Ética periodística: atrapados entre la ciencia y la conciencia

1) Un muy bien compaginado semanario zonal que recibo por internet - y que no es ECOS de Punilla, quien acaba de entregar a sus lectores el Nº 600, respetando un modelo de difusión del pensamiento plural de nuestra sociedad- en su Nº 109 del 29 de octubre, tiene una nota que dice “La Nasa anunció tres días de oscuridad”. Luego advierte a sus lectores “no caer en pánico, abastecerse de agua, velas, medicamentos…”. En base a mis escasos conocimientos de las ciencias astronómicas, pongo en duda dicha noticia y recurro a otras fuentes de información. En primer lugar la NASA: www.nasa.gov, desmiente el rumor de un supuesto apagón que ocurriría el próximo 21 de Diciembre. También Clarín (¿miente?): La especialista en física solar Cristina Mandrini explicó a TN que "sería una tormenta magnética. Habría un gran grupo de manchas que podría producir fenómenos activos muy importantes". Me dirijo entonces por mail a los editores del semanario advirtiendo del error, seguramente involuntario y les aconsejo, que en bien de la ética periodística se disculpen ante sus lectores. Tuve respuesta de recibido pero no he visto que en el número más reciente, se hubiese esclarecido el error ante sus lectores, uno de los cuales, se jactaba de tener un cajón lleno con velas y pilas, “por las dudas”. Para Ernesto Martinchuk, Docente en la Escuela de Periodismo y miembro del Círculo de la Prensa, “la defensa de una Ética informativa al servicio de la exhibición lo más objetiva posible de los hechos, tiene que seguir siendo la misión impostergable de un periodista, con instrumentos viejos como: chequear la información, consultar distintas fuentes, caminar la calle y mantener distancia de los centros del poder político y económico”. Si aceptamos lo falso como verdadero, podríamos caer en lo que aconteció en 1983, al reiniciarse la democracia, cuando los medios perdieron toda credibilidad, ocultando el genocidio y complaciendo los objetivos del terrorismo de estado. Queda en manos de los medios que no se pierda el valor “conciencia”, con la acepción de “lo ético”, “el juicio sobre el bien y el mal de nuestras acciones”.
2) El amigo J. C. Ottobre, miembro del Consejo de la Ciudad (CC) me hace llegar una nota dirigida por esa entidad pilar de la Democracia Participativa, hacia las autoridades municipales que dice: “hacemos llegar a Ud. una reflexión que este Consejo elaboro con respecto a este flagelo llamado Ludopatía el cual nos afecta a todos los habitantes de la ciudad de La Falda.
También sugerimos algunas vías de acción para mitigar sus consecuencias. Creemos que coincidirá con nosotros en la preocupación y la necesidad de tomar medidas al respecto.
Pongo entonces a disposición del CC algunas notas que guardaba sobre el tema. Seguramente, la noticia del asesinato de un anciano por su hijo, quién también lesionó a su madre y que aparentemente era un ludópata, más otras diversas situaciones conflictivas familiares por la adicción al juego de azar, motivó al CC en ese sentido. “La característica esencial de la ludopatía o juego patológico es un comportamiento lúdico desadaptativo, persistente y recurrente, que altera la continuidad de la vida personal, familiar o profesional”. Lo que no sé realmente, cual es la magnitud de las ludopatías en la ciudad, algo que deberíamos solicitar a la Secretaría de Salud, si cuenta con alguna investigación epidemiológica, usando el método científico, pero dudo de que nos afecte a “todos” los vecinos. La ludopatía es una de las adicciones más frecuentes ubicada dentro de las “Adicciones de conducta”, junto al sexo, trabajo, Internet (que en forma creciente afecta a los niños), sectas, religión, relaciones, algunos de los autores hablan Adicciones nutricionales, incluyendo la anorexia, bulimia y al comedor compulsivo. Finalmente las que más trascienden por su generalizado efecto en la sociedad son las Adicciones Químicas: alcohol, nicotina, cocaína, marihuana, opio, sedantes e hipnóticos, anfetaminas, éxtasis y heroína. Seguramente los miembros del CC habrán tomado conocimiento de la muerte de un joven que aparentemente por una droga psicotrópica, en una fiesta privada en la Estancia el Silencio. Por lo tanto creo el tema ludopatías habría que incluirlo dentro de una lucha más amplia y sea contra todas las adicciones. Científicamente “las adicciones constituye una patología de etiología multicausal que comprende factores biopsíquicos (genéticos), familiares, sociales y ecológicos intrínsecamente correlacionados”. Es mucho lo que se ha avanzado en la década del 90, llamada la década del cerebro, en conocer las bases neurobiológicas de las adicciones químicas y en especias las áreas del cerebro donde actúan mediadores en procura de equilibrar al “sistema de recompensa hedonístico”. Por otro lado todos sabemos que es más fácil luchar para que nuestros niños y adolescentes tengan en la Ciudad y el Valle, un “modelo socio-cultural- educativo-inclusivo de vida saludable” que procurar aliviar o curar una adicción una vez instalada. Bienvenida la iniciativa del CC y abramos la puerta de nuestra conciencia desde todos los sectores, gubernamentales o comunitarios en búsqueda de una respuesta plena.
3) El Colegio de Psicólogos de la Provincia de Córdoba pidió el 13 del corriente mes que “se investigue si no incurre en un posible ejercicio ilegal de la psicología, engaño o negligencia en el campo de la salud mental la escritora Laura Gutman, por un reciente artículo donde banaliza el abuso sexual infantil, lo describe como un juego de niños y da una visión romántica de los pedófilos, casi disculpándolos por su accionar”. No es la primera vez que se pretende ocultar por diversos medios legales o en este caso seudo-psicológicos los efectos severamente dañinos que las ciencias de la salud detectan en niños/as abusados aun muchos años después del hecho. La blonda-bella escritora autora de “La biología humana” y “La revolución de las madres”, debería revisar desde su conciencia del ser parte de un nefasto estímulo para los pedófilos y explotadores de niños que ya dejaron sus huellas por esta Ciudad y pueblos vecinos hace algunos años.
4) Los 43 jóvenes alumnos de Ayotzinapa no aparecen ni vivos ni muertos. Todo Méjico esta movilizado por esa nueva tragedia donde el Estado, está profundamente implicado, ya que fueron policías los que actuaron y el ejército que dejó hacer. Los cuerpos fueron buscados científicamente, por miembros argentinos del Grupo de Antropología Forense. Los argentinos tenemos memoria acerca de desapariciones, de una época en “que de eso no se habla”, “por algo será”. Se procuraba de ocultar los cuerpos y acentuar el horror, el miedo a participar en reclamos pidiendo justicia ante la ausencia de padres, madres, hermanos, hijos, nietos, como parte de una estrategia que no solo se desarrollaba en nuestro país, sino que por medio del plan Cóndor, abarcaba a muchos países hermanos del continente. ¿Se les puede pedir a los familiares de esos jóvenes reconciliación con sus verdugos? Puede haber reconciliación sin un reconocimiento y un pedido de perdón de los autores de esos crímenes, aclarando dónde están los restos. Puede la Justicia tener algún valor si no cumple con su función esclarecedora y sancionatoria. Ahora Argentina les ha tocado de concurrir ante la justicia a los empresarios que fueron los que utilizaron al terrorismo de estado, para apoderarse de una parte importante de la renta nacional que recibían los trabajadores. Lo hicieron a costa de la vida de muchos de ellos, como se podrá observar en el juicio, si es que llaga a desarrollarse. Simultaneamente voces con poder, piden reconciliación. Alejandro Olmos Gaona, quien asesoró al presidente ecuatoriano Rafael Correa en la investigación de la deuda externa de su país, “apuntó a empresas de Franco y Mauricio Macri, Pérez Companc, Citibank, Techint y Ford”. La iniciativa de “crear una bicameral por los delitos económicos” fue respaldada por organismos de derechos humanos como el CELS y organizaciones sindicales. Que la conciencia prevalezca, la justicia actúe con los ricos tanto como lo hace con los pobres y seguramente daremos un ejemplo al mundo de que justicia es paz.

Benjamín Malamud