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Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

jueves, 6 de diciembre de 2012

El Quinto Centenario

Por Alfredo Ferrarassi

En medio de una descomunal crisis social y económica argentina, en medio del desconcierto gubernativo, de las quejas generalizadas, del abuso de las cadenas nacionales, de la desesperanza que embarga el espíritu de los jóvenes, desde la mediterraneidad cordobesa, desde los puertos secos de la geografía serrana, hay dos faros que iluminan el horizonte, uno en la capital provincial, más alto aún que el propio obelisco y otro que crece en el interior, en las altura de la puna chica, es un faro distintivo, diferente, es un atalaya cultural, es como aquel de Alejandría, este se llama ECOS DE PUNILLA, aquel lo hizo construir Ptolomeo Sóter, este lo dirige Nicolás Heredia, aquel fue maravilla del mundo, este nos maravilla todas las semanas desde hace casi diez años, aquel es historia, éste escribe en cada edición lo que será la historia del mañana.
Es que los faros han sido a lo largo del tiempo los referentes de la navegación en las zonas peligrosas y no importa que mares navegue, si aquellos de aguas embravecidas o estos de tinta, lo que interesa es que quien comande el barco pueda sortear los peligros ocultos que encierran las profundidades, las que no se limitan a los océanos, sino a aquellos abismos más profundos aún como son los de la mente, los de la política, los de las ambiciones personales, en definitiva los de la existencia misma.
En esta labor Nicolás Heredia ha demostrado ser un gran piloto de tormentas, porque aquel que piense que hacer quinientos números y no haber pasado por alguna de ellas o por zonas huracanadas, me atrevería a afirmar desconoce lo que es tener regularidad en las publicaciones y el esfuerzo que ello significa.
Por lo tanto, no es un jubileo más el que hoy celebra la familia del Ecos, es un festejo de todos los que con el correr de los años han estado ligados a esta propuesta de periodismo independiente. Con Nicolás nos une una larguísima amistad aquella que nace antes del inicio mismo de la democracia, la que se afianzó en la páginas del Quid, El Quijote y tantas propuestas para contar lo que uno siente y ve, como fue aquella de un programa en Radio La Falda, nos une, entonces, una pasión por la prensa que ha logrado vencer el tiempo y que se fue transformando en afecto personal, por cual evidentemente no puedo ser objetivo, ya que los afectos suelen no saber de estas cosas.
Sin embargo en medio de los justificados festejos nos hallaremos en la víspera de la mayor incertidumbre de la vida republicana como es el tan mentado 7D, ya que la vida periodística se encuentra en la mayor encrucijada de su historia, ya que nadie sabe, ni los propios kirchneristas, me atrevería a afirmar, lo que podrá pasar en los días próximos a la aplicación de la ley de medios.
Lo que sí es sabido, al menos para los historiadores, es que aquellos corsis y ricorsis de Giambattista Vico, parecen recobrar actualidad, ya que los principales sucesos que determinaron el 55, como fueron el ataque a la prensa y a la Iglesia, parecen querer repetirse, por una Ley de Medios ampliamente cuestionada y por el durísimo documento emitido por el Episcopado nacional.
Es un aniversario de difícil descripción, puesto que es el inicio de una etapa que no se sabe cómo será para muchísimos medios la próxima semana, al extremo que hemos visto en varios programas despedirse a los conductores porque no tienen seguridad de estar en el aire la próxima edición.
Uno de ellos, Aguafiestas, mi preferido, sus fundadores, aunque hoy no compartan todos los programas en este ciclo, Juan José Sebreli y Marcelo Giofré, dos intelectuales libre pensadores, hicieron este domingo (Canal Metro a las 21) una despedida muy triste, ya que de no poder volver a estar en el aire se despidieron hasta cuando vuelva a renacer la República.
Esto podría ser anecdótico, ideológico o político, de acuerdo a como Ud. desea verlo, lo cierto es que el estado de inquietud y desosiego nos embarga a todos los que amamos por sobre todo la libertad de expresión y vemos como se está poniendo en peligro ésta.
Estimo que no es Clarín el enemigo número uno del gobierno y la causa de todos los males de la Argentina, creo que este gobierno no puede existir sin una hipótesis de conflicto, ya que esto es lo que lo retroalimenta para seguir adelante con este programa de gobierno que nos lleva lenta pero sostenidamente a un abismo institucional. Debemos preguntarnos ¿después de destruir a citado grupo, cambiarán las cosas tan radicalmente para que todo mejore de la noche a la mañana? ¿o será que piensan que acallando a la prensa opositora tendrán un transitar más tranquilo, sin cuestionamientos o denuncias?
Puede que ambas preguntas sean ciertas, pero lo que anda mal es el manejo de la economía, de la vida institucional, de la independencia de poderes, el aumento de la inseguridad, la falta de oportunidades, los reiterados papelones internacionales, los funcionarios impresentables, las sospechas de corrupción, entonces ¿son Clarín o La Nación los culpables de estos desfasajes? ¿es la prensa la que aplicó el festival indiscriminado de subsidios? Por supuesto que no, es el propio gobierno el que ha caído en su propia trampa, es el modelo populista con visos corporativistas el que ha fracasado, el periodismo lo que hizo fue hacer conocer las irregularidades.
Conviene aclarar que tampoco esos medios están libres de culpa y que en su historia pueden tener “algún o más escándalo en el ropero”, pero lo que está en discusión no es su credibilidad periodística, lo que se discute, es que más allá de cómo piensen tienen derecho a decir su verdad, aunque no la compartamos, esa libertad tan esencial es lo que garantiza y da significado al sistema republicano, sin la posibilidad de publicar las ideas sin censura previa, lo que está en juego es la constitución misma y por la cual debemos luchar, ya que su plena vigencia es la única garantía de poder pensar como se nos plazca, caso contrario tendremos una única versión, como la que impusieron por décadas el stalinismo u otros totalitarismo.
Con ello no estamos abjurando del socialismo, sino afirmando que éste debe ser el paradigma de la libre expresión, de la justicia social, de la distribución equitativa, de la igualdad de oportunidades para todos, de una educación pública de excelencia, al igual que la salud, en suma de todos los derechos que figuran en nuestra carta magna, solo que bajo esas ideas más volcados hacia lo social.
No podíamos festejar estos 500 números, estos casi diez años de edición sostenida de un periódico del interior del interior, sin referirnos a lo que vendrá, como tampoco no podíamos desconocer todas las plumas que salieron de su redacción, de cuantos faldenses se han formado leyendo sus páginas, no podemos olvidar las denuncias al patafísico o “gran pez”, según la prosa del periodista que escribiera, no podemos olvidar las notas culturales, las históricas o las polémicas entre integrantes del mismo medio, todo esto es lo que ha enaltecido a esta propuesta, todo lo que ha significado en los distintos momentos políticos de nuestra ciudad.
Por todo esto, Querido Negro, levanto una copa en tu honor, una copa que tiene el zumo no ya de Baco, sino de Apolo, aquel protector de las letras, artes y la música, porque la palabra escrita se torna todo ello cuando se puede expresar en libertad. Gracias Nico por permitirnos compartir tu sueño!!!!

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