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Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

jueves, 12 de abril de 2012

“Tú estas en enero y…abril ya paso”

Por Alfredo Ferrarassi

Hace muchísimos siglos los griegos supieron magistralmente registrar en sus escritos la pesada existencia humana, el destino perverso que los dioses solían tener reservados para los simples mortales, los enemigos imaginarios, con sus no menos ficticias invasiones nunca concretadas, paralizaban comunidades enteras al grado de quitarles la ilusión de la vida, de la rebeldía, del futuro. Nadie, casi nadie podía esperar nada por fuera de los designios divinos, los cuales como aparatos ideológicos del estado, como lo demostrara Louis Althusser, sirvieron para ejercer un control sobre la población temerosa de contradecir a quienes gozaban del Olimpo, debieron transcurrir siglos de injusticias, marginación, pobreza para que la plebe comprendiera que no había nada que justificara la descendencia divina de los reyes y menos su incuestionable condición de privilegio, sin duda la vida nunca fue bella para los que menos tenían, hasta que un día el pueblo se sublevó y rodaron cabezas. Desde entonces el “estado llano” produjo una serie de cambios impensados en la historia del hombre, como aquellos que los obreros pudieran ser gobierno, que blancos, negros, rojos y amarillos eran iguales, lo único que en realidad importaba era la existencia humana y sus derechos, que la historia es la eterna lucha entre incluidos y desposeídos, entre acaudalados y pobres, que el motor de aquella es precisamente la lucha entre los bandos en pugna, ya que alcanzado el objetivo comienza otra nueva lucha en ese devenir dialéctico que tiene el hombre, aquella que explicara Trotsky en la “Revolución Permanente”, ya que ahora será el enfrentamiento entre lo nuevo contra lo viejo, lo revolucionario contra lo que no es, porque debemos convenir que ser “progresista” no es sinónimo de bueno, justo, equitativo y menos de permitir la libertad de los pueblos, sino pensemos en el sanguinario Stalin que tantos acólitos tuvo y tiene en el mundo, aún en nuestra ciudad, y los millones de asesinatos que cometió en nombre del pueblo que decía defender.
Esta larga introducción es para poder adentrarnos en lo que está sintiendo una gran parte del pueblo de La Falda, en ese sentimiento de desazón, de desesperanza, de frustración, de decepción por lo que está pasando y porque deseoso está de un cambio real y concreto de las estructuras municipales habida cuenta la pesadilla que se dejó atrás, pero que parece, como en aquella tragedia de los griegos, pretender regenerarse para seguir corrompiendo el tejido social faldense tal cual fue el padecimiento de Prometeo Encadenado.
Tal vez, sea el ex Intendente y Legislador Enrique Pérez uno de los pocos que realice una lectura de la realidad con la claridad necesaria para poder comprender las razones por las que se ganó y por las que se puede llegar a perder, si es que antes no se producen los cambios de rumbos necesarios.
Es que la política es un juego estratégico de un alto grado de complejidad, en donde las piezas deben ser movidas no solo correctamente, sino de manera lógica para no obtener victorias transitorias que posteriormente puedan desequilibrar de manera desfavorable la partida. Sestopal perdió no sólo porque eligió un pésimo candidato, sino porque su gestión estuvo teñida de soberbia, favoritismo partidario, un amiguismo desmedido y por sobre todo por una manera elitista e irritante de ejercer el poder. El frente radicalismo, Partido Solidario e independientes triunfó no solo porque tuvo un candidato de buen perfil, sino por la contención que supo hacer de un amplio abanico ideológico que se sumó a las filas buscando la alternativa al modelo marquista de decadencia y sectarismo.
A partir del triunfo comenzó una tarea que sabemos no es para nada sencilla, que tiene sus aristas y fundamentalmente su costo, si no se hacen bien las cosas. El vecino vivió el triunfo como propio, esto debe entenderse como de todos y no de un partido o sector en particular. Esto es indispensable tenerlo claro para evitar las confusiones que se están produciendo, ya que tomando aquel concepto materialista de la permanente lucha entre lo nuevo y lo viejo, lo renovador y lo conservador, es que algunos han olvidado la razón del triunfo y pretenden erigirse en los artífices de una victoria que es de todos y no de un partido solo y menos de una corriente.
Es que se ha producido una amnesia respecto a lo que fue el último gobierno radical y lo que allí sucedió, algunos fueron valientes quedándose hasta el último día, aunque fueron los menos, otros y tal como los supo desenmascarar el recordado Arnaldo Carulli, abandonaron el barco antes que se hundiera para evitar “quedar pegados”, hoy son quienes se han vuelto a abroquelar para recuperar terreno que les permita posicionarse y eventualmente ocupar algún cargo.
Dentro de este esquema, no son pocas, al menos las decepciones, que ha despertado la “repatriación” producida, no por lo que pueda llegar a desarrollar en su tarea, sino por el significado que tiene la justificación dada por un ex secretario del área, en el sentido que “en La Falda no hay gente capaz”, con lo cual la subestimación de los vecinos, de todos aquellos que se quedaron y enfrentaron al marquismo, que sufrieron discriminaciones, ninguneo, desprecio, persecuciones, ha sido cuanto menos en vano, porque afuera esta la solución a todos los problemas de la ciudad y se ve tienen un amplio “hándicap” respecto a los faldenses. Por ello sería muy preocupante, que tal cual se rumorea, en poco tiempo más se producirían nuevas vueltas, no todas del extranjero, sino de quienes estuvieron con el “simesismo” y que debemos reiterar ha producido cuanto menos alguna “reacción alérgica” en el “tejido social” local.
Lo peor que le puede suceder a un partido es invaginarse, máximo cuando el triunfo es fruto de una sumatoria, porque no hay peor error que el de la profecía auto cumplida, que hace perder la realidad, terminándose creyendo sus propias piadosas mentiras y no olvidemos que el anterior gobierno creyó en esto a pie juntillas, al extremo que pensaba que se podía ganar sin candidato, que era un simple trámite administrativo la elección, pero esto de sentirse ganador antes de tiempo no fue exclusividad de ellos, sino pensemos en Luis Juez y su altivez ganadora, sin dudas el cachetazo que les dio la realidad ha sido soberbio, por ello no debería, el actual gobierno olvidar esta lección, la cual por suerte está aún fresca y evitar cometer el mismo error.
Reactivar el frente y trabajar pensando en el 2015, para poder ampliarlo, es una labor que de momento no se observa y aunque algunos digan que aún falta mucho tiempo, ya han transcurrido casi ocho meses sin que lo que se esperaba se hiciera, aunque la Justicia después fuera silente, pero al menos cumplir con quienes dieron su apoyo pensando ilusionados en una serie de acciones que continúan pendientes.
Entre los rumores que circulan está el de inminente cambio en la conformación del gabinete, en los reemplazos que se visualizan necesarios después de poder comprobar con la praxis del ejercicio del poder, el verdadero funcionamiento de ciertos espacios administrativos, sin embargo ello no ocurrió ni en diciembre, ni en marzo y por lo visto en lo que va de abril tampoco se visualiza la intención de producirlos.
Un radical, de muy activa participación en la campaña y el accionar diario, me dijo… “el lunes (por hoy 9 de abril) Cacho mete mano porque está lleno de caciques y pocos indios”, quejándose de la burocracia, que sostiene, se observa. En una nota anterior ya advertíamos al respecto y terminábamos con la letra de una canción de Jorge Marzialli “Cebollita y huevo”, porque de algo debe estar seguro el lector, ya que daríamos cualquier cosa por equivocarnos, porque la realidad nos hiciera ver el dislate, ya que ello significaría que se ha corregido el accionar, no el concepto del sentido de marcha, que hasta ahora es correcto.
Es necesario dejar de lado aquellas adulonas apreciaciones que se suelen hacer para congraciarse con quien tiene el poder o una cuota de él, porque cuando se dan por ciertas las mismas, pasamos a ser “altos, rubios y de ojos azules”, a no advertir la realidad, a sufrir los efectos de la “alta graduación que tiene el poder y a sufrir mareos por la ingesta de las mieles que todo cargo ofrece”.
En La Falda actual lamentablemente siguen existiendo vecinos proscriptos y marginados, algunas situaciones no han cambiado en absoluto, diríamos que hay una continuidad de las injusticias generadas por el anterior gobierno. Observemos, bajo ninguna razón se puede organizar o auspiciar eventos con quienes han sido parte de la peor etapa histórica de la ciudad, esto no significa tener que perseguirlos, sino que si son emprendimientos “privados” corran ellos con los riesgos. Si como algunos sostienen, ciertas informaciones no son veraces (en cuanto a organizaciones mixtas), hay que salir cuando menos a desmentirlas, porque aquel que apoyó con su voto para producir un cambio, no lo sabe y lo que tiene como elemento de análisis es una mentira que termina por institucionalizarse. Un altísimo costo que innecesariamente acaba pagándose por no haber tomado las previsiones del caso en el momento oportuno.
También se observan ciertas desprolijidades que son fruto de la metodología de trabajo. Estas ya han generado efectos colaterales desagradables, que son producto de un error de las “relaciones públicas” municipales. Si realmente existió, como algunos sostienen, la consulta del caso, la consecuencia real es un desgranamiento, por una decisión personal tomada por parte de los invitados, sin recabar la opinión de los demás miembros, sobre quien debía ser orador en un acto reciente de muy alto significado para los argentinos. No se puede, sabiendo que existen bandos en pugna (léase kirchneristas y anti cristinistas) cometer semejante error, ya que no cabe el argumento del desconocimiento y hoy un campo como el de los DDHH se encuentra, no solo dividido, sino sin deseo de participación por parte de otros, habida cuenta la consideración preferencial oficial hacia ciertos personajes faldenses.
También sabemos que se estaría gestando la formación de una nueva agrupación política, que nuclearía a aquellos disconformes con lo que sucede, los cuales no romperían bajo ningún concepto con el gobierno, sino que apoyarían desde una posición crítica, siendo a su vez conscientes que la recreación de un frente electoral es la única garantía para que el marquismo jamás pueda volver, garantizándose así la transparencia gubernamental que la anterior gestión no supo exhibir.
Queremos concluir reiterando aquel concepto inicial, que todo cambio trae aparejado desde el momento mismo de su puesta en marcha, de aquellos sectores que están dispuestos a frenarlo, ya que siendo aún de distinto color político, los une con los anteriores actores una cuestión de cosmovisión del mundo, por ello en la historia ha sido el ala más radical (en el sentido más amplio del término) la que produzca y garantice los cambios. Solo queda esperar que en La Falda comience a cumplirse esta situación, puesto que abril ya va camino a pasar.

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