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Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

jueves, 5 de julio de 2012

Supuesto suicidio, que se investiga, de un joven de 16 años, concluyó en corte de ruta

La tragedia, que tiene versiones encontradas, puso en evidencia, con crudeza, una situación social en la que se incluye “discriminación y exclusión"

El joven, que pereció por “asfixia mecánica” según lo determinado por el forense, pertenecía al grupo denominado los “Zarpados del Escabio”, cuyos integrantes acusan a policías de la muerte y como reacción apedrearon móviles policiales y cortaron la ruta. Tras el levantamiento de esa medida, la Fiscal Alejandra Hillman sostuvo que “la violencia proviene de esto, de la situación de desamparo y de exclusión en la que se encuentran inmersos”. Los familiares del occiso inician una campaña de difusión para dar a conocer su opinión sobre el trágico suceso.

Los hechos que terminaron en la muerte del joven Brian José Palomeque (16) se habrían iniciado el lunes último cuando fue aprehendido por ser supuesto autor de un hecho delictivo, siendo liberado horas después. Con posterioridad, de acuerdo a lo informado en declaraciones a la prensa por el Comisario Mayor Guillermo Cortez, se produjo un allanamiento en el domicilio del joven, lugar de donde se secuestran “elementos relacionados a robos, pero no hubo detención y no hubo ningún inconveniente. Esto fue alrededor de las doce del mediodía, 12,30 el joven compartió el almuerzo con los familiares, y a las 15,20 horas en este descampado se encuentra el cuerpo, casualmente pasan dos personas civiles que ponen en conocimiento de la policía. De ahí se hace el cordón criminalístico y se produce la contención”.

Las versiones encontradas
El Comisario Cortez, en esa misma entrevista y consultado porqué razón no se produjo la detención si había elementos que se consideraban robados, mantuvo que “en principio ha habido elementos de los primeros hechos que motivaron la aprehensión conforme a directivas de la fiscalía. En este momento se hizo una orden de allanamiento, no de aprehensión, porque había que ver cómo se caratulaba el hecho, si nadie lo ha visto cometer el hecho, pero tiene elementos relacionados al mismo, podría decirse que los compró de buena fe, entonces se entraría en un encubrimiento, y eso tiene una valoración del tribunal interviniente, por eso no se procedió a la aprehensión, porque si nadie lo vio puede ser responsable un mayor o los dueños de casa, entonces no podemos llevar a toda la familia”.
Requerido por las declaraciones de los amigos que señalaban a un oficial de la policía como autor de la muerte del joven, sostuvo que “cada uno es dueño de decir lo que quiera, de ahí habrá que probarlo. La Fiscal ha estado a cargo de la investigación y creo que ha dado garantías totales y ha hablado con los familiares directos del joven, el resto está medio alterado, son todos amigos los que están llevando adelante está acción”.
En referencia a cómo fue encontrado el extinto, describió que “estaba colgado de un árbol, no de gran dimensión, a través de un cable de tipo teléfono, el cual pendía de su cuello y estaba tocando levemente con los pies en el suelo. En el Barrio San Jorge en una hectárea con mucho follaje y descampado”. Amplió, manteniendo que en el lugar “se encontraron muchas bolsas de fana, algunas secas, otras recientes, y otros elementos que pueden estar o no relacionados con el hecho”.
En cuanto a la primera reacción de los amigos del fallecido, dijo que “la gente se ha visto muy alterada cuando se entera de la muerte del joven este, aparentemente era muy querido en el barrio, había algunos más exaltados que se retiraron un momento, después tiraron un par de piedras, se volvió a calmar, vino la policía judicial, hizo su trabajo, se retira el cuerpo, y en ese momento, cuando estábamos semirodeados por estos jóvenes, conduciendo a la madre del joven que quería hablar con la Fiscal y terminar con unos trámites administrativos en cuanto al retiro del cuerpo de la morgue y demás, el móvil es apedreado, rompen el vidrio del conductor, pega en el parante, en la puerta trasera izquierda, rompen otro móvil con impactos en el capot y el parabrisas, lesionan a un Comisario en una pierna, como producto de una de las piedras arrojadas, y a un subcomisario le aplican goles de puño en el rostro…Este grupo de jóvenes está bastante exaltado, se denomina Los Zarpados del Escabio, así que imagínate…”.
Por su parte, Gabriela, hermana del desaparecido, en el Programa Hablemos Claro, declaró que “mi hermano no tiene marcas en el cuello de ninguna soga, de ningún cable, tiene un moretón en uno de los costados del cuello, no tiene marcas de que haya tenido nada atado al cuello. La rama de la que colgaba era muy fina y le faltaban centímetros para estar arrodillado. O sea, que si se hubiese suicidado, cualquier persona atina a levantarse, es la reacción. Hay más de veinte testigos que aseguran tenía las manos atadas, no dejaban pasar a nadie, ni los dejaban acercarse, los chicos avanzaron y vieron que tenía las manos atadas, no estamos hablando de un testigo, sino de más de veinte que vieron lo mismo.
Se supo que había un hombre, en el descampado donde lo encontraron, juntando leña, él cual vio que venían dos policías que le dijeron que se retirara del lugar, que no tenía nada que hacer ahí, lo corrieron, y después lo encontraron a él ahí, justo en el lugar de donde sacaron al hombre que sacaba leña.
Hubo un allanamiento durante la mañana, escuche por radio que habían sacado cosas robadas, garrafas y otras cosas más, las garrafas que se llevaron eran de las casas, las sacaron de la cocina, porque ahí viven varias personas en distintas habitaciones, se llevaron esas garrafas y una máquina desmalezadora que había comprado en cuotas, ellos dijeron que se habían llevado un montón de cosas y eso fue lo único que se llevaron de ahí, y las tres garrafas las sacaron de tres lugares distintos, de distintas familias, entonces qué es lo que sacaron robado de ahí”.

El corte de ruta
El corte de la Ruta Nacional Nº 38, se extendió por alrededor de siete horas y el motivo, de acuerdo a lo sostenido por uno de los cincuenta jóvenes aproximadamente que lo desarrollaron, fue “la policía nos llevó un amigo, el policía le dijo a vos te van a encontrar en el campito, y después ahí apareció…Fue amenazado por la policía, de aquí no nos vamos a ir hasta que la Fiscal o alguien venga a dar una respuesta, de acá no nos movemos. Vamos a parar por el velatorio, pero esto lo vamos a seguir, porque esto no va a quedar así, pasó con chicos anteriores, que hicieron lo mismo, nadie se movió, pero está vez queremos que esto se acabe”.
Finalmente, alrededor de 01,30 horas del viernes, se levantaba el corte y la Fiscal Alejandra Hillman, que inicialmente había ordenado no dispersar a los manifestantes, mantenía que “los chicos se comprometieron a levantar el corte, ahora van a ir a hablar con sus otros compañeros, están muy preocupados por lo que ha sucedido. Les acabo de transmitir que hemos iniciado una investigación, que vamos a relevar todo el aporte que ellos puedan dar en relación a la investigación en curso. Recién estamos en los primeros pasos, el cuerpo ha sido trasladado a la morgue judicial, se le va a practicar la autopsia correspondiente, dependemos de unos estudios anatomo patológicos para determinar cuestiones técnicas, para ver las situaciones en que fue encontrado el menor cuando se dio lo que sucedió y vamos a esperar esos resultados y por otro lado la reunión de los testigos independientes que puedan brindar datos sobre lo acontecido”.
En relación a la forma y el lugar donde en que se encontró al joven, delineó que “lo que he notado en el lugar, es que era un descampado, lugar donde aparentemente suelen frecuentar los chicos, se suelen juntar en ese lugar, encontré muchos tachitos de fana, lo que me llama poderosamente la atención, tetra break, botellas de vino, etc. etc., me da la sensación que es un lugar donde se reúnen normalmente no sé quienes, pero es un lugar donde gente se reúne en ese sitio. Con respecto al cuerpo, lo encontré como encuentro normalmente a las personas que se quitan la vida en situación de ahorcamiento, y bueno estoy a la espera de lo que la medicina legal me diga en cuanto a la causa de la muerte de este chico”.
En referencia a lo actuado, precisó que “he hablado con la mamá, tuve una charla con ella, me expresó cual era su conocimiento del hecho, que había hablado con él, que le había manifestado que se iba a portar bien. Me dio a entender que la policía también había estado hablando con él, que le habían hablado bien me ha dicho la madre, que tenía que dejar de hacer esas cosas, es decir de cometer delitos, porque sino iba a estar jodida la cosa, no son estos los términos que utilizó la señora. Estaba muy dolida, muy sochkeada, ella regresó de trabajar a la tarde y se encontró con esta novedad y realmente es muy penoso que sigan sucediendo estas cosas. Hay muchos ingredientes acá que hay que analizar, básicamente creo que hay que apoyar a esta juventud, que hay que acercarse a hablar y trabajar con ellos, para evitar que estos hechos se sigan sucediendo”.
Finalmente, y en relación a la situación de vida de los jóvenes, analizó que “prometo y me comprometo a dar una mano en el sentido de hablar con las autoridades para que se ejecuten todas las acciones desde el Ministerio de Acción Social, desde la Defensoría del Niño, etc., para tratar de traerles a estos chicos alguna respuesta que evidentemente el cuerpo social no les está dando. Me da la sensación de que se sienten totalmente excluidos y por ese motivo también perseguidos. Creo que no debe ser así, que este debe ser un momento reflexivo de la sociedad, esto no ocurre porque si, esto hay que revertirlo, porque es el futuro lo que está en juego. La violencia, las manifestaciones, las agresiones, el enojo es parte de lo mismo, la violencia proviene de esto, de la situación de desamparo y de exclusión en la que se encuentran inmersos.
Pienso venir a charlar con ellos, porque quiero conocer más de la situación en la que están inmersos y quiero llevarles todo el apoyo que sea posible. En eso voy a trabajar considerando que no soy la Juez de Menores, pero no quiero levantar más cuerpos de niños”.
Definiciones que fueron puestas en duda por los jóvenes, ya que el viernes y en momentos en que supuestamente se dirigían a comprar una corona para el sepelio fueron detenidos dos integrantes del grupo, uno de los cuales fue derivado a un Instituto de menores de la capital provincial, lo que llevó a los jóvenes a manifestar “dónde estaba la Fiscal, prometió protegernos y uno de los chicos ha sido llevado a un instituto sin avisarle a los padres, de qué protección hablaba…un hombre nos dice que habían detenido unos chicos, pero no hicieron nada, si quieren les sirvo de testigo, porque no hicieron nada y vimos cuando le pusieron la droga y los dólares…”.
Marisol, madre de uno de los menores, también planteaba su discrepancia, aseverando que “vengo en representación de los chicos, siempre charlo con ellos, les digo que se porten bien, uno de mis hijos está con ellos, me hago cargo, ni tengo vergüenza en decirlo, y estuve con ellos en la manifestación hasta última hora de la noche, y no estoy de acuerdo con lo que salió en la televisión donde decía que gracias a la Dra. Hillman se había apaciguado la situación, eso es mentira, los chicos se fueron porque yo se los pedí. Yo hablé con ellos y llevé cuatro personas conmigo, citamos a Hillman en un lugar y los acompañe...Se estaba yendo todo de las manos, iba a ser un caos, pudimos contenerlos, porque la realidad es así, son chicos jóvenes, son chicos buenos, porque no son malos, no tienen malos pensamientos, toman, se pueden llegar a drogar como se droga todo el mundo, porque la droga existe en todos lados…esa es la realidad, es lo que pasa, hay que enfrentar la vida, las cosas que suceden, y hay que ayudar a la juventud porque nadie hace nada por la juventud y si nadie hace nada la juventud se está perdiendo cada vez más en La Falda, en La Falda y en cualquier otro lado…acá la solución pasa porque un Comisario de Córdoba venga, abra los ojos y cambie todo el personal, ponga gente nueva, gente que quiera laburar, gente que quiera ayudar a la juventud, gente que quiera respetar a los chicos, porque si no los respetas, ellos tampoco te van a respetar, porque he visto en el barrio, una noche, como agarraban una parejita, lo agarraban del cuello y lo tiraban contra una reja, me quedé admirada de que a la chica la agarraran del pelo y la arrastraran por el suelo. Me llamé a silencio, no tenía porqué meterme, pero no debe ser así…Esto no va a quedar así, tiene que haber justicia y hacer algo por la juventud, cuántos jóvenes han muerto ya así, y se tapo todo y se callaron todos, y seguimos en lo mismo, estoy dolorida por lo que pasó ayer con mi sobrino, la policía no fue ni a avisarle a los padres, ni siquiera le avisaron que lo pasaban a Córdoba ayer a la tarde, anoche sino voy a la casa de la madre, ellos estaban confiados en que el chico estaba en el sepelio…Esta mentira viene de años anteriores, de las víctimas anteriores, no queremos más que venga Hillman, no vamos a parar hasta que venga alguien de Córdoba, los casos de Castro, Sánchez, que nadie hizo nada…”.
Sobre las dificultades para realizar el velatorio la hermana, apuntó que “la municipalidad nos dijo que corría con todos los gastos del sepelio, dijeron que la empresa era Santa Lucia, la cual, cuando creíamos que ya estaba en la sala velatoria, nos dijo que ellos no sabían nada, después de la municipalidad se nos informó que decían que no tenían sala disponible, si la tenían. Conseguimos sala en Zugazaga, fui hable con la señora y cuando volví me dijo que a pesar de todas las amenazas que había tenido para que no hiciera el sepelio, lo voy a hacer porque no me gusta esto, porque son del San Jorge no es una razón. Necesitábamos una ambulancia, no conseguíamos a pesar de que la pagaba el municipio. Lo que nos dijo la primera empresa es que ellos tenían ambulancia, pero que al no tener sala velatoria, lo traían y que lo lleváramos directo al cementerio, qué era un perro, por qué, porque había que vestirlo y ahí no le viéramos las marcas, porque la gente que se acercara no iba a verlas…no fue así, logramos conseguir la ambulancia, que lo hizo Giagante, y las cosas se hicieron como se debía”.
Gabriela, sobre las acciones a seguir, precisó que “lo que vamos a hacer es hacerlo público, nosotros, como familia, vamos a llevarlo al conocimiento público a través de Canal 12, Canal 8, Canal 10, Cadena Tres, vamos a ir a todos lados, para que esto trascienda, porque lo que se hace acá es acallar. La mayoría de las radios no habla en contra de la policía, vas a decir algo y te dicen que no, no podemos, y entonces nos callan. Vamos a buscar Justicia, vamos a buscar abogado, vamos a buscar le que tengamos que buscar, acá, en Cosquín, en Carlos Paz, en Córdoba, si hay que hacer marchas las vamos a hacer, si hay que cortar la ruta la vamos a cortar, bien, sin desastres, destrozos, ni nada, marcha para que nos escuchen, porque a mi hermano no me lo devuelve nadie. Creemos que vamos a encontrar la Justicia, no debe haber otros Brian después de esto. O sea, que su muerte no sea en vano. Porque ahora va a pasar un tiempito, medio que se van a quedar en el molde, y después, de acá tres o cuatro meses, cuando crean que ya nadie lo recuerda, porque ya se le pasó el dolor a la familia, porque son pobres, porque no tienen para pagar un abogado porque son caros, entonces las familias qué hacen, y bueno la peleamos hasta ahí, no jodemos más, nosotros no vamos a quedarnos en eso”.

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Zarpados del Escabio

Quiénes son los Zarpados del Escabio, supongo debe ser la pregunta que muchos deben hacerse por estas horas. Lo que hemos podido observar es que es un grupo de unos cincuenta chicos, de los cuales muy pocos, uno ó dos, deben superar los 18 años, los demás oscilarán entre los 12 y 16 años. Una situación como la que se vivió, seguramente no es la mejor para tomar contacto, estaban perplejos, dolidos, rumiando bronca, totalmente desconfiados de todos los que se les acercaban si les era desconocido o no le reconocían alguna razón precisa para entablar conversación.
Es poco lo que estaban en condiciones de trasladar, pero es válido trasladar algunas de sus expresiones más destacadas:
“Nos discriminan porque dicen que somos unos negros de mierda. No podemos salir del Montecarlo porque nos meten presos, no podemos ir al baile, por eso nos quedamos en la esquina, cuando la policía viene y nos trata bien nos vamos, pero han empezado a venir a los tiros, hicimos una denuncia en la fiscalía pero nada ha pasado, ahora, después del velatorio iremos a ver al Juez, esto no va a quedar así, vamos a seguir exigiendo respuestas”.
“Los Zarpados del Escabio basa su formación en la amistad, somos chicos que nos reunimos a tomar algo en el barrio, porque no tenemos donde ir, directamente es así, han venido policías, porque no son todos iguales, y nos han dicho muchachos no pueden estar en la vía pública, y nos hemos levantado de la esquina y nos hemos ido a una casa a tomar, a seguir jodiendo entre amigos, porque eso es lo que hacemos. Nosotros no queremos que nos nombren, nos da lo mismo, lo que hace grande al barrio es la policía misma porque entran a los tiros, hacen lo que quieren, y no es así, si hablando bien la gente se entiende”.
“Hemos hecho presentaciones en Cosquín, por amenazas, por menores a los que les habían pegado, porque no podemos andar en la calle, hemos ido, saben lo que nos dicen, acá no pueden venir a denunciar, tienen que ir a Carlos Paz o a Córdoba, nos dicen en Cosquín”.
“Hay un montón de bandas, en la 9 de Julio, pelean Los Saca Corchos y la culpa la tienen Los Zarpados, por qué, porque son los negros mugrientos del San Jorge…y si usted va a los bailes va a ver que todos pelean. Pero los prohibidos somos nosotros…”.
“Cuántas veces le hemos pedido que nos devuelvan la cancha, pero Sestopal se las dio a los chicos del rugby, no tenemos nada contra ellos, pero queremos que nos devuelvan la cancha, creo que ellos pueden algo más que nosotros. Nosotros somos gente humilde, queremos nuestra cancha. Dándonos la cancha ya sacan muchos chicos de la calle…”.

Entre los integrantes, que no son todos del Barrio San Jorge, hay de otros sectores de la ciudad, las niñas en particular mostrando un claro sentimiento maternal por sus pares, pude observar a quien en su momento fuera distinguido con el lauro de Joven Sobresaliente por La Voz del Interior, y recordé que ese chico había utilizado sus ahorros, con los que pretendía comprarse unas zapatillas, para adquirir chocolates para llevarles a los bomberos que en ese momento luchaban con un gran incendio en la región, a los que seguramente admiraba por su entrega y sacrificio. Me quedé cuestionándome por cuánto podrían haber cambiado esos buenos sentimientos tras los quince minutos de fama y el utilizado publicitario que el reconocimiento pudo tener para terceros. No puede haber cambiado mucho me dije, y si es así, sus compañeros, en su mayoría, tampoco pueden ser seres irrecuperables, como por ahí se dice. Tal vez, la cuestión sea la de actuar, cuando aún se está a tiempo, y de empezar hablar de los Rescatados del Escabio y del desinterés.
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Cómo se vuelve de la tragedia?


Cómo se vuelve de la tragedia, cuando todos son víctimas, cuando todos, de una manera u otra, se sienten responsables, cuando todos tienen un atenuante, cuando la herida abierta produce dolor y no hay forma de subsanarla. Es cierto que aquellos que perdieron al ser querido guardan un dolor más profundo y un probable rencor, pero no es menos cierto que hay una sociedad que se conmueve, que siente que sus cimientos se resquebrajan, que se ve necesitada a detenerse a reflexionar sobre el por qué.

Una joven vida se ha desperdiciado, importará la investigación, importará si se encuentra una acción homicida y se sanciona a su autor, importará sino se la encuentra y la responsabilidad recae sobre el entorno social. Pero, precisamente, es el entorno social el que debe imprescindiblemente ponerse en acción. Se lo ha venido advirtiendo, los síntomas podían palparse, estaban al alcance de la mirada, aunque pareciera insuficiente que se traslade que hay más denuncias por hechos de violencia familiar que por delitos, que la droga circula al alcance de cualquiera, que el consumo de bebidas alcohólicas se incrementa, que la violencia callejera aumenta.
Pero, el resultado está ahí, 16 jóvenes años de sueños fracasados, familias destruidas, y unos cincuenta amigos que manifiestan la discriminación y la exclusión del cuerpo social. Y la reacción con el corte de ruta que impuso la llamada de atención, y la realidad que cachetea al que se hace el desentendido, al que promete y no cumple, al que habla y no hace.

Ahora, cuando los hechos imponen profundizar la cuestión, a prima facie aparece la confrontación de policías y estos grupos de jóvenes a los que algunos llamarán tribu urbana, otros pandilla, y otros banda. Y se hace necesario circunscribir los roles, y en ese sentido el policía debe asumir que es el representante de la sociedad a la que sirve y por ende su deber es responder a ultranza a los dictados de la ley, y por profesionalidad, capacitación y vocación no caer en la violencia innecesaria, ni en la represalia que toma la “justicia” por propia mano. Por su parte, los jóvenes deben reconocer los límites razonables que impone la vida de relación social, que se estipulan precisamente para que exista una relación armónica. Claro está, que abiertamente no se puede ejercer la hipocresía y sostener que el sistema es equitativo, no lo es y lo sabemos, y en consecuencia hay sectores que indefectiblemente deben ser atendidos desde la sociedad y su representante máximo que es el Estado. Un Estado que a través de las decisiones políticas debe salir a imponer las condiciones en esta confrontación que le afecta, pero no debe hacerlo desde la visión del rédito político, sino del bienestar general. Aquí lo que debe imponerse es el espíritu humano, el del reconocimiento del hombre y las circunstancias sociales que lo rodean y condicionan su conducta y acción.

Aquí de nada sirve ponerse en la vereda de los policías o la de los chicos, lo que hace falta saber es el por qué, para entender y comprender, y lo que realmente sirve es reconocer y ponderar el problema y encontrar las vías de solución, pero no sólo en la declamación sino también en los hechos. Ya basta de decir que necesitamos gabinetes interdisciplinarios, de estructurar salidas educativo laborales, de generar espacios para la practica del deporte, el arte y la cultura, es hora de ponerlos en funcionamiento, de generar los gestos que posibiliten el diálogo sincero y productivo en pos de lograr la reinstalación de los vínculos que hacen al amparo de los sectores en riesgo y conducen a la paz social.

Es la única forma en que se puede retornar de la tragedia, reconociendo el dolor, el rencor, el daño, y por sobre todo valorando que como comunidad no podemos enfrentarnos a que haya nuevos casos de niños o jóvenes que partan a la eternidad con sus sueños frustrados.
N.H.

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