Nombre:
Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

jueves, 19 de julio de 2012

La Falda recuperó su convicción tanguera

Con una edición que tuvo todos los ingredientes que un gran festival debe tener, La Falda volvió a creer en su condición de Capital Nacional del Tango.

Por Néstor Pousa

“Tango es lo único que no consultamos con Europa”, esa fantástica definición pertenece a Macedonio Fernández y está en la película El Café de los Maestros, el documental musical producido en 2008 por Gustavo Santaolalla. Y es así, tango es esa música inconsulta e insurrecta, que en la voz de un cantor puede sonar oscura y depresiva como un blues; que puede ser sublime como una ópera si lo interpretan los grandes maestros de orquesta, o ser la danza más seductora. ¿Cuántos géneros musicales reúnen estas condiciones? El Tango es así, porque nació lumpen y se recibió de embajador, y es fenómeno de culto en el país que lo alumbró.

Ese mismo tango renovó desde el pasado viernes su legendario vínculo con La Falda, activando una historia en común que nació en el verano de 1965. Por eso el Festival Nacional del Tango es el padre de los festivales faldenses, por antigüedad y trascendencia, y si bien experimentó varias interrupciones y refundaciones a lo largo de su vida; encontró en la última década una saludable continuidad gracias a la gestión municipal. Definitivamente la ciudad parece haberse hecho cargo de este evento que le dio identidad nacional. Hay signos vitales que lo confirman: los carteles que nombran las calles fileteados al estilo tanguero, las enormes figuras en hierro de parejas de baile que adornan la neurálgica Av. Edén, todo suma para que se respire tango.
Entre la oferta de este año, el sábado 7 de julio quedó inaugurada la Expo Tango (en el Salón Leopoldo Marechal, Sarmiento 92) una muestra multimedia de temática tanguera con entrada libre y gratuita que se prolongará hasta el sábado 14 de julio.
El pasado viernes 13 al promediar el día se inauguraron las nuevas obras realizadas en el auditorio municipal que lleva el nombre de Carlos Gardel. El espacio ahora cuenta con nueva calefacción a gas natural, una confortable sala de prensa, se refuncionalizaron los sectores del backstage y también hay una nueva placita en la, hasta ahora, olvidada vereda posterior del predio. El fin de semana promete y la ciudad toma ritmo de tango. El ciclo arriba a su edición número 29 en 47 años de existencia, algunos baches en el camino se tragaron los capítulos que faltan para que la cuenta no salde, pero la cita recobró el magnetismo de los primeros años.

La inauguración oficial de la XXIX° edición, rebautizada La Falda ciudad Tango, fue a las 20 hs del mismo viernes, con el locutor local Ezequiel Giardelli presentando a los ganadores de las sub sedes para el certamen de nuevas voces.
Una hora y diez después con la marcha triunfal de Feliz Domingo como música de fondo, apareció en el escenario una de las mayores atracciones de esta edición, Silvio Soldán, para provocar la primera ovación de la noche. Por primera vez en muchos años el festival volvió a tener un maestro de ceremonias del palo tanguero, hecho que fue destacado y celebrado por todos. Es que la trayectoria de Soldán y su experiencia en la materia Tango, realza la puesta de la fiesta hasta niveles insospechados.

Entre notas de color, como la presencia del Jefe de Gobierno Porteño Mauricio Macri y el Intendente local Eduardo Arduh que se atrevieron a bailar un tango en escena, y una grilla de artistas de primer nivel, transcurrió la primera velada. La diferencia estuvo en las distintas reacciones del público que colmó totalmente la capacidad del coliseo faldense. Así, fueron reconocidas las performances de la Orquesta Provincial de Música Ciudadana con Gustavo Visentin; tanto como la del solista de Córdoba Dante Garello.
Aunque la ovación mayor fue para María Graña y Esteban Morgado y su cuarteto. El dúo puso en estado de ceremonia a la noche del viernes, con clásicos como Malena, Naranjo en flor, el soberbio instrumental Libertango y Caserón de tejas. Los tiempos demasiado estrictos privaron al público de algún bis.
Los festivales tienen el don de producir uniones transitorias de artistas, eso ocurrió con Opus 4 y Esteban Morgado en El día que me quieras; y ya sobre el cierre, el internacional cordobés Jairo que invitó a la pequeña Lisette, de tan sólo 12 años, para una aclamada versión de Nada. (Crónica de la primera noche publicada en La Voz del Interior)

Tangolerías
El sábado por la tarde en el Salón Marechal y en el entorno de la Expo Tango, fue presentado el libro Tangolerías, obra que lleva por subtítulo Escritos y pinturas sobre Tango. El trabajo cuenta con textos del Profesor Alberto E. Moro y reproducciones de pinturas realizadas por la artista plástica Marta Mares, de reconocida trayectoria y radicada en La Falda. La edición se hizo con apoyo municipal y para acompañar a la presente edición del festival. Durante la presentación se abrió el debate sobre el tango, su origen, su historia y su proyección, con interesantes participaciones a cargo de los asistentes a la muestra. (El libro se puede adquirir en forma directa escribiendo a: amorsport@hotmail.com).

Los solistas del sábado
El reloj nos empujaba, era tiempo de festival, la segunda noche iniciaba su marcha con una programación en la cual predominaban los solistas, y yo reflexionaba sobre dónde estará la tan mentada (y necesaria) renovación en el tango. Estará en María José Demare, una cantante que en su momento intentó una ruptura estilística en el género, pero ahora cambió y grabó un disco de clásicos en donde pone a Cacho Castaña en el Olimpo de los grandes autores. Según María José ese lugar se lo ganó desde que escribió Café La Humedad.
La renovación en algún momento fue José Ángel Trelles, el que fuera cantante fetiche de Piazzolla sorprendió con un acompañamiento gardeliano de cuatro guitarristas, se autoproclamó como cantante nacional y dedicó su show a la memoria de su amigo faldense Pancho Solano. Después se mandó con Luna Tucumana y La Falda fue Cosquín. En conferencia de prensa se excedió con su indignado discurso en contra de la cumbia y el mal gusto musical.
¿La renovación será Juan Darthes? el actor-galán-cantante solamente accede al templo del tango en las sierras si es que tiene una novela exitosa en el prime time de la televisión abierta que lo respalde, así ocurrió en este 2012 tanto como en el 2006. A modo de homenaje profanó clásicos del Negro Juárez e invitó a cantar Como dos extraños a Lisette, y aunque la niña tuvo improvisar en otro tono (“Lo tuve que hacer en Fa y sin ensayo”, contaría al día siguiente) igual sobresalió.
Sin dudas que Raúl Lavié no encarna la renovación, pero es un artista indiscutido que carga con 60 años de trayectoria y su show fue un gran cierre para la noche del sábado.
El jurado había consagrado a Sandra Pisani de la Sub Sede Córdoba como la ganadora del certamen de nuevas voces; no obstante el dato de la jornada fue la consagración del crédito local Carlos Habiague. La organización apostó fuerte por él otorgándole por primera vez un lugar central en la grilla, la explosiva ovación final del público despeinó a más de uno y les dio la razón. Al faldense le falta corregir algunos detalles y le sobran tics, pero si la aprovecha esta puede ser una actuación bisagra en su carrera.

Sexteto Mayor, música mayor
En la tercera noche a la fiesta se le cayó el final a toda orquesta de Leopoldo Federico, pero tuvo un parejo nivel en las distintas propuestas (Damián Torres Trío, Silvia Lallana, Ramiro Gallo y Tango a Tres Bandas). Fue también la noche consagratoria de la pequeña Lisette que en un breve set de cinco canciones mostró todo su arsenal de recursos artísticos. Tocó el bandoneón y cantó en Nada, se animó a presentar un tema nuevo (Cantar y vivir), se trenzó en un instrumental con los maestros del Carlos Nieto Trío (su profesor de bandoneón), cantó Garufa al piano y dejó con la boca abierta a Soldán, que ya le estaba dando pista, cuando le replicó: “El público decide”, y se habilitó un bis para cantar con micrófono en mano El último café. Dejando de lado ese lugar común de los que advierten: “Cuidado, los niños prodigio no triunfan de grandes”, Lisette es para disfrutar ahora, el público tanguero lo tiene claro.
Aunque solamente mantenga a dos de sus integrantes históricos, los violinistas Mario Abramovich y Eduardo Walkzac, el Sexteto Mayor tiene marcado a fuego el sello que les legara Stazo y Libertella. La música del sexteto es un viaje por la calle Corrientes guiados por dos viejos sabios que no perdieron la capacidad de divertirse haciendo una música de altísimo vuelo. Sobresaliente.
Y sin proponérselo el broche quedó en manos de Guillermo Fernández, cantor, músico y director de orquesta que supo exprimir las cualidades de Carlos Nieto (bandoneón), Horacio Burgos (Guitarra) y Luis Novarino (bajo eléctrico). Magistrales versiones de Chiquilín de Bachín a dúo con Burgos o Pasional con el Maestro Nieto, le pusieron virtuosismo al epílogo.
En el balance final hay que apuntar que la edición número veintinueve además de gambetear con éxito el estigma de la discontinuidad, tuvo todo lo que tiene que tener un gran festival. Una prolija organización, una cartelera con artistas indiscutidos, actuaciones consagratorias y algunos pifies menores y la avidez de un público que se abalanzó a las boleterías agotando entradas. Todo contribuyó para que La Falda vuelva a creer con convicción en su condición de Capital Nacional del Tango.

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