Nombre:
Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Hemos perdido el rumbo

Por Alfredo Ferrarassi

Observando el reciente Ecos de Punilla, donde hay una nota de un vecino que hace referencia a la idiosincrasia, el problema identitario y la historia de La Falda. Sin dudas el mismo, con lógica inquietud se plantea sobre los orígenes de nuestro pueblo y se remite al Edén Hotel. Hasta aquí un somero resumen de la misma, en la que también se hace referencia tangencial a la metodología utilizada y se pone en dudas la efectividad de la misma.
Esta opinión, que evidentemente hace mención a un sentimiento instalado en La Falda respecto a las ciencias sociales, más el actual estado de “no contest” en que se encuentra la Junta Municipal de Historia, que hace más de un mes cuenta con un proyecto de dictamen, sin haberse ni reunido, ni tratado el mismo (ver adjunto), más el desánimo que ha calado hondo en el espíritu de varios miembros de ésta, sobre la conveniencia de poder continuar funcionando y en el mío propio sobre si justifica el enorme esfuerzo de años privándonos de atender necesidades personales, para adquirir libros, para asistir a cursos, posgrados, solventar y realizar investigaciones, que nos permitieran contar con un andamiaje científico e información, para volcarla en beneficio del pueblo y que por lo visto en los “corsis y ricorsis” de la historia, al final queda la triste sensación que ha sido todo en vano porque no nos hemos podido desprender del sesgo autoristarista que heredamos de nuestro pasado nazi-fascista y basta que la “sagrada familia” amenace con un escándalo para que todo se paralice y quede en stand by.
Si en la nación estamos viviendo una década perdida, aquí estamos transitando la tercera década extraviada y como en el juego de la oca, hemos vuelto por la ceguera de nuestros dirigentes, a aquel 1990, cuando se llamó a las “personas entendidas” a una reunión en el ACA, dando comienzo a la Feria de las Vanidades Faldenses, que veintitrés años después nos devuelve a aquella lejana década final del siglo XX.
Lamentablemente pretender estar actualizado es en nuestra ciudad un pecado capital, aunque posteriormente todos nos rasguemos las vestiduras sosteniendo que aquí nadie agarra un libro después que se recibió y criticando la chatura en la que estamos, pero no vaya a pretender salir de ésta, porque se corre el riesgo de la condena en nombre de la “santa inquisición vernácula”, por atreverse a ejercer el simple derecho a pensar sin tutelaje previo.
Gracias a la asistencia a jornadas y congresos en los últimos años, en las más diversas ciudades, pueblos y comunas de la provincia, nos atrevemos a sostener que somos un caso único, ya que no sentimos ni pertenencia, ni respeto por los saberes en algunas disciplinas, ya que aquí prima una posición temeraria respecto a los avances científicos y por doloroso que suene, solo basta tener, plata mediante, cierta posición para convertirnos en opinólogos de cuanto tema se cruce, aunque no podamos ver más allá de la punta de nuestras propias narices.
Veamos, en la edad media y hasta muy avanzado el siglo XIX en sus finales, en las barberías se efectuaban sangrías y se sacaban muelas, hoy a nadie se le ocurría ir al peluquero a que nos atienda una carie, porque existen especialistas y porque los meterían presos por el ejercicio ilegal de la medicina o una de sus ramas. Por carácter transitivo, en Argentina desde 1950 (para tener una referencia aproximada) existen Facultades de Filosofía y Humanidades, con Escuelas de Historia, de la que egresan desde profesores a licenciados, de magister a doctores, que ocupan cargos en las más diversas universidades del mundo, ¿Entonces porque no podemos valorar a las ciencias sociales? ¿Por qué el ninguneo, el odio visceral hacia quienes estudiaron humanidades?
Vaya uno a saber, desde egos mancillados, desde frustraciones de lo que quisieron ser y no pudieron, a lo doloroso que puede resultar pretender salir del clóset de la ignorancia, etc. Lo cierto que en nuestro pueblo no se hace nada por la ciudad o los vecinos, sino en contra de…, ejemplo de esto es el caso de ciertas instituciones que han nacido porque en las existentes no se podía tener cabida por el enquistamiento, con lo cual bienvenidas sean porque renovaron el aire viciado, aunque eso solo sea en las nuevas donde se pudo producir la oxigenación necesaria.
Recientemente conversábamos con otro miembro de número de la Junta y posteriormente con algunos vecinos, reflexionando lo triste que es a treinta años de haber recuperado la democracia tener que pensar en buscar otros horizontes donde poder desarrollar nuestras especialidades, porque aquí no están dadas las condiciones para poder hacerlo, dado que es una constante tener que distraer un tiempo valioso en justificar las razones de tal o cual metodología u orientación investigativa, cuando lo lógico sería alentar a éstas para saber más sobre nuestro rico pasado.
Esto no es achacable a la actual gestión, sino que arranca de mucho más atrás, tiene origen en haber puesto la partidocracia por encima de la ciencia, la militancia por encima de la razón, hasta llegar a este presente, que como sostenía un faldense, ex estudiante de historia, “desgraciadamente aquí parece no haber llegado la revolución del conocimiento” y por duro que suene, si miramos lo que está sucediendo con el simple hecho de querer contar con una fecha simbólica de nacimiento, jamás hemos sostenido de fundación, en el que es imposible el más minúsculo dialogo en términos serios, con manejo indispensable de la ciencia a la cual nos queremos referir, porque de lo contrario retrocedemos a los conceptos de historia del siglo XIX y ello es grave ante el permanente y sostenido avance que ésta tiene en la actualidad en el mundo.
Para concluir me gustaría resumir todo con una simple apreciación, ¿Cómo podemos pedir una actitud diferente respecto a la historia, si en La Falda no hemos visto jamás flamear la bandera de Córdoba? Si aquello que nos identifica y de la cual sentimos orgullo por su representación: el federalismo artigüista y el sol jesuita, parece no tener peso protocolar. Entonces ¿podemos esperar otra actitud ante tan contundente transgresión?
Evidentemente no, porque aquí como decía mi amigo “la revolución del conocimiento “’brilla por su ausencia’” y si quien debería velar por el cumplimiento protocolar de una ley provincial, literalmente se la pasa por el forro…del bolsillo ¿Qué puedo esperar para abajo? Absolutamente nada, ¿Podemos así pedir que amemos nuestra historia?, seguramente no, porque el amor por el pasado y lo identitario es una construcción que aquí aún continua en veremos desde 1990.
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Proyecto de dictamen

Por Alfredo Ferrarassi


El que suscribe, Alfredo Ferrarassi, DNI 5533802, eleva a la Junta Municipal de Historia de La Falda, en su calidad de Miembro de Número, el siguiente proyecto de dictamen, a los efectos de poder contar un Protocolo al cual se deberán ceñir las presentaciones que hagan a ésta, tantos integrantes del cuerpo, como vecinos de la ciudad, que eleven o presenten hipótesis de trabajo.
Calculamos que con esto resuelto, la Junta no debería tener problemas de funcionamiento y que vería facilitado su accionar, pudiendo dedicarse exclusivamente a su labor investigativa y de organización de eventos de extensión, no debiendo ver paralizado su accionar por ninguna causa.

Propuesta
Primero: Salvo por expreso pedido del Poder Ejecutivo y/o Legislativo Municipal, la Junta solo emitirá Dictámenes en casos contemplados en el corpus del Reglamente Interno, con esto se podrá ganar operatividad, ya que se abocará a sus labores específicas antes señaladas.
Segundo: en los casos que Miembros y/o vecinos de la Ciudad hagan presentaciones que requieran la elaboración de los mismos, se deberá observar el siguiente Protocolo: A) en todos los casos se deberá presentar por escrito una nota conteniendo los motivos y razones de dicho accionar. B) Una vez recibida la misma, se notificará que existe un plazo perentorio de quince (15) días hábiles para fundamentar dicha propuesta. C) La hipótesis a tratar deberá contener, no solo la fundamentación de la misma, si no contar con un aparato erudito, en cuanto a citas, documentación y contenido que se ajuste a las normas que se requieren en este tipo de presentaciones tanto en congresos, seminarios y/o presentaciones académicas. Dicha exigencia no es para tratar de impedir presentaciones, ya que se podrá escuchar “in voce” la misma, solo que de no ajustarse a un procedimiento normativo, la Junta quedaría virtualmente paralizada realizando estudios para terceros, que son quienes al ser autores de hipótesis deberán fundamentar adecuadamente la misma para poder justificar la propuesta.
Tercero: una vez recibida aquella y sujeta a revisión profunda, de no ajustarse a las disposiciones propuestas, se le podrá conceder un plazo extraordinario de siete días corridos, para que en base a las correcciones efectuadas se adecue la misma. Vencido dicho plazo no se hará lugar a pedido alguno, salvo excepciones justificadas de real fuerza mayor.
Cuarto: No existirá la condición de apelación a lo resuelto por la Junta Municipal de Historia de La Falda, debiendo pasar un lapso de seis meses, preferiblemente fuera del calendario anual, para evitar que sea trabado el accionar de la misma.
Quinto: En todos los casos se deberá repetir el procedimiento señalado, esto es presentación de nota formal, posteriormente de la hipótesis desarrollada, preferiblemente con modificaciones sustanciales a la no considerada oportunamente. Los plazos se deberán observar de manera estricta, para evitar suspicacias e inequidades, tanto de uno como del otro lado del proceso solicitado.
Sexto: La Junta podrá, una vez iniciada una presentación, tratar el tema creando una comisión ad-hoc, sin embargo la resolución final no podrá ser tomada si no de manera plenaria observando la mayoría de sus miembros, ya sea para su aprobación o su rechazo.
Séptimo: Las medidas formuladas son implementadas a los fines de poder establecer un funcionamiento adecuado interno y poder organizar, de acuerdo a lo establecido por Carta Orgánica Municipal, los organismos que de ella dependen y que deberán ser puestos en marcha para no incurrir en el incumplimiento lo establecido por ley suprema municipal.
El mismo se incorpora en el carácter Anexo al Reglamento Interno y se guarda copia en el Libro de Actas y se manda imprimir ejemplares para ser entregado a quienes se encuentren encuadrados en dicha normativa. Se informa del mismo para idéntico fin al Honorable Concejo Deliberante y a la Dirección de Cultura, en la figura de su directora.
Dada en la Ciudad de La Falda a los 7 días del mes de Octubre de 2013, en reunión plenaria de la Junta Municipal de Historia de La Falda.







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