La joya turística de La Falda cada año recauda menos
La recaudación del Complejo Turístico 7 Cascadas informada por el Poder Ejecutivo al Concejo Deliberante deja entrever que será inferior a la obtenida en 2009. Los números continúan arrojando dudas sobre la buena administración de los bienes públicos, y con ello sobre la leal actuación de empleados y funcionarios.
Hablar de las dudas que siembran las recaudaciones del Complejo Turístico 7 Cascadas, es incursionar en un tema harto conocido por la sociedad faldense. No se encontrará a ninguna persona que haya tenido cierta relación con la explotación del predio que no afirme que la convocatoria es extraordinaria y que las recaudaciones van en consonancia con ellas. El problema es que a la hora de contar con los resultados económicos, sean los explotadores entidades privadas o públicas, la historia nos dirá que los números finales siempre han estado por debajo de lo estimado. Esto siempre y cuando se obtengan en tiempo y forma, porque las más de las veces, aparecen cuando se hace imposible establecer un control. Contralor que, por otra parte, siempre genera cuestionamientos, ya que se han dado casos, no siempre investigados, en donde el cobrador de los bonos entrega hasta el talón que lleva la numeración correlativa de las entradas expendidas, a lo que habrá que agregar la desaparición de talonarios por extravío, robo o alguna otra circunstancia. De manera tal que en la mayoría de los períodos hay que guiarse por estimaciones, a ojo de buen cubero, como decía mi abuelo, porque siempre nos faltan cinco pal peso, como decía mi viejo. Ambos con muy poca matemática encima, pero ningunos giles a la hora de negociar, porque no recuerdo a nadie que se les haya quedado con un vuelto. Cosa que no aparece como tan clara tras cada temporada y a la luz de los balances que arroja la joya turística de la ciudad, como ha sido denominada en más de una oportunidad por el Intendente Marcos Sestopal y su Secretario de Turismo Daniel Buonamico.
En razón de estos históricos resultados, es que la bancada de la oposición en el Concejo Deliberante decidió en esta ocasión pedir que se le informe, lo antes posible, del resultado de los ingresos de la última temporada. Es así que en la última sesión ordinaria del Legislativo, el Poder Ejecutivo, con la firma del Intendente, informó que los ingresos del Complejo 7 Cascadas en el período comprendido entre el 1 de enero y el 14 de abril del año en curso fueron de $483.975.
Cifra que nos adelanta que la recaudación anual estará por debajo de lo recaudado en el periodo 2009, ya que considerando los números que arroja ese balance puede decirse que en tal oportunidad los ingreso se situaron en los $733.000 sobre un estimado en el presupuesto de $1.700.000.
Con estos elementos, se llega a la conclusión de que la recaudación anual de 2010 será inferior a la de aquel período, en razón de que el lapso de mayor beneficio ha concluido y para arribar a la recaudación anterior nos estarían faltando algo así como $250.000, un poco más del 50% de lo recaudado hasta la actualidad, ni pensar, por lógica, en arribar a los $944.590 proyectados en el Presupuesto 2010.
Con estos ingresos y desconociendo lo que insume en gastos de mantenimiento y funcionamiento el complejo, aunque guiándonos por lo presupuestado por erogaciones en Partida 1.3.05.01.08 Complejos Turísticos $300.000 y Partida 2.1.08.01.09 Obras Complejos Turísticos $50.000, gastos que necesariamente deberían concretarse, puede inferirse que el saldo positivo será relativamente acotado y no trasluce la magnitud de convocatoria que aparentemente tiene el complejo.
Ante este panorama, como siempre ha ocurrido, los funcionarios manifestaran que hay que considerar los días de lluvia, los nublados, los ventosos, los de tormenta de tierra y así se concluirá que más no se pudo recaudar, aunque la temporada fue buenísima y el complejo estuvo colmado cuando el estado del tiempo lo permitió, pero no se abocarán a buscar una solución que transparente los ingresos. Lo que bien podría ser la instalación de máquinas expendedoras de tickets que facilitarían el trabajo del cajero y permitirían un más efectivo control, por ende el que los cuestionamientos se acallen, y empleados y funcionarios no se vean puestos en tela de juicio, porque alguien sostenga que lo manejan como un negocio propio, que los fondos son retirados por cualquiera, que los dineros van de la caja al bolsillo de alguien que a su vez los utiliza indiscriminadamente, rindiéndolos cuando le viene en ganas y no siempre acompañándolos con los comprobantes que certifican los posibles gastos realizados.
En síntesis, se continúa esperando que algún día pongan la neurona en funcionamiento en beneficio de su honor y de la administración de los bienes públicos.
Hablar de las dudas que siembran las recaudaciones del Complejo Turístico 7 Cascadas, es incursionar en un tema harto conocido por la sociedad faldense. No se encontrará a ninguna persona que haya tenido cierta relación con la explotación del predio que no afirme que la convocatoria es extraordinaria y que las recaudaciones van en consonancia con ellas. El problema es que a la hora de contar con los resultados económicos, sean los explotadores entidades privadas o públicas, la historia nos dirá que los números finales siempre han estado por debajo de lo estimado. Esto siempre y cuando se obtengan en tiempo y forma, porque las más de las veces, aparecen cuando se hace imposible establecer un control. Contralor que, por otra parte, siempre genera cuestionamientos, ya que se han dado casos, no siempre investigados, en donde el cobrador de los bonos entrega hasta el talón que lleva la numeración correlativa de las entradas expendidas, a lo que habrá que agregar la desaparición de talonarios por extravío, robo o alguna otra circunstancia. De manera tal que en la mayoría de los períodos hay que guiarse por estimaciones, a ojo de buen cubero, como decía mi abuelo, porque siempre nos faltan cinco pal peso, como decía mi viejo. Ambos con muy poca matemática encima, pero ningunos giles a la hora de negociar, porque no recuerdo a nadie que se les haya quedado con un vuelto. Cosa que no aparece como tan clara tras cada temporada y a la luz de los balances que arroja la joya turística de la ciudad, como ha sido denominada en más de una oportunidad por el Intendente Marcos Sestopal y su Secretario de Turismo Daniel Buonamico.
En razón de estos históricos resultados, es que la bancada de la oposición en el Concejo Deliberante decidió en esta ocasión pedir que se le informe, lo antes posible, del resultado de los ingresos de la última temporada. Es así que en la última sesión ordinaria del Legislativo, el Poder Ejecutivo, con la firma del Intendente, informó que los ingresos del Complejo 7 Cascadas en el período comprendido entre el 1 de enero y el 14 de abril del año en curso fueron de $483.975.
Cifra que nos adelanta que la recaudación anual estará por debajo de lo recaudado en el periodo 2009, ya que considerando los números que arroja ese balance puede decirse que en tal oportunidad los ingreso se situaron en los $733.000 sobre un estimado en el presupuesto de $1.700.000.
Con estos elementos, se llega a la conclusión de que la recaudación anual de 2010 será inferior a la de aquel período, en razón de que el lapso de mayor beneficio ha concluido y para arribar a la recaudación anterior nos estarían faltando algo así como $250.000, un poco más del 50% de lo recaudado hasta la actualidad, ni pensar, por lógica, en arribar a los $944.590 proyectados en el Presupuesto 2010.
Con estos ingresos y desconociendo lo que insume en gastos de mantenimiento y funcionamiento el complejo, aunque guiándonos por lo presupuestado por erogaciones en Partida 1.3.05.01.08 Complejos Turísticos $300.000 y Partida 2.1.08.01.09 Obras Complejos Turísticos $50.000, gastos que necesariamente deberían concretarse, puede inferirse que el saldo positivo será relativamente acotado y no trasluce la magnitud de convocatoria que aparentemente tiene el complejo.
Ante este panorama, como siempre ha ocurrido, los funcionarios manifestaran que hay que considerar los días de lluvia, los nublados, los ventosos, los de tormenta de tierra y así se concluirá que más no se pudo recaudar, aunque la temporada fue buenísima y el complejo estuvo colmado cuando el estado del tiempo lo permitió, pero no se abocarán a buscar una solución que transparente los ingresos. Lo que bien podría ser la instalación de máquinas expendedoras de tickets que facilitarían el trabajo del cajero y permitirían un más efectivo control, por ende el que los cuestionamientos se acallen, y empleados y funcionarios no se vean puestos en tela de juicio, porque alguien sostenga que lo manejan como un negocio propio, que los fondos son retirados por cualquiera, que los dineros van de la caja al bolsillo de alguien que a su vez los utiliza indiscriminadamente, rindiéndolos cuando le viene en ganas y no siempre acompañándolos con los comprobantes que certifican los posibles gastos realizados.
En síntesis, se continúa esperando que algún día pongan la neurona en funcionamiento en beneficio de su honor y de la administración de los bienes públicos.
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