Nombre:
Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

jueves, 28 de junio de 2012

Aquí llegó de nuevo el cartero, con un mensaje preocupante

Cuando Nicolás Heredia, hace apenas unas semanas, dedicó un editorial de ECOS a poner en evidencia la situación de muchos niños y jóvenes agrupados en algo así como “pandillas” con nombres llamativos y promocionados en sus pintadas, nos advertía como sociedad, que un drama que pensábamos solo ocurría en lejanas metrópolis, se estaba acentuando en nuestra comunidad. Lo hacía como lo hace el autor de esta nota con obvio propósito, alentar esfuerzos de nuestro pueblo, de sus autoridades democráticas, de sus instituciones a participar de propuestas y acciones preventivas y reparadoras. Pues bien, parece que aun el mensaje no fue adecuadamente atendido y la novedad es que, entre La Falda y los pueblos vecinos, ya son 8 los grupos que reuniendo a alrededor de 500 niños, niñas y jóvenes, se desafían mutuamente, no a desarrollar sus mejores cualidades humanas o académicas, sino simplemente para pelear, usando las redes de Internet para citarse a reñir y donde el lector puede encontrar estas evidencias.
¿Que nos está pasando? La violencia es hoy un problema de salud pública, como lo es el abandono, la muerte precoz de mujeres, niños y jóvenes por causas evitables. La mayoría de las muertes de niños y jóvenes en nuestro país se relaciona con lesiones evitables, por violencias y auto agresiones, muchas de las cuales se relacionan con el alcohol y otras drogas. No es un problema médico exclusivo, es un problema donde el sector salud debe participar no solo para atender y contar el número de víctimas, sino con el fin de evitar las lesiones y sus consecuencias, promocionando, los ya mencionados, en notas previas, modelos saludables de convivencia.
¿Cual es la causa de este drama? ¿No es esta realidad “abandónica” parte de algo más general? Leemos en La Voz el 15 de este mes que “En Argentina hay 14.675 niños, niñas y adolescentes sin cuidados parentales. Están “institucionalizados”. O sea “no viven con sus familias de origen. De ellos, 1.107 están en la provincia de Córdoba, lo que la convierte en el 3er distrito del país con más niños y adolescentes que … deben recibir asistencia pública o privada, superando incluso a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La principal causa… en todo el país es la violencia doméstica (44 %), en 2º lugar, situaciones de abandono (31%) y en 3º el abuso sexual (13%). Por último, 11 % padres que padecen enfermedades de salud mental, consumen sustancias psicoactivas, se encuentran privados de su libertad o han fallecido. La autora de la nota Laura Leonelli Morey nos actualiza la situación: los números han mejorado… 3 años antes de los datos difundidos ayer por Unicef (de 2010) existía el doble de niños sin cuidados parentales.
Como se trata de una edad, en la que lugar donde deberían estar es la escuela, si lo que se espera es la futura inserción social, viene al caso lo que expresó Andrea Kaplan*, directora del 2º Congreso Internacional sobre Conflictos y Violencia en las Escuelas:“la pérdida de roles sociales, la ausencia del adulto como referente de responsabilidad y respeto, imprime un desequilibrio social en la adaptación de los niños y adolescentes en la comunidad y en sus espacios de sociabilización.
Ambas referencias entonces aluden a la en primer lugar familia, como fuente de una problemática que no podemos ignorar, que también mencionáramos por este medio al señalar que a nivel local, las denuncias de Violencia Familiar habían superado a las de atentados contra la propiedad. Luego la escuela, sobrepasada en sus recursos para contener o responder al desafío que no pudo prevenirse en las etapas preescolares ni domésticas.
La violencia no es patrimonio de una raza, región o clase social. Está presente en todas las sociedades, aún en las más desarrolladas, no obstante las principales victimas de la violencia (especialmente de una profunda negligencia social) y partícipes de su reproducción, se encuentra en las clases sociales más desfavorecidas. Y en un mundo que está nuevamente atravesando una feroz crisis, no nos viene mal leer al prestigioso filósofo y lingüista Noam Chomski** “el sistema mundial se está dividiendo en dos bloques: A) la plutocracia, … con enormes riquezas, en una sociedad global en la cual el crecimiento –destructivo de los recursos naturales– beneficia a una minoría … que dirigen el consumo de tales recursos. Y B) los “no ricos”, la enorme mayoría, referida en ocasiones como el “precariado” global, la fuerza laboral que vive de manera precaria, en la que se incluyen mil millones de personas que casi no alcanzan a sobrevivir. Y aclara que este desarrollo “no se debe a leyes de la naturaleza o a leyes económicas o a otras fuerzas impersonales, sino al resultado de decisiones específicas dentro de estructuras institucionales que los favorecen”. Surge entonces su propuesta alternativa que no puede ser ajena a una activa participación del pueblo en la búsqueda de una sociedad más justa, con propuestas factibles a corto y mediano plazo, tanto allí, en el “primer mundo” con sus indignados y desesperados o aquí donde el crecimiento económico no es para todos.
Procuramos desde el espacio de la intersectorialidad ir construyendo un modelo local que promocione la inclusión de jóvenes faldenses, en programas cuya urgencia no es menor que la de cumplir otros no menos trascendentes, tales como la de festivales convocantes del turismo y de todas las actividades afines a cada temporada vacacional. Contamos con convicciones, experiencia, recursos y no puede faltar la voluntad de acometer el reto, que no acepta más hesitaciones.
No podemos relegar ninguno de los temas mencionados a un cajón de reclamos insatisfechos, remedo de otras gestiones, donde se malgastaron importantes bienes comunes sin pensar que con niños y jóvenes con sus necesidades y derechos desprotegidos, quemamos nuestro futuro como ciudad segura y saludable.
A la hora de actuar, recordemos con Osvaldo Bayer que “mientras haya miseria no hay democracia”.

Benjamín Malamud

*http://agenciasanluis.com/2012/06/el-ministerio-de-educacion-participo-en-el-ii-congreso-internacional-sobre-conflictos-y-violencia-en-las-escuelas/
**14 6 12 http://iniciativadebate.org/2012/06/14/hay-alternativas-noam-chomsky/





0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio