Rogando por la bendición de Perón
Sin dudas que la política argentina y los peronistas, en particular, cada tanto nos sorprenden con estrategias proselitistas que rayan en lo inconcebible. En esta próxima elección nacional, adelantada para el 28 de junio –por si no se enteró, es de recordarle que la elección estaba prevista para fines de octubre, pero el kirchnerismo, que dicen ser un tipo de peronismo, decidió, contraviniendo la ley, que ellos mismos propulsaron e impusieron, que se adelanten porque no es cuestión de encontrarnos ante una crisis, internacional y local, y estar pensando en la mejor forma de votar- podremos observar como se multiplican las boletas peronistas llevando diferentes candidatos, pero todos colgados de la historia, mencionando cada tres palabras “como decía el General” y cada otras tres “como decía Evita, la abandera de los humildes”, obvio, nos hartaremos de escuchar la marcha. Es decir que nos veremos ante un retorno de los símbolos históricos del peronismo. Claro que esto será encarado por los diferentes “ismos” que han venido poblando la geografía partidaria del peronismo, y así nos encontraremos con el “descamisado” Francisco De Narváez entonando la lucha contra el capital, mientras manifiesta que sus cuentas acumulan varias decenas de millones; a Néstor Kirchner, Daniel Scioli y compañía haciendo alarde de peronistas de la primera hora, aunque se pasaron dos décadas tratando de personalizar sus candidaturas, muy alejados de los dogmas de Perón, y haciendo crear logos y jingles que pusieran a los históricos líderes en el olvido. Ni hablar de lo que significa el armado de una lista respaldada por la presencia del líder, acá la cosa se resume en ofrecer candidaturas “testimoniales”, al extremo de exponer en los primeros seis lugares del oficialismo en el poder, a seis candidatos, de los cuales sólo uno, y está por verse, asumiría, el resto no lo haría y daría lugar a quienes los siguen en la sábana que no son otros que los que componen la bancada actual. Lo inadmisible es que justifican esta ¿estrategia? bajo la consigna de que “el que avisa no traiciona”, aaannndaaa. Seguramente, que a este tipo de dirigentes, verdaderamente carentes de coraje cívico y de poder popular, Perón los hubiese catalogado como “bosta de paloma”, por sus, claras y demostradas, carencias.
En el ámbito provincial, la cosa no va a la zaga, Juan Schiaretti, si bien propone a Eduardo Mondino, que no es un ilustre desconocido como dice Olga Riutort, sino un dirigente con perfil propio y destacado en Córdoba, ruega, para algo sumar, con la aparición respaldando la campaña de José Manuel De La Sota, que por estas horas juega de prescindente. Si no se confunden con el juego, lo mejor que podría hacer De La Sota es quedarse en Río Cuarto y balconearla, porque en cuanto salga a jugar, el archienemigo de todos los que participarán de esta compulsa, Luís Juez -que dice “es el peronismo”- sumará más puntos de diferencia de los que ya tiene a favor. Pero a más de estos enclaves también en Córdoba el kirchnerismo tendrá su candidato, respaldado por cangurin Daniel Giacomino, que no muestra placer cuando cantan la marcha peronista, pero que legitima los discursos “bien peronistas” de Eduardo Accastello. Por estas latitudes, Perón y Evita tendrán su lugar de privilegio en las listas, porque como dice Schiaretti “aquí somos peronistas y no nos olvidamos del partido”. Como para refrendar esa aseveración Carlos Caserio mantiene que “nosotros apoyamos a Kirchner, pero los que se corrieron del peronismo fueron ellos, no nosotros”, ¿Lo entiende? sino lo entiende, no se rompa la cabeza tratando de hacerlo.
Lo cierto es que si la impronta de Mondino no cala hondo en el electorado, lo que fuera Unión de Fuerzas Sociales, Unión por Córdoba, Frente para la Victoria, y ahora es “peronismo de paladar negro” obtendrá un cómodo tercer lugar tras el escrutinio.
Lo de “peronismo de paladar negro” habrá que explicarlo, porque muchos se preguntarán sobre cómo llegaron al gobierno provincial, por dar algún ejemplo, Héctor Campana y el radical Gustavo Santos.
En lo que hace al Departamento Punilla, la cosa parece estar más calma, porque, el díscolo dirigente coscoino, Rodolfo “Rodi” Milani parece haber vuelto al redil o, al menos, jugará la gran De La Sota, planteando su prescindencia. Esto en función de las declaraciones de Alicia Narducci que sostuvo que “sigue siendo el Presidente del partido” en el Departamento.
El que levantará las banderas del “peronismo kirchnerista” será el excelente gestor de fondos nacionales y subsidio dependiente Intendente de Cosquin Marcelo Villanueva, que habrá que ver cómo se las compone para obtener apoyos departamentales que le permitan aportar algún guarismo significativo a la hora del escrutinio.
El peronismo, en este territorio, viene por la revancha, por tanto se supone que Carlos Caserio, como real conductor del partido, pondrá lo que tenga que poner, para revertir los resultados de la elección anterior, que puso a un juecista en la Legislatura provincial.
De todas maneras, las encuestas, que se dan a conocer por estas horas, marcan que el electorado provincial inclina sus preferencias por Luís Juez en alrededor del 40%, que la UCR ocuparía el segundo lugar a unos 18 puntos y que quedaría relegado a un tercer lugar, el peronismo, con el recientemente confirmado Mondino, a unos 30 puntos.
Así las cosas, sólo puede esperarse que Perón los ayude.
En el ámbito provincial, la cosa no va a la zaga, Juan Schiaretti, si bien propone a Eduardo Mondino, que no es un ilustre desconocido como dice Olga Riutort, sino un dirigente con perfil propio y destacado en Córdoba, ruega, para algo sumar, con la aparición respaldando la campaña de José Manuel De La Sota, que por estas horas juega de prescindente. Si no se confunden con el juego, lo mejor que podría hacer De La Sota es quedarse en Río Cuarto y balconearla, porque en cuanto salga a jugar, el archienemigo de todos los que participarán de esta compulsa, Luís Juez -que dice “es el peronismo”- sumará más puntos de diferencia de los que ya tiene a favor. Pero a más de estos enclaves también en Córdoba el kirchnerismo tendrá su candidato, respaldado por cangurin Daniel Giacomino, que no muestra placer cuando cantan la marcha peronista, pero que legitima los discursos “bien peronistas” de Eduardo Accastello. Por estas latitudes, Perón y Evita tendrán su lugar de privilegio en las listas, porque como dice Schiaretti “aquí somos peronistas y no nos olvidamos del partido”. Como para refrendar esa aseveración Carlos Caserio mantiene que “nosotros apoyamos a Kirchner, pero los que se corrieron del peronismo fueron ellos, no nosotros”, ¿Lo entiende? sino lo entiende, no se rompa la cabeza tratando de hacerlo.
Lo cierto es que si la impronta de Mondino no cala hondo en el electorado, lo que fuera Unión de Fuerzas Sociales, Unión por Córdoba, Frente para la Victoria, y ahora es “peronismo de paladar negro” obtendrá un cómodo tercer lugar tras el escrutinio.
Lo de “peronismo de paladar negro” habrá que explicarlo, porque muchos se preguntarán sobre cómo llegaron al gobierno provincial, por dar algún ejemplo, Héctor Campana y el radical Gustavo Santos.
En lo que hace al Departamento Punilla, la cosa parece estar más calma, porque, el díscolo dirigente coscoino, Rodolfo “Rodi” Milani parece haber vuelto al redil o, al menos, jugará la gran De La Sota, planteando su prescindencia. Esto en función de las declaraciones de Alicia Narducci que sostuvo que “sigue siendo el Presidente del partido” en el Departamento.
El que levantará las banderas del “peronismo kirchnerista” será el excelente gestor de fondos nacionales y subsidio dependiente Intendente de Cosquin Marcelo Villanueva, que habrá que ver cómo se las compone para obtener apoyos departamentales que le permitan aportar algún guarismo significativo a la hora del escrutinio.
El peronismo, en este territorio, viene por la revancha, por tanto se supone que Carlos Caserio, como real conductor del partido, pondrá lo que tenga que poner, para revertir los resultados de la elección anterior, que puso a un juecista en la Legislatura provincial.
De todas maneras, las encuestas, que se dan a conocer por estas horas, marcan que el electorado provincial inclina sus preferencias por Luís Juez en alrededor del 40%, que la UCR ocuparía el segundo lugar a unos 18 puntos y que quedaría relegado a un tercer lugar, el peronismo, con el recientemente confirmado Mondino, a unos 30 puntos.
Así las cosas, sólo puede esperarse que Perón los ayude.
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