$190.000 costará el Plan de Desarrollo Territorial de La Falda

El plan pretende conocer la situación actual de la ciudad, en base a ello elaborar directrices destinadas a generar políticas públicas a 10 y 25 años. Contar con bases técnicas orientadoras es una necesidad, las preguntas son: por qué ahora y por qué tardó tanto en tomar una decisión de este tenor.

El Poder Ejecutivo faldense, que conduce Marcos Sestopal, se apresta a firmar un convenio con la Universidad Católica de Córdoba y la Universidad Nacional de Córdoba para que las dos casas de altos estudios se aboquen a producir un Plan de Desarrollo Territorial de La Falda para el mediano (10 años) y largo plazo (25 años).
De acuerdo con la información inicial presentada, el plan “pretende constituir un aporte al desarrollo armónico e integral de la ciudad en la consolidación de la identidad de la misma destacando la importancia de la planificación política y la intervención de los diferentes actores sociales y políticos. El plan procura diagnosticar y predecir escenarios futuros. Los programas y proyectos a realizar, enmarcados en un único plan integrador expresarán “lo posible” procurando conciliar los conflictos y el consenso como dos factores actuantes en los procesos sociales que condicionan la realización del plan. Se articulará la “voluntad de hacer” con el “poder hacer” y el actor que planifica estará inserto en y forma parte de la realidad que planifica. Este proyecto obedece al nuevo papel que le cabe al municipio como nivel local dentro del proceso de globalización y en la descentralización, resultado de la Reforma del Estado”.

La primera etapa de este plan estará destinada a producir un diagnóstico de situación, basado en la información y antecedentes existentes, con los cuales se elaborará un borrador de prioridades. Para ello será preciso indagar y delinear los grandes temas que contribuyan al desarrollo de La Falda. La tarea del equipo interdisciplinario abocado a este trabajo relevará información y realizará entrevistas con actores locales en temas como: Uso del suelo – Infraestructura vial – Infraestructura de servicios – Distribución de la población – Entorno ambiental, situación general, sistema de gestión existente, áreas degradadas – Población, distribución territorial, características socioeconómicas – Aspectos institucionales, actores relevantes – Actividades económicas –
Como puede apreciarse el proyecto de trabajo apunta al conocimiento integral de la ciudad y en base a ello provocar el reconocimiento de la necesidad de planificar el desarrollo, haciendo notar los aspectos que la identifican y la necesaria participación social para alcanzar objetivos conjuntos. Con esa mira se proponen Jornadas con expertos nacionales y extranjeros – Eventos locales, entrevistas a expertos en medios locales – Campaña de comunicación en escuelas y instituciones –
La segunda etapa del plan dispone que toda la información relevada sea presentada ante el Consejo de la Ciudad y ante cada institución que participa en ese organismo a los fines de analizarla en talleres dispuestos a tal efecto.
Finalmente se presentará el Plan de Desarrollo Director que integrará seis productos, a saber: Directrices generales y recomendaciones para un nuevo Código de Urbanismo –Directrices generales y recomendaciones para un nuevo Código Ambiental – Mapeo de infraestructura básica. Análisis – Mapeo de Corredores (turístico, cultural, comercial, productivo, residencial, habitacional). Análisis – Lineamientos para el desarrollo territorial a 10 y 25 años (escenario, objetivos, métodos, estrategias e indicadores de un plan integrador y objetivos de proyectos particulares) – Estrategias de Fortalecimiento Institucional (gestión cultural, económica-turística, social y participativa).
El equipo interdisciplinario que elaborará este plan estará compuesto por especialistas en: Infraestructura y Servicios Públicos (1), Economía y Desarrollo (1), Urbanismo (2), Ciencia Política (1) – Comunicación a la Sociedad (1), Trabajo en talleres (2), ocho profesionales con el apoyo de dos pasantes.
El tiempo previsto inicialmente para la tarea es de ocho meses, haciendo entrega del documento final en Setiembre de 2009.
El costo del plan asciende a 190 mil pesos.

Recuadro

Ahora, lo que hay que hacer

Es evidente que un proyecto integral para el desarrollo de La Falda es necesario. Así se ha pronunciado el Consejo de la Ciudad y es de creer que no habrá vecino responsable que no se incline por tal necesidad. Es necesario saber en qué nivel de operatividad se encuentran los servicios básicos y su capacidad de prestación. Es necesario conocer cuáles son los espacios de crecimiento residencial, habitacional y comercial que tiene la ciudad, y definir con total claridad las posibilidades de radicación teniendo en cuenta de no caer en la especulación y no perder la identidad turística. Es necesario conocer la situación socioeconómica de la población para poder evaluar las posibilidades de enfrentar los costos que exija la construcción de infraestructura y por sobre todo determinar proyectos productivos que demanden mano de obra desocupada. Es necesario conocer las falencias que presenta la ciudad y el modo de revertirlas para generar un contexto apto a la atracción de visitantes, que es, en definitiva, de lo que vivimos, para dejar de preguntarnos si es que se elevó la calidad de los servicios turísticos o bajó la calidad de los turistas que recibimos. Todos estos datos y un sinfín de otros se hacen necesarios para proyectar políticas consensuadas de gobierno a mediano y largo plazo.
El intendente Marcos Sestopal ha manifestado que para que este proyecto se pudiese desarrollar hacia falta la conformación del Consejo de la Ciudad, pareciese ser que lo cree suficiente para encarar la tarea. Si es así, se equivoca, porque para que un proyecto de estas características tenga real efectividad debe contar con una amplia participación de los faldenses. En primer lugar de todo el arco político, porque, precisamente, serán los dirigentes de esos partidos los que en alguna oportunidad tendrán la responsabilidad de hacer efectivas las directrices que marque el plan, y para ello deberán estar imbuidos del conocimiento más amplio que puedan trasladar los especialistas universitarios y también de lo expuesto por las instituciones y vecinos no institucionalizados. De acuerdo con información extraoficial que emana del Consejo de la Ciudad, el organismo habría solicitado ampliar la participación, porque entienden que no todas las instituciones de la ciudad lo están integrando, porque falta la representatividad de importantes barrios, como así también pretenden, al menos, la incorporación de representantes del Concejo Deliberante, una manera de incorporar a la expresión política oficializada. Es atinada la intención, porque aparece como obvio que para llevar adelante esta iniciativa se precisa de una gran cuota de consenso, caso contrario sólo se logrará, como en alguna oportunidad anterior, tener una imprescindible cantidad de datos que se tornaran inútiles por falta de aplicación. Lo que a su vez llevaría a considerar el gasto como innecesario e inútil.
En lo relativo al gasto, el Intendente ha dicho que es posible que haya quienes discutan la oportunidad del mismo. Esta expresión es todo un acierto y demuestra, a su vez, lo mal preparado que llegó a la función. Lo hace, porque ha pasado seis años al frente del Ejecutivo, cinco de los cuales fueron bendecidos por la estabilidad económica y en ellos sólo instrumentó, sin fundamento técnico alguno, lo que le vino en ganas, sus “caprichos”, sin medir los costos y dejando un magro resultado para la ciudad, y recién ahora, cuando las dificultades emergen y las ideas caprichosas parecen haberse acabado o aquietado, cuando no tendrá tiempo real para concretar la iniciativa y posiblemente le falten recursos económicos, se decide por lo que hay que hacer, lo que debía haber encarado desde un inicio, con todo a favor.
De todas maneras, a pesar del alto costo (unos cuantos palitos) que esto ha representado para los faldeses, ha aprendido, y la prueba es esta intención que puede dejar como legado a las administraciones que lo sustituyan. Esperemos que el aprendizaje le haya convencido de que tan necesario como el plan es el imprescindible consenso para poder llevarlo a la práctica.

N.H.