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Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

viernes, 1 de mayo de 2009

7 Cascadas

Seguirá siendo el gran negocio de un pequeño grupo

Luis A. Kessler

El pliego para la licitación del Balneario 7 Cascadas, ha dejado otra vez en descubierto que las mejores intenciones carecen de sentido cuando a quienes deciden no les interesa obtener una contratación transparente y equitativa, sino valerse de ella como herramienta para preservar sus intereses.

Sin introducirme otra vez a analizar la naturaleza de los servicios que se prestan en el Balneario, en la última audiencia pública pareció vislumbrarse con meridiana claridad la existencia de un propósito común respecto del cual todos coincidíamos. Tal propósito era procurar el mejor servicio posible a los usuarios del 7 Cascadas. Tanto los concejales presentes del oficialismo, como quienes pertenecemos a la oposición, como aquellos que representaban al Consejo de la Ciudad, enfatizamos en la necesidad de lograr un pliego que permita un servicio de excelencia a los turistas que nos visitan. Esa oportuna coincidencia zanjaba el debate sobre la naturaleza jurídica de la concesión, porque si todos estábamos de acuerdo en que los concesionarios debían prestar un servicio de excelencia, y la Municipalidad contar con los instrumentos legales para exigirlo, ya poco interesaba la denominación que se le adjudicara a dicho servicio. Movilizada por ese anhelo compartido, la audiencia pública fue avanzando en las cláusulas del pliego suscitándose un debate sumamente interesante donde los distintos sectores exponían sus ideas, lográndose en general acuerdos muy significativos, quedando pendiente resolver solamente algunas cláusulas que otorgaban poderes exorbitantes al intendente desconociendo el derecho de igualdad de los interesados. De las promisorias expectativas despertadas por la tarea conjunta se hicieron eco distintos medios de la ciudad.
A tal extremo llegó esa línea de consenso, que el Concejal oficialista Iván Aliverti manifiesta que ante las coincidencias alcanzadas, la solución estaba cuasi lograda si es que los distintos actores teníamos la capacidad de mantener las posiciones que allí habíamos desplegado. Coincidimos con su argumento y con el compromiso.
Se proyectó entonces la 2ª sesión para aprobar el pliego, fijándola antes de cumplirse el plazo fatal que no puede exceder de 25 días entre ambas sesiones. Al inicio de la misma de común acuerdo se pasó a un cuarto intermedio para evitar decisiones apresuradas.
El tiempo transcurría y la continuidad de la sesión se postergaba sin razones que lo justificaran. Como en comisión no se habló nunca del tema, lo consulto al respecto a Mendieta, respondiéndome que “estaban trabajando” sobre las modificaciones que tendría el pliego.
Allí irrumpe la duda. No se entendía cuales eran las reformas ni quienes trabajaban en ellas. Advertimos entonces que los que vienen manejando los contratos del 7 Cascadas no estaban dispuestos a perder tan lucrativo negocio. El gobierno municipal había puesto en marcha un plan para desbaratar los acuerdos que los concejales (salvo los ultra genuflexos/as) y los vecinos habían conseguido.
Sin razón que lo justifique, el presidente Mendieta (a quien siempre le ordenan las tareas non sanctas) cita a SESIÓN ESPECIAL (¿?) para el lunes 14 de abril a fin de completar la que se había postergado por el cuarto intermedio. En esa sesión a la que lamentablemente no pude concurrir por un problema de salud (he presentado los comprobantes en el Concejo) se sometió al tratamiento un pliego de condiciones para la adjudicación de “LOCALES Y ESPACIOS DE USO COMERCIAL” del 7 Cascadas.
El plan ya no se podía disimular. La intención de imponer un servicio esmerado para la mejor atención de los turistas era una burda mentira. SE HABIA DISPUESTO NO CONCESIONAR SERVICIOS sino simplemente ceder locales comerciales donde los adjudicatarios (y sus socios) explotarán los locales a su exclusiva conveniencia.
La diferencia es muy obvia, sin perjuicio de lo cual dejo en claro a modo de ejemplo que aún cuando alguna cláusula refiera a la obligación del concesionario de no interrumpir el servicio, dicha cláusula ES NULA, porque repito, la Municipalidad no está concesionando ningún servicio. La continuidad, la obligatoriedad, la generalidad de los servicios, o sea todo lo que se le debe exigir a los concesionarios si se pretende una esmerada atención de los turistas y usuarios en general NO ES OBJETO DEL CONTRATO.
Se instrumentó otro engaño que se suma a la entrega del Edén Hotel, al impuestazo, a la ordenanza del presupuesto, a la obra del gas, al subsidio al SITRAM, etc. etc. etc.

¿Por qué cambiaron el pliego?
Asistí a la sesión ordinaria siguiente del Concejo. Les pregunté allí a los concejales oficialistas cual era la razón por la cual se había cambiado la contratación, teniendo en cuenta que no existía desacuerdo respecto a las condiciones esenciales que entendíamos eran las que permitirían la optimización del servicio a la que según yo creía todos aspirábamos. ¿Por qué actuaron entonces en desmedro del interés general?
El silencio fue la respuesta. Tampoco esperaba que dijesen FUE UNA ORDEN. Percibí en ese tenso silencio por parte de algunos una resignada señal de disculpa. Personalmente no creo que ningún concejal se cuente entre los socios ocultos de quienes explotan los locales. Lamentablemente varios de ellos optaron por un modo muy reprochable para ocupar espacios políticos y cumplen esa penosa función.

La nulidad
El artículo 64 de la Carta Orgánica Municipal establece un régimen para la aprobación de pliegos por el cual el proyecto se trata en dos sesiones independientes (doble lectura) dejando en claro que entre la primera y la segunda no puede transcurrir un plazo menor de quince días corridos ni mayor de veinticinco. Toda transgresión a esa norma vicia de nulidad lo actuado.
Cuando se llevaba a cabo la segunda sesión que se había dilatado con el cuarto intermedio (yo estaba ausente), se producen desavenencias lógicas teniendo en cuenta que se cambiaron elementos sustanciales a lo consensuado en la audiencia pública (dejando eso sí los superpoderes del intendente) y así se fueron retirando de a uno los concejales. A causa de estos retiros se produce una situación particular. En la sesión quedaban solamente CUATRO MIEMBROS PRESENTES. Dicha situación está expresamente contemplada disponiendo que el Concejo solo podrá sesionar con mas de la mitad de sus miembros (art. 54 C.O.M. y 20 del reglamento) aclarando además que el retiro de alguno de ellos que deje sin ese mínimo al Concejo lo deja sin quórum para sesionar (art. 14).
El caso quedó entonces cerrado. Al ausentarse la cuarta concejal, no se pudo seguir sesionando válidamente. De modo que en ese momento automáticamente la sesión había concluido Y EL PROYECTO EN DISCUSION NO SE HABIA APROBADO.
Ese inconveniente no tiene retorno, no hay modo de subsanarlo, porque si se hubiese dictado un cuarto intermedio tampoco tendría validez al no contar con el número para disponerlo. Fijar nueva sesión al mismo efecto tampoco era posible, porque ya habían vencido los 25 días entre ambas sesiones dentro de los cuales se puede tratar el pliego. Inexorablemente la sesión había concluido y el pliego no se aprobó. Se intentó una reconsideración, indudablemente que con muy escaso razonamiento si es que alguien pensó seriamente que una sesión que fulminó la Carta Orgánica (por vencimiento del plazo para su aprobación) la puede resucitar el Reglamento interno del Concejo.
Igualmente tengo en mi poder un pliego QUE ME ENTREGARON POR SECRETARÍA y dice: “APROBADO EN GENERAL Y PARTICULAR EN SEGUNDA LECTURA EN LA SALA DE SESIONES DEL PODER LEGISLATIVO DE LA CIUDAD DE LA FALDA EN SESION EXTRAORDINARIA A LOS DIECISEIS DÍAS DEL MES DE ABRIL DEL AÑO DOS MIL NUEVE.
A la incoherencia, al desconocimiento, a la deslealtad con el compromiso sumaron también un error en la cuenta de los días (lean el art. 64 de la Carta Orgánica y comprobarán que se aprobó totalmente fuera de término).
Creo que esa ordenanza tiene bien ganado su espacio donde yacen los antológicos mamarrachos legislativos.

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