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Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

jueves, 29 de abril de 2010

El oficialismo faldense se opuso a prohibir la sumatoria de votos en las elecciones municipales

Justificándose en que la intención no ha recibido el consenso del espectro político faldense, y que el partido por ello no puede opinar por el resto, los concejales del justicialismo votaron en contra del proyecto presentado por la bancada opositora, aún cuando esto representa confrontar con las ideas que fueran propulsadas por su misma corriente política en el orden nacional y provincial. La verdadera causa hay que buscarla en los resultados electorales anteriores, por lo cual trataran de no prescindir de una herramienta electoral que les ha sido benéfica.

El Bloque oficialista del Concejo Deliberante faldense en una decisión que no puede considerarse de otra manera que de incoherente, pues se enfrenta con las propulsadas y tomadas por el justicialismo en el orden nacional y provincial, se negó a prohibir las sumatorias de votos en las elecciones municipales, proyecto que había sido elevado por el bloque opositor, compuesto por el radicalismo y el Partido Nuevo.
La intención fue defendida por el Concejal Luis Kessler previo a la votación, manteniendo que “…la Ley Provincial que en este momento rige no regiría en el supuesto que la elección municipal se haga en forma independiente de las elecciones provinciales o nacionales, por eso siguiendo el criterio de las legislaciones provincial y nacional, también en la Municipalidad de La Falda deben prohibirse las sumatorias, porque creo, insisto, que todos compartimos que son tramposas, que es un engaño a la elección…”
De inmediato se llevó a votación, obteniendo el proyecto el voto a favor de la bancada que lo presentó (3), en tanto el oficialismo, con los votos de Susana Tuzzio, Faviana Piva, Iván Aliverti y Pedro Agost (ausente Rudolf Lescano) lo hicieron por la negativa (4).

El proyecto

El frustrado proyecto de Ordenanza sostenía que: “VISTO: La recurrente práctica electoral por la cual se suman los votos de distintos partidos políticos integrados por los mismos candidatos.
Y CONSIDERANDO: Que dicho régimen ha sido motivo de constantes críticas, aún desde partidos que se han valido del mismo para no concurrir en desventaja frente a contrincantes que lo vienen adoptando desde hace varios años.
No admite contradicción que el cuestionado sistema puede llevar a confusión a numerosos votantes que encuentran en el cuarto oscuro decenas de votos pertenecientes a distintos partidos, cuando muchas veces no son más de cuatro o cinco las listas que compiten.
La legislatura de la Provincia de Córdoba ha resuelto atinadamente prohibir dicho sistema para las elecciones del ámbito provincial.
La autonomía institucional otorgada por la Constitución Nacional y la Constitución de la Provincia de Córdoba a las municipalidades dentro del marco representativo y republicano, confiere a este Cuerpo Legislativo facultades suficientes para regular el sistema electoral que ha de regir el modo de elección de sus autoridades.
Ha de tenerse en cuenta asimismo, que la Ley provincial de los partidos políticos tiene previsto distintos modos de coaliciones, entre ellas la fusión para el supuesto de que dos o más partidos decidan una unión permanente, o las alianzas en caso de que se trate de una unión transitoria para determinada elección. De este modo, podemos afirmar que si dos o mas partidos políticos acuerdan concurrir unidos disponen de los elementos adecuados para hacerlo, preservando la identidad partidaria si optan por la alianza”.
En función de ello se resolvía: “Art. 1º) Prohibir en el ámbito municipal la sumatoria de votos de distintos partidos políticos que concurran en forma independiente y con distintas boletas a los actos eleccionarios, aún cuando se integren con los mismos candidatos.
Art. 2º) Los candidatos a cargos electivos municipales solo podrán integrar el voto o boleta de un solo partido o alianza legalmente conformada”.

El instrumento fue propulsado por los ediles Ana Nieto, Luis Kessler y Claudio Srtevenot.

La justificación del oficialismo

Tras la votación, no antes como hubiese correspondido, el Concejal Aliverti intentó justificar la negativa exponiendo que “se ha considerado en el partido que el tema debe ser tratado por todos los partidos, creemos que esto más allá de la opinión de los concejales debe tener el consenso de todos los partidos…”. Agregando Francisco Mendieta que “entendemos que faltaba la discusión partidaria, de todos los partidos, tal vez pecamos en no abrir el diálogo político…nunca va a haber una definición política en torno a la reforma de la Carta Orgánica sino hay consenso de todos los partidos, si está la necesidad se verá, se irá a la elección y el que gana ve y el resto…”.
Kessler respondió que “para el caso de reforma a la Carta Orgánica lo entiendo, lo que nosotros hemos planteado no es una reforma a ese instrumento, si así sucediese al proyecto después habría que enviarlo al Consejo de la Ciudad…”. Interrumpió Mendieta para mantener que “al Consejo de la Ciudad no, porque tiene prohibido hablar de cuestiones políticas…”. Ante ello Kessler afirmó que “Pero es de consulta obligatoria” y entonces sobrevino un innecesario debate sobre las atribuciones del Consejo de la Ciudad, en el que parece el oficialismo ha dejado de tener confianza y por lo tanto pretende soslayar interpretando, una vez más, la legislación vigente a su antojo.

Recuadro

¿Qué partido ha decidido?

Dejando de lado la incoherencia partidaria que significa haber votado en contra de ideas que han sido sostenidas por el justicialismo provincial y nacional, cabe preguntarse qué partido o cuál estructura partidaria del justicialismo faldense ha tomado esta determinación. Porque, que se sepa el Partido Justicialista de La Falda hace largo tiempo que no se reúne y por ende está imposibilitado de tomar decisiones de conjunto. Ahora, si lo que se interpreta como “partido” es la escasa estructura política que integra el Poder Ejecutivo y Legislativo, puede admitirse lo sostenido por Mendieta en que “pecaron” por no abrir el diálogo político, que evidentemente no tan sólo ha sido hacia fuera sino también hacia dentro del justicialismo. Lo que en resumidas cuentas significa que a ese grupo de poder le importa poco lo que piensan los justicialistas y menos aún los que no lo son. Por lo tanto, quién puede creer en esta falaz argumentación, la causa real hay que buscarla en los resultados electorales anteriores, en donde podrá apreciarse la importante cantidad de electores que optan por las boletas que no son justicialistas a la hora de sufragar, masa que en oportunidades es superior a la partidaria y que termina distorsionando el resultado electoral e inclusive la conformación del Concejo Deliberante donde el sistema proporciona porcentuales por partidos y no por sumatoria. Esta negativa de los concejales justicialistas se inscribe precisamente en ese antecedente, y deja a la luz pública la intencionalidad de mantener la sumatoria, por considerarla benéfica a sus intereses, para la próxima elección municipal, bajo el concepto de que lo que no está legislado esta permitido. También demuestra la falacia de que estos “dirigentes” sean abanderados de la transparencia electoral y por ende defensores a ultranza del sistema democrático.

N.H.

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