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Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

viernes, 22 de noviembre de 2013

El nuevo tablero

Por Alfredo Ferrarassi

Con posterioridad al domingo 27 de octubre en Argentina tenemos un nuevo tablero político el cual entre otras particularidades deja al desnudo, sin maquillajes, sin ningún photoshop posible de aplicar, a la decadente política de los oficialismos, sea cual fuere su etiología, ya que el deterioro y el aislamiento es tan indisimulable, que solo aquellos que entiendan que deben producir cambios podrán llevarla sin mayores sobresaltos hasta el 2015 y solo quienes sepan leer lo que está pasando tendrán chances de aspirar a alguna continuidad, el resto se encuentra cercano a aquel sentimiento del “que se vayan todos”.
Este ejercicio debe hacerse bajando desde la nación al último pueblo, pasando por las deterioradas provincias. En efecto, la oportuna licencia que ha pedido la presidente, no solo le ha permitido reponerse de su malestar, sino no tener que enfrentar la durísima derrota electoral que ha sufrido, sin embargo el desbande de la tropa, el panorama de tierra arrasada, cual Éxodo Jujeño, que deja atrás de su paso la devastación de una mala administración, en la triste realidad de su gestión.
Más allá que los seguidores nieguen la realidad, la Republica está comprometida por la fuga del respaldo en divisas fruto de la improvisación y la desinversión energética, entre otras desafortunadas medidas que se observan y lo que es peor por las consecuencias a mediano y largo plazo, por el vaciamiento de técnicos que ha sufrido el Estado, por nefasto recambio de aquellos por los “chicos de la Cámpora” que han demostrado su ineficiencia, su desconocimiento, más su sideral soberbia, que no ha hecho más que destruir prácticamente al aparato estatal como andamiaje necesario para el funcionamiento serio de un país.
La mayor gravedad radica en que las “minas” que dejará este gobierno al irse condicionarán al/los próximos, dado el altísimo grado de abandono y descuido administrativo que saldrá a luz. Sin dudas la improvisación, el desgobierno, el mantener el séquito de amigos artistas y faranduleros adeptos, le cuesta al país enormes sumas de recursos, fondos que servirían de aplicarse medidas racionales para mantener hospitales, escuelas, universidades, seguridad, etc.
La mayor preocupación que tiene la actual gestión es que se garantice la no investigación de las medidas tomadas y la gestión de gobierno, dado que difícilmente puedan sortear con bien un examen imparcial judicial. Solo si pasan con éxito esto podrán tener la mínima esperanza de algún retorno, aunque difícilmente ello se produzca dado que este tipo de políticas populistas ya no tienen aplicabilidad en un mundo que ha cambiado en todos los sentidos y en el que no hay lugar para los nostálgicos de la parte final y comienzos de los cincuenta y menos de las medidas fascista-falangistas que se aplicaran en aquel entonces.
Una de las alternativas con que cuenta sería cambiar el gabinete, pero ello lo consideran un acto de debilidad, con lo cual, salvo un enroque de piezas, al mejor estilo gatopardista, nada cambiará en el nefasto entorno gubernativo. Así tenemos a Capitanich como Jefe de Gabinete y a Kicillof en Economía, con lo cual se confirma lo señalado. Atrás quedaron las propuestas de un “renovado” Aldo Ferrer a cargo de Hacienda, lo cual le daría el aire que los acreedores reclaman en esta oportunidad.

En la provincia las cosas no andan mejor. El narco escándalo continúa en sus implicancias y a medida que se amplían las investigaciones hay más comprometidos con el mismo y se teme que termine salpicando aún más al propio elenco gubernativo en sus distintos estamentos.
Aunque los escándalos no empiezan y concluyen en torno al tráfico de estupefacientes, en particular en la ruta 38, que sería el punto neurálgico del affaire, sino que de la Sota, un gobernador con aspiraciones presidenciales, no puede mostrar allende sus tierras, una imagen de transparencia total, dado que no solo es lo señalado, sino que su territorio se ha ha convertido en capital nacional de fraude electoral, lo cual está salpicando a todo el espectro político provincial.
Hemos recogido quejas de propios y extraños en el sentido que se deberían abrir las urnas al costo que fuere porque sería indigno que alguien asumiera sospechado, mancillando así una larga trayectoria de partidos que pueden exhibir esa pureza como el máximo capital ético con que cuentan.
En suma, una situación insospechada que esta horadando la imagen de Córdoba, la cual ha sido el motor de los grandes cambios sociales y políticos del país y que ahora adquiere la fama de ser donde se ha reinstaurado una suerte de “fraude patriótico” que amenaza con llevarse puestos a los partidos mayoritarios por las implicancias que tiene.
Aparecen las dudas de aquella elección poco clara en que Juez fue despojado de su triunfo y no se abrieron tampoco las urnas ante el reclamo que hiciera, por ello hubiere sido lo estratégicamente aconsejable que aún el propio ganador de la banca se hubiese puesto al frente del pedido de apertura y recuento de votos, dando un ejemplo, que seguramente tendría de no resultar ganador, un posterior rédito político de incalculables alcances por el gesto republicano exhibido.
Así las cosas el debate queda instaurado y se le debe sumar la pesada herencia que dejará la actual gestión que ha tomado prestamos prácticamente usurarios y que condicionan las próximas gestiones en nombre de la ambiciones presidenciales del “gallego”, que cuán cuento, prepara su héjira, bajando las pretensiones a una vicepresidencia, a un ministerio, a una embajada o a un cargo de legislador, con lo cual el panorama que se observa es de una solapada retirada.

En el orden local, también se observa una cierta desilusión con la marcha de los acontecimientos, en especial por haber perdido dos años sin realizar cuando menos una presentación en la Justicia de las diferencias encontradas en la administración o de casos puntuales como el “extravío” del equipo de audio del ex cine Rex que hubiere significado un mensaje claro hacia quienes apoyaron aquel proyecto.
El panorama tiene un condimento impensado ya que una serie de vecinos, entre los cuales hay propios y “extraños”, que piensan en crear una nueva opción política, no para abrir un espacio en contra de Arduh, sino para crear una fuerza que se alíe con el mismo desde una posición de fortaleza, para reclamarle ciertas medidas y la corrección algunos rumbos. En todos los casos los une el terror que retorne el anterior signo y el temor a las represalias que tomarían, por lo cual decidirán apoyar la actual gestión, pero desde una óptica critica.
Los resultados electorales lejos de tranquilizar a unos y desvelar a otros, parecen poner a todos en estado de alerta máxima, puesto que están desnudando crisis latentes y generando la aparición de viejos conflictos, aunque sean originados en otros tiempos y en otras fuerzas y que éstas hayan perdido peso político local.

El caso concreto es el del FIT opción que ha crecido más del doble en La Falda, sin embargo no logra convocar en las reuniones a vecinos del lugar y ha generado una crítica hacia ciertas pautas respecto al manejo estratégico a seguir en nuestra localidad.
Las discusiones giran en torno a si es conveniente tratar de “armar” una lista aquí, la cual está casi a un poco más del 100% de los sufragios requeridos para un concejal y ser funcional a los intereses del justicialismo que las alentará, porque serán las encargadas de restar votos a la UCR y a río revuelto… podemos esperar un cabeza a cabeza como aquel de los recordados 12 votos de diferencia.
Otra de las criticas gira alrededor si la política de la ambulancia (levantar heridos de los otros partidos) llevada adelante años anteriores por el juecismo y que tuvo en el interior un rotundo fracaso, puede ser reactivada nuevamente. Lamentablemente ello sucede cuando se da la contradicción entre un crecimiento significativo en las urnas y una casi nula convocatoria y lleva a los dirigentes a desesperarse, a tratar de congregar a figuras ideológicamente opuestas, que no solo no sumarán nada, sino que producirán una implosión por las diferencias marcadas que se observan.
El federalismo ha calado hondo en los hombres del interior, no solo por la pésima relación nación-provincias y el avasallamiento de éstas, sino en la injusta relación ciudad capital provincial-pueblos, por lo tanto quien no comprenda que las ciudades, poblaciones y comunas provinciales quieren tener su propia política, estará errando el diagnóstico y solo reproduciendo por repetición aquellas conductas erróneas que se han seguido anteriormente, por ello aquella frase del juecismo sobre la copa de oro y la de leche, hoy recobran fuerzas, puesto que difícilmente se alcance un concejal, ya que hay que entender que las elecciones en La Falda son antes, por lo que la tracción es prácticamente nula y se puede fácilmente volver al caudal originario que es exactamente el 100% menos del actual.
En cambio si se produce un frente amplio, tipo UNEN, las perspectivas de triunfo se acrecientan y proporcionalmente la de corregir algunas orientaciones que resultan irritativas actualmente, como aquellas de continuar relaciones con ciertos personajes de triste fama, aun en el anterior régimen, que con su desfachatez, no solo producen escozor, sino irritación por lo que significan y por como exhiben su impunidad de manera provocativa.
Por último, pretender comparar a radicales y peronistas como iguales, es cuando menos una perfidia y creer que los votos del FIT vienen de los barrios menos pudientes, un delirio total, ya que en su mayoría son de clase media y alta.
Para cerrar la nota veamos el caso de Casa Grande donde se obtuvo un caudal de sufragios importantes ganándosele al propio PRO, esos votos vienen de los sectores de reciente radicación en la comuna y al igual que en el resto de la provincia y nación, han sido fruto de la tracción que los dirigentes nacionales produjeron y no tanto por las respetables figuras provinciales.
Citamos a Casa Grande porque sabemos que no solo no se trabajó, sino que ni se fiscalizó y sin embargo el resultado ha sido más que halagüeño, por lo que aquel que se crea “dueño” de los votos, no solo esta errando el viscachazo, sino cuando menos “meando fuera del tarro”.

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