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Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

viernes, 17 de mayo de 2013

Conflicto en el Consejo de la Ciudad - El Defensor del vecino consideró que la instancia administrativa no está agotada e invitó a conciliar ante Mediadores de la Defensoría del Pueblo de la provincia

Enrique Cagliero, tras el análisis de la documentación elevada por las partes en conflicto, determinó que el Concejo Deliberante y el Poder Ejecutivo han actuado en forma correcta y que no se ha agotado la vía administrativa, proponiendo una instancia de mediación cono salida al diferendo. El Intendente se reunió con representantes institucionales y abogó en favor de esa propuesta.

El Defensor del Vecino de la Ciudad de La Falda, Enrique Cagliero, que intervino en el conflicto a raíz de la presentación concretada por el Centro Vecinal Villa Edén que entendía deben rectificarse las modificaciones introducidas en el Reglamento interno del Consejo de la Ciudad a las que considera excluyentes y discriminatorias, entre otras consideraciones, una vez evaluados las documentaciones presentadas por la institución vecinal, las solicitadas y recibidas del Consejo de la Ciudad, Poder Legislativo y Poder Ejecutivo, resolvió, a través de la Resolución Nº 8 de la defensoría, que “Este Defensor del Vecino ha observado que el Honorable Consejo Deliberante, como el Departamento Ejecutivo, en sus respectivas Ordenanza y decreto, la primera repudia y pone en conocimiento de autoridades de las instituciones integrantes los términos de la declaración de repudio y en su art. 3 remitir por Secretaría del Consejo de la Ciudad para su conocimiento, o sea que no desconoce expresamente a dicha institución. El Departamento Ejecutivo en su Decreto 430/13 impugna y desconoce validez a todo acto celebrado bajo el reglamento impugnado y no ordena, sino que exhorta, es decir en términos jurídicos, pide, solicita, realizar un nuevo acto para la elección. Creo que es correcta la forma en que el Consejo Deliberante y el Señor Intendente han tratado el tema, ya que no se ha agotado la vía administrativa y deja abierta la posibilidad, gracias a la democracia que nos toca vivir, de disentir, no teniendo duda este Defensor de la buena fe y criterios adoptados por las instituciones en conflicto tomarán las medidas necesarias para solucionarlas, en futuro inmediato, que percutirá en un beneficio directo para todos los vecinos, en un marco de paz y entendimiento que permitirá a todos los miembros involucrados, cumplir cada uno con su función específica y en bien de la comunidad que tienen problemas concretos y que necesitan un funcionamiento pleno de todas las partes.
Por todo lo expuesto Resuelvo: i) Invitar las partes intervinientes en el presente conflicto, a prestar conformidad para que este Defensor del vecino, quien puede, de acuerdo al Art. 18 de la Ordenanza Nº 1023, realizar una mediación, para la cual cuenta con el cuerpo de Mediadores Profesionales de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Córdoba, quienes aportarán toda su profesionalidad y experiencia sin ningún tipo de presión y en forma totalmente independiente, teniendo como único objetivo llegar a un acuerdo donde nadie pierde y los únicos triunfadores sean nuestros vecinos.
II)Subsidiariamente el Centro Vecinal Villa Edén debe agotar su reclamo por la vía administrativa ante el Consejo de la Ciudad, Honorable Concejo Deliberante y Departamento Ejecutivo.
III) Agotada la vía administrativa, quien se considere agraviado por la medida asumida por las autoridades Municipales deberá recurrir a la vía judicial que corresponda”.
(Las negritas en el texto del documento por decisión de la redacción de Ecos).

Reunión del Intendente con representante de instituciones
En este mismo marco y tal como se había anunciado, el intendente Arduh se reunió con representantes de instituciones el lunes último en horas de la tarde, reunión a la que no asistimos porque se nos informó oficialmente que no estaba prevista la participación de la prensa, con posterioridad, en horas de la mañana del martes, el Intendente hizo declaraciones públicas en las que sostuvo que “la reunión transitó, hasta cierto punto, en buen tono, después hubo algún cruce de declaraciones de miembros de instituciones, pero, en definitiva, y es bueno decirlo, a instancias del Defensor del Vecino y a mi me pareció una excelente idea, que coincide con la que tenía cuando se inició el problema, el de establecer un sistema de mediación para resolver esta cuestión que está, digamos en algún punto, empantanada. A mi me parece fantástico, el espíritu de la mediación es deponer actitudes que pueden molestar la conformación de algún diferendo y estoy dispuesto a hacerlo. Así que en breve voy a citar a las instituciones a una mediación, y decidirán si quieren que sea solamente entre nosotros , estamos viendo, las partes que entre comillas estamos en conflicto, si hará falta la presencia de algún mediador profesional, el Defensor del vecino se ofreció también a estar presente. De mi parte tengo el diálogo abierto para solucionar, pero siempre en el marco de la Carta Orgánica y la Ordenanza que regula el Consejo de la Ciudad”.
En referencia a que hubo que aclararle a los representantes institucionales que hoy el Consejo de la Ciudad no funciona como tal, mantuvo que “el decreto que oportunamente emití impugna las modificaciones y desconoce cualquier acto realizado bajo un Reglamento Interno que creo violatorio de la Ordenanza y Carta Orgánica. Ese decreto exhortaba a las instituciones integrantes a convocar a un nuevo acto eleccionario, Es decir, hoy por hoy, desde mi punto de vista, el Consejo de la Ciudad no está funcionando. Como ente ejecutivo de contralor de las ordenanzas interpreto que se ha violado la normativa vigente y hay un indicio de ilegalidad al respecto, esto puede ser una opinión parcial o mi visión personal, pero el órgano no puede estar funcionando en este momento. Si nosotros somos capaces de reunirnos en mediación o del diálogo con las instituciones volver a conformar el Consejo de la Ciudad, en la medida de la legalidad, perfecto o sino veremos qué pasa”.
Se le consultó por si quedó claro que el decreto no es violatorio de ordenanza, ni disposición alguna, porque apunta a rectificar un reglamento que atenta contra la legislación en vigencia, y apuntó que “acá hay distintas instancias, la ley superior es la Carta Orgánica Municipal, por debajo están las ordenanzas, por debajo están los decretos y por último, en el caso particular de esto, los reglamentos. Es decir, que yo, si mañana, exagerando un poco, un centro vecinal decidiera funcionar teniendo como sede el edificio municipal, sin autorización, y solo porque lo dice su reglamento interno, debo obviamente desconocerlo. Es mi función principal ejecutar y velar por el cumplimiento de las ordenanzas. Considero que el reglamento es violatorio de lo dispuesto y por lo tanto, como lo dice claramente el decreto, cualquier acto emanado de un reglamento que no es válido, desde mi punto de vista y el de Asesoría Letrada, por eso no se considera válido el acto eleccionario y por eso se los exhorta a hacerlo de nuevo. Es decir, que el bloque de la minoría del Consejo Deliberante no puede decir las cosas que me ha dicho, en el programa del sábado y en su propio proyecto de instalación, no me pueden decir las cosas del tenor que han manifestado. Textualmente se lo digo, el proyecto de la minoría dice que es característica del actual gobierno la política del decreto, de la discrecionalidad, de la arbitrariedad y del avasallamiento institucional ya propiciado contra este Concejo Deliberante en otras oportunidades. Que se suma al accionar autoritario de aquel régimen político que privilegia el aspecto del mando y menosprecia, de forma casi total, el consenso. Una serie de barbaridades, que no sé quien las escribe, pero es una locura ese proyecto de resolución que, por supuesto, no fue aprobado, ni votado. Tanto es así, que yo tendría facultades, si considero que la asamblea es inválida, de llamar a elecciones al otro día, y sin embargo hemos propiciado el diálogo y el consenso para que el Consejo de la Ciudad funcione, que es mi principal anhelo. Siempre me he sentido orgulloso del Consejo de la Ciudad, aún me siento, fui el primer representante municipal ante el Consejo de la Ciudad, por lo tanto voy a hacer todo el esfuerzo posible para que funcione en forma normal, pero jamás voy a dejar, en lo que a mi atiende, de hacer cumplir las leyes”.
Se lo requirió por si existió el planteo de conocer por si él estaba de acuerdo con la inclusión de los partidos políticos dentro del Consejo de la ciudad, argumentando que “simplemente como un gesto, ya lo dije en el Consejo de la Ciudad y volví a decirlo ayer, le pedí a mi partido, reitero como gesto, que si era inconveniente que el partido estuviera representado le solicitaba que no asista, y lo mismo hable con dirigentes políticos de otros partidos, simplemente como un gesto, para que nadie entienda que se puede hacer política partidaria con esto. Ahora, eso es una cosa, otra es que las personas con identificación político partidaria puedan participar o no del Consejo en representación de una institución, porque si nosotros repasamos, todos los integrantes del Consejo de la Ciudad, en algún momento, la gran mayoría, ha tenido, tiene o tuvo participación político partidaria. Entonces, vamos a discriminar a la gente porque alguna vez integró una lista, por ejemplo, o porque tiene un cargo político partidario, esto me parece, a todas luces, un acto absolutamente discriminatorio, con ese criterio yo mismo podría inhibir a gente que ha estado integrando listas de otros partidos, porque eso es ya per se una identificación político partidaria, y sin embargo, de ninguna manera, voy a creer a priori que alguien va a utilizar el Consejo de la Ciudad para hacer política partidaria. No voy a pensar eso como un prejuicio”.
Finalizó, reflexionando que “la política es un arte diario, no sólo los enrolados en un partido político hacen política, ustedes hacen política, la gente hace política, si nos vamos a lo que es la política como definición. Ahora, repito, si se va a tomar como un prejuicio que una identificación político partidaria signifique utilizar una institución intermedia para hacer política partidaria, a mi me parece una discriminación total. Con ese criterio, puede inhibirse a cualquier persona que haya trabajado en algún gobierno…convengamos que revisando el espíritu de los Convencionales Constituyentes, se acordaran de cómo nace el Consejo de la Ciudad, la idea primigenia fue para que tuvieran expresión y participación los partidos minoritarios sin representación parlamentaria. Entonces, si hay que hacer un gesto político partidario, de mi parte puedo hablar con mi partido diciéndoles que para no complicar esto no mandemos representación, no tengo problema, pero excluirlos porque se les ocurre que se va a usar para eso es una verdadera locura…intentaremos una tarea de mediación para zanjar esta diferencia, espero que todas las instituciones que han integrado el Consejo de la Ciudad estén a la altura de las circunstancias y asistan a la mediación”.



Entre la mediación y la intervención

A esta altura de los acontecimientos, puede decirse que la cuestión de fondo en debate ha quedado superada, porque todo indica que los partidos políticos pueden ser parte integrante del Consejo de la Ciudad, tanto por la legislación vigente, cuanto por el precedente que marcaron los inicios de esa institución. De manera tal, que el Consejo de la Ciudad se habría excedido en sus atribuciones al momento de haber modificado su Reglamento Interno de funcionamiento, excluyéndolos.
Lo que genera ruido es el manifiesto respaldo que el Bloque de Unión por Córdoba concreta sobre la actuación de los representantes de instituciones que realizaron esa modificación, aunque en forma absolutamente novedosa, y debe entenderse contradictoria, manifestó que una de las salidas es la intervención. Una medida a la que pocos deben adherir, pero que seguramente hará que las instituciones y sus representantes comiencen a repensar el rumbo a seguir. Otra de las cuestiones que aparecen tras esa manifestación es por qué, si lo sabían, si así entendían debía ser, no lo manifestaron en las sesiones del Concejo Deliberante cuando se trató el tema. De lo que se desprende que especularon o que fueron egoístas para proponerlo como solución. En ambos casos no hicieron otra cosa que perjudicar la imagen de la política, que es la suya propia.
La instancia de mediación que plantea el Defensor del Vecino, y que aparentemente coincide con el pensamiento del Intendente, aparece como la más adecuada en este momento, si se espera que las partes en pugna puedan escuchar el mensaje de la legislación vigente y responsabilizarse por su cumplimiento.
De así acontecer, se estará en condiciones de superar lo acontecido y decidirse por generar un diálogo constructivo que devendrá en la salud institucional y en beneficio de toda la comunidad.
Una de las premisas a cumplir de ahí en más por la representación ciudadana será la de corregir, a través del ejemplo, los defectos que desdeñan en los hombres y mujeres que ejercen la política partidaria, con la cual un alto porcentaje de la ciudadanía se encuentra enfrentada. Ese es el esfuerzo que dará su mejor fruto, porque aquellos integrantes de la minoría política partidaria, carentes de representación en los órganos de gobierno, podrán estar interiorizados de las cuestiones de gobierno y volcar su aportes desde esa institución, sumando a ello el estar actualizados por si el favor electoral los compromete en la función de gobierno, como también modificar su conducta, si fuese necesario, con el contacto permanente con aquellos que, como ciudadanos, no se ven referenciados en el accionar de los dirigentes político partidarios.
Es de esperar que así se lo entienda, caso contrario nos quedará la sensación que todo es más de lo mismo. Algo en lo que no se debe caer.

N.H.



Tenía que pasar alguna vez, y pasó. Me equivoqué y le adjudiqué a Pablo Targa las declaraciones de Ariel Marcilio

Como consecuencia de ello, el Sr. Targa me elevó la siguiente nota: “Ante las mentiras y calumnias vertidas por Ud. en la nota del 9 de mayo del blog http://noticiaspunilla.blogspot.com.ar/ intimo a Ud. a rectificar dicha nota en un plaza perentorio, dejando en claro y sin ningún lugar a dudas que la misma no se ajusta a lo acontecido en la conferencia de prensa del lunes 6 de mayo de 2013, y que por lo tanto es una gran mentira y una calumnia hacia mi persona (ya que jamás emití las declaraciones que Ud. me adjudica) y hacia los demás consejeros participantes de dicha conferencia de prensa.
Exijo que en la próxima edición de su publicación en papel, claramente de a conocer a sus lectores este intolerable error y calumnia, además de un especial y amplio pedido de disculpas no solamente hacia mi persona, sino también a todos y cada uno de los consejeros presentes en la conferencia de prensa, como así también a cada una de las Instituciones allí representadas, al Consejo de la Ciudad, y a la ciudadanía de La Falda en general, por falsear la información brindada.
Esta nota de rectificación y disculpas deberá ocupar la totalidad de la portada de la próxima edición en papel de su publicación, en letra por lo menos un 50% más grande que el resto de la publicación y en negrita.
Además, en el interior de dicha publicación deberá incluirse la verdadera transcripción del desarrollo de la conferencia de prensa del lunes 6 del corriente.
Esto mismo deberá incluirse en la versión digital a más tardar en 5 días.
Para finalizar le aclaro que no es necesario tener una gran “historia faldense encima” para ver la realidad. La realidad es que a Ud. la gran historia faldense no le es para nada útil, ya que queda en evidencia por su lamentable nota que no solamente no conoce a los actores a los que ataca vilmente, sino que además desconoce la realidad del Consejo de la Ciudad al que dice defender fervientemente. Tal vez, por no haber presenciado ningún plenario, al menos en los 3 años en los que he tenido el honor de representar a mi Institución.
A la espera de recibir en mi domicilio particular el ejemplar de la publicación con las características solicitadas, a fin de no recurrir a instancias superiores, lo saludo cordialmente.

Pablo Eduardo Targa

Sr. Targa: Sólo puedo responderle que, en lo que a mi respecta, puede dirigirse a las “instancias superiores” que crea pertinente, y que solo admitiré que por una de esas extrañas jugadas que suele, en forma escasamente habitual, hacernos la memoria o la celeridad que nos exige el cierre de edición, cometí el error, caso único, de adjudicarle las declaraciones que realizara, en el acto en cuestión, el Sr. Ariel Marcilio. Como Ud. sabe la crónica realizada sobre esa reunión no guarda ninguna mentira ni calumnia, poseo la grabación para respaldarlo, tampoco opinión que agraviara a quienes expusieron en la ocasión, a excepción del tramo ofensivo hacia a la prensa, la que debía necesariamente responder no por una cuestión personal, sino por respeto a quienes confían en la información que este medio ha publicado en los últimos diez años, expresiones que, como se ha dicho, pertenecían al Sr. Marcilio y no a Ud.
De todas maneras, es bueno aclarar que Ud. no se pronuncia sobre esas declaraciones y que exige disculpas hacia todos los integrantes de esa mesa, de lo que debo colegir que hace propio todo lo que cada una de esas personas haya sostenido.
Esperando cubrir, con este reconocimiento razonable, sus exigencias, hago propicia la oportunidad para saludarle con distinguida consideración.

Nicolás Heredia


A propósito de lo que acontece en el Consejo de la Ciudad

A veces leyendo el ECOS, me llevo disgustos o gratas sorpresas, en los dos últimos números he “disfrutado” de ambas cosas. Lo que me causa disgusto lo voy a despachar rápidamente porque a la falsedad ideológica no hay que darle mucho espacio porque si no cree que es importante y crece.
Aquí lo que quiero destacar es la nota editorial de NH, tan ajustada a la realidad que parece que hubiera estado presente… y doy fe de que no estuvo y el comentario de Coty Leiva sobre las comisiones y las abstenciones, de una fina ironía que hace justicia a su larga experiencia en su tarea.
Mis manifestaciones son a título personal, las de una ciudadana que sabe que tiene ganado un lugar en la pequeña historia de La Falda y que no puede menos que preguntarse qué institución tiene responsabilidad con tantos miembros de la comunidad como los centros vecinales. Pero no se puede pretender ser responsable si ignoramos el marco legal que nos rige y, no acompañar hechos que consideramos cuanto menos irregulares es una forma de civismo.
¡No hay pertenencia a agrupación o partido político que pueda enseñarle al individuo lo que es la ética, la honestidad intelectual y el respeto a las leyes, o se aprende en el hogar o no se aprende nunca más!
Mi saludo cordial.

Marta Defilpo

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