Confrontando con desafíos mayores
La visión del Pediatra Benjamín Malamud sobre el consumo de bebidas alcohólicas por parte de niños y adolescentes en el centro del Valle de Punilla, en función de la encuesta desarrollada por el Ce.Pro.Fa. y que diera a luz pública Karina Lucero en nuestra anterior edición.
El artículo de Karina Lucero (Ce.Pro.Fa.) en el último número de ECOS, pone de manifiesto en números, en letras, una realidad que nos golpea y abruma. Está describiendo lo que pasa con nuestra niñez, aquí y aunque no es la primera vez y posiblemente no será la última, en que se refiera el avance de una de las adicciones más peligrosas y lo hace en medio de “fiestas navideñas” con hondo contenido emotivo, donde seguramente brindaremos por un futuro mejor con una copa más o menos llena de ese líquido donde el límite entre lo social y lo riesgoso es realmente difuso.
En todos los estudios epidemiológicos se describe que el alcoholismo es cada vez más precoz, más femenino y con consecuencias más nefastas. ¿Seguiremos siendo relatores de una época donde la epidemia que más mata a nuestros niños y niñas es la que vincula la violencia con los mal llamados accidentes y el alcohol? ¿No nos damos cuenta que detrás de esta epidemia hay un trasfondo de de abandono, de negligencia para ocupar nuestro lugar en la sociedad?
Estoy hablando en mi condición de pediatra, pero también de ser parte de una sociedad en la que los determinantes de la salud o enfermedad requieren de decisiones POLITICAS, con mayúscula. Rudolph Vichow: decía que “La medicina es una ciencia social, y la política no es mas que una medicina a gran escala”.Y una ex Presidente Sociedad Colombiana de Pediatría J. Loaiza Correa reclamaba “una formación política compacta y seria de los médicos del futuro” y que “Será tarea de las escuelas de medicina formar líderes políticos honestos y comprometidos con los pueblos y sus colegas”.
Las decisiones políticas se deben asumir con un diagnóstico lo más preciso posible del problema a enfrentar. A nivel provincial se decide con acierto que la “Lucha antidroga será contra el alcohol” y se crea una Red Social de Prevención "Córdoba Libre" y como fundamento de la decisión se describe “que más del 75 por ciento de los estudiantes tomó alguna bebida alcohólica, sin distinción de sexo”. Pero cuando el Secretario del área, García Díaz, pide recursos, su jefe, Carlos Caserio, el Secretario de Gobierno, le otorga la cuarta parte de lo que le solicitó.
El alcohol no viene solo; de la “jarra loca”, a veces “mortal”, las víctimas absorbieron cuanto medicamento hay en su casa o en la de sus compañeros de fiesta, hipoglucemiantes, cardiotónicos, antiarrítmicos, antidepresivos, etc. Asimismo para contrarrestar los efectos sedantes del alcohol se recurre a “los energizantes con efecto paradójico sobre el cerebro que suma como agresión la deshidratación del baile, los estímulos lumínicos y sonoros” y tal como lo describe el Prestigioso Cardiólogo y legislador del frente Cívico, Dr. Cesar Cerra, comienza con “la previa” en el hogar, que no reconoce el riesgo que se avecina y que continuará con el “after”.
No todos los adolescentes caen en el descontrol. Quienes superarán el mal momento, la trasgresión, la desinhibición alcohólica, si no fue seguida de un trauma de cráneo, lesiones por peleas rituales de barras al ingreso o salida del boliche, un embarazo no deseado o una Enfermedad de Transmisión Sexual, con contención familiar saldrán adelante y tendrán una adecuada inserción social.
Otros pueden seguir un penoso camino de deterioro y riesgos crecientes donde, según E. Romano (Psiquiatra) “existen elementos predisposicionales y cualidades psíquicas que pueden constituir campo propicio para instalar una adicción”.
Una de estas características es la personalidad preadictiva.
La estructura de personalidad de un sujeto potencialmente adicto al consumo se caracteriza por su fragilidad, la intolerancia a la frustración y déficit en la autoestima. Se añaden carencias afectivas, pérdidas o muertes de seres queridos y un “vacío existencial” que el alcohol o las sustancias ofertadas cambian de modo casi instantáneo por una euforia e ilusión de omnipotencia, que por supuesto cada vez durará menos tiempo. Se conocen las bases biológicas relacionadas, los neurotransmisores implicados, los centros cerebrales del placer o satisfacción y por supuesto a la adicción Y que hay factores predisposicionales al consumo de alcohol, tabaco y otras drogas relacionados a hábitos maternos actuantes en la gestación. Se habla de una “impronta genética” de antecedentes de alcoholismo o drogadicción en los padres y efectos persistentes en el desarrollo del sistema nervioso central del feto y la futura organización bio-psico-social del niño. Finalmente se registran cuadros de “abstinencia” hasta en recién nacidos. Pero el factor social de mayor peso es el abandono social, la inequidad, la pobreza sin perspectivas de progreso personal e inserción en la comunidad.
Los condicionantes sociales de las adicciones y que vinculan unas con otras no son pocos y el rol de los medios de comunicación es primordial. La propaganda dice “Una Brahma llama a otra Brahma”. Y se trata de alcohol. Nuevamente García Díaz expresa que “no es bueno que una cerveza, por caso, auspicie a la Selección Nacional de fútbol” y se pregunta ¿No ha llegado la hora de prohibir la publicidad de bebidas alcohólicas, al igual que se hizo con los cigarrillos y que resultó determinante?
Pero existe un factor de deterioro de la vida familiar que es adictivo y que predispone a otras adicciones, se llama ludopatía. La instalación de 2300 tragamonedas más en la Provincia, sumadas a las 3000 ya existentes, no es una buena noticia si estamos enfrentando las adicciones. Como factor agravante de este panorama están las evidencias de que se invierte menos en educación, casi nada en promoción del deporte recreativo y esparcimiento saludable, ni que hablar de centros de apoyo a niños con problemas de aprendizaje y adaptación social. Finalmente, la noticia que nos trae Karina Lucero, de que los especialistas en Salud Mental del Ministerio de Salud de la Provincia, tienen que atender en el local inapropiado del Centro Vecinal del Barrio Santa Rosa, aquí en La Falda, por no haberles brindado el municipio un lugar apropiado, es realmente alarmante. Las adicciones, se previenen se tratan y se curan. Para eso hacen falta decisiones y recursos personales y sociales. Es el Consejo Deliberante, el que debería imponer su cuota de responsabilidad en pro de la salud de nuestro pueblo. El buen ejemplo de CEPROFA y de otros grupos que trabajan en igual sentido nos alientan a que llegaremos en el 2010 a una mejor situación para confrontar exitosamente con las adicciones. Brindo con mi copa colmada de esperanzas y voluntad por el cambio que necesitamos.
Benjamín Malamud
Pediatra
El artículo de Karina Lucero (Ce.Pro.Fa.) en el último número de ECOS, pone de manifiesto en números, en letras, una realidad que nos golpea y abruma. Está describiendo lo que pasa con nuestra niñez, aquí y aunque no es la primera vez y posiblemente no será la última, en que se refiera el avance de una de las adicciones más peligrosas y lo hace en medio de “fiestas navideñas” con hondo contenido emotivo, donde seguramente brindaremos por un futuro mejor con una copa más o menos llena de ese líquido donde el límite entre lo social y lo riesgoso es realmente difuso.
En todos los estudios epidemiológicos se describe que el alcoholismo es cada vez más precoz, más femenino y con consecuencias más nefastas. ¿Seguiremos siendo relatores de una época donde la epidemia que más mata a nuestros niños y niñas es la que vincula la violencia con los mal llamados accidentes y el alcohol? ¿No nos damos cuenta que detrás de esta epidemia hay un trasfondo de de abandono, de negligencia para ocupar nuestro lugar en la sociedad?
Estoy hablando en mi condición de pediatra, pero también de ser parte de una sociedad en la que los determinantes de la salud o enfermedad requieren de decisiones POLITICAS, con mayúscula. Rudolph Vichow: decía que “La medicina es una ciencia social, y la política no es mas que una medicina a gran escala”.Y una ex Presidente Sociedad Colombiana de Pediatría J. Loaiza Correa reclamaba “una formación política compacta y seria de los médicos del futuro” y que “Será tarea de las escuelas de medicina formar líderes políticos honestos y comprometidos con los pueblos y sus colegas”.
Las decisiones políticas se deben asumir con un diagnóstico lo más preciso posible del problema a enfrentar. A nivel provincial se decide con acierto que la “Lucha antidroga será contra el alcohol” y se crea una Red Social de Prevención "Córdoba Libre" y como fundamento de la decisión se describe “que más del 75 por ciento de los estudiantes tomó alguna bebida alcohólica, sin distinción de sexo”. Pero cuando el Secretario del área, García Díaz, pide recursos, su jefe, Carlos Caserio, el Secretario de Gobierno, le otorga la cuarta parte de lo que le solicitó.
El alcohol no viene solo; de la “jarra loca”, a veces “mortal”, las víctimas absorbieron cuanto medicamento hay en su casa o en la de sus compañeros de fiesta, hipoglucemiantes, cardiotónicos, antiarrítmicos, antidepresivos, etc. Asimismo para contrarrestar los efectos sedantes del alcohol se recurre a “los energizantes con efecto paradójico sobre el cerebro que suma como agresión la deshidratación del baile, los estímulos lumínicos y sonoros” y tal como lo describe el Prestigioso Cardiólogo y legislador del frente Cívico, Dr. Cesar Cerra, comienza con “la previa” en el hogar, que no reconoce el riesgo que se avecina y que continuará con el “after”.
No todos los adolescentes caen en el descontrol. Quienes superarán el mal momento, la trasgresión, la desinhibición alcohólica, si no fue seguida de un trauma de cráneo, lesiones por peleas rituales de barras al ingreso o salida del boliche, un embarazo no deseado o una Enfermedad de Transmisión Sexual, con contención familiar saldrán adelante y tendrán una adecuada inserción social.
Otros pueden seguir un penoso camino de deterioro y riesgos crecientes donde, según E. Romano (Psiquiatra) “existen elementos predisposicionales y cualidades psíquicas que pueden constituir campo propicio para instalar una adicción”.
Una de estas características es la personalidad preadictiva.
La estructura de personalidad de un sujeto potencialmente adicto al consumo se caracteriza por su fragilidad, la intolerancia a la frustración y déficit en la autoestima. Se añaden carencias afectivas, pérdidas o muertes de seres queridos y un “vacío existencial” que el alcohol o las sustancias ofertadas cambian de modo casi instantáneo por una euforia e ilusión de omnipotencia, que por supuesto cada vez durará menos tiempo. Se conocen las bases biológicas relacionadas, los neurotransmisores implicados, los centros cerebrales del placer o satisfacción y por supuesto a la adicción Y que hay factores predisposicionales al consumo de alcohol, tabaco y otras drogas relacionados a hábitos maternos actuantes en la gestación. Se habla de una “impronta genética” de antecedentes de alcoholismo o drogadicción en los padres y efectos persistentes en el desarrollo del sistema nervioso central del feto y la futura organización bio-psico-social del niño. Finalmente se registran cuadros de “abstinencia” hasta en recién nacidos. Pero el factor social de mayor peso es el abandono social, la inequidad, la pobreza sin perspectivas de progreso personal e inserción en la comunidad.
Los condicionantes sociales de las adicciones y que vinculan unas con otras no son pocos y el rol de los medios de comunicación es primordial. La propaganda dice “Una Brahma llama a otra Brahma”. Y se trata de alcohol. Nuevamente García Díaz expresa que “no es bueno que una cerveza, por caso, auspicie a la Selección Nacional de fútbol” y se pregunta ¿No ha llegado la hora de prohibir la publicidad de bebidas alcohólicas, al igual que se hizo con los cigarrillos y que resultó determinante?
Pero existe un factor de deterioro de la vida familiar que es adictivo y que predispone a otras adicciones, se llama ludopatía. La instalación de 2300 tragamonedas más en la Provincia, sumadas a las 3000 ya existentes, no es una buena noticia si estamos enfrentando las adicciones. Como factor agravante de este panorama están las evidencias de que se invierte menos en educación, casi nada en promoción del deporte recreativo y esparcimiento saludable, ni que hablar de centros de apoyo a niños con problemas de aprendizaje y adaptación social. Finalmente, la noticia que nos trae Karina Lucero, de que los especialistas en Salud Mental del Ministerio de Salud de la Provincia, tienen que atender en el local inapropiado del Centro Vecinal del Barrio Santa Rosa, aquí en La Falda, por no haberles brindado el municipio un lugar apropiado, es realmente alarmante. Las adicciones, se previenen se tratan y se curan. Para eso hacen falta decisiones y recursos personales y sociales. Es el Consejo Deliberante, el que debería imponer su cuota de responsabilidad en pro de la salud de nuestro pueblo. El buen ejemplo de CEPROFA y de otros grupos que trabajan en igual sentido nos alientan a que llegaremos en el 2010 a una mejor situación para confrontar exitosamente con las adicciones. Brindo con mi copa colmada de esperanzas y voluntad por el cambio que necesitamos.
Benjamín Malamud
Pediatra
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