Nombre:
Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

jueves, 7 de junio de 2012

Los senderos de la sangre

La empleada doméstica le preguntó a la abuela, mujer de 60 años y acento español, porque era tan “secota” con Sofía, refiriéndose a la hija de la nueva pareja de su hija, la abuela no tardó en contestar. “Donde no hay sangre no hay morcilla”. La palabra sangre definía una relación genética, los genes de Sofía no eran los genes de su hija, los de su familia. Esta situación no es lo que habitualmente ocurre en un porcentaje importante de las nuevas familias reestructuradas, con hijos e hijas de ella, de el y de ambos. Después de un período de amalgamiento se procura un clima de aceptación y de no discriminación. No obstante este modelo no es uniforme y en nuestro caso, Sofía estaba padeciendo una actitud discriminatoria que ponía a prueba su resiliencia, tema del que ya hablamos en otra nota. Leo estos días los titulares que anuncian “La Corte Suprema (SCJ) rechazó la transfusión de sangre al testigo de Jehová…El máximo tribunal ordenó que se respete la condición religiosa de Pablo Albarracini, quien tiempo atrás firmó un documento donde se negaba a someterse a ese procedimiento. Su padre dijo sentir “una decepción total”. Bueno, no solamente el padre tuvo esa decepción, también casi la totalidad de los trabajadores y profesionales de la salud, estresados al máximo, por ver morir a un ser humano con la sensación de abandono de persona, de no cumplir el mandato hipocrático de preservar la vida. "Los testigos de Jehová ven la vida como una dádiva de Dios representada por la sangre…”. Aquí la sangre ya no es una cuestión de genes, sino de creencias y también de voluntades, anteponiendo la SCJ el respeto de la autonomía del paciente por sobre los principios de preservar la vida y la salud. Seguramente esta polémica que no se inició hoy, continuará por mucho tiempo. Para los pediatras el dilema es qué hacer cuando un recién nacido o lactante, sin capacidad de expresar su voluntad requiere de una transfusión o de una exanguinotransfusión y sus padres deciden impedirla. La sensación de ver pasar las horas esperando la decisión de la justicia que tendrá que optar entre el antecedente de decisión de la SCJ o el mandato de la Convención Internacional por los Derechos de la Niñez, ley nacional 26061 y su adecuación provincial, ley 9944, que establecen el interés “supremo” o superior de los niños, entre otros derechos esenciales, a la vida, a la salud y especialmente a no padecer ninguna forma de negligencia, se hace interminablemente angustiante. En lo personal, la experiencia vivida por mi familia, cuando hace ya 5 lustros, una de sus integrantes requirió por una complicación obstétrica, la transfusión masiva de sangre, que significó la necesidad de 28 dadores, en pocas horas, para salvar su vida, este vital elemento, se expresó como solidaridad, un valor humano que no cotiza en el mercado y que en nuestra ciudad demostró como otras tantas veces no estar ausente. La sangre, expresión de genes, creencias o solidaridad, es uno de lo motivos de debate tanto social como sanitario. No es el único motivo desde luego. Algo parecido está ocurriendo con las vacunas, que a pesar de haber cambiado nuestra historia de las enfermedades que más prevalecían en otras épocas, ya no tenemos brotes de poliomielitis, sarampión epidémico, malformaciones frecuentes por rubéola congénita, difteria, tétanos, tuberculosis y otras más, se ha puesto en duda su eficacia o seguridad de no dañar respecto a vacunas que están disponibles en el arsenal público sanitario y son motivo de confusión y también de conductas riesgosas. La duda no afecta solamente a legos sino también recorre las redes de profesionales de la salud. La responsabilidad de las autoridades locales es mantener el más alto grado de inmunizaciones con el calendario nacional y mantener el estado de alerta frente a brotes o re emergencia de enfermedades transmisibles tal es el caso de la tos convulsa, que requiere de refuerzos vacunales más frecuentes, incluyendo a embarazadas y durante la lactancia y el aislamiento y tratamiento adecuado de esos brotes. Nunca antes tuvimos a disposición de los programas preventivos los recursos en imunizaciones con los que contamos actualmente y que hasta hace poco tiempo eran accesibles para un grupo limitado de familias de niveles económicos altos o que contaban con sistemas de prepago con amplia cobertura. Tal es lo que acontece con las vacunas antineumocócicas, anticoqueluche acelular y para el virus del Papiloma Humano. Es producto de una apropiada inversión de recursos del estado, que afortunadamente también se expresa en algunos de los países vecinos. No obstante las amenazas de otras re emergencias como el caso del Dengue y la Gripe epidémica, obligan a no bajar la guardia al respecto. Dada la situación de que hay familias que se resisten a vacunar a sus hijos, un desafío en cierta forma semejante al mencionado con la sangre, la apertura de espacios de diálogo y divulgación, ayudará al conocimiento y toma de decisiones más correctas o saludables, pensando en el objetivo común de que La Falda gane su prestigio como ciudad referenciada tanto por sus recursos turísticos como por el cuidado que brinda a sus vecinos y especialmente a los más vulnerables. Benjamín Malamud Pediatra

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio