Pedidos de renuncias y despidos por causas políticas en el municipio de La Falda
En lo que a todas luces fue una represalia por falta de supuesto apoyo electoral, alrededor de 25 integrantes de la planta municipal fueron desplazados de sus funciones por el Intendente Marcos Sestopal. El pedido de renuncia a la Directora de Acción Social Miriam Arnedo de Mendoza fue la más conflictiva y concluyó con la imputación de su marido por amenazas. Sobre el cierre de esta edición se logró conseguir que el Secretario de Obras Públicas, ya que aparentemente ninguno de los otros quiso hacerlo, refrendara el decreto de despido firmado por el Intendente.
El último viernes se convirtió en el Día D, que pasará a la historia y al Manual de Cómo No Encarar Decisiones en la Política, para conocer a aquellos que dejarían la administración municipal por cuestiones netamente “político partidarias”. El entrecomillado es a raíz de que en realidad hay un buen número que respondió al partido pero no al intendente Marcos Sestopal en la última campaña electoral y entraron también en lo que se podría denominar la represalia política. En esa jornada fueron dejados cesantes funcionarios y empleados de diverso orden, en un total de veinticinco de acuerdo con las versiones circulantes.
La situación tomó estado público tras que Héctor Mendoza en un arresto, que podría considerarse, de emoción violenta protagonizará algún desmán en dependencias municipales y obligase a una considerable presencia policial en la zona aledaña al despacho del Intendente.
No trabajaste para mí sino para Caserio
La situación de anomalía había comenzado temprano – comentó a Ecos de Punilla Miriam Arnedo de Mendoza Directora de Acción Social – “recibí una llamada de la secretaria del Intendente, citándome para la hora 10,30 en su despacho, me llamó la atención porque habitualmente se comunica él para concertar algo o dar alguna directiva. El comentario que existía era que en ese día se conocerían quienes iban a ser echados por cuestiones políticas, no me preocupaba porque en la elección había sido una de las que más había trabajado, durante todo el día, e incluso Marcos me había felicitado por la gente que había llevado a votar y por todo lo que había hecho. Prepare la documentación que debía analizar con el Intendente y a la hora prevista me presenté. El Intendente se encontraba acompañado del ViceIntendente Francisco Mendieta y una de sus secretarias, informé sobre lo relativo al área, y me llamó la atención que Marcos mantuviera la mirada sobre el papel que hacia anotaciones y no la dirigiese a mí, de pronto dijo: Vamos al grano. Miriam quiero que me presentes la renuncia. Le pregunté por qué y si no estaba conforme con el desempeño de la función. Continuó sin mirarme y dijo que no, que el desempeño en la función había sido perfecto, pero que en la campaña electoral había trabajado para (Carlos) Caserio y no para él, y que por lo tanto fuese a pedirle trabajo a Caserio. Le dije que no iba a renunciar por esa causa, que me echara y respondió que lo haría entonces por decreto, que esto mancharía mi legajo y que después se me haría difícil conseguir trabajo. Le dije que no necesitaba trabajar, que me había incorporado a la gestión porque creía que podía cumplir la función de ayudar a la gente de La Falda que tiene problemas y necesidades, y que él mismo, en diferentes oportunidades, había bien calificado mi tarea.
Dije algunas cosas más, realmente estaba indignada…hablando de dignidad, recuerdo que le pregunté, con sorna, sobre la suya al ViceIntendente y me retiré a mi lugar de trabajo a ordenar mis pertenencias y esperar el decreto.
Luego le informé a mi marido de lo que había sucedido”.
Los desmanes
Héctor Mendoza enterado de la situación de su esposa, reaccionó a lo Mendoza. Todos los que tienen más de 60 años recordarán lo que eran los hermanos Mendoza, padre y tío de Héctor, y cómo las gastaban con los adversarios, que por aquel entonces aparecían más como enemigos, políticos. De tal palo, tal astilla, el hombre se ofuscó, fue en búsqueda de explicaciones, irrumpió en el despacho del Intendente, y habría proferido algunos insultos y amenazas.
La situación se traslado a la calle y nacieron todo tipo de versiones, las que aún no se acallan.
Lo cierto, es que se presentó una denuncia por los hechos acontecidos en el municipio y que implican el accionar de Mendoza, él que quedo imputado en los tribunales coscoinos por supuesta amenaza de muerte al Intendente Sestopal.
Sestopal y sus razones
La razón para el pedido de renuncia expuesta ante Miriam Mendoza, no parece ser la única para la toma de decisión del Intendente. Esto en función de que en la reunión de gabinete donde se trató el tema, Sestopal también habría esgrimido que la Directora accionaba sin consultarle. Sin embargo, sostenido por al menos dos fuentes, no habría conseguido el acuerdo de todo el gabinete para el pedido de renuncia y hubo quienes le sugirieron no hacerlo. Ante ello, el Intendente habría decidido mantener su posición.
Tras los desmanes de Mendoza, Mario Thibault recibió como declaración del Intendente que entre las razones para el pedido de dimisión existía la permanente discusión y crítica que se hacía de la función desempeñada por el Secretario General Miguel Maldonado, que era algo que no admitiría en adelante y que la decisión era irreversible.
Teléfonos al rojo
Con esta complicada situación, los teléfonos que más sonaron en esa jornada fueron los de Carlos Caserio, Alicia Narducci de Caserio y de las secretarias de ambos. Resultaba casi increíble que, seis horas después de acaecidos, los hechos eran conocidos en Capital Federal y que desde allí se pidieran precisiones, se proveyeran sugerencias y se pidiera bajar los decibeles del conflicto.
A través de este cruce de llamadas telefónicas, en las últimas horas del viernes, se precisaba que Carlos Caserio tomaría cartas en el asunto el día martes, ya que no se encontraba en la provincia. Esa versión calmó algunos ánimos exaltados y prorrogó algunas acciones de movilización del sector de la Unidad Básica Eva Perón que se pretendían concretar en el inicio de la semana.
Mientras esto sucedía, la reflexión iba ganando nuevos posicionamientos, y así pudo conocerse que eran diversas las mediaciones que buscaban provocar acercamientos, una, que habría tenido éxito parcial, comentó que las discrepancias con la decisión del Intendente eran marcadas en el seno del gabinete, que éste habría involucrado a algunos que no habían querido ser participes de la cuestión y que entendían que esta situación provocaría más daños que beneficios a un partido que acababa, como oficialismo, de ser vencido en una elección, cuando lo que se precisaba era fortalecer la estructura y no debilitarla con una escisión que podría ser traumática.
Recuadro
Al fin, uno que se animó
Cabe apuntar que el decreto de despido de la Directora de Acción Social Miriam Arnedo de Mendoza que llevaba la firma del Intendente, recién fue refrendado, alrededor de la hora 13 del martes, por el Secretario de Obras Públicas Ricardo Kember, ya que aparentemente ninguno de los otros secretarios quiso hacerlo, incluyendo en esto al ViceIntendente Francisco Mendieta, y entregado a la hora 13,40 de esa jornada.
De todas maneras, el lunes, una de las secretarias del Intendente, Lorena Tapia, para ser precisos, se comunicó con las dependencias bajo la órbita de Acción Social para informar que ella se encontraba a cargo del área.
Entrevista con el Comisario de La Falda
Altercado en la Municipalidad
informe:cotyleiva@yahoo.com.ar
Versión policial del Comisario Sosa sobre el episodio ocurrido el viernes 31 de julio en dependencias de la Municipalidad de La Falda
"El viernes pasado, alrededor de las 11.30, somos requeridos telefónicamente, a los fines de que se constituya personal policial en la Municipalidad, en razón de que había sucedido un altercado. Al llegar al lugar determinamos que una persona de la zona, por causas que se van a establecer, ingresa, irrumpe en las oficinas del Intendente y solicita hablar con él por un motivo "X". Este señor totalmente ofuscado procede a insultarlo, y entre los improperios, lo amenaza de muerte. Se consulta con la Fiscalía de Cosquín, la denuncia efectuada por el Señor Intendente y se toman testimonios corroborando las amenazas. Nosotros tendremos que ir a buscar el sumario y ahí tendremos las directivas para imputar a esta persona. No va a quedar detenido, nada por el estilo, pero si va a ser fichado y prontuariado por el delito de amenazas"
P: ¿Hubo agresión física?
R: No, agresión física no hubo para nada.
P: ¿Rotura de algún elemento o mobiliario?
R: No, para nada. Solamente fue un altercado. El señor estaba fuera de sí, descontrolado; suponíamos que podía ser porque su esposa habría dejado de trabajar en el lugar.
P: ¿Digamos que el Intendente la echó?
R: Eso no lo podemos afirmar, porque no tenemos conocimiento de ello, pero aparentemente había quedado sin trabajo. Nosotros quedamos en espera del sumario con las instrucciones de la Fiscalía para ver que directivas vienen y de acuerdo a los testimonios, es muy probable que sea imputado por delitos de amenazas.
El Comisario Sosa, aclaró, que cuando llegaron a la Municipalidad, el "señor del altercado" ya se había retirado del edificio municipal. Por lo tanto, el personal policial no presenció los hechos.
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Una decisión caprichosa e inoportuna de un peronista inexperto
La decisión de prescindir de funcionarios, otros empleados de la planta política y otros que sólo trabajan con salarios en negro y en condiciones de precariedad, adoptada por razones políticas por el Intendente Marcos Sestopal, no puede considerársela de otra manera que como el compendio de lo que no debe hacerse en política.
La política, sin dudas, es un arte que se sostiene en el diálogo y la diplomacia, lo que, en muchas oportunidades, se convierte en hipocresía, pero es el manejo al que debe apelar el que conduce para que sus decisiones de tono comprometido no produzcan más problemas que los que se pretenden solucionar. En este caso, ha quedado evidenciado que no han sido tenidas en cuenta, que han sido dejadas totalmente de lado, y así es que aún no teniendo consensuado con el gabinete el pedido de renuncia a la Directora de Acción Social, aunque a Miriam Arnedo de Mendoza le dijo lo contrario, el Intendente se decidió por ello. La comunicación del desplazamiento trajo aparejada la inapropiada reacción de Héctor Mendoza, pero es que alguien conociendo la personalidad de Mendoza hubiese pensado que reaccionaría de otra manera, seguro que no, cualquiera hubiese pensado prima facie que se trataba de una provocación (debió Sestopal, por experiencia propia, recordar su reacción, algo menos inapropiada, cuando en oportunidad de verse comprometido, por razones político partidarias, el cargo de Asesora Letrada que desempeñaba su esposa en la gestión de Juan Carlos Ottobre fue al despacho de éste a imponer condiciones) y así resultó, generando todo un cúmulo de versiones, la mayoría erradas, pero que no le hacen ningún bien ni al justicialismo, ni al Intendente, ni a su gestión.
En el colmo de lo errático de la decisión adoptada, en otra de las dimisiones solicitadas involucró a un secretario que al ser requerido por las razones que determinaban el desplazamiento dijo que no tenía nada que ver con esa determinación y que fueran a hablar con el Intendente, ocasión en que las cosas ya no tuvieron el mismo tenor y en el revisado la empleada Maria del Carmen Olmos (ex esposa del Concejal Rudolf Lescano) pudo mantener su trabajo.
En concreto, lo que el Intendente pretendió trasladar con esta acción fue que ha tomado la firme decisión de no mantener en su entorno personas que no le respondan en forma absoluta a sus directivas, tanto funcionales como político partidarias. Es decir, que pretende encarar sobre todo las cuestiones partidarias con la seguridad de que no tendrá que vérselas con probables traiciones a la hora de definir por qué sector apoyar en las próximas elecciones para autoridades partidarias de circuito y provinciales previstas para el 22 de noviembre próximo (en lo que habría que considerar que, horas después de darse los primeros chisporroteos en la interna provincial, José Manuel De La Sota fue la figura política excluyente en la apertura del Festival Nacional de Tango La Falda 2009). Es por ello que remueve a posibles competidores, a los que salieron a festejar con otros partidos, a los que presume pueden discutirlo, y tratará de cerrar un núcleo que, por diversas razones, le respondan sin cuestionamientos. Lo que parece no haber tenido en cuenta es que ya tenía debilitado el partido y discutida su conducción, y que esa fue la razón de que en medio de la campaña le aparecieran la apertura de una unidad básica, con la venía y el respaldo económico de Carlos Caserio, y que otra de las listas que apoyaba al peronismo en sumatoria también abriera su espacio para contener a los afilados y simpatizantes que no adhieren a la manera sestopaliana de conducción. En definitiva, la represalia de Sestopal sólo logrará que aquellos que se vean desplazados se trasladen a la oposición interna y que quiebren el partido. Lo que sumará a la quiebra embozada que desde la apertura de la Unidad Básica Eva Perón, con la participación en la cúpula de los concejales Pedro Agost y Rudolf Lescano, se transparenta en el bloque oficialista del Concejo Deliberante, donde la relación interna aparece más como virtual que como efectiva. Si se considera que Héctor Mendoza junto a la juventud partidaria tienen cierta ascendencia en las determinaciones que en ese sector se toman, todo indica que se ha agravado el problema en lugar de haberse buscado una solución que permita cierto transito ordenado hacia el final de la gestión en lo funcional y en lo político.
La estrategia de Sestopal no guarda claridad, y no lo hace porque esta decisión de romper, de ser necesario, debió llegar una vez que las cuestiones partidarias provinciales quedaran francamente expuestas y no ahora que convulsionan el circuito sin razón aparente. Lo que deja la situación en sólo una cuestión de represalias de un Intendente enojado con el resultado electoral y con su propia manera de conducir, que termina castigando a sus seguidores por ineptitudes propias. Algo que, es obvio, aparece como injusto desde todo punto de vista, tanto para aquellos que sufren las consecuencias, como para aquellos que no acuerdan o guardan dudas sobre la conducción partidaria.
Debe consignarse, por último, que el Intendente tiene todas las atribuciones para desplazar a sus funcionarios de confianza y hacerlo sin dar motivos, pero en tal caso no es lógico, ni racional, dejar explicitado que se trata de una represalia por cuestiones políticas y no funcionales, porque en la política peronista, se sabe, todos son prescindentes, pero todos son necesarios, y que, como diría el peronista Miguel Fortunato Carro, “las lealtades se miden a partir de la última traición”.
El último viernes se convirtió en el Día D, que pasará a la historia y al Manual de Cómo No Encarar Decisiones en la Política, para conocer a aquellos que dejarían la administración municipal por cuestiones netamente “político partidarias”. El entrecomillado es a raíz de que en realidad hay un buen número que respondió al partido pero no al intendente Marcos Sestopal en la última campaña electoral y entraron también en lo que se podría denominar la represalia política. En esa jornada fueron dejados cesantes funcionarios y empleados de diverso orden, en un total de veinticinco de acuerdo con las versiones circulantes.
La situación tomó estado público tras que Héctor Mendoza en un arresto, que podría considerarse, de emoción violenta protagonizará algún desmán en dependencias municipales y obligase a una considerable presencia policial en la zona aledaña al despacho del Intendente.
No trabajaste para mí sino para Caserio
La situación de anomalía había comenzado temprano – comentó a Ecos de Punilla Miriam Arnedo de Mendoza Directora de Acción Social – “recibí una llamada de la secretaria del Intendente, citándome para la hora 10,30 en su despacho, me llamó la atención porque habitualmente se comunica él para concertar algo o dar alguna directiva. El comentario que existía era que en ese día se conocerían quienes iban a ser echados por cuestiones políticas, no me preocupaba porque en la elección había sido una de las que más había trabajado, durante todo el día, e incluso Marcos me había felicitado por la gente que había llevado a votar y por todo lo que había hecho. Prepare la documentación que debía analizar con el Intendente y a la hora prevista me presenté. El Intendente se encontraba acompañado del ViceIntendente Francisco Mendieta y una de sus secretarias, informé sobre lo relativo al área, y me llamó la atención que Marcos mantuviera la mirada sobre el papel que hacia anotaciones y no la dirigiese a mí, de pronto dijo: Vamos al grano. Miriam quiero que me presentes la renuncia. Le pregunté por qué y si no estaba conforme con el desempeño de la función. Continuó sin mirarme y dijo que no, que el desempeño en la función había sido perfecto, pero que en la campaña electoral había trabajado para (Carlos) Caserio y no para él, y que por lo tanto fuese a pedirle trabajo a Caserio. Le dije que no iba a renunciar por esa causa, que me echara y respondió que lo haría entonces por decreto, que esto mancharía mi legajo y que después se me haría difícil conseguir trabajo. Le dije que no necesitaba trabajar, que me había incorporado a la gestión porque creía que podía cumplir la función de ayudar a la gente de La Falda que tiene problemas y necesidades, y que él mismo, en diferentes oportunidades, había bien calificado mi tarea.
Dije algunas cosas más, realmente estaba indignada…hablando de dignidad, recuerdo que le pregunté, con sorna, sobre la suya al ViceIntendente y me retiré a mi lugar de trabajo a ordenar mis pertenencias y esperar el decreto.
Luego le informé a mi marido de lo que había sucedido”.
Los desmanes
Héctor Mendoza enterado de la situación de su esposa, reaccionó a lo Mendoza. Todos los que tienen más de 60 años recordarán lo que eran los hermanos Mendoza, padre y tío de Héctor, y cómo las gastaban con los adversarios, que por aquel entonces aparecían más como enemigos, políticos. De tal palo, tal astilla, el hombre se ofuscó, fue en búsqueda de explicaciones, irrumpió en el despacho del Intendente, y habría proferido algunos insultos y amenazas.
La situación se traslado a la calle y nacieron todo tipo de versiones, las que aún no se acallan.
Lo cierto, es que se presentó una denuncia por los hechos acontecidos en el municipio y que implican el accionar de Mendoza, él que quedo imputado en los tribunales coscoinos por supuesta amenaza de muerte al Intendente Sestopal.
Sestopal y sus razones
La razón para el pedido de renuncia expuesta ante Miriam Mendoza, no parece ser la única para la toma de decisión del Intendente. Esto en función de que en la reunión de gabinete donde se trató el tema, Sestopal también habría esgrimido que la Directora accionaba sin consultarle. Sin embargo, sostenido por al menos dos fuentes, no habría conseguido el acuerdo de todo el gabinete para el pedido de renuncia y hubo quienes le sugirieron no hacerlo. Ante ello, el Intendente habría decidido mantener su posición.
Tras los desmanes de Mendoza, Mario Thibault recibió como declaración del Intendente que entre las razones para el pedido de dimisión existía la permanente discusión y crítica que se hacía de la función desempeñada por el Secretario General Miguel Maldonado, que era algo que no admitiría en adelante y que la decisión era irreversible.
Teléfonos al rojo
Con esta complicada situación, los teléfonos que más sonaron en esa jornada fueron los de Carlos Caserio, Alicia Narducci de Caserio y de las secretarias de ambos. Resultaba casi increíble que, seis horas después de acaecidos, los hechos eran conocidos en Capital Federal y que desde allí se pidieran precisiones, se proveyeran sugerencias y se pidiera bajar los decibeles del conflicto.
A través de este cruce de llamadas telefónicas, en las últimas horas del viernes, se precisaba que Carlos Caserio tomaría cartas en el asunto el día martes, ya que no se encontraba en la provincia. Esa versión calmó algunos ánimos exaltados y prorrogó algunas acciones de movilización del sector de la Unidad Básica Eva Perón que se pretendían concretar en el inicio de la semana.
Mientras esto sucedía, la reflexión iba ganando nuevos posicionamientos, y así pudo conocerse que eran diversas las mediaciones que buscaban provocar acercamientos, una, que habría tenido éxito parcial, comentó que las discrepancias con la decisión del Intendente eran marcadas en el seno del gabinete, que éste habría involucrado a algunos que no habían querido ser participes de la cuestión y que entendían que esta situación provocaría más daños que beneficios a un partido que acababa, como oficialismo, de ser vencido en una elección, cuando lo que se precisaba era fortalecer la estructura y no debilitarla con una escisión que podría ser traumática.
Recuadro
Al fin, uno que se animó
Cabe apuntar que el decreto de despido de la Directora de Acción Social Miriam Arnedo de Mendoza que llevaba la firma del Intendente, recién fue refrendado, alrededor de la hora 13 del martes, por el Secretario de Obras Públicas Ricardo Kember, ya que aparentemente ninguno de los otros secretarios quiso hacerlo, incluyendo en esto al ViceIntendente Francisco Mendieta, y entregado a la hora 13,40 de esa jornada.
De todas maneras, el lunes, una de las secretarias del Intendente, Lorena Tapia, para ser precisos, se comunicó con las dependencias bajo la órbita de Acción Social para informar que ella se encontraba a cargo del área.
Entrevista con el Comisario de La Falda
Altercado en la Municipalidad
informe:cotyleiva@yahoo.com.ar
Versión policial del Comisario Sosa sobre el episodio ocurrido el viernes 31 de julio en dependencias de la Municipalidad de La Falda
"El viernes pasado, alrededor de las 11.30, somos requeridos telefónicamente, a los fines de que se constituya personal policial en la Municipalidad, en razón de que había sucedido un altercado. Al llegar al lugar determinamos que una persona de la zona, por causas que se van a establecer, ingresa, irrumpe en las oficinas del Intendente y solicita hablar con él por un motivo "X". Este señor totalmente ofuscado procede a insultarlo, y entre los improperios, lo amenaza de muerte. Se consulta con la Fiscalía de Cosquín, la denuncia efectuada por el Señor Intendente y se toman testimonios corroborando las amenazas. Nosotros tendremos que ir a buscar el sumario y ahí tendremos las directivas para imputar a esta persona. No va a quedar detenido, nada por el estilo, pero si va a ser fichado y prontuariado por el delito de amenazas"
P: ¿Hubo agresión física?
R: No, agresión física no hubo para nada.
P: ¿Rotura de algún elemento o mobiliario?
R: No, para nada. Solamente fue un altercado. El señor estaba fuera de sí, descontrolado; suponíamos que podía ser porque su esposa habría dejado de trabajar en el lugar.
P: ¿Digamos que el Intendente la echó?
R: Eso no lo podemos afirmar, porque no tenemos conocimiento de ello, pero aparentemente había quedado sin trabajo. Nosotros quedamos en espera del sumario con las instrucciones de la Fiscalía para ver que directivas vienen y de acuerdo a los testimonios, es muy probable que sea imputado por delitos de amenazas.
El Comisario Sosa, aclaró, que cuando llegaron a la Municipalidad, el "señor del altercado" ya se había retirado del edificio municipal. Por lo tanto, el personal policial no presenció los hechos.
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Una decisión caprichosa e inoportuna de un peronista inexperto
La decisión de prescindir de funcionarios, otros empleados de la planta política y otros que sólo trabajan con salarios en negro y en condiciones de precariedad, adoptada por razones políticas por el Intendente Marcos Sestopal, no puede considerársela de otra manera que como el compendio de lo que no debe hacerse en política.
La política, sin dudas, es un arte que se sostiene en el diálogo y la diplomacia, lo que, en muchas oportunidades, se convierte en hipocresía, pero es el manejo al que debe apelar el que conduce para que sus decisiones de tono comprometido no produzcan más problemas que los que se pretenden solucionar. En este caso, ha quedado evidenciado que no han sido tenidas en cuenta, que han sido dejadas totalmente de lado, y así es que aún no teniendo consensuado con el gabinete el pedido de renuncia a la Directora de Acción Social, aunque a Miriam Arnedo de Mendoza le dijo lo contrario, el Intendente se decidió por ello. La comunicación del desplazamiento trajo aparejada la inapropiada reacción de Héctor Mendoza, pero es que alguien conociendo la personalidad de Mendoza hubiese pensado que reaccionaría de otra manera, seguro que no, cualquiera hubiese pensado prima facie que se trataba de una provocación (debió Sestopal, por experiencia propia, recordar su reacción, algo menos inapropiada, cuando en oportunidad de verse comprometido, por razones político partidarias, el cargo de Asesora Letrada que desempeñaba su esposa en la gestión de Juan Carlos Ottobre fue al despacho de éste a imponer condiciones) y así resultó, generando todo un cúmulo de versiones, la mayoría erradas, pero que no le hacen ningún bien ni al justicialismo, ni al Intendente, ni a su gestión.
En el colmo de lo errático de la decisión adoptada, en otra de las dimisiones solicitadas involucró a un secretario que al ser requerido por las razones que determinaban el desplazamiento dijo que no tenía nada que ver con esa determinación y que fueran a hablar con el Intendente, ocasión en que las cosas ya no tuvieron el mismo tenor y en el revisado la empleada Maria del Carmen Olmos (ex esposa del Concejal Rudolf Lescano) pudo mantener su trabajo.
En concreto, lo que el Intendente pretendió trasladar con esta acción fue que ha tomado la firme decisión de no mantener en su entorno personas que no le respondan en forma absoluta a sus directivas, tanto funcionales como político partidarias. Es decir, que pretende encarar sobre todo las cuestiones partidarias con la seguridad de que no tendrá que vérselas con probables traiciones a la hora de definir por qué sector apoyar en las próximas elecciones para autoridades partidarias de circuito y provinciales previstas para el 22 de noviembre próximo (en lo que habría que considerar que, horas después de darse los primeros chisporroteos en la interna provincial, José Manuel De La Sota fue la figura política excluyente en la apertura del Festival Nacional de Tango La Falda 2009). Es por ello que remueve a posibles competidores, a los que salieron a festejar con otros partidos, a los que presume pueden discutirlo, y tratará de cerrar un núcleo que, por diversas razones, le respondan sin cuestionamientos. Lo que parece no haber tenido en cuenta es que ya tenía debilitado el partido y discutida su conducción, y que esa fue la razón de que en medio de la campaña le aparecieran la apertura de una unidad básica, con la venía y el respaldo económico de Carlos Caserio, y que otra de las listas que apoyaba al peronismo en sumatoria también abriera su espacio para contener a los afilados y simpatizantes que no adhieren a la manera sestopaliana de conducción. En definitiva, la represalia de Sestopal sólo logrará que aquellos que se vean desplazados se trasladen a la oposición interna y que quiebren el partido. Lo que sumará a la quiebra embozada que desde la apertura de la Unidad Básica Eva Perón, con la participación en la cúpula de los concejales Pedro Agost y Rudolf Lescano, se transparenta en el bloque oficialista del Concejo Deliberante, donde la relación interna aparece más como virtual que como efectiva. Si se considera que Héctor Mendoza junto a la juventud partidaria tienen cierta ascendencia en las determinaciones que en ese sector se toman, todo indica que se ha agravado el problema en lugar de haberse buscado una solución que permita cierto transito ordenado hacia el final de la gestión en lo funcional y en lo político.
La estrategia de Sestopal no guarda claridad, y no lo hace porque esta decisión de romper, de ser necesario, debió llegar una vez que las cuestiones partidarias provinciales quedaran francamente expuestas y no ahora que convulsionan el circuito sin razón aparente. Lo que deja la situación en sólo una cuestión de represalias de un Intendente enojado con el resultado electoral y con su propia manera de conducir, que termina castigando a sus seguidores por ineptitudes propias. Algo que, es obvio, aparece como injusto desde todo punto de vista, tanto para aquellos que sufren las consecuencias, como para aquellos que no acuerdan o guardan dudas sobre la conducción partidaria.
Debe consignarse, por último, que el Intendente tiene todas las atribuciones para desplazar a sus funcionarios de confianza y hacerlo sin dar motivos, pero en tal caso no es lógico, ni racional, dejar explicitado que se trata de una represalia por cuestiones políticas y no funcionales, porque en la política peronista, se sabe, todos son prescindentes, pero todos son necesarios, y que, como diría el peronista Miguel Fortunato Carro, “las lealtades se miden a partir de la última traición”.
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