Tuzzio y Aliverti creen que el poder que el pueblo les ha delegado es propio y les habilita para hacer a su antojo
Sin atender a la legislación, creada por ellos mismos, los ediles del oficialismo agreden y la interpretan de acuerdo a sus necesidades, alejados de los deberes y obligaciones que tienen para con los vecinos. La última sesión fue un sainete que no se puede calificar sin caer en la descalificación, que, por otra parte, es lo menos que merecen. La crítica de la oposición.
La última sesión del Concejo Deliberante volvió a demostrar el poco valor que los ediles del justicialismo le dan a su labor y por consiguiente la falta de respeto que tienen por los faldenses, los hayan elegido o no. La primera discusión se centró en el art.13 del Reglamento del Cuerpo el que sostiene que todo concejal que deje al cuerpo sin quórum para sesionar debe recibir inicialmente un llamado de atención, no importa si tiene o no causa para retirarse. La actitud de barra brava expuesta por el edil Iván Aliverti fue manifiesta desde un primer momento, acusando a la oposición de confabulación y de sostener el pedido de llamado de atención por cuestiones político partidarias electoralistas. Sostuvo que la votación del tratamiento sobre tablas del pedido de interpelación al Intendente Marcos Sestopal, para que informará al Poder Legislativo sobre la política aplicada en el control de menores de 16 años con permanencia en lugares de diversión nocturna o el expendio de alcohol a los menores de 18, había sido antirreglamentaria y que por ello se había retirado del recinto junto a la Concejal Fabiana Piva. Requirió que el tema fuese llevado a votación y pretendió participar en su absolución. Finalmente, solicitó la aplicación del art. 163 que sostiene que si no hubiese acuerdo en la interpretación de alguno de los artículos del reglamento lo resolverá el presidente y sino que se lleve a votación por mayoría absoluta. Francisco Mendieta decidió resolverlo por sí y manifestó que los eximia del llamado de atención por considerar antirreglamentaria la votación del tratamiento sobre tablas. El art. 13 quedó en el olvido, se lo recordará seguramente cuando la oposición tenga alguna actitud similar y naturalmente será sancionada.
El tema de fondo, que era la interpelación al Intendente, se zanjó admitiendo la posición del edil Rudolf Lescano que sostuvo que consideraba que había que hacerle un Pedido de Informe, aunque hizo recaer la mayor responsabilidad sobre los padres de los menores e incluso insinuó que sería necesario se hiciera un control de alcoholemia en el ingreso a los boliches “porque los chicos llegan en curda de la previa”. Ese Pedido de Informe lo elaboraría él y lo presentaría en el transcurso de la semana.
El oficialismo negó la interpelación por considerarla también una falta de respeto al Intendente y porque lo consideraba un derroche de su precioso tiempo. Lo que llevó a sostener a la edil Ana Nieto que “no tiene problema para viajar por el mundo, pero tiene problemas para venir al Concejo, cuando tiene un compromiso para venir”. Manifestando también su “repudio al desgobierno de la ciudad y el desmanejo de las áreas municipales, y la cantidad de ausencias de los concejales del oficialismo en los últimos dos años y medio, que en gran porcentaje superan ampliamente lo que históricamente se ha visto acá”.
Con posterioridad, el Concejal Luis Kessler pidió un llamado de atención para los Concejales Susana Tuzzio y Pedro Agost por no haber concurrido, sin causa justificada, al Concejo en la anterior sesión. La reacción de Tuzzio ante esta petición fue desmedida y hasta podrían decirse desvergonzada, aduciendo entre otras cosas que “Yo me encontraba fuera del país…Yo avise que no vendría con dos meses de anticipación. No estaba en el país no podía venir materialmente…Yo puedo tener miles de justificaciones valederas de por qué lo hago, pero no tengo porque dárselas a ustedes… Yo, personalmente asisto siempre, en este caso lo hice por razones personales, es la primera vez que podía viajar al extranjero y no tengo porque venir a decírselos acá, por eso avise en febrero que está semana no venía”.
La intervención de Iván Aliverti fue para sostener que “basta con que le avise al Presidente y pido que dirima él la cuestión o se lleve a votación” echando nuevamente mano al art.163.
La respuesta de Mendieta no tuvo desperdicio “Yo voy a hacer lo mismo que hace mi amigo Cobos con las faltas de Menem” dijo.
Tras ello volvió al descontrol Aliverti exponiendo que “esta es una maniobra político partidaria del bloque opositor…porque han faltado toda la vida sin avisar…estamos a un año de las elecciones no voy a escuchar más pavadas ni estupideces…si el Presidente lo considera justificado es justificado, no van a ganar las elecciones con esta chicana política”.
Mendieta, es obvio, se inclinó por no llamarle la atención a nadie.
Opinar sobre estas actitudes del oficialismo en el Concejo Deliberante nos llevará a caer en la reiterada calificación de que es el peor bloque oficialista de este período democrático. Sabían que habían incurrido en falta y por eso se aprestaron a leer el reglamento, cuando son escasamente afectos a la lectura, para encontrar un resquicio que les favoreciera para confundir y salirse con la suya. Lo que es inadmisible es la defensa de Tuzzio, cree que puede hacer lo que quiere sin responder a nadie, para vacacionar tiene el receso del Concejo, que es por más de un mes, después tiene la obligación y el deber de asistir al trabajo comprometido, para el que se postuló y fue electa, por tanto no es a los Concejales opositores a quienes tiene que justificar su inasistencia sino a la representatividad que estos tienen de la ciudadanía, porque es a todos los vecinos de La Falda a quienes debe responder por su falta, desapego a la función y soberbia, pero claro, ella en su concepción de la función pública cree que le debe su banca y el importante sueldo que tiene a los personeros de la política, cuando son los engañados vecinos los que le bancan sus desplantes de niña caprichosa y su acomodado salario.
De Aliverti mejor ni hablar, baste con decir que cree que lo legislado es un rollo de papel higiénico y lo peor es que ha logrado que otros sigan sus creencias.
Recuadro
El oficialismo ahoga en la vergüenza al Concejo Deliberante
Habitualmente concurro a las sesiones del Concejo Deliberante de La Falda, un ejercicio ciudadano que en la actualidad produce efectos nocivos para la salud. Cuando transcurría la sesión ordinaria del jueves 11 del corriente, los concejales Iván Aliverti y Fabiana Piva abandonaron el recinto provocando la falta de quorum para continuar sesionando. Con ese detestable ardid impedían se diera curso a la solicitud de los concejales de la minoría para hacer concurrir al Intendente a fin de que informe si se han implementado medidas para evitar el ingreso de menores de 16 años a las confiterías bailables y el expendio de bebidas alcohólicas a menores de 18 años en esos locales, una situación de suma preocupación en gran parte de nuestra comunidad.
Como en el Reglamento del Concejo está previsto un llamado de atención a los ediles que abandonan el recinto dejándolo sin quórum para sesionar (en caso de reincidencia se los sanciona descontándole el 10 % del sueldo), en la siguiente sesión del jueves 17, a la que también concurrí, los concejales del bloque UCR/PN le solicitaron al presidente Francisco Mendieta que aplicando dicho reglamento haga un llamado de atención a los nombrados. Ante ello, el desorientado viceintendente dispuso no imponerles amonestación alguna con el increíble argumento de que compartía la actitud de los infractores.
Pese a la gravedad de lo visto, todavía quedaban sorpresas en esa nefasta sesión.
En los mismos artículos del Reglamento se disponen iguales medidas para los concejales que no concurran a una sesión sin haber justificado su inasistencia. Como los concejales Pedro Agost y Susana Tuzzio no concurrieron ni a la reunión de comisión previa ni a la sesión del jueves 11 porque se encontraban disfrutando de distintas playas de la costa atlántica según ellos mismos lo manifestaron, los representantes de la minoría le solicitan nuevamente al viceintendente que les imponga un llamado de atención. Otra vez el sumiso presidente resuelve no actuar contra sus “compañeros”, porque según dijo, para no asistir a las sesiones basta que el concejal avise, porque no tiene obligación de justificar su inasistencia. En vano fueron los vehementes reclamos del bloque opositor insistiendo sobre lo que dispone claramente el Reglamento y lo que dicta el sentido común: Mendieta no conoce el reglamento ni lo quiere conocer. Lo de su sentido común prefiero obviarlo.
¡Cuanta preocupación genera semejante falta de respeto a las normas que garantizan el funcionamiento del Concejo o lo que es igual el funcionamiento de las instituciones de la democracia!.
De acuerdo a la teoría del incompetente funcionario que preside el Poder legislativo, los concejales (o al menos los de su partido) pueden faltar a todas las sesiones que quieran, con la única condición de que le avisen a él o al secretario Palacio. Según su interpretación, un concejal puede seguir cobrando su sueldo y no concurrir más al Concejo. Basta con que le avise.
Tan disparatado ejemplo no es más que el criterio manifestado expresamente por el nombrado presidente del Concejo, agravado porque adhirieron a ese absurdo sus “compañeros” del bloque oficialista, que no eran otros que los mismos infractores.
Otra vez salí de ese recinto con una inmensa tristeza. El Concejo Deliberante se cae a pedazos, el totalitarismo, la obsecuencia, la impunidad, la irracionalidad allí no tienen límites, pese a los denodados esfuerzos del bloque de la minoría que deben soportar estoicamente semejantes atropellos al verse superados, única y exclusivamente, por el número de votos que responden a la indecencia.
Raúl Baccola
Repudio al accionar del oficialismo
En virtud de los acontecimientos ocurridos en el Concejo Deliberante de nuestra ciudad durante las últimas dos semanas, quienes integramos el Partido Nuevo y el Frente Cívico de La Falda no podemos permanecer impasibles. En consecuencia, además de perseverar en el ejercicio fiel del respeto a las instituciones, es nuestro compromiso ético y político dar a conocer públicamente nuestro más enérgico repudio respecto de lo sucedido.
Condenamos la actitud inexcusable de los concejales oficialistas, quienes no permitieron la interpelación al intendente Marcos Sestopal acerca de la problemática de la permanencia de menores de 16 años en locales de diversión nocturna, como así también del expendio de bebidas alcohólicas a menores de 18 años.
Condenamos el accionar del sumiso viceintendente Francisco Mendieta, por eludir la aplicación de cualquier tipo de sanciones para con los ediles y el secretario a quienes les corresponden, puesto que las ausencias injustificadas de los concejales Pedro Agost y de Susana Tuzio (ambos de vacaciones) son pasibles de ser sancionadas con apercibimientos y consiguientes descuentos de sueldo; al igual que el flagrante impedimento que perpetraron los concejales Iván Aliverti y Fabiana Piva, quienes abandonaron el recinto y dejaron sin quórum la sesión antes de proceder a una votación que les resultaría desfavorable, evidenciando su falta de respeto a las reglas básicas del sistema democrático.
Condenamos el proceder del secretario del Concejo Deliberante, Juan Palacio, quien hasta el día de hoy no posee registro alguno (actas o grabaciones) de la sesión.
Por último, en nombre del concejal Claudio Stevenot, reafirmamos el compromiso de acatarnos a las leyes y de aceptar cualquier circunstancia favorable o adversa en tanto sea adoptada por la mayoría en los procesos que provee la democracia.
Junta Organizadora Partido Nuevo y Frente Cívico La Falda
La última sesión del Concejo Deliberante volvió a demostrar el poco valor que los ediles del justicialismo le dan a su labor y por consiguiente la falta de respeto que tienen por los faldenses, los hayan elegido o no. La primera discusión se centró en el art.13 del Reglamento del Cuerpo el que sostiene que todo concejal que deje al cuerpo sin quórum para sesionar debe recibir inicialmente un llamado de atención, no importa si tiene o no causa para retirarse. La actitud de barra brava expuesta por el edil Iván Aliverti fue manifiesta desde un primer momento, acusando a la oposición de confabulación y de sostener el pedido de llamado de atención por cuestiones político partidarias electoralistas. Sostuvo que la votación del tratamiento sobre tablas del pedido de interpelación al Intendente Marcos Sestopal, para que informará al Poder Legislativo sobre la política aplicada en el control de menores de 16 años con permanencia en lugares de diversión nocturna o el expendio de alcohol a los menores de 18, había sido antirreglamentaria y que por ello se había retirado del recinto junto a la Concejal Fabiana Piva. Requirió que el tema fuese llevado a votación y pretendió participar en su absolución. Finalmente, solicitó la aplicación del art. 163 que sostiene que si no hubiese acuerdo en la interpretación de alguno de los artículos del reglamento lo resolverá el presidente y sino que se lleve a votación por mayoría absoluta. Francisco Mendieta decidió resolverlo por sí y manifestó que los eximia del llamado de atención por considerar antirreglamentaria la votación del tratamiento sobre tablas. El art. 13 quedó en el olvido, se lo recordará seguramente cuando la oposición tenga alguna actitud similar y naturalmente será sancionada.
El tema de fondo, que era la interpelación al Intendente, se zanjó admitiendo la posición del edil Rudolf Lescano que sostuvo que consideraba que había que hacerle un Pedido de Informe, aunque hizo recaer la mayor responsabilidad sobre los padres de los menores e incluso insinuó que sería necesario se hiciera un control de alcoholemia en el ingreso a los boliches “porque los chicos llegan en curda de la previa”. Ese Pedido de Informe lo elaboraría él y lo presentaría en el transcurso de la semana.
El oficialismo negó la interpelación por considerarla también una falta de respeto al Intendente y porque lo consideraba un derroche de su precioso tiempo. Lo que llevó a sostener a la edil Ana Nieto que “no tiene problema para viajar por el mundo, pero tiene problemas para venir al Concejo, cuando tiene un compromiso para venir”. Manifestando también su “repudio al desgobierno de la ciudad y el desmanejo de las áreas municipales, y la cantidad de ausencias de los concejales del oficialismo en los últimos dos años y medio, que en gran porcentaje superan ampliamente lo que históricamente se ha visto acá”.
Con posterioridad, el Concejal Luis Kessler pidió un llamado de atención para los Concejales Susana Tuzzio y Pedro Agost por no haber concurrido, sin causa justificada, al Concejo en la anterior sesión. La reacción de Tuzzio ante esta petición fue desmedida y hasta podrían decirse desvergonzada, aduciendo entre otras cosas que “Yo me encontraba fuera del país…Yo avise que no vendría con dos meses de anticipación. No estaba en el país no podía venir materialmente…Yo puedo tener miles de justificaciones valederas de por qué lo hago, pero no tengo porque dárselas a ustedes… Yo, personalmente asisto siempre, en este caso lo hice por razones personales, es la primera vez que podía viajar al extranjero y no tengo porque venir a decírselos acá, por eso avise en febrero que está semana no venía”.
La intervención de Iván Aliverti fue para sostener que “basta con que le avise al Presidente y pido que dirima él la cuestión o se lleve a votación” echando nuevamente mano al art.163.
La respuesta de Mendieta no tuvo desperdicio “Yo voy a hacer lo mismo que hace mi amigo Cobos con las faltas de Menem” dijo.
Tras ello volvió al descontrol Aliverti exponiendo que “esta es una maniobra político partidaria del bloque opositor…porque han faltado toda la vida sin avisar…estamos a un año de las elecciones no voy a escuchar más pavadas ni estupideces…si el Presidente lo considera justificado es justificado, no van a ganar las elecciones con esta chicana política”.
Mendieta, es obvio, se inclinó por no llamarle la atención a nadie.
Opinar sobre estas actitudes del oficialismo en el Concejo Deliberante nos llevará a caer en la reiterada calificación de que es el peor bloque oficialista de este período democrático. Sabían que habían incurrido en falta y por eso se aprestaron a leer el reglamento, cuando son escasamente afectos a la lectura, para encontrar un resquicio que les favoreciera para confundir y salirse con la suya. Lo que es inadmisible es la defensa de Tuzzio, cree que puede hacer lo que quiere sin responder a nadie, para vacacionar tiene el receso del Concejo, que es por más de un mes, después tiene la obligación y el deber de asistir al trabajo comprometido, para el que se postuló y fue electa, por tanto no es a los Concejales opositores a quienes tiene que justificar su inasistencia sino a la representatividad que estos tienen de la ciudadanía, porque es a todos los vecinos de La Falda a quienes debe responder por su falta, desapego a la función y soberbia, pero claro, ella en su concepción de la función pública cree que le debe su banca y el importante sueldo que tiene a los personeros de la política, cuando son los engañados vecinos los que le bancan sus desplantes de niña caprichosa y su acomodado salario.
De Aliverti mejor ni hablar, baste con decir que cree que lo legislado es un rollo de papel higiénico y lo peor es que ha logrado que otros sigan sus creencias.
Recuadro
El oficialismo ahoga en la vergüenza al Concejo Deliberante
Habitualmente concurro a las sesiones del Concejo Deliberante de La Falda, un ejercicio ciudadano que en la actualidad produce efectos nocivos para la salud. Cuando transcurría la sesión ordinaria del jueves 11 del corriente, los concejales Iván Aliverti y Fabiana Piva abandonaron el recinto provocando la falta de quorum para continuar sesionando. Con ese detestable ardid impedían se diera curso a la solicitud de los concejales de la minoría para hacer concurrir al Intendente a fin de que informe si se han implementado medidas para evitar el ingreso de menores de 16 años a las confiterías bailables y el expendio de bebidas alcohólicas a menores de 18 años en esos locales, una situación de suma preocupación en gran parte de nuestra comunidad.
Como en el Reglamento del Concejo está previsto un llamado de atención a los ediles que abandonan el recinto dejándolo sin quórum para sesionar (en caso de reincidencia se los sanciona descontándole el 10 % del sueldo), en la siguiente sesión del jueves 17, a la que también concurrí, los concejales del bloque UCR/PN le solicitaron al presidente Francisco Mendieta que aplicando dicho reglamento haga un llamado de atención a los nombrados. Ante ello, el desorientado viceintendente dispuso no imponerles amonestación alguna con el increíble argumento de que compartía la actitud de los infractores.
Pese a la gravedad de lo visto, todavía quedaban sorpresas en esa nefasta sesión.
En los mismos artículos del Reglamento se disponen iguales medidas para los concejales que no concurran a una sesión sin haber justificado su inasistencia. Como los concejales Pedro Agost y Susana Tuzzio no concurrieron ni a la reunión de comisión previa ni a la sesión del jueves 11 porque se encontraban disfrutando de distintas playas de la costa atlántica según ellos mismos lo manifestaron, los representantes de la minoría le solicitan nuevamente al viceintendente que les imponga un llamado de atención. Otra vez el sumiso presidente resuelve no actuar contra sus “compañeros”, porque según dijo, para no asistir a las sesiones basta que el concejal avise, porque no tiene obligación de justificar su inasistencia. En vano fueron los vehementes reclamos del bloque opositor insistiendo sobre lo que dispone claramente el Reglamento y lo que dicta el sentido común: Mendieta no conoce el reglamento ni lo quiere conocer. Lo de su sentido común prefiero obviarlo.
¡Cuanta preocupación genera semejante falta de respeto a las normas que garantizan el funcionamiento del Concejo o lo que es igual el funcionamiento de las instituciones de la democracia!.
De acuerdo a la teoría del incompetente funcionario que preside el Poder legislativo, los concejales (o al menos los de su partido) pueden faltar a todas las sesiones que quieran, con la única condición de que le avisen a él o al secretario Palacio. Según su interpretación, un concejal puede seguir cobrando su sueldo y no concurrir más al Concejo. Basta con que le avise.
Tan disparatado ejemplo no es más que el criterio manifestado expresamente por el nombrado presidente del Concejo, agravado porque adhirieron a ese absurdo sus “compañeros” del bloque oficialista, que no eran otros que los mismos infractores.
Otra vez salí de ese recinto con una inmensa tristeza. El Concejo Deliberante se cae a pedazos, el totalitarismo, la obsecuencia, la impunidad, la irracionalidad allí no tienen límites, pese a los denodados esfuerzos del bloque de la minoría que deben soportar estoicamente semejantes atropellos al verse superados, única y exclusivamente, por el número de votos que responden a la indecencia.
Raúl Baccola
Repudio al accionar del oficialismo
En virtud de los acontecimientos ocurridos en el Concejo Deliberante de nuestra ciudad durante las últimas dos semanas, quienes integramos el Partido Nuevo y el Frente Cívico de La Falda no podemos permanecer impasibles. En consecuencia, además de perseverar en el ejercicio fiel del respeto a las instituciones, es nuestro compromiso ético y político dar a conocer públicamente nuestro más enérgico repudio respecto de lo sucedido.
Condenamos la actitud inexcusable de los concejales oficialistas, quienes no permitieron la interpelación al intendente Marcos Sestopal acerca de la problemática de la permanencia de menores de 16 años en locales de diversión nocturna, como así también del expendio de bebidas alcohólicas a menores de 18 años.
Condenamos el accionar del sumiso viceintendente Francisco Mendieta, por eludir la aplicación de cualquier tipo de sanciones para con los ediles y el secretario a quienes les corresponden, puesto que las ausencias injustificadas de los concejales Pedro Agost y de Susana Tuzio (ambos de vacaciones) son pasibles de ser sancionadas con apercibimientos y consiguientes descuentos de sueldo; al igual que el flagrante impedimento que perpetraron los concejales Iván Aliverti y Fabiana Piva, quienes abandonaron el recinto y dejaron sin quórum la sesión antes de proceder a una votación que les resultaría desfavorable, evidenciando su falta de respeto a las reglas básicas del sistema democrático.
Condenamos el proceder del secretario del Concejo Deliberante, Juan Palacio, quien hasta el día de hoy no posee registro alguno (actas o grabaciones) de la sesión.
Por último, en nombre del concejal Claudio Stevenot, reafirmamos el compromiso de acatarnos a las leyes y de aceptar cualquier circunstancia favorable o adversa en tanto sea adoptada por la mayoría en los procesos que provee la democracia.
Junta Organizadora Partido Nuevo y Frente Cívico La Falda
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