Colón, Colón y….

Por Alfredo Ferrarassi

Cuando las crisis golpean fuerte a los gobiernos, estos suelen apelar a maniobras de alto impacto para distraer la atención de las cosas que les molestan y les hacen perder imagen, máximo cuando se está en las cercanías de un proceso eleccionario.
Este tipo de maniobras es es tan viejo como la historia misma, sino recordar aquel general griego Alcibíades, que tenía un perro del cual todos hablaban por la belleza de su cola y que un día se la cortó, al preguntársele a un filosofo éste manifestó: “…mientras hablaban de su perro, no hablaban de las arbitrariedades y corrupciones de su gobierno”.
Con esto queda claro que siempre que se hable de otra cosa, que se distraiga la atención del tema central son puntos que se suman a favor. Hace unas semanas en el tema de la evasión hacia paraísos fiscales, se montó una operación para farandulear el tema, entonces los periodistas chimenteros, pasaron a ser “profundos analistas políticos” y de pronto era más importante hablar de la familia Calabró y de la Jelinek que del escándalo en sí.
Ahora la infantil acción de pretender sacar a Colón de su emplazamiento detrás del despacho presidencial, ha acaparado la atención de buena parte de la población mientras se trata de desvirtuar las denuncias que sobre corrupción se continúan haciendo a diario.
Nos ha quedado grabado en la memoria aquel episodio famoso en el gobierno de Arturo Frondizi, cuando un submarino desconocido fue avistado en aguas jurisdiccionales argentina, más precisamente en el Rio de la Plata, que motivó se montara un operativo para capturarlo. En aquellos años no existía la televisión en el interior de país, de tal manera que las familias se ubicaban alrededor de las viejas radios para escuchar las noticas y comentar las novedades del día.
Mientras el submarino evadía el cerco colocado, las mallas en el rio, los patrullajes, etc., por otro lado se firmaban los ignominiosos contratos petroleros que hacían entrega a empresas multinacionales de nuestras riquezas estratégicas. Contratos, que por otro lado, valga la pena destacar, serían anulados el 15 de noviembre de 1963 por el Presidente Arturo H. Illia.
Por lo tanto no debe extrañarnos que estas situaciones se repitan toda vez que un gobierno en aprietos, como es el actual, recurra a distractores de la realidad, a los efectos de desviar la atención de los temas centrales que se están produciendo. El polémico traslado del monumento a Cristóbal Colon, aunque dure una semana “en el candelabro”, será siempre una semana ganada por quien evidentemente ya no tiene tiempo para tratar de maquillar la terrible y terminal crisis financiera en la que estamos inmersos y para la cual evidentemente no tiene respuestas.
Llegará un momento en que ya no bastará con organizar “pantagruélicas” fiestas populares, con músicos que cobran en dólares y que hacen junto a los artistas aplaudidores el complemento necesario en las puestas en escenas de las presentaciones oficiales de la primer mandataria.
Sin dudas el deterioro de la actual gestión es tan grande que cada encuesta que se le acerca al equipo de campaña, les hace ver que la impopularidad va en aumento y que escasamente sobrepasa, de momento, el 30% de la intensión de votos, lo cual le ha llevado a tener que tomar medidas “urgentes” tratando de morigerar la decadencia que se manifiesta a diario.
La inflación en constante aumento ha abierto los ojos de los argentinos y hecho ver que la propaganda oficial no es cierta, que hay una verdadera manipulación goebbeliana de la realidad, aunque el lema... ”Miente, miente que algo quedara” ya no surte efecto y por fuera de la militancia, el resto de la sociedad, casi nadie cree en el discurso gubernamental, tal como sostiene la sentencia popular, que “no hay peor astilla que la del mismo palo”, en este caso recordar que “la única verdad es la realidad” es lo que termina desautorizando al gobierno en su discurso mentiroso de “la vida es bella”, el cual repiten algunos ilustres en nuestra localidad.
El haber corrido los partidos del campeonato de la AFA a horas, cuando menos imprudentes, de la noche para tratar de superar al denunciante Jorge Lanata es muestra de la desesperación oficialista y del temor que significa la prensa libre para un régimen que se basa en la multiplicación exponencial de la propaganda como manera de transformar la realidad, con el aditamento que terminan siendo presa de lo mismo que tratan de promocionar, es decir cuando se terminan creyendo las propias mentiras significa que hemos perdido la realidad de vista y que se vive en un mundo de fantasías disneylianas.
Ya han aparecidos voces que desalientan que el próximo partido del inefable “Futbol para todos”, una versión moderna de aquel viejo circo romano, se juegue el próximo domingo por la noche a las 21.45, por lo peligroso, que no solo por su horario, sino porque si llegara a descender uno de los “cuadros grandes” nadie garantiza la más mínima integridad del asistente, del vecino o de quien deba transitar por puntos álgidos en el “camino de vuelta a casa”. Es que, a la hora de tratar de restar puntos en la planilla de IBOPE a “Periodismo para todos”, para el kirchnerismo “el fin justifica los medios”.
La verdad de las encuestas queda demostrada en la modificación que realiza el gobierno de su propio gabinete, cuando saca de escena en Santa Fe al impopular Agustín Rossi, un “todo terreno”, que en la provincia de “la bota”, sufre de manera permanente, por la arrogancia que tiene, la huida de votos hacia un invento político de dudosa capacidad gubernativa, como es Miguel del Sel o a hacia las filas del socialismo de ex gobernador Hermes Binner.
La salida de escena del ex presidente de bloque de diputados nacionales oficialistas, es una decorosa manera de sacar de circulación a un verdadero “pianta votos”, que ha terminado pagando caro su alineación incondicional con un gobierno que como en los juegos de ajedrez termina sacrificando un caballo en la espera de una próxima jugada salvadora.
Otro elemento incontrastable de la realidad, de esta supuestamente errónea “década ganada”, es que en los últimos tres años según las cifras la ONG “Médicos del mundo” (MDM) se duplicó la gente que vive en la calle, lo cual sumado a las reales estadistas, no a las del mitómano INDEX, cada vez hay más gente sin trabajo o haciéndolo en negro, lo cual puede ser definido, al menos en el caso argentino, como la nueva forma de esclavitud reinante, dado que quien está en esas condiciones, pierde enormes cantidades de derechos a futuro, por ejemplo el de una jubilación digna.

Ya nadie cree en los escritos de Carta Abierta liderada por un grupo de intelectuales que cuando mínimo han perdido de vista lo que está sucediendo y fuerzan la realidad de acuerdo a lo que suponen debe ser y no a lo que realmente es.
Cuesta a lo largo de la Historia Argentina encontrar algún ejemplo como el de la citada “juntada” de pensadores jugando tan abiertamente a favor de un gobierno, al grado de estimar que si los citan de 6,7,8, todo lo que digan debe ser verdad. Se podrá decir que Sur, que Proa o que el movimiento martinfierrista tuvieron sus preferencias ideológicas, lo cual es cierto, como también lo es que antes que a la lucha de las ideas, que también estuvo presente, apostaron al mundo de la estética y la calidad literaria por sobre todas la cosas.
Por lo tanto el caso de este grupo es paradigmático por lo que representa y por cómo han subordinado la producción intelectual a la militancia y no es que el intelectual no deba tener su “corazoncito” partidario, porque ello sería tener una ceguera peor que la que pretendemos criticar, pero aún tomando a Cuidad Futura, el Club de Cultura Socialista José Aricó o Puntos de Vista, nada se parece a lo que es y representa Carta Abierta como expresión de la sujeción a un gobierno, al grado que mal no le vendría el subtitulo de “Órgano Oficial del Frente para la Victoria”. Lo cual es una verdadera lástima porque alguno de los integrantes, por su producción individual son dignos de ser tenidos en cuenta, pero cuando pasan a ser un brazo más de la militancia K, pierden totalmente la objetividad y se convierten en fanáticos.
Por último en este absurdo carnaval fuera de temporada, en este “corso a contra mano” que presenta la inducida “realidad argentina” el control de precios que se pretende imponer desde el gobierno, pero a través de “La Cámpora”, no ha hecho más que agitar aún más las aguas de la política y por más que los mismos tengan una vocación de servicio, de solidaridad social, porque no podemos dudar de sus más intimas convicciones, lo cierto es que a nivel social han recibido la condena y solo basta con oír las emisoras de radio, los vecinos en la calle, leer los comentarios en los diarios y periódicos para observar que cuando menos despiertan sospechas y miedo, lo cual es malo porque se deben atraer a los jóvenes a la política, pero es atroz pensar que algún día pasen a ser “los imberbes” del siglo XXI, porque a la hora de tener que deslindar responsabilidades, no tenemos la menor duda que reiteraran aquella frase del General al momento de echar de la plaza a la otra “juventud maravillosa” porque las heredades de los mandatos son los peores designios de la historia que pueden tener los partidos políticos esquematizados.
Sostienen quienes se dedican a escudriñar lo que sucede puertas adentro de la “rosada”, que después del jaleo con la CABA por el traslado del monumento se escuchó entonar, ya no la marcha, sino un “Colón, Colón y su hijo Cristobalito…”