La Ley de Violencia Familiar, en su implementación, es contraria al espíritu que le dio origen
En una nueva llamada de atención sobre una enfermedad social que exige de urgentes soluciones, Karina Lucero, integrante del Centro de Protección Familiar, hace conocer su opinión sobre las dificultades que enfrentan las victimas de Violencia Familiar cuando la legislación no es apoyada por la voluntad política que debe aportarle los recursos para proteger al abusado.
El trabajo es de una extensión considerable y puede accederse al mismo dirigiéndose al correo electrónico de la entidad mencionada. A manera de adelanto publicamos un resumen de lo ahí expuesto.
“En Córdoba naufragan todos los esfuerzos para la protección de la víctima de violencia familiar por lo cual considerare algunas cuestiones. En primer lugar dejemos en claro que las relaciones de género no son relaciones entre sexos sino relaciones sociales, es decir, son una construcción cultural. Este aprendizaje constituye uno de los principales obstáculos cuando las mujeres deben enfrentar al poder y control de parejas violentas.
Si bien utilizare el término Víctima, la considero sobreviviente de un proceso que se da en forma cíclica. Dentro del ciclo de violencia, se produce un estado de confusión, para luego dar paso a un estado depresivo que a su vez es la puerta a otras psicopatologías.
De allí que analizo brevemente a las víctimas que permanecen y apoyan la relación abusiva debido a la inversión que depositaron en ella, también existen las investigaciones que nos indican que el maltrato domestico, no solo produce depresión, estrés postraumático sino que es común que la sobreviviente presente la llamada “indefensión aprendida”
El personal policial ha reconocido desde hace tiempo que las mujeres maltratadas se niegan a presentar cargos, pagan las fianzas de sus maridos o novios e incluso atacan físicamente a los agentes de policía cuando llegan para rescatarlas de un ataque violento. Ellas desarrollan un síndrome para proteger su propia integridad psicológica y para adaptarse al trauma. Al suspender su juicio crítico, da a lugar al Síndrome de Estocolmo doméstico que viene determinado por una serie de cambios y adaptaciones. Otras víctimas desarrollan la disonancia cognitiva, esto explica cómo y por qué, las personas cambian sus ideas y opiniones para apoyar situaciones que no son positivas.
La sobreviviente de estos eventos desarrolla en forma involuntaria una estrategia de supervivencia dentro de una relación amenazante, cuanto más disfuncional sea la situación, más ilógica será la adaptación a ella.
Cuando las víctimas deciden dar por terminada la situación es cuando debemos acompañar pero para ello debemos tener los recursos necesarios.
Dentro del marco jurídico en la Provincia de Córdoba contamos con un Instrumento legal, la Ley de Violencia Familiar, pero su implementación es contraria al espíritu que le dio origen.
El proceso lineal de la ley y la falta de equipos interdisciplinarios que contengan al proceso largo de recuperación, hacen que naufraguen las denuncias junto a la intervención policial y jurídica, esto lo manifiesta la cantidad de “reconciliaciones”.
Desde el Estado Provincial se les asigna, a los ciudadanos en situación de vulnerabilidad económica, un Asesor Letrado gratuito pero acceder a el, tiene una demora de dos años , Esta situación hace que la víctima de violencia no puedan exigir la asistencia alimentaria para sus hijos/as, el techo, lo que desalienta la denuncias porque se sabe, sin recursos económicos, ni red social.
Este contexto legal se profundiza con un agravante: ante esta demora se solicita mediación como método de resolución, tergiversación jurídica en violencia.
Cuando el intento jurídico de la víctima fracasa, el agresor retorna el vínculo mucho más fuerte, ya que supera las medidas judiciales y policiales en su contra . En la víctima se produce una sensación de vivir sin escape posible.
………………………..
Este trabajo es un señalamiento que trata de explicar a la sobreviviente de estos eventos, quien desarrolla en forma involuntaria una estrategia de supervivencia dentro de una relación amenazante en donde se encuentra “sin salida”. Cuanto más disfuncional es la situación, más ilógica es la adaptación a ella.
También es un reclamo, ya que cuando las víctimas deciden dar por terminada la situación, al analizar los factores culturales, emocionales, físicos y psicológicos que impiden la resolución de la violencia domestica, encontramos que todo proceso legal creado para ampararlas, hoy es parte del engranaje de violencia, re victimizando una y otra vez a las y los sobrevivientes.
Desde el voluntariado estamos ahí para acompañar pero para ello debemos tener los recursos necesarios para protegerlas. Estos recursos son insuficientes y en algunos lugares inexistentes. Es necesario bregar por un modelo legal y psico-social de abordaje efectivo para las víctimas, que no sean solo una expresión protocolarmente correcta de los decidores de las políticas públicas.
Las mujeres constitui mos la mitad de la población y los problemas que nos afectan deben tener máxima prioridad. Situaciones que a lo largo de nuestras vidas, están agravadas por las desigualdades en la cuales arrastramos a nuestros hijos (niños, niñas y adolescentes). El Estado hoy nos convierte en las más pobres de los pobres y lamentablemente la sociedad no va a salir indemne.
Es imperioso trabajar la Equidad para hombres y mujeres en la construcción cultural. Por ello es tarea fundamental hablar de estos temas con los niños, niñas,
desde pequeños, para que detecten desde la adolescencia los síntomas de los noviazgos abusivos. Tomados a tiempo es mucho mas fácil terminar de forma clara y rápida con quien tiene las características de un agresor.
Mientras se siga mirando para otro lado y se permita la cronicidad en la violencia, la respuesta será la de un largo proceso de recuperación, proceso obstaculizado por infinidad de factores; nunca imposible, mientras algunos sigamos buscando la forma de hacernos escuchar”.
“El hogar no puede ser el apartheid de la mujer” Kofi Annan
Karina Lucero
Ce.Pro.Fa.
El trabajo es de una extensión considerable y puede accederse al mismo dirigiéndose al correo electrónico de la entidad mencionada. A manera de adelanto publicamos un resumen de lo ahí expuesto.
“En Córdoba naufragan todos los esfuerzos para la protección de la víctima de violencia familiar por lo cual considerare algunas cuestiones. En primer lugar dejemos en claro que las relaciones de género no son relaciones entre sexos sino relaciones sociales, es decir, son una construcción cultural. Este aprendizaje constituye uno de los principales obstáculos cuando las mujeres deben enfrentar al poder y control de parejas violentas.
Si bien utilizare el término Víctima, la considero sobreviviente de un proceso que se da en forma cíclica. Dentro del ciclo de violencia, se produce un estado de confusión, para luego dar paso a un estado depresivo que a su vez es la puerta a otras psicopatologías.
De allí que analizo brevemente a las víctimas que permanecen y apoyan la relación abusiva debido a la inversión que depositaron en ella, también existen las investigaciones que nos indican que el maltrato domestico, no solo produce depresión, estrés postraumático sino que es común que la sobreviviente presente la llamada “indefensión aprendida”
El personal policial ha reconocido desde hace tiempo que las mujeres maltratadas se niegan a presentar cargos, pagan las fianzas de sus maridos o novios e incluso atacan físicamente a los agentes de policía cuando llegan para rescatarlas de un ataque violento. Ellas desarrollan un síndrome para proteger su propia integridad psicológica y para adaptarse al trauma. Al suspender su juicio crítico, da a lugar al Síndrome de Estocolmo doméstico que viene determinado por una serie de cambios y adaptaciones. Otras víctimas desarrollan la disonancia cognitiva, esto explica cómo y por qué, las personas cambian sus ideas y opiniones para apoyar situaciones que no son positivas.
La sobreviviente de estos eventos desarrolla en forma involuntaria una estrategia de supervivencia dentro de una relación amenazante, cuanto más disfuncional sea la situación, más ilógica será la adaptación a ella.
Cuando las víctimas deciden dar por terminada la situación es cuando debemos acompañar pero para ello debemos tener los recursos necesarios.
Dentro del marco jurídico en la Provincia de Córdoba contamos con un Instrumento legal, la Ley de Violencia Familiar, pero su implementación es contraria al espíritu que le dio origen.
El proceso lineal de la ley y la falta de equipos interdisciplinarios que contengan al proceso largo de recuperación, hacen que naufraguen las denuncias junto a la intervención policial y jurídica, esto lo manifiesta la cantidad de “reconciliaciones”.
Desde el Estado Provincial se les asigna, a los ciudadanos en situación de vulnerabilidad económica, un Asesor Letrado gratuito pero acceder a el, tiene una demora de dos años , Esta situación hace que la víctima de violencia no puedan exigir la asistencia alimentaria para sus hijos/as, el techo, lo que desalienta la denuncias porque se sabe, sin recursos económicos, ni red social.
Este contexto legal se profundiza con un agravante: ante esta demora se solicita mediación como método de resolución, tergiversación jurídica en violencia.
Cuando el intento jurídico de la víctima fracasa, el agresor retorna el vínculo mucho más fuerte, ya que supera las medidas judiciales y policiales en su contra . En la víctima se produce una sensación de vivir sin escape posible.
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Este trabajo es un señalamiento que trata de explicar a la sobreviviente de estos eventos, quien desarrolla en forma involuntaria una estrategia de supervivencia dentro de una relación amenazante en donde se encuentra “sin salida”. Cuanto más disfuncional es la situación, más ilógica es la adaptación a ella.
También es un reclamo, ya que cuando las víctimas deciden dar por terminada la situación, al analizar los factores culturales, emocionales, físicos y psicológicos que impiden la resolución de la violencia domestica, encontramos que todo proceso legal creado para ampararlas, hoy es parte del engranaje de violencia, re victimizando una y otra vez a las y los sobrevivientes.
Desde el voluntariado estamos ahí para acompañar pero para ello debemos tener los recursos necesarios para protegerlas. Estos recursos son insuficientes y en algunos lugares inexistentes. Es necesario bregar por un modelo legal y psico-social de abordaje efectivo para las víctimas, que no sean solo una expresión protocolarmente correcta de los decidores de las políticas públicas.
Las mujeres constitui mos la mitad de la población y los problemas que nos afectan deben tener máxima prioridad. Situaciones que a lo largo de nuestras vidas, están agravadas por las desigualdades en la cuales arrastramos a nuestros hijos (niños, niñas y adolescentes). El Estado hoy nos convierte en las más pobres de los pobres y lamentablemente la sociedad no va a salir indemne.
Es imperioso trabajar la Equidad para hombres y mujeres en la construcción cultural. Por ello es tarea fundamental hablar de estos temas con los niños, niñas,
desde pequeños, para que detecten desde la adolescencia los síntomas de los noviazgos abusivos. Tomados a tiempo es mucho mas fácil terminar de forma clara y rápida con quien tiene las características de un agresor.
Mientras se siga mirando para otro lado y se permita la cronicidad en la violencia, la respuesta será la de un largo proceso de recuperación, proceso obstaculizado por infinidad de factores; nunca imposible, mientras algunos sigamos buscando la forma de hacernos escuchar”.
“El hogar no puede ser el apartheid de la mujer” Kofi Annan
Karina Lucero
Ce.Pro.Fa.
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