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Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

sábado, 26 de julio de 2014

Sudar la camiseta

Era uno de los reclamos que recibió de los admiradores, hinchas, argentinos Leonel Messi. No habría sudado suficientemente la camiseta quien con sus goles nos permitió llegar a la final del mundial de futbol. Esta solicitud que escuché por los medios me llevó a reflexionar si todos los que hacemos semejante reclamo a los demás ponemos todas nuestras capacidades y habilidades físicas, intelectuales o experiencias al servicio de una gesta donde los deseos comunes o el desempeño de una comunidad o de un país están en juego. Y estamos en medio de gestas no poco importantes en diversos órdenes de nuestras vidas, de nuestra salud, de nuestro futuro como nación independiente que pretende asegurar un presente con condiciones de vida dignas a sus habitantes y que estos logros no sean a costa de empeñar el porvenir de las nuevas generaciones.
Quienes pintamos canas, recordamos las múltiples etapas de crisis económica por las que hemos pasado, que no siempre nos afectaban por igual a todos los ciudadanos. Estando actualmente en un período de crisis de duración no conocida a nivel global, es bueno rememorar que siempre los más afectados fueron los argentinos que ocupaban el nivel más bajo de ingresos de nuestra pirámide poblacional, los que asimismo tienen más hijos e hijas, que necesitan de un Estado que vele por su salud, educación, nutrición, seguridad y otros derechos esenciales y prioritarios por encima de cualquier otro objetivo secundario.
Sudar la camiseta sería una obligación de los administradores de los recursos públicos con ese fin.
Asegurar la vacunación de todos los niños en edad de recibirlas forma parte de esa obligación de la que deben participar tanto las familias y los propios médicos. No obstante, hay porcentaje significativo de niños no vacunados contra la gripe (gratuita hasta los 2 años y para quienes padecen enfermedades crónicas) y que por consiguiente están en mayor riesgo de padecerla. Si bien “el general invierno” al decir de los estrategas militares ha sido benévolo hasta ahora, apuntemos a prevenir antes que lamentar. Me refiero benévola para con los niños pero no para un par de vecino en situación de indigencia, uno de los cuales falleció por el incendio de su precario hábitat.
Pero la amenaza que quizás más me preocupa y que puede estallar el 31 del presente mes de Julio, no viene desde un virus como el de la gripe que mencionáramos ni del rotavirus que se llevo la vida de 5 niños en Buenos Aires por no haber recibido la vacunación (al igual que la mayoría de los niños argentinos) y especialmente por no haberse re hidratado precozmente como ocurre en la mayoría de los casos que se presentan en los centros de atención primaria de la salud. Esta amenaza es económica-política-social y proviene de un grupo de especuladores o “buitres” que vienen ganando las batallas donde se presentan, sea en Perú o en algunos de los países más pobres África.
¿Hay lugar para que transpirando la camiseta podamos evitar un desenlace cruel para nuestro presente y las próximas generaciones que deberían afrontar una deuda monumental, mayor que la actual o ceder nuestra soberanía en aspectos claves para un desarrollo independiente de nuestro país?
Según un Director de YPF, Hector Valle, se confirmaría lo que semanas atrás anunciara el Presidente Mujica de Uruguay.
Vienen por el petróleo. Vienen por Vaca Muerta y todo lo que pueda bridarnos nuestro subsuelo. Nos han enviado una American Task Force Argentina, con un libreto redactado por un argentino, ex funcionario del FMI, Claudio Loser, donde hay argumentos esclarecedores de su real poder.
Si pagamos bajo sus condiciones: “permitía resolver viejos problemas argentinos, como la restricción externa y la inflación, al tiempo que dispararía una ola de inversiones originadas en los Estados Unidos”.
Puedo aceptar muchos de los argumentos que señalan que este gobierno nacional actuó con “impericia o malos modales” pero a su vez tengo bien claro que no fue el que nos endeudó sin nada a cambio ni renegoció la deuda incrementando los dólares o dolores que se debían, sino que estuvo bajo su mandato pagando una DEUDA ILEGITIMA que nunca fue analizada en el Congreso y que un Juez de la Nación la consideró fraudulenta. Pero lo que más me llama la atención es que este grupo amenazante, pueda aventurar que se terminaría la inflación, dando a entender, que está bajo su poder, directa o indirectamente, manejar este preocupante drama argentino, que lleva décadas sin corte tan abrupto. Concretamente, entregando el petróleo, se terminaría con la inflación, entre otras bondades de su oferta.
Ya no se trata solamente de sudar la camiseta. Conozco muchas familias, muchas madres, maestras, médicos, trabajadores, estudiantes que lo hacen a diario. Es cierto no todos lo hacen y quizás estén entre los que más lo piden. Ahora se trata de un problema eminentemente moral. Se trata de empeñar el futuro de nuestros hijos y nietos y muchas generaciones más o unirnos como en el mundial por esa camiseta que amamos, que nos hace emocionar al punto de la alienación, pero que ahora pide de nosotros lo mejor: sabiduría, patriotismo y abnegación.
Espero que quienes nos representen ante un juez parcializado, lo tengan. Pongamos nuestra parte.

Benjamín Malamud
Pediatra

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