Nombre:
Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

jueves, 18 de marzo de 2010

Si la antipolítica se impone el futuro es imprevisible

Los hombres de la política que iniciaron la democratización del país en 1983 jamás pensaron que llegarían a la celebración del Bicentenario de la Patria con una descomposición casi total del espectro político partidario.
Es tal la carencia de poder de los partidos políticos que las presiones externas a la política los han llevado a una compleja situación, donde han perdido la capacidad de decisión y la crisis provocada es de tal tenor que les impide una rápida recomposición.

Tan es así, que los sectores de poder corporativos que operan desde afuera del espectro político han intentado e intentan generar la agenda política e imponer las decisiones que hacen a la conducción de los partidos políticos y por ende de los gobiernos. El simple seguimiento de las opiniones que se vuelcan en los medios de comunicación muestran un altísimo porcentaje de protagonistas que aparecen como dirigentes políticos, cuando no lo son, cuyos pensamientos pueden tener cierta base de sustentación como para ser escuchados, pero que en esencia no pueden ser llevados a la práctica de inmediato porque atentarían contra el sistema institucional que sostiene el ordenamiento político del país.
Para ejemplificar esta situación baste con que reflexionemos sobre lo que ha acontecido en los últimos meses, donde previo a la elección de Legisladores Nacionales llevada a cabo el 28 de junio de 2009 se adelantaba que a partir de esa fecha el país tendría una nueva conformación política que garantizaría un cambio profundo en las políticas de gobierno. La realidad nos mostró que esto no fue así, los elegidos, por carecer de liderazgo, nada pudieron hacer entre esa fecha y la de su asunción el 10 de diciembre de 2009, en tanto el gobierno tomó importantes decisiones con las que la oposición “aparentemente” discrepaba. Tal situación llevo a difundir la idea de que el profundo cambio se operaría con el recambio de los integrantes del Congreso Nacional y la nueva conformación de las Cámaras Legislativas, y así se llenaron páginas de diarios y noticieros de televisión y radio con que los reestablecedores del orden institucional habían llegado a sus bancas y que los intentos hegemónicos del gobierno habían llegado a su fin, pero la realidad, una vez más, nos volvió a mostrar que entre el dicho y el hecho, hay un largo trecho.
El largo trecho que significaba haberle puesto fecha de vencimiento al kircherismo en el poder, la transición que ello determina, la intención de preservar para el peronismo la posibilidad de sucederlo y la necesidad de la UCR de no encontrarse con una administración devastada en caso de que la suerte electoral en 2011 le fuese favorable.
Esta instancia descripta no escapó a las mentes de los dirigentes de los partidos mayoritarios, pero hubo, y hay, quienes piensan que los tiempos pueden apresurarse y se dejaron arrastrar por las corrientes de opinión y presión que llegan desde afuera de la instrumentación política y así impulsaron la conformación de una primera minoría a contra natura amontonando a toda la oposición con la intención de retacear poder de decisión al kirchnerismo. Tal conformación anti natural fue festejada por los círculos ajenos a la política, pero a poco de andar ha demostrado su extrema debilidad.
Debilidad que se encargó de poner en evidencia Carlos Saúl I, desde la Rioja y palo de golf en mano, movida estratégica que le valió posicionarse en escena y ocupar cargos de relevancia en cinco comisiones decisivas, a lo que sumó su más que probable abstención en el aprobado de los títulos de Mercedes Marcó del Pont para ocupar la Presidencia del BCRA. Situación, esta última, que ya ha puesto en evidencia la posibilidad de que haya siete legisladores de la oposición que probablemente puedan emitir su voto favorable o la abstención en tan controvertido tema, que todo indica favorecerá al oficialismo. El kirchnerismo festejará un insignificante nuevo triunfo, y las críticas, de los sectores desconocedores del entramado político, recaerán sobre la oposición que impusieron y que ya alegan se debe a la falta de actitud en la conducción de los radicales. Esos sectores no han sabido escuchar ni analizar que la debilidad de la oposición se genera con anterioridad a la elección legislativa, la que no fue ni más ni menos que una interna justicialista, que sigue manteniendo esa entidad en lo funcional en la actualidad, y que el resto de las expresiones políticas son actores necesarios, pero secundarios, muy proclives a convertirse en los daños colaterales de la confrontación. Por haber sido y ser una interna peronista, tal circunstancia puede decantar, en un partido con voluntad de poder, en acuerdos posteriores que les faciliten mantenerlo. Tan es así, que las recientes declaraciones de Francisco De Narvaez, el triunfador de esos comicios, adelantan que se necesita a todos los peronistas, kirchneristas incluidos, eso si exceptuando a los Kirchner, para mantener el gobierno en 2011. Como los gatos…decía Perón, como los gatos…repite De Narvaez, con las extremas diferencias entre ambos, que ante la insinuación de un posible acuerdo llevó a decir a Felipe Sóla “Kirchner se los va a comer crudos”.

Lo antes enunciado nos pone de manifiesto que el peronismo puede tener una recomposición partidaria “relativamente” rápida, lo que es producto de detentar el poder y por haber sostenido e impulsado, lo que significa mantener relaciones, a algunos de los sectores extra políticos antikirchneristas.

Los radicales, que han quedado insertos en la trampa de la interna, deberán superar esta etapa donde van a ser el blanco de todas las críticas de los sectores que confrontan con el kirchnerismo y que no provienen de la política, a los que deberán recordarles el principio alfonsinista de que no hay democracia que no exija de algún sacrificio y diálogo (lo que hace que algunos dirigentes del alfonsinismo histórico no se pronuncien o se expongan públicamente hasta el momento), como también necesitarán de su más alto nivel de convicción, echando mano a la capacidad política, intelectual y democrática de sus dirigentes más lucidos, para cohesionar el partido, tratar de reinsertar a los escindidos “recuperables” y atraer a los sectores opositores al peronismo, para conformar un espacio homogéneo que le abra posibilidades de acceder al gobierno en 2011.

Todo ello podrá suceder si la antipolítica que hoy reina en el país les da tiempo a la recomposición, caso contrario el derrotero a recorrer es imprevisible. Tan imprevisible como el humor ciudadano, que, por estas horas, se muestra totalmente confundido ante el ruido informativo y de opinión que genera una escalada de promesas que no tienen reflejo en la realidad, aunque ya ha internalizado que político no come político, como perro no come perro, y que hay intereses extra políticos que se han instalado por encima de las instituciones y del bien del conjunto por cuestiones de poder.

N.H.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio