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Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

jueves, 6 de enero de 2011

La Falda: Esperando a Godot

Por Alfredo Ferrarassi

“Encuentro que ya nada puede Justificar este destierro” - Romilio Ribero -

Poder comenzar una nota citando a uno de los pocos intelectuales que ha dado Punilla, como es el caso de Romilio Ribero, pintor y poeta de Capilla del Monte, que supo plasmar ese universo tan particular que le tocó vivir en la tierra de la compositora Hilda Herrera, otra capillense destacada, autora de la Zamba del Chaguanco o junto a su coterráneo, el plástico Manuel Reyna, es un verdadero honor, a la par que una acción para romper el sortilegio que los Mefistófeles patafísicos han realizado para tener acalladas las conciencias de los vallistas y lograr imponer el negocium por sobre el ocium creador.
Sin duda, gracias al manejo de los aparatos del estado que tienen a su disposición han “ganado” una serie de adeptos que rinden mensualmente su devoción incondicional y que nos permiten relacionar la obra del dramaturgo Samuel Beckett con el manejo de voluntades que tienen un peso electoral considerable.
En efecto, los dos personajes centrales de la obra, los desprotegidos Vladimir y Estragón esperan en vano a un tal Godot que nunca aparece físicamente en la obra de manera puntual, pero que hace saber a los dos carenciados que hoy no podrá venir pero mañana si lo hará, repitiéndose esta situación a lo largo de los dos actos, demostrado la ausencia del influyente ser que jamás aparecerá.
La importancia de esta realización del teatro del absurdo es la actualidad de la misma, ya que Godot puede ser, de acuerdo a las circunstancias, dios, un militar, una figura política o el mismo estado alejado de sus verdaderas e irrenunciables funciones.
La cultura, esa gran desconocida para la gestión actual, nos da a través de los pensadores de las distintas ramas, los instrumentos para poder interpretar la realidad y así elaborar el aparato erudito que posibilite desentrañar la urdimbre, a veces siniestra tejida por nuestros gobernantes.
Es por ende penoso ver como se obliga a los poseedores de planes y “becas” asistir de manera compulsiva a las reuniones en lo que se supone debe ser un sitio público como es la terminal de colectivos, en donde su confitería oficia de unidad básica, situación que de suceder con la oposición sería un escándalo de proporciones, sin embargo lo que sucede nos hace acordar a una película argentina “De eso no se habla”, puesto que esto es en realidad lo que está sucediendo, sin que nadie atine ni siquiera a mencionarlo.
En los días previos a la última elección nacional, un grupo de partidarios del gobierno K celebraban en la calle Rio Negro reuniones en la que previo pago de una suma de dinero prometían créditos blandos y en casos hasta no reintegrables. Los encargados, “representantes” supuestamente del Ministro Julio de Vido, al menos eso manifestaban entre bambalinas, no solo no cumplieron con nadie, sino que esos ofrecimientos se hicieron en toda Punilla, Cruz del Eje y otros departamentos representando una cifra millonaria la que embolsaron en concepto de la “comisión” que a cada uno cobraron para así “garantizar” que el mismo tendría trámite favorable(tema que investigó Ecos de Punilla, puso en evidencia pública a los máximos responsables en el orden local y regional, informó al Ministerio de Acción Social de la Nación, consiguió la presencia de dos investigadores de esa cartera en nuestra ciudad, entregó toda la documentación colectada y la que proveyeron testigos de los hechos. Hasta este momento, transcurridos casi dos años, no se conoce resolución alguna emitida por esa supuesta Comisión Investigadora. Se guardan, en archivo, los documentos gráficos obtenidos en esa oportunidad).
Hoy, la cabeza visible en La Falda camina por nuestras calles con el mayor perfil bajo posible y la secretaria continúa con sus artesanías como si nada hubiera pasado.
Han pretendido argumentar en su defensa que el monto individual no era significativo, ya que alcanzaban 160 pesos de hace casi dos años, situación que debe ser valorada en la cifra global, la cual entonces alcanza guarismos millonarios con lo “recaudado” en Córdoba. Hasta ahora, como es costumbre, no hay condena alguna, ni legal y menos social.
Al estar en vacaciones, supuestamente más distendidos, podemos expandirnos en esta nota apelando a esos elementos culturales que hacíamos referencia para entender mejor el presente que nos alcanza.
En efecto, ciertas actitudes soberbias de algunos funcionarios locales solo pueden ser explicadas a partir de que han asumido de manera excluyente el juego de los roles, sin haber podido dimensionar que existe algo que se llama periodicidad de las funciones y que todo inexorablemente, así como tiene un principio también tiene un fin, por lo cual tarde o temprano volverán a ser soldados rasos y los supuestos galones y condecoraciones que hoy lucen erguidos y desafiantes, mañana pueden ser un contrapeso difícil de sobrellevar.
La película “El experimento de la cárcel de Stamford” remake de Das Experiment, film alemán reciente, nos permite ver como al ocuparse ciertas posiciones algunas personas pierden de vista su realidad y la ficción que les toca vivir se convierte en verdad indiscutida, llegando a sacar aspectos de su personalidad que estaban ocultos o bien “bajo control”.
Nuestras abuelas solían decir “en buen romance significa” que ese “otro yo del Doctor Merengue” o el “Dr. Jekyll y Mr. Hyde” que observamos en algunos ultras oficialistas, puede llegar a ser una bomba de tiempo ya que toman el debate de ideas como una contienda personal, y aunque algo de ello pueda haber toda vez que lo que pueden llegar a perder es un “conchabo” seguro, nada justifica que esos viejos odios que debieron quedar sepultados después del 55, florezcan hoy, con tanta fuerza, en generaciones que no sufrieron aquellos desencuentros que desembocaron en un enfrentamiento civil.
Algunos “jóvenes marquistas y otros no tanto” se han parapetado en esa “Fortaleza Bastiani” del “Desierto de los Tártaros” esperando la invasión de la oposición, lo cual no es así, sino un simple cambio de administradores, de ideas, de visiones, en definitiva esas alternancias necesarias para que el pueblo y sus hombres puedan crecer en un clima de amplia democracia, de pluralidad ideológica, ya que el sistema de un partido único gobernante tipo PRI ha resultado ser nefasto y los cambios fortalecen la convivencia.
Giovanni Drogo el protagonista de aquella novela y posterior film, espera en vano la polvareda que los enemigos levantarán en el horizonte cuando ataquen el fuerte, pero esa alerta no se produce y pasan los años aguardando en vano ese acontecimiento, por ello los críticos observan que en realidad la invasión sobre el desierto es la del propio cuerpo que integra la fortaleza y no la que vendrá desde la ignota lejanía.
Algo de esto es lo que sucede en nuestra ciudad, ya que se espera al nuevo gobierno, de un posible color político diferente, como si fuera una catástrofe para algunos sectores y actúan con tanta irracionalidad que solo logran ahondar aun más las diferencias, por ello la frase que preside esta nota cobra una altura significativa, ya que si los gobernantes fueran también estadistas, tendríamos que quienes les acompañan estarían orgullosos del legado que dejan, en lugar de ver como una tragedia un posible cambio.
Debemos entonces ser conscientes que en la alternancia se alcanza la sabiduría y la madurez, ya que en caso contrario los que no somos de la misma vertiente ideológica viviríamos, como es ahora, en un exilio injustificable.

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