mí. Lo que pasa es que Cacho tiene un temperamento distinto al mío, entonces le afectó mucho más que a mí, y lo de él no fue tan grave como lo mío, de cualquier manera a él lo afectó muchísimo porque Cacho es un muchacho bastante depresivo, y yo depresivo no fui nunca, hasta hoy al menos (risas)”
La Falda ciudad Tango 2012. “Este festival me pareció fantástico, los organizadores lo han hecho muy bien, han contratado artistas muy meritorios, y además el público, que ha demostrado gran oído y muy buen gusto musical”. No obstante considera que para que el género vuelva a resurgir necesita de la aparición de un cantor de la talla de Rubén Juárez o Jorge Falcón, que en su momento revitalizaron el tango. En el horizonte no aparece una figura así, pero destaca con ojo clínico la revelación faldense de la pequeña Lisette y la consagración del local Carlos Habiague, a quienes les augura un promisorio futuro.
En el final de nuestro encuentro demuestra ser un tipo agradecido, me pide que ponga el nombre de Rubén Carro, a quien destaca como la persona que se encargó de contactarlo en Buenos Aires, por una sugerencia del periodista Mario Thibault a los organizadores. Es así que se dio esta segunda participación de Silvio Soldán en el Festival Nacional del Tango de La Falda, en la que brilló igual que tres décadas atrás.-

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