Los cajeros automáticos

Un saldo en rojo
Alfredo Ferrarassi (*)

En las zonas turísticas se esperan los fines de semana largos con grandes expectativas y sierras de la Punilla no son la excepción. En efecto, cuando por los corrimientos de los feriados se producen estos tres días de mini vacaciones la afluencia de visitantes suele ser notoria y con ellas un alivio para las arcas de comerciantes, hoteleros y pueblo en general.
Sin embargo de manera reiterada se produce desde hace largo tiempo una situación que atenta contra la economía local y regional: el no funcionamiento de los cajeros automáticos.
Éstos, en la mayoría de los casos, el mismo viernes dejan de tener efectivo, con lo cual no solo causan irritación a los vecinos de La Falda, sino a quienes nos eligen como punto de descanso. Largas colas se suelen observar y caras de decepción cuando deben retirarse sin poder acceder a su dinero.
La situación resultaría anecdótica, más no justificable, si no fuera un efecto multiplicador lo que ese faltante ocasiona, puesto que en cualquier economía cuando no hay circulante lo que se resiente es el consumo, con lo cual podemos inferir sin mayores esfuerzos que es la economía la que ve perjudicada, ya que el comerciante no vende por la ausencia de dinero, a lo que habría que sumar que no todos tienen la terminal electrónica para recibir tarjetas de créditos y menos aun las de débito, con lo cual muchos turistas continúan su marcha hacia otros puntos y si allí donde encuentran dinero se quedan o bien se limitan a lo mínimo e indispensable ya que cuidan el poco efectivo que tienen.
En ambas situaciones es la economía local la que se ve perjudicada. Esto lo entienden la totalidad de los habitantes de La Falda que padecen esta perversa situación, sólo no la comprenden quienes deben encargarse de gestionar que los cajeros tengan efectivo todos los días, ya que no se trata de graciosos prestamos que nos hacen, sino de la retención de nuestro dinero, lo cual agrava la situación notoriamente.
Salvo el Gerente del Banco Bisel que siempre atiende su obligación y es quien mantiene en funcionamiento el cajero, las otras instituciones dejan bastante que desear, aunque es el Banco Provincia de Córdoba el que peor funciona desde hace largo tiempo.
Contabilicemos. Primero se rompió hace más de tres años la traba interna de la puerta, que esta puesta por seguridad ante situaciones de riesgo del cliente, después fue el sistema magnético de entrada a los mismos, por más de dos años se ha accedido con solo empujar la puerta y que decir que tanto en fines semanas largos, Semana Santa o Vacaciones invernales y en verano, siempre se ha quedado sin efectivo a poco de reponerse el mismo.
Desde hace más de un mes está en reparaciones, siendo los perjudicados, no solo efectores como comerciantes y hoteleros, sino jubilados y empleados que deben pagar una comisión por cada operación que se realizan en otros cajeros.
Quién devolverá los montos que se han debido abonar por utilizar otras redes de cajeros, cuando es por propia falla del banco emisor el error? Nadie seguramente, aunque debernos preguntarnos ¿es justo? O por que debe ver disminuido su haber mensual por esta situación cuando no la ha generado? Acaso se han efectuado estudios del flujo de dinero que los clientes del Banco Provincia de la región centro de Punilla abonan por cada operación a otras instituciones? Seguramente no, pero las cifras no serán con seguridad para nada insignificantes.
El jueves 30 de Abril quienes atendían las ventanillas de pago de dicho Banco nos manifestaron que “nos han bajado línea para que no abonemos lo que se puede sacar por otros cajeros”, mientras que una cajera nos manifestó ante nuestro reclamo… “le garantizo que a la tarde a las 15.30 el cajero va a estar funcionando” lo que la misma olvido decir, es de qué mes y de qué año de continuar así la situación.
El tema de los Cajeros Automáticos en La Falda debe ser comprendido como una POLITICA DE ESTADO ya que el pésimo funcionamiento conspira contra la economía local, ya que no solo impide la normal circulación de dinero entre los visitantes, sino que es hasta una mala propaganda del Valle de Punilla. Para que esto suceda el Intendente y su omnisapiente Secretario de Hacienda deberán hacer gestiones para la inmediata normalización de los mismos, en especial el que es oficial de la provincia y bregar por la instalación de uno o más cajeros en la Terminal y otro más en el centro de La Falda.
Pero las culpas no pueden caer exclusivamente sobre el aquel, ya que existen una serie de responsabilidades compartidas que se deben aclarar debidamente. Observemos, el Gerente del Banco Provincia sostiene que él nada tiene que ver y que no depende de él el cajero automático, sin embargo si es conteste de lo que deben padecer los jubilados, los empleados, los poseedores de planes, etc., no solo los días de pago, sino los citados fines de semanas largos y desde hace un par de años muchísimos días al año, debería ponerse a la cabeza de los reclamos del pueblo y demostrar su compromiso como hijo de esta y como cabeza de una institución señera en nuestra ciudad. Demás esta decir que nada de esto, a menos que no lo sepamos, ha sucedido.
Pero seríamos injustos si dejáramos fuera a los 8 miembros del Consejo Deliberante más el Vice Intendente, ya que al ser ellos quienes deben legislar tienen los resortes legales para hacer que se cumpla con normalidad el funcionamiento de los cajeros.
Pero de ser necesario todas nuestras autoridades deberían marchar monolíticamente a reclamar ante los directorios de los Bancos por esta situación, lo cual sería escuchado y seguramente subsanado.
Señores, el negocio de los Bancos es administrar nuestro dinero, por lo cual nos cobran un porcentaje por cada operación que realizamos y cuando el cajero no funciona por que no se lo carga debidamente y racionalmente de acuerdo a las necesidades de cada lugar, a lo que Ud. no puede acceder es a su dinero, a lo que legítimamente le corresponde, pues por negligencia, por despreocupación o por que se enmascara la falta de dinero en la Provincia, alguien le impide hacer uso de ese constitucional derecho sobre su propiedad.
Si comprendemos que lo que ellos manejan es nuestro patrimonio y que es totalmente reprochable e injustificable lo que se debe padecer para acceder a lo que es nuestro y reclamamos por nuestros derechos, entonces puede ser que alguien nos escuche y se solucione este problema, de lo contrario todo continuará como hasta ahora, ya que a nadie le interesa lo que el pueblo pueda padecer.
Perdón, debo corregirme: cuando hay elecciones en víspera, hacen parecer que los vecinos les interesan, claro esta si es que les pueden votar, sino permítame parafrasear un poema..”toda esta como era entonces/ la calle, la casa, el rió….[y los cajeros sin funcionar]”
(*) Historiador - Periodista