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Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

viernes, 17 de mayo de 2013

Los Selk’nam Fueguinos Extinguidos: ceremonias, medicina, costumbres funerarias, sitios arqueológicos (VI)

Por Alberto E. Moro

Ceremonias
Según la leyenda Selk'nam, en un tiempo muy lejano las mujeres se habían confabulado y se reunían secretamente para implementar los medios de aterrorizar a los hombres y tenerlos sojuzgados en una suerte de matriarcado mitológico. Tales encuentros se llevaban a cabo en una cabaña llamada HAIN, en la cual pintaban sus cuerpos, disfrazándose para asustar a los hombres. Pero el Sol, descubriendo el engaño, alertó a los cazadores; y éstos, vigilando a sus esposas, madres y hermanas, confirmaron sus sospechas, acudiendo una noche munidos de grandes estacas, para dar muerte a todas las mujeres, a excepción de las niñas pequeñas e inocentes. También la luna cómplice -nos relata Massone- fue, según ellos, golpeada y lanzada sobre el fuego, de donde logró escapar subiendo al cielo, donde aún pueden observarse en su rostro las huellas del castigo.
A partir de aquel momento, los hombres fundaron su propio Hain, invirtiéndose los papeles y originándose así el sistema patriarcal que hoy es característico de los Selk'nam.
Una de las ceremonias más importantes era la de la iniciación de los jóvenes varones, que en tales circunstancias pasaban a ser denominados KLOKETEN, debiendo afrontar durísimas y agotadoras pruebas físicas, recibir aleccionadoras informaciones, y enfrentar en soledad la sugestiva y teatral aparición de seres pretendidamente sobrenaturales por los cuales no debían dejarse amedrentar. Una vez pasadas estas pruebas con éxito, se los consideraba ingresados al círculo de los adultos, donde los ancianos les transmitían sus tradiciones y les aconsejaban sobre las pautas morales que deberían observar en el futuro.
También tenían una ceremonia de paz, denominada JELJ, que se ponía en práctica cuando dos grupos rivales decidían poner fin a las mutuas agresiones que a menudo culminaban en matanzas. Solo si ambos bandos estaban de acuerdo en poner fin a las hostilidades, se constituía el Jelj, en el cual convenían olvidar los agravios, las ofensas y los asesinatos de sus respectivos parientes. La ceremonia tenía aspectos muy interesantes, según el relato de Bridges que asistió a una de ellas, incluyendo demostraciones de valentía y destreza cuyos pormenores no transcribimos pues prolongarían demasiado este trabajo. Lo importante, es que después de este acto ceremonial, la paz quedaba restablecida en forma duradera y las familias paseaban juntas en forma amistosa.

Medicina
La curación de las enfermedades estaba en manos del Shaman o Chaman, típico curandero de los pueblos aborígenes. Los Selk'nam lo denominaban KON, y lo destacado y eficiente de su rol dependía de su habilidad como taumaturgo, pues no conocían ni utilizaban medicamento alguno. Fuertes fricciones, sacudidas, ampulosos movimientos, saltos y gritos, eran el arsenal terapéutico con que contaban, y que debían apoyar en una elevada cuota de histrionismo. A continuación del despliegue exorcista, el Kon se aproximaba al enfermo y, con gestos teatrales de prestidigitador, simulaba extraer del cuerpo del enfermo algún objeto que supuestamente era el causante de la enfermedad: una semilla, un hueso, un insecto. A falta de una etiología médica científicamente fundada, solían atribuir la enfermedad al daño intencional de algún Kon de un grupo rival, el que a menudo y desafortunadamente, pagaba con su vida la infundada acusación.

Costumbres Funerarias
La muerte de una persona era llorada por sus familiares, en extrovertidas demostraciones de pesar acompañadas de gritos y lamentaciones, y no pocas veces infligiéndose profundos cortes en cara, pecho y brazos, que generaban cicatrices indelebles. En ocasiones, y en señal de luto, se pintaban el cuerpo y se cortaban el cabello en forma circular, semejando la tonsura que usaban no hace muchos los sacerdotes católicos.
Todas las pertenencias del muerto eran destruidas o quemadas, excepto la capa de pieles que era usada como mortaja. El cuerpo era enterrado sin ajuar funerario alguno, y el lugar cubierto con piedras y troncos para evitar el asalto de los animales carroñeros. A partir de ese momento, el nombre del difunto era tabú, y el lugar del enterratorio era evitado por largo tiempo.

Sitios Arqueológicos
Uno de los problemas que tienen que enfrentar los arqueólogos que estudian a los Selk'nam son las casi siempre invisibles huellas que han dejado los precarios campamentos de estos aborígenes. Sus asentamientos eran muy difíciles de localizar y visualizar aún estando habitados, como muy bien coinciden todos los etnógrafos, en parte debido quizás a la estrategia de evitar el contacto que habían adoptado después de conocer las armas y sobre todo las intenciones de los blancos.
¿Qué grado de visibilidad pueden presentar entonces sus residuos, cuando ya han transcurrido años, centurias o milenios? De allí la escasez de sitios, así como las pocas chances de encontrarlos nuevos. Esta es, sin duda, una gran dificultad. Sobre los sitios arqueológicos existentes, puede decirse que los hay de dos tipos. Algunos muy visibles, denominados "conchales" que están situados cerca de la costa, generalmente al abrigo del viento en depresiones del terreno, y que pueden alcanzar dimensiones cercanas a los cien metros de largo por tres metros de profundidad o espesor. Son en realidad lugares de recolección de mariscos, a los que los indígenas concurrían por no demasiado tiempo, pero sí infinidad de veces, en forma periódica y reiterada, lo que originó esos enormes depósitos de conchillas y restos variados, entre los cuales excavando pueden encontrarse algunos restos significativos, como materiales líticos. Y no mucho más. Por otro lado están los verdaderos asentamientos de las familias, mucho más representativos como generadores de información, pero mucho menos visibles y localizables, aunque ciertamente han de ser infinitamente más abundantes.
La localización de los sitios depende muchas veces del azar, pero en el caso de los Selk'nam, es a veces un indicio de la presencia cercana de un sitio la existencia de valvas de moluscos a flor de tierra en lugares no muy cercanos a la costa, pues el consumo de estos animales produce comparativamente con otros alimentos una enorme cantidad de desechos que por su pétrea y nacarada consistencia perduran muchísimo tiempo sin destruirse. La mayoría de los sitios encontrados en el norte de la isla son en general muy chicos, y presumiblemente formados en muy poco tiempo, lo que sugiere una altísima movilidad de estos grupos, al menos en el período tardío. Algunos análisis sugieren que podían realizar hasta sesenta traslados residenciales por año, lo que significa un cambio de campamento cada seis días. (Kelly, 1983, citado por Borrero).
Otra dificultad para el análisis e interpretación de estos sitios, es la incidencia de múltiples factores que pueden alterar la estratificación de los residuos y elementos que puedan encontrarse. En los últimos años se han publicado cantidad de trabajos sobre los procesos naturales que pueden alterar los sitios (entre ellos los de Wood y Jhonson, l978, y Schiffer, 1987, citados por Borrero), los cuales contribuyen a dar significado a los materiales que se encuentran. El congelamiento y descongelamiento del suelo, la circulación de agua, los movimientos subterráneos de las raíces, el accionar de los roedores, el efecto de la exposición al sol, etc., son solo algunos de los factores a que aludíamos al comienzo de este párrafo, y que pueden alterar los registros arqueológicos, por su efecto dispersor y desorganizador de la estructura de los sitios.

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