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Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

jueves, 17 de noviembre de 2011

El 11/11/11 ¿Traerá algún cambio?

Por Alfredo Ferrarassi
Mientras en Capilla del Monte como en otras partes de la Argentina se “celebraba” con bombos y “platillos” el 11/11/11, lo cual era anunciado por los índigos como la apertura de un portal dimensional que permitiría transitar una nueva era en la que reinaría la espiritualidad, que se convertiría así en la característica imperante de este cambio planetario, en la que las contradicciones de clases, los egos, materialismos y otras “yerbas” se volverían cosas del pasado, el mundo se desenvolvería dentro de los parámetros paz y amor, la vida al alejarse del caos financiero permitiría la contemplación, los viajes astrales y seguramente las “vistas guiadas” a la ciudad intraterrena de ERKS.
Aquella canción de Andrés Calamaro “Fabio Zerpa tenía razón” por pedido de los maestros intergalácticos tendría una nueva estrofa...”José de Zer no se equivocó, Claudio María Domínguez lo demostró” …”Hay marcianos entre la gente”.
Pasado el momento de la mutación de nuestra “nave espacial” llamada tierra, los beneficios ya se han visto, porque tuvo su contribución en la hoy ciudad del norte punillano que de la noche a la mañana vio duplicada su capacidad poblacional y pudo corroborar que los milagros existen cuando las arcas volvieron a florecer, como los tambores de Zitarrosa o los municipales que hasta días antes sonaban como los de Ongamira por el desatino de la “licenciada” Olmos.

Entre tanto, para los mortales que padecemos las cosas de todos los días, el cambio energético ha sido de otra magnitud, aquella que puede llegar a dar EPEC si hay quitas de subsidios, siendo profundamente conmovedora la toma de conciencia de los portales luminosos que deberemos tener que cerrar si se produce tamaña metamorfosis “intraboletaria”.

Respecto al caso de Lucina Farioli, el cual abordaremos por última vez, salvo se produzcan modificaciones de envergadura que hagan necesario volver una vez más sobre el tema, diremos que todo continua igual, ya que más allá de hechos puntuales que señalaremos debajo, la apertura mental necesaria para hacer valer los derechos que les corresponden parecen haber encontrado una barrera protoneutrónica que impide que en el resto del Valle de Punilla los Derechos Universales del Hombre tengan plena vigencia.
Las negativas a que puedan usar el servicio de LUMASA o Transierra, a pesar de realizar ahora la reserva del viaje con antelación no se han cumplido y continúan las situaciones de negativa empresarial lo cual ha repercutido en la situación del menor afectado.
El cambio significativo radica en que ahora se están realizando filmaciones y fotografías de las discusiones que se suscitan, las cuales serán adosadas a la causa judicial abierta como prueba de la flagrante violación a la Constitución Nacional y otras Leyes que reconocen los derechos de los discapacitados.
La semana anterior con motivo de realizar unos trámites en APROSS filial Cosquín, debieron abonar el regreso hasta Villa Giardino porque les manifestaron que el cupo estaba cubierto y dado que un pasajero levantó la mano mostrando un carnet, lo hicieron por razones de tiempo.
Durante el viaje y por una cuestión de sana convivencia le preguntó al otro discapacitado si necesitaba algún tipo de ayuda durante el viaje no dudara de pedírsela, a lo que agradecido le respondió. –“Gracias Señora, pero yo soy chofer de una línea interprovincial y me llevan para que pueda hacer el servicio que me toca” y muy educadamente retribuyó el ofrecimiento hacia ellos.
La sorpresa no es difícil de imaginar por parte de quienes habían debido pagar por un servicio que les correspondía de manera gratuita, tal vez la educación del otro chofer atempero la indignación, ya que él mismo había aclarado que le mostraba la credencial para que viera que era cierto que el cupo estaba ocupado, sólo que el mismo no era usado por un discapacitado si no por un trabajador del volante.
Estas situaciones son las que indignan, las que lastiman, las que laceran, las que hacen que la impotencia se adueñe de quienes creen que las leyes han sido dictadas para ser cumplidas, ya que si son solo un enunciado teórico estaremos frente a una virtual ley de la selva, solo que aquí el darwinismo social no vendrá del más apto para sobrevivir, si no de quien tiene más, el cual hace y deshace las disposiciones a “piacere”, del que por sus relaciones con el poder se sabe impune e intocable.
No queremos ahondar en más datos sobre las empresas para que no sea esta contraproducente, pero lo cierto es que tanto el ERSEP como la Defensoría de Pueblo, que se han abocado al tema son coincidentes en señalar, al menos eso dicen sus referentes, que Punilla es verdaderamente tierra de nadie, ya que no se respeta norma alguna en cuanto al transporte y según parece costará mucho que se acepte que las regulaciones y sus disposiciones están hechas para observarlas.
En principio se dispondría de una sanción económica a las empresas por las transgresiones y discriminaciones cometidas, aunque por las reiteraciones de las mismas también se podría entrar en la etapa de las suspensiones, esto es que son sancionadas con esta medida por un lapso de tiempo de entre una semana a quince días. Según nos narra la damnificada, el propio ERSEP remitirá la serie de denuncias, actuaciones y otros procedimientos a la fiscalía de Cosquín, la cual deberá actuar y esperemos sea ejemplar con su pedido de sanción por los actos cometidos para que no se repitan estos caprichos de pretender creer que el corredor de Punilla es parte de un feudo en donde el Señor impone a los siervos de la gleba el vasallaje como forma inapelable para poder viajar. Solo faltaría que en este absurdo “mundo del revés” a algún émulo de un caballero cruzado se le ocurra querer implementar el derecho de pernada para hacer cumplir con lo debería ser moneda corriente.

Todo esto nos llevo a plantearnos una serie de reflexiones, porque por experiencia observamos que hay una sucesión de descontroles administrativos, que son fruto de un país pensado desde lejanas oficinas porteñas, que en nada se parece al real, al de todos los días, a ese que nos hace sentir huérfanos cada vez que debemos buscar una solución a nuestros problemas.
Una nación que desgraciadamente comienza a diluirse apenas se pasa la General Paz, como si el simbolismo del nombre del “Manco” significara que a partir de allí se entrara en la tierra indómita de un interior desamparado de la mano de ese Dios cotidiano, al decir de David Viñas, que tiene su bufete en el paquete Puerto Madero y solo atiende problemas de la capital sin importarle el “desierto” provinciano. Medidas tomadas, creaciones dictadas pensando en las quince manzanas que rodean la rosada olvidando a los pueblerinos, elfos y negros de tierra adentro, que también tienen cabeza aunque a veces este sumergida en la montaña de la fantasía que es el Uritorco.
Para resaltar esto que sostengo quiero contar una historia que grafica lo anteriormente sostenido. Hace casi tres años me enviaron desde el Hospital Santa María donde se otorgan los Certificados de Discapacidad Nacional a la Municipalidad de La Falda a solicitar la entrega de la oblea que acredita los vehículos usados por tal necesidad. No solo que me miraron como “bicho raro”, tal vez más por mi posición crítica al terco patafísico gobernante, que por lo que iba a solicitar, munido por cierto, de toda la documentación requerida, aclarando que el trámite lo hacía en nombre de un familiar. Quedaron en averiguar y avisarme, ya que advertí de la premura con la que necesitaba contar con aquella. Paso el tiempo y hasta ahora nadie respondió, como tampoco lo hicieron ante una nota que elevé al Secretario de Coordinación General, Miguel Maldonado, para poder consultar los libros de actas del Concejo Deliberante desde su creación, los cuales existen aclaro, ya que siendo Convencional Municipal ya había trabajado sobre su información, y por las demoras creo se debió más a cuestiones de color ideológico que a otra situación. Aunque lo real y concreto es que al menos el primer trámite jamás fue resuelto, ni por un sí, ni por un rotundo no, todo se diluyó en el característico ninguneo hacia quienes no confiesan la misma causa política.
En cuanto a ese “país del interior”, ese al que cantó Llopis, sigue desconectado de todo, huérfano de datos, de orientación, sin saber que se debe hacer en ciertos casos y es aquí donde aquellas reflexiones se vuelven a agolpar pidiendo respuesta. En efecto, hay un Programa pomposamente llamado “Servicio de Información Ciudadana” que “funciona” en las Bibliotecas Populares y que recibe desde información, a cursos y algunos fondos para su implementación de parte de la CONABIP, ahora bien, salvo contadas excepciones, ¿cuántos vecinos saben de su existencia?
Creemos que un porcentaje ínfimo, lo que habla de las medidas pensadas para una nación supuestamente federal, pero que en la práctica es centralista, ya que lo que sucede definitivamente no es unitarismo, si no la imposición de la una ciudad-estado sobre el resto del país.
Hemos podido investigar que en algunas provincias se han dictados cursos destinados a bibliotecarios para que puedan desempeñar estas funciones de manera eficiente, sabemos que por ejemplo en Santa Fe fue la Universidad Nacional del Litoral la que los dictó y duraban alrededor de dos años, siendo varias y variadas las temáticas que se abordaron.
Con esto no estamos criticando a ninguna biblioteca en particular, si no poniendo en manifiesto una descoordinación alarmante, ya que seguramente las municipalidades (cualquiera) deben desconocer este servicio, al igual que por ejemplo el Correo, un centro neurálgico de información aunque sin el brillo de antaño, o en las escuelas, hospitales y así persecula seculorum donde imaginemos.
Este servicio sería, de funcionar medianamente bien, donde se deberían enviar a los atribulados vecinos a pedir esa información, que a ciertos políticos populistas no les interesa por el poco rédito que pueden obtener, y allí encontrarían orientación, consejo, contención y por sobre todo concentración de la información dispersa.

Resumiendo, si Lucina Farioli no hubiera realizado estos cursos y manejara la información como lo hace ¿hubiera podido luchar contra las corporaciones del transporte?, seguramente que no, deambularía penando, como deben hacer tantos y anónimos vecinos que por falta de información terminan bajando los brazos por la impotencia que se siente. Y aquí me incluyo, no he podio en tres años hallar nadie, absolutamente nadie, que pueda en mi caso orientarme y eso que me considero una persona informada, ¿entonces qué sentirá y que podrá hacer quien, por la causa que fuera, no tenga estas alternativas? Nada, solamente sentirse mal porque se halla desprotegido, a la intemperie, desnudo como vino al mundo y eso es totalmente inaceptable en pleno siglo XXI, así que ¿no habrá llegado la hora de trabajar más unidos, más solidarios, compartiendo información, pensando en los otros, en lo bello y edificante que debe ser sentirse útil y poder dar ayuda a quien lo necesite, más allá del credo o no que se pueda tener, solamente porque el que está al lado es un ser humano?

La última observación que deseo hacer es que veo una, hasta ahora, inadvertida similitud entre Grecia y el centro del Valle de Punilla. Fíjense allí ha gobernado Papandreu, Papademos y aquí Papanatas!

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