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Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

viernes, 29 de agosto de 2014

Denuncian a policías porque habrían golpeado a un joven en la Comisaría de La Falda

Marcelo Zarate denunció que su hijo fue golpeado por un oficial y un suboficial en la Comisaría de La Falda tras ser detenido en la vía pública, mantuvo que le han armado una causa y que a su vez ha presentado la denuncia penal pertinente y que llevará el caso ante el Tribunal de Conducta Policial.

En el Programa Hablemos Claro, Marcelo Zarate denunció públicamente a los policías que habrían golpeado a su hijo, a quien incluso le habrían arrojado gas pimienta.
El denunciante expresó que “Desafortunadamente, tengo que venir a exponer un tremendo episodio por el que pasé, uno de mis hijos, el más chico, quien desde los tres años es un deportista, siempre con anhelos, luchándola, juega al fútbol, lo ha hecho en la zona, en Córdoba, en la Escuela de Fabián Carrizo, un pibe que llegado a los diecisiete años se globaliza en las cuestiones de la juventud, boliche, algún alcohol de por medio, nadie puede ocultar la realidad, y en ese contexto el viernes 8 se junta con su grupo de amigos para festejar su cumpleaños y la despedida porque viajaba a Bahía Blanca a incorporarse a un club de aquella ciudad, estuvo en Duendes, tomaron, tipo cinco sale para volver a casa, estaba alcoholizado, para un móvil policial en Avenida Edén, él venía con un amigo, bajan dos policías, ordenan que se pongan contra el móvil, el amigo lo hace, mi hijo les dice que salen de boliche que se van a sus casas, no hicimos nada, y lo tiraron contra el móvil, así que vos sos pícaro, contestador, le dijeron y respondió que era hijo del Colorado Zarate, que jugaba al fútbol, porque tengo amistad con muchos policías, nos juntamos los fines de semana a comer asado, esto por mi lugar del Trabajo en el Tribunal de Faltas, estuve en el Casino cinco años, conviví laboralmente con ellos, y he creado una amistad con muchos policías, sacando a estos dos personajes de uniforme a quienes no conozco. Bueno, lo tiraron, lo redujeron, lo esposaron, los metieron a los dos en el móvil y los llevaron a la Comisaría. Hasta ahí un procedimiento normal, se detienen a dos pibes porque no deberían haber andado en la vía pública en ese estado, está bien. El problema se inicia cuando entran en la Comisaría, ojo, esto lo estoy comentando por la dos versiones, no me guió por una sola, después hubo gente que estaba detenida, amiga, porque gracias a Dios uno tiene la virtud de tener muchos amigos, cuando lo pasan al fondo lo empiezan a golpear, había tres policías más, dos mujeres y un muchachito que no se metieron, debieron hacerlo, pero no lo hicieron por cuestiones de ser subordinados, lo golpearon de tal forma que vomitó, pedías por su vida, les decía que no lo mataran, porque lo metieron y sacaron del calabozo dos ó tres veces para golpearlo, esposado, quiero aclarar esto porque ellos inventan, dibujan, una carátula de resistencia a la autoridad, estaba esposado, pibe de 18 años de físico pequeño. Tanto le pegaron que lo desfiguraron, saben pegar, uno le pisaba la mano que hasta hoy le cosquillea, lo patearon porque cuando fuimos al oftalmólogo nos dijo que eso no había sido una trompada, y de postre le arrojaron gas pimienta, para no sé qué, seguramente que el chico estaba tomado, golpeado innecesariamente sin haber hecho nada, evidentemente que bonitos no les decía. El gas afectó a los otros detenidos, eran varios. A las siete y media de la mañana me llama mi hijo desde su celular, como será la golpiza que le dieron que ni le sacaron el celular, papí estoy preso, no hice nada, ayudame, juro que no hice nada. Llamó a la Comisaría, me dicen que esta bien, está detenido por disturbio en la vía pública, quédese tranquilo, tráigale una frazadita, se va a quedar hasta el lunes porque tiene que decidir el Comisario porque esto es una contravención. Listo, le llevó frazada y comida, sábado y domingo lo hago”.

Agregó que “El no me dijo que lo habían golpeado, ojalá me lo hubiera dicho, se lo notaba mal obviamente, llorando, tengo todo grabado.
El domingo, tipo once, me envían un mensajito, un amigo de la policía, repito tengo muchos amigos ahí dentro, tu hijo está golpeado colo, decía, cómo que está golpeado, si me dijeron que estaba todo bien ayer, respondí, reiteraron, no está golpeado, vení tráele calmantes. Imagínese, mi mujer, Fabiana Rojas, peleando por los jóvenes de La Falda que su hijo esté golpeado en la Comisaría de La Falda, en el estado que se pone. Tengo una muy buena relación con el Comisario, lo llamó a su celular, le explicó y le digo que es mejor que no esté golpeado porque voy a hacer un desastre, le dijo a Fabiana que se quedara tranquila, que se encontraba de descanso pero que iba a averiguar cómo era el problema. Mi hijo fue a revisación médica recién el domingo, cuando legalmente lo debían haber llevado antes de detenerlo, el dibujito de ellos es de que se golpeó solo. Me expusieron un montón de barbaridades, que en ese momento las creí, porque soy una personal normal, se proceder y me gusta escuchar las dos campanas para tomar cartas en el asunto”.
Apuntó que “Lunes a la mañana, nos encontramos con el Comisario a las ocho, excelente persona, se sacó el uniforme de policía y se puso el de padre, me dice, quédese tranquilo Zarate, su hijo está bien, acabo de hablar con él, haga todo lo que tenga que hacer; qué me está diciendo Comisario, le respondí; y me dijo, yo en esto hay cosas que se me escapan…y me dio a entender que la cosa está dividida en dos grupos, patrulla y Comisaría, la gente que golpeó a mi hijo aparentemente es de la patrulla y no dependería directamente de él, lo que supuestamente deberían haber hecho es llevarlos a la Comisaría y ahí dejarlos, ese sería su trabajo, cosa que obviamente no fue así. Me cruzó de inmediato al Ayudante Fiscal para hacer la denuncia, fuimos muy bien atendidos, ahí me informan que no se trataba de una contravención sino que había pasado a Fiscalía como resistencia a la autoridad, pedí que le dieran la libertad para que le hicieran un diagnóstico particular, pedí ver a mi hijo, lo llamaron, cómo habrá estado de golpeado que a mi señora intentaron impedirle entrar a verlo, se metió lo mismo y el impacto fue tremendo, solo un padre sabe lo que se siente. Hicimos la denuncia pertinente a estos dos sujetos con uniforme, no puedo llamarlos de otra manera, respetando totalmente la investidura policial, estas personas sicológicamente no están aptas para desempeñarse como policías, lo digo con todo conocimiento porque uno de mis hijos hizo el curso para oficial y una de las primordiales condiciones es la parte sicológica. Le explico porqué esto, estuvimos todo el día en la Comisaría, en un momento ingresan estas dos personas que le pegaron a mi hijo, pasa el oficial López Bonilla y, no estábamos seguros, Romero, y mi señora le dice vos fuiste el que le pegaste a mi hijo, y el tipo se da vuelta para pegarle a mi mujer, tengo cinco testigos y el Ayudante Fiscal que escucha y sale, me puse en el medio porque sino le pegaba a mi mujer. Esa es la condición sicológica que tiene este señor Romero, éste es el que nosotros tenemos para cuidar nuestra bendita ciudad pueblo donde nos conocemos todos. Concretada la denuncia le dan la libertad a mi hijo, lo llevo al hospital le hacen la revisación, hice fotografías de las muñequitas y las manos marcadas por las esposas, y estoy a la espera de justicia”.
Concluyó manifestando que “Detrás de esto gracias a Dios no hay un chico muerto, pero si hay otros chicos golpeados que los papás por miedo generalmente, lo digo porque yo tenía un testigo muy importante que no ha querido declarar por miedo, por un seguimiento y demás, lo entiendo. Hay siete u ocho testimonios de gente que escuchó, pero para la fiscalía necesita de alguien que haya presenciado, es valido el del que escuchó pero lo importante sería tener alguien que haya visto. Resulta que después de hacer la denuncia, cuando el amigo de mi hijo había sido liberado el domingo, cuando la mamá llega a su casa se encuentra con un móvil en la puerta queriéndolo detener, cuando pregunta qué pasaba, le responden que tenían orden de vigilarlos, eso es lo que expusieron, está todo declarado en la fiscalía. Razonando, deduciendo, estamos detrás de una especie de mafia me imagino, porque esto es gravísimo, llevo cuatro generaciones en La Falda, he salido a los boliches, hemos salido, y esto que está sucediendo hoy, más allá, no justifico el accionar de algunos jóvenes, pero no sé, ni siquiera en la dictadura. Lo más preocupante de esto es la parte administrativa que hace esta gente, está dibujando un acta, mandando a fiscalía un monigote armado que no existe, un resistencia a la autoridad inexistente…ponen además que se golpeaba solo. Mi hijo está en Bahía Blanca ahora, haciendo lo que le gusta, jugar fútbol, desearía que estuviera acá para que vieran el respeto que tiene este pibe, obviamente estaba tomado, pero no era para que le hicieran lo que le hicieron, para mi es tortura, y no voy a parar hasta llegar a las últimas consecuencias. El Ayudante Fiscal me informó que realizada la denuncia, una copia era girada al Tribunal de Conducta Policial, no obstante iré personalmente a ratificar o concretar una nueva denuncia, porque tengo desconfianza.
López Bonilla Y Romero están hoy en actividad, es una de las causas por las que estoy acá… es más Bonilla tiene antecedentes por casos como este, es decir que la policía sabe que a este muchacho le gusta golpear. He hablado después con comisarios amigos, gente que se ha retirado con cargos muy altos en la policía, y me decían que era gravísimo lo que han hecho, sobre todo el no haberlo hecho revisar antes de encarcelarlo, gracias a Dios que había otros detenidos porque sino no sé si a mi hijo lo tendría vivo. Afortunadamente no le han afectado ningún órgano, solo la mano que dice que tiene un cosquilleo, ha quedado algo sensible, no parece ser grave, el ojito no lo perdió de milagro, se está recuperando, no esperemos que haya un chico muerto, tomemos las cosas en serio, es gravísimo. Si bien todos sabemos que en el tema de los jóvenes ronda el tema del alcohol, las drogas, las tentaciones de la noche, está complicadísimo, pero que bueno sería tener una policía que responda como corresponde, no digo con esto que todos sean iguales hay excelentes policías, pero estas dos personas deberían quedar en situación pasiva hasta que la fiscalía y su Tribunal de Conducta resuelvan”.



Momento de pacificar, no de provocar
Sin dudas, la Policía de la Provincia de Córdoba es el centro de atención de una sociedad que ha perdido confianza en la institución por el accionar de algunos de sus integrantes. Suman a ello una serie de hechos, que en lo inmediato se remontan a diciembre último con la movilización supuestamente gremial y el abandono de sus responsabilidades dejando en el desamparo absoluto a toda la ciudadanía, y previo a ello el involucrado de importantes cuadros en lo que se dio a llamar narco escándalo y sus derivaciones.
El reordenamiento en la cúpula si bien planteo alguna mejora, esta ha sido puesta en tela de juicio ya que el mismo Jefe de Policía se encuentra, por estas horas, investigado por un supuesto “apriete” a periodistas de los SRT. Tema del que parece el Gobernador no se enteró porque ha omitido hacer declaraciones al respecto, lo que evidentemente está puesto en duda, ya que su propio Secretario de Seguridad, Matías Pueyrredón, en declaraciones públicas ha sostenido que “No me pregunten sobre el jefe de policía, tenemos directivas de no hablar sobre el tema, porque está actuando la justicia”. Sabemos del pedido de disculpas del funcionario policial y de las justificaciones que se dan al respecto, que es parte de su personalidad, que es su impronta, que suele reaccionar de esa manera porque es un hombre frontal, puede que sean válidas, pero en tal caso alguien debería recordarle que él debe ser el impecable ejemplo porque ha sido designado para normalizar una institución que está cuestionada.
En ese contexto, en La Falda, un territorio que aún se mantiene sensible por hechos que enfrentaron a policías con jóvenes hace poco tiempo atrás, se produce esta denuncia por supuestos apremios ilegales, y el dolor de padres angustiados hace que las susceptibilidades emerjan y el temor se instale, y el miedo nunca ha sido buen consejero, es algo que los integrantes de la fuerza policial deben saber y en consecuencia deben actuar para pacificar no para profundizar una situación anómala que los tiene como protagonista centrales, con o sin causa. Es momento, entonces, de resignar posiciones extremas de parte de quienes deben prevenir males mayores y no de provocarlos, precisamente.

N.H.

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