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Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

jueves, 14 de marzo de 2013

Desidia: la madre de todos los males

Por Alfredo Ferrarassi

Siempre se ha asegurado que la pereza es la madre de todos los males, sin embargo estimamos por lo que pudimos observar, que en el caso de nuestra ciudad, quien pario todos males es la desidia, aquella que surge de no hacer las cosas, de observar como todo se deteriora sin atinar a nada, sin importarle que lo que está en juego es la cosa pública y el bienestar de los vecinos, que en definitiva de eso es de lo que se debe tratar la función oficial, tanto gubernamental como la de instituciones íntimamente ligadas a los servicios.
El sábado fuimos con mi amigo Juan a mirar el estado de dique y las inmediaciones, al deprimente paisaje que se observa de aquel, que es una postal de la inoperancia y el desinterés, lo que está en el paisaje circundante no es mejor, sino que una demostración incuestionable de las pésimas administraciones que hemos tenido y que son las únicas responsables de lo que sucede.
Responsables, no de la crisis hídrica, sino de no haber tenido políticas de estado, de no haber hechos previsiones del caso, de “dormirse en los laureles”, de haberse olvidado de los deberes que como funcionarios tenían. Responsables de la soberbia exhibida y de haberse encerrado alrededor de las mesas de café donde algunos han resuelto todos los misterios del universo, mientras fuera de ese ámbito, en la vida diaria, en la política real, la cosa funciona totalmente diferente y a la larga se pagan las consecuencias, como es en este caso.
Observemos como es el desarrollo histórico de esta crisis, que de haberse actuado de manera diferente seguramente no sería tal. En efecto, la creación de cualquier presa es para la acumulación de agua, la cual asegurará, en tiempos de merma en las lluvias, un aprovisionamiento, que con los controles del caso evite pasar por cortes o falta de aprovisionamiento en los hogares.
Sin duda alguna quienes lucharon por la construcción del dique, el cual tuvo varias piedras fundamentales, era porque ya habían visto situaciones como la que vivimos, con lo cual queda descartado que no hayan existido, aunque sea de manera indirecta, maneras de saber los comportamientos de la cuenca.
Tan es así que esas estadistas han llevado a que por separado, coincidiéramos con Panozzo en dos libros, que el centro del Valle de Punilla tiene, por el caudal de agua que entra, un crecimiento acotado a unos 45.000 habitantes, con lo cual si sumamos los pobladores estables que hoy tenemos, estamos muy próximos al límite ideal, pero si a eso le sumamos el incremento por turismo, evidentemente estamos entrando en una zona conflictiva. Cuando hay agua abundante, se puede cubrir el suministro, ¿pero es potable el mismo? Porque las cifras que nos alcanzara nuestro amigo son aproximadamente un poco más de 5 millones de litros los que se están potabilizando, entonces si se supera esa cifra debemos indefectiblemente pensar en que, por caso la que recibirá Valle Hermoso, será “cruda” o sea tal cual se toma del dique, con lo cual si la cooperativa de aquella localidad no puede tratarla es una bomba de tiempo para que se puedan eventualmente producir brotes de cualquier etiología.
Ahora ¿qué sucede en los años de sequía?, habría que cuidarla, para ello se erigió la presa de La Falda, pero aquí es donde empiezan a aparecer la desidia a la cual nos refiriéramos, porque absolutamente nadie podrá evadir desde la esfera oficial a la de las instituciones ligadas al suministro, que no supo que el dique se iba colmatando sostenida y paulatinamente todos los años, entonces ¿Qué hicieron nuestros gobernantes? Porque son ellos los únicos responsables de este presente, porque obraron por omisión, se quedaron en la burocracia, en las notas, pero jamás pasaron a la acción pensando en los vecinos, en lo que era inevitable llegaría.
Aquel código de edificación que planteara la Carta Orgánica Municipal, debió contemplar en su redacción las situaciones del límite al crecimiento, pero lamentablemente se quedó en el cumplimiento formal y se hizo algo para ayer y no para mañana. Como sucede en nuestro país nadie pensó más allá de la coyuntura y se continúo apostando al parche, a ese facilismo del hoy, sin poder ni siquiera imaginar la herencia que dejamos.
Esto lo vemos en la serie de propuestas que se formulan, algunas cargadas de buenas intenciones, otras pensando en algún rédito y otras tan “descolgadas” que por allí dudamos que sean formuladas con seriedad.
Lo concreto es que el “agua nos llegó al cuello” en el más perverso de los sentidos y algo se debe hacer, porque tal como está el dique en los meses de otoño-invierno la situación será alarmante. Escribimos esto desde la óptica de las ciencias sociales, aquellas que tiene al hombre como eje, es decir más allá de lo ideológico, desde un “humanismo laico”, priorizando a éste y su bienestar, por encima de sus creencias.
Ahora debemos preguntarnos ¿cómo debemos enfrentar esta situación? Sin duda que no somos técnicos en el tema, sin embargo es evidente que se debe abordar desde una óptica integral y sobre todo no perdiendo de lado la razón por la que construyó del dique.
El dique de alguna manera deberá ser desbarrado para volver a recuperar su capacidad de almacenamiento, ya que si milagrosamente volvieran las lluvias su acumulación será mínima y en poco tiempo se volvería a estar en la situación actual. Después vendrán aquellas propuesta de recorrer el cauce del rio hasta la divisoria natural de aguas en las cercanías de La Cumbre y ver si hay desvíos, pequeñas represas, canales de riego clandestinos, etc. Tampoco puede quedar afuera el rígido control a las colonias, que como se sostiene, producen volcamientos sin tratamiento con la contaminación consabida.
Poner en marcha un plan alternativo de retención de barro con lo ya existente, por caso el MORECABO y los azudes niveladores que hay río arriba, que hoy es lamentable observar por el abandono y el descuido que presentan, el cual es de larga data. Con esto se podría “parar” la entrada de los sedimentos y cuando haya una cierta acumulación producir la limpieza para su nuevo uso. No es mucho lo que se podrá retener, pero si le restamos una cifra a lo que de otra manera entraría siempre estaríamos produciendo un alivio.
Aquellas propuestas europeizantes de uso de aguas grises, son interesantes, pero son a largo plazo, el pueblo necesita la solución ya, no puede esperar a que esto comience a surtir efecto. Este interés se debió haber puesto de manifiesto en su momento, cuando tuvieron cuatro años para darse cuenta de lo que se venía y no ahora como pretendiendo expiar las culpas por las omisiones cometidas, porque el pecado, pecado es más allá de la intencionalidad.
Las preguntas inquietantes de la nota anterior continúan agolpadas, exigiendo respuestas y en su devenir dialéctico han surgido nuevos interrogantes a las mismas. Veamos, ¿Quién garantiza realmente que de la serie de enfermedades atípicas que se observan en la zona y que rompen las estadísticas europeas y americanas, no estén ligadas a la calidad del agua? ¿Cuándo los Poderes Legislativos de la zona se pondrán a estudiar e investigar seriamente el tema? ¿Acaso no somos por los registros conocidos y salvando las distancias, un caso similar al de Barrio Ituzaingó de Córdoba?
Ayer cuando mi amigo Juan me fundamentaba ciertas acciones y veíamos las soluciones grises, pensé nuevamente ¿quién gana con esto?, porque alguien no tenga dudas saca un rédito de la situación, no hablo de beneficios políticos, y relacionando estas “tonalidades” pensé ¿y si hubiera detrás “hombres de negro” o los intrigantes illuminatis?
Esto me llevó a pensar que sin las dudas sistemáticas no existen las ciencias, entonces formulé un cruel interrogante ¿y si fuera el Dique de La Falda un “desbarrador” aguas arriba del San Roque? ¿Y si su “abandono” ha sido ex profeso y algunos gobernantes callaron por conveniencia? El San Roque tiene menos sedimentación que uno podría imaginar, porque evidentemente parte de ella quedó retenida antes, y es en el terreno de las especulaciones donde no se puede dejar de preguntar ¿porqué aquel dique que surte agua a casi un millón y medio de personas, junto al canal Los Molinos, no alcanza hace varios años la cota máxima de embalsamiento?
En medio está el proyecto del emprendimiento inmobiliario “Puerto San Roque” que tiene marchas y contramarchas y una Costanera en Carlos Paz que se extiende sobre el terreno “ganado” por la baja del nivel de la presa, entonces si hubiera una colmatación de ella no se podría evidentemente sostener la justificación de una menor acumulación, con lo cual se debería volver a niveles máximos, con lo cual se caen negocios que están en marcha, ¿entonces es descabellado pensar en que esto puede ser parte de una operación mayor que aún no vislumbramos? ¿No llama la atención que desde hace un tiempo muchos políticos vivan o hayan vivido en Carlos Paz? ¿A caso no han invertido, al menos en su vivienda, en la Villa?
Por ende podemos pensar con legítimo derecho ¿quién puede ganar con esto? y mientras nadie aclare porque se produjo el abandono de todo lo que rodea al dique, incluyendo a éste, desde hace mínimo trece años y medio, podemos estar seguros que no faltarán las preguntas. Porque se trazó un peri lago y la vegetación impide ver desde el camino el “espejo” de agua, ¿entonces para que se le hizo si no tiene el más mínimo mantenimiento?
Lamentablemente este gobierno es el que ha heredado la situación y el que deberá resolverla, porque si no lo hace, el problema se lo “llevará puesto”, pero ¿y los anteriores intendentes no deberían dar cuenta de su inacción?
Si adherimos a Foucault y Gilles Deleuze deberíamos tener sociedades de control y disciplinarias para quienes no han cumplido con lo mínimo y elemental durante sus gestiones, ya que han jugado con el destino de los pueblos y no hay quien pueda perdonarles sus culpas, cuando sus acciones han terminado por conculcar a una comunidad el derecho humano de poder contar con agua potable de manera sostenida y permanente.

1 comentarios:

Blogger Álvaro ha dicho...

Es el mejor comentario que escuche y estoy en un tolal de acuerdo, Gracias
Alvaro-

4 de abril de 2013, 2:21  

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