El sueño de las 500 ediciones cumplido…continuará…
Allá, cuando cursaba mis primeros estudios en el Colegio San José, en el momento de egresar, la Srta. Heredia, en su mensaje de despedida nos decía que antes de encarar cualquier iniciativa teníamos que soñarla como concretada, que si así no sucedía era difícil que obtuviéramos el logro. Algo en lo que coincidían mis dos mejores cómplices, mis viejos, el Gregorio y la Nina, que en estos diez años se fueron a preparar la recepción que nos unirá para siempre, a lo que agregaban que había que tener paciencia y perseverar. Conceptos, estos, que han regido buena parte de mi vida. Claro está, que en una sociedad que reclama resultados urgentes, como la actual, mantenerlos no ha sido tarea fácil y en más de una oportunidad el desánimo invade. No obstante, los milagros se dan más a menudo de lo que muchos creemos, y es así, que esta humilde publicación que nacía para cubrir un vacío informativo y de opinión documental, que se había producido en el centro del Valle de Punilla, se ha ido sosteniendo en el tiempo y ganándose un lugar.
Creo que el sueño de la posibilidad de una permanencia se comenzó a hacer realidad cuando se superó la edición Nº 100, porque empezaba a manifestarse la aceptación de un sector de lectores y con ello se abría la ocasión de realizar un homenaje a quienes marcaron precedentes en la materia en la región, aquellos que realizaron una importante inversión en esfuerzo y dinero y no consiguieron imponer sus medios. Es de recordar que por aquellas épocas, no muy lejanas, era necesaria una cantidad importante de tiempo y recursos humanos y económicos para lograr publicar, en forma semanal, un medio gráfico. Con el advenimiento de las nuevas tecnologías eso se ha reducido considerablemente y esto ha facilitado que el hebdomadario, como lo definían, por su periodicidad, los periodistas Ana Esteras y Ricardo Camogli, precursores con el Punilla Norte, fuese posible de editar. Y ya que hablamos de precursores, tratando de no olvidarme de ninguno, al menos en la etapa que me ha tocado vivir, hay que recordar a El Valle de Sergio Finzi y Gustavo Arraigada, el Quid y El Quijote de Jorge “Cuquin” Amelio Ortiz en dupla con David Buccini, El Valle de Jorge Lawson, el Sierras.Doc de Carlos Coeli, el Diario de Bolsillo de Horacio Rocazzella, ha excepción del primero y el último en todos he colaborado y he aprendido de ello. Vale aquí recordar que mi inserción en los medios de comunicación vino a través del siempre recordado Raúl Sosa propietario de Radio La Falda LF1, cuando era radio de cable, y que me dejará uno de los principios básicos que he mantenido en este oficio “hay que ser lo más amplio posible, receptar todas las vivencias en cada hecho, y si se decide por opinar, hacerlo desde la propia reflexión, tratando de evitar todo tipo de orientación de terceros interesados, sobre todo si estos tienen que ver con la política, no hay sector que presione más para promocionarse y hacer uso de la prensa” decía el “Negro”.
Volviendo a estos días y las facilidades que nos presentan, hoy ya no estamos solos y eso es bueno, en el centro de Punilla se distribuyen los quincenarios Prensa del Centro y La Portada y el semanario Enfoques Punilla, una variada gama para la selección del lector y una responsabilidad nada menor para los editores.
En ese terreno, Ecos ha mantenido una visión contextualizada e informa en base a documentación y declaraciones públicas, tratando sólo cuando ha sido de imperiosa necesidad el utilizado de trascendidos, de esa manera se ha logrado conseguir la confianza del lector, la que se obtiene proporcionándole los elementos necesarios para la conformación de su propia opinión, dejando la nuestra sólo como una más, con la que se puede estar de acuerdo, o no. Otra de las características de la publicación, como se habrá observado, es que los columnistas pueden mantener visiones diferentes sobre los mismos temas e incluso debatir desde sus propios espacios. Y este es otro de los principios básicos que se han sostenido, todo aquel que quiera hacer llegar su opinión puede hacerlo, siempre que no se caiga en lo soez. Es así, que por estas páginas han pasado los pensamientos más disímiles y confrontados y han podido convivir. En esencia, porque eso es el medio, un espacio abierto preferentemente a aquellos que tienen algo que decir y no encontraron dónde exponerlo. En lo que hace a iniciativas sociales en beneficio de lo colectivo todas las que han llegado han tenido su espacio y cobertura de ser necesario. Las críticas maliciosas que se han manifestado, no han afectado al medio y esto es posible de comprobar con el seguimiento que se hace sobre la venta en quioscos, la distribución gratuita y las suscripciones, que se han incrementado, de la publicación en papel, y también con la estadística imparcial que hace el seguimiento del blog, que consta en la actualidad con alrededor de 50.000 visitas en lo histórico, con un promedio mensual, en el último año, de 2.500 visitas, habiendo superado las 3.500 en épocas electorales.
De manera tal, que estamos hablando de un Ecos que aparece en gran medida consolidado, que tiene seguidores que lo esperan cada miércoles y que más allá de las opiniones, a favor o en contra, es de lectura en la región. Todo ello, como consecuencia de los aportes de una serie de colaboradores que se fueron acercando y son de interés de los lectores, entre los que se destacan Néstor Pousa, David Buccini, Alberto Moro, Alfredo Ferrarassi, Coty Leiva, Mario Thibault, Benjamín Malamud, Luis Kessler, Javier Benavidez, Karina Lucero, Armando Galera, Susana Ghilardi, Nora Gómez, Omar Hefling, Alexis Oliva, Horacio Roccazella, Alberto Quiroga, Juan Nicastro y tantos otros que cada tanto nos permiten acceder a su pensamiento y conocimiento, a todos y cada uno, MUCHISIMAS GRACIAS, esto ha sido posible por su necesidad de expresarse. No podemos olvidar, la dedicación que en diferentes etapas han concretado Verónica Oliva, Laura Oliva, Claudia Cerezo y Alejandra Luján en diagramación, y la encomiable voluntad y predisposición de Mary y Jesús Farías que hacen lo imposible para imprimirlo y que el Ecos gane la calle cada miércoles, en las últimas 480 ediciones. A los protagonistas de esta historia que se construye día a día y sobre la que informamos, que se hace imposible de mencionar por su cantidad, nuestro agradecimiento y a los anunciantes que aportan al sustento del medio. Y por supuesto, gracias a usted estimado lector, que es la razón de ser de Ecos.
No quiero cerrar estas líneas sin recordar a ese compañero excepcional que me acompañara en muchos momentos y que hoy, desde algún lugar, lo sigue haciendo, Ricardo Sisti “Selui” se ha hecho y vos has sido parte.
He mencionado a muchos y seguro que quedaré en deuda con algunos, pero todos sepan que estoy feliz y fervientemente agradecido de que me hayan ayudado a hacer realidad este sueño, del que me siento autor sólo en la toma de decisión de llevarlo adelante.
500 ediciones, diez años, una pequeña historia para guardar en la memoria y celebrar…continuará….
N.H.
Creo que el sueño de la posibilidad de una permanencia se comenzó a hacer realidad cuando se superó la edición Nº 100, porque empezaba a manifestarse la aceptación de un sector de lectores y con ello se abría la ocasión de realizar un homenaje a quienes marcaron precedentes en la materia en la región, aquellos que realizaron una importante inversión en esfuerzo y dinero y no consiguieron imponer sus medios. Es de recordar que por aquellas épocas, no muy lejanas, era necesaria una cantidad importante de tiempo y recursos humanos y económicos para lograr publicar, en forma semanal, un medio gráfico. Con el advenimiento de las nuevas tecnologías eso se ha reducido considerablemente y esto ha facilitado que el hebdomadario, como lo definían, por su periodicidad, los periodistas Ana Esteras y Ricardo Camogli, precursores con el Punilla Norte, fuese posible de editar. Y ya que hablamos de precursores, tratando de no olvidarme de ninguno, al menos en la etapa que me ha tocado vivir, hay que recordar a El Valle de Sergio Finzi y Gustavo Arraigada, el Quid y El Quijote de Jorge “Cuquin” Amelio Ortiz en dupla con David Buccini, El Valle de Jorge Lawson, el Sierras.Doc de Carlos Coeli, el Diario de Bolsillo de Horacio Rocazzella, ha excepción del primero y el último en todos he colaborado y he aprendido de ello. Vale aquí recordar que mi inserción en los medios de comunicación vino a través del siempre recordado Raúl Sosa propietario de Radio La Falda LF1, cuando era radio de cable, y que me dejará uno de los principios básicos que he mantenido en este oficio “hay que ser lo más amplio posible, receptar todas las vivencias en cada hecho, y si se decide por opinar, hacerlo desde la propia reflexión, tratando de evitar todo tipo de orientación de terceros interesados, sobre todo si estos tienen que ver con la política, no hay sector que presione más para promocionarse y hacer uso de la prensa” decía el “Negro”.
Volviendo a estos días y las facilidades que nos presentan, hoy ya no estamos solos y eso es bueno, en el centro de Punilla se distribuyen los quincenarios Prensa del Centro y La Portada y el semanario Enfoques Punilla, una variada gama para la selección del lector y una responsabilidad nada menor para los editores.
En ese terreno, Ecos ha mantenido una visión contextualizada e informa en base a documentación y declaraciones públicas, tratando sólo cuando ha sido de imperiosa necesidad el utilizado de trascendidos, de esa manera se ha logrado conseguir la confianza del lector, la que se obtiene proporcionándole los elementos necesarios para la conformación de su propia opinión, dejando la nuestra sólo como una más, con la que se puede estar de acuerdo, o no. Otra de las características de la publicación, como se habrá observado, es que los columnistas pueden mantener visiones diferentes sobre los mismos temas e incluso debatir desde sus propios espacios. Y este es otro de los principios básicos que se han sostenido, todo aquel que quiera hacer llegar su opinión puede hacerlo, siempre que no se caiga en lo soez. Es así, que por estas páginas han pasado los pensamientos más disímiles y confrontados y han podido convivir. En esencia, porque eso es el medio, un espacio abierto preferentemente a aquellos que tienen algo que decir y no encontraron dónde exponerlo. En lo que hace a iniciativas sociales en beneficio de lo colectivo todas las que han llegado han tenido su espacio y cobertura de ser necesario. Las críticas maliciosas que se han manifestado, no han afectado al medio y esto es posible de comprobar con el seguimiento que se hace sobre la venta en quioscos, la distribución gratuita y las suscripciones, que se han incrementado, de la publicación en papel, y también con la estadística imparcial que hace el seguimiento del blog, que consta en la actualidad con alrededor de 50.000 visitas en lo histórico, con un promedio mensual, en el último año, de 2.500 visitas, habiendo superado las 3.500 en épocas electorales.
De manera tal, que estamos hablando de un Ecos que aparece en gran medida consolidado, que tiene seguidores que lo esperan cada miércoles y que más allá de las opiniones, a favor o en contra, es de lectura en la región. Todo ello, como consecuencia de los aportes de una serie de colaboradores que se fueron acercando y son de interés de los lectores, entre los que se destacan Néstor Pousa, David Buccini, Alberto Moro, Alfredo Ferrarassi, Coty Leiva, Mario Thibault, Benjamín Malamud, Luis Kessler, Javier Benavidez, Karina Lucero, Armando Galera, Susana Ghilardi, Nora Gómez, Omar Hefling, Alexis Oliva, Horacio Roccazella, Alberto Quiroga, Juan Nicastro y tantos otros que cada tanto nos permiten acceder a su pensamiento y conocimiento, a todos y cada uno, MUCHISIMAS GRACIAS, esto ha sido posible por su necesidad de expresarse. No podemos olvidar, la dedicación que en diferentes etapas han concretado Verónica Oliva, Laura Oliva, Claudia Cerezo y Alejandra Luján en diagramación, y la encomiable voluntad y predisposición de Mary y Jesús Farías que hacen lo imposible para imprimirlo y que el Ecos gane la calle cada miércoles, en las últimas 480 ediciones. A los protagonistas de esta historia que se construye día a día y sobre la que informamos, que se hace imposible de mencionar por su cantidad, nuestro agradecimiento y a los anunciantes que aportan al sustento del medio. Y por supuesto, gracias a usted estimado lector, que es la razón de ser de Ecos.
No quiero cerrar estas líneas sin recordar a ese compañero excepcional que me acompañara en muchos momentos y que hoy, desde algún lugar, lo sigue haciendo, Ricardo Sisti “Selui” se ha hecho y vos has sido parte.
He mencionado a muchos y seguro que quedaré en deuda con algunos, pero todos sepan que estoy feliz y fervientemente agradecido de que me hayan ayudado a hacer realidad este sueño, del que me siento autor sólo en la toma de decisión de llevarlo adelante.
500 ediciones, diez años, una pequeña historia para guardar en la memoria y celebrar…continuará….
N.H.
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