El arte de no decir nada y evadir la responsabilidad de informar
La interpelación al Secretario de Economía y Hacienda faldense, por los aumentos en las tasas municipales, arrojó como resultado más dudas que las que se tenían ante de sus declaraciones. Evadió aplicar la fórmula utilizada para determinar el costo de las tasas. Manifestó que hay problemas o errores en el catastro que se arrastran desde hace cuarenta años y que es probable la existencia de errores en los datos que provienen de esa área, que son fundamentales para el cálculo de las tasas. Sólo prometió que sugeriría al Intendente que aplazará los vencimientos por el término de 60 días.
Los vecinos escuchan y tratan de analizar las expresiones del Secretario de Economía y Hacienda Jorge Pafundo que hace de la dialéctica el arte de no decir nada intentando no perjudicarse y no perjudicar al gobierno del que es parte. Sin embargo, las palabras y las circunstancias no le son del todo favorables y terminará sosteniendo que el catastro municipal arrastra “problemas o errores” desde hace cuarenta años y que no se han podido solucionar. Lo que no dice y sólo queda para el análisis de los que le escuchan es que él lleva trabajando como funcionario político rentado, nada más y nada menos que diez años. Lo que significa que ha sido parte de esos “problemas o errores” en un veinticinco por ciento de ese lapso, tiempo más que suficiente para haberles buscado y encontrado soluciones. Casi es para tenerle compasión cuando se le oye afirmar que “les he planteado el problema de los baldíos al Intendente anterior, a éste, a los secretarios, y nadie me ha escuchado, a nadie le interesó, y yo no tengo la decisión política”. Lo cual es cierto, pero si hubiese apelado a la lealtad con que debe responder a los vecinos, que han invertido una cantidad de dinero importante (algo más de 500 mil pesos a salarios corrientes) en su capacitación en esta década, hubiese buscado la manera práctica de hacerles saber de los problemas o errores en lugar de ocultarlos y que ahora que, por obra y gracia del reclamo vecinal, emergen, su justificación no alcanza para exculparlo. Y no alcanza, por varias razones que le son atribuibles a todos los que están relacionados en la decisión de implementar el incremento de las tasas. Una de ellas, está directamente relacionada con la comunicación, con lo que el Secretario puntualizó en una declaración pública “Yo sabía que el problema aparecería cuando llegarán los cedulones”. Esta confesión de parte agrava la acción de ocultamiento que se produjo en el momento de la Audiencia Pública con participación vecinal, en la cual se permitió la lectura del dictamen del Consejo de la Ciudad que manifestaba preocupación por el incremento de las tasas, aún cuando manejaba sólo la declaración de que ese aumento se establecería entre el 30 y 80 por ciento que él les había informado. Si el Poder Ejecutivo, por él representado, hubiese actuado de buena fe, no tan sólo hubiese llevado el mapa (hoy confuso, generador de dudas y que no sabe quién autorizó su difusión) de los aumentos, sino que hubiese expuesto todas las “variables”, “coeficientes”, “valuación fiscal”, “base imponible”, “códigos de zona”, “alícuotas”, y demás componentes que integran esta nueva “fórmula poli nómica” que determina el valor de las tasas por servicios a la propiedad. La fórmula técnica integra números que a través de operaciones matemáticas dan un resultado exacto, ejemplo 2 + 2 = 4, lo que Pafundo ha tratado de decirles a los concejales y a los vecinos es que este antiquísimo concepto es equivocado, porque no es lo mismo sumar los números del ejemplo que dos trozos de manteca más otros dos trozos de manteca sobre una sartén caliente. Es decir, que en la concepción del pensamiento matemático del secretario, en lo que a las tasas municipales refiere, no se obtendrán cuatro trozos de manteca sino un resultado variable, que puede hacer que dos propiedades similares afectadas por los mismos servicios y ubicadas en la misma zona, puedan tener incrementos diferentes, para una 90% y para la otra 150% por ejemplo. ¿Complicado de entender? Seguro, sin dudas. Tan complicado, que el secretario evadió hacer la operación matemática y dar un ejemplo.
Así y todo mantuvo su férrea posición de que los cedulones cumplen con lo exigido por la Ordenanza Tarifaria vigente, y que lo que puede suceder es que haya errores de arrastre en el área de catastro que es la que provee los datos de “base imponible” y alícuota. Por lo tanto que la única vía de solución para este tipo de reclamo es la particular, que cada vecino que presuma que su cedulon tiene error que se presente ante catastro y que pida los datos correspondientes, “si tiene razón se corregirá, se le dará un nuevo cedulon y se le mantendrán todos los beneficios como si recién lo recibiera, como si se tratará del vencimiento del 10 de enero”.
Si este es el criterio a aplicar bien podrían haberse decidido por no enviar cedulones y directamente convocar a los contribuyentes a pasar por las oficinas municipales a fin de “tratar” el costo de sus tasas. De esta manera se evitarían los dobles gastos de papelería, los correos privados, y por sobre todo el reclamo en conjunto de los vecinos que no están de acuerdo. Claro que esto no garantizaría equidad, ni provocaría confianza.
El sistema informático “enlatado”
De todas maneras estos son valores que a los funcionarios los tienen sin cuidado de acuerdo con la forma en que actúan. Esto en función de que si se trataran de servicios privados convenidos entre particulares uno pone el precio y el otro lo acepta o no, pero aquí se trata de servicios públicos, de usuarios cautivos, por lo tanto la información, la transparencia, la equidad y la confianza son determinantes para la aceptación o no del costo de la prestación. Y por lo tanto, al cedulon deberían agregársele todos los rubros por los que se cobra, los componentes que integran la operación de estimación y no tan sólo la “base imponible” que ahora dice el funcionario le han solicitado a quién provee el sistema se incorpore al cedulon. Sistema que, siempre según Pafundo, “es más o menos enlatado”, lo que significaría que no contempla la situación real del municipio de La Falda sino que es de aplicación “tipo” para administración municipal. Y aquí cabe preguntarse cuál es o era la bondad de este sistema que los funcionarios, en su momento, pregonaron como una de las herramientas que había logrado que los contribuyentes revirtieran la cultura del no pago de tasas. Por lo expresado pareciera que fue producto de la responsabilidad ciudadana, sumada a la presión municipal, lo que obtuvo esos resultados y poca, escasísima, incidencia del mentado sistema informático.
Los vecinos convencidos
Otro de los argumentos utilizados para minimizar el alcance de los reclamos por el alto costo de las tasas fue el de que “el 70% de los contribuyentes, por primera vez en la parcela edificada, pagó, entendieron que era necesario el incremento de las tasas, no produjeron reclamo alguno”.
Sólo en un funcionario de esta administración de ficción puede caber semejante análisis, y así sucede porque ellos piensan, creen y actúan considerando a los dineros de los vecinos como propios y de uso indiscriminado sin explicación alguna. Algunos ejemplos al respecto: a los que pagaron hasta un mil por ciento de exceso en los cálculos de los aforos por aprobación de planos durante 2008, aún reconociendo el error en que habían incurrido los funcionarios municipales, no se les devolvió ni un peso. Los costos de la obra de gas que a pesar de todas las discusiones, cuando hoy, a largo tiempo de establecidos los precios para La Falda, en localidades vecinas, con mayores beneficios para el frentista, se proponen costos similares o inferiores, y aún en mediación judicial son intimados para que paguen los discutidos costos, agravando esa situación con actas notariales que amenazan la tranquilidad de los vecinos y encarecen considerablemente el costo de sus deudas. El transporte de pasajeros que durante sesenta días aproximadamente violó las ordenanzas de costo del boleto, provocándose ingresos superiores a los establecidos, y nada a hecho y parece nada pretende hacer el municipio en un claro desamparo de los intereses de los usuarios de ese servicio. Si a estos ejemplos se suma que en el primer vencimiento se ahorra un 30%, aparece como una obviedad que el contribuyente pague porque sabe que están detrás de su dinero y que inexorablemente han decidido sacárselo y sólo reconocerle algún porcentaje si demuestra, desde la ignorancia en que lo han sumido, que los funcionarios se han equivocado. Por lo visto una tarea ciclópea y de pocas posibilidades de éxito. Esto es lo que entiende el vecino y tiene en claro que, tal como lo dijo Pafundo, “mi problema no es el vecino, mi problema es el funcionamiento del gobierno”, lo que hace que el vecino sienta la amenaza del Estado Municipal exigiéndole que pague, caso contrario la deuda adquirirá características de confiscatoria y en el corto plazo sufrirá la persecución judicial. Esto, que no es un panorama inventado sino la más contundente de las realidades, es lo que hace que se pague y no la supuesta satisfacción por los servicios recibidos y/o a recibir. Como una de las vecinas se lo dejo claramente establecido “Yo pagué, pero no estoy, para nada, de acuerdo con el costo de las tasas”.
En síntesis, la interpelación al Secretario de Economía y Hacienda faldense dejo más dudas que las que se tenían antes de sus declaraciones. Lo que tal vez fue producto de que el funcionario se hizo presente no con la intención de hablar sobre los cuestionamientos planteados en torno al incremento general de las tasas sino dispuesto a exponer sobre la situación de los terrenos baldíos, tema que intento introducir, sin éxito, en reiteradas oportunidades.
El convencimiento de que los cedulones guardan errores, en un alto porcentaje, ha llevado a que el bloque de concejales de la oposición se plantee informar a los vecinos que lo requieran, Ordenanza en mano, de los montos que deberían pagar (Ver ). Habrá que seguir de cerca la promesa de Pafundo de llevar ante el intendente Marcos Sestopal la sugerencia de que se prorroguen por el término de 60 días los vencimientos de las tasas.
Recuadro
La actitud evasiva del Secretario Pafundo en la sesión del C.D. confirma las irregularidades en la liquidación de tasas a la propiedad
La sesión ordinaria del jueves 12 del corriente contó con la presencia del Secretario Jorge Pafundo, citado a efectos de informar sobre injustificados incrementos de las tasas por servicios a la propiedad que nuestro bloque viene denunciando.
Desde el principio de la sesión se notó la intención del nombrado Secretario de eludir las preguntas que le fuimos formulando, procurando torcer la línea del debate mediante explicaciones sobre situaciones excepcionales que no eran materia de nuestros requerimientos.
Reiteradamente debimos hacerlo volver al tema a dilucidar y allí naufragaba su retórica. Concretamente le propusimos hiciera el cálculo de la tasa que correspondía abonar por un inmueble, aportándole todos los datos necesarios y hasta facilitándole una calculadora. Era la prueba para saber si aplicando correctamente las pautas de las ordenanzas Impositiva y Tarifaria la liquidación resultante coincidía con el importe del cedulón que teníamos en nuestro poder. No aceptó el desafío. Bien sabía el funcionario que las cuentas de los cedulones no están bien hechas.
Peregrinó constantemente sobre la base imponible en un confuso discurso donde sostuvo que las construcciones nuevas se rigen por un sistema distinto a las del año pasado, introduciendo una modificación que no tiene sustento legal al no figurar en ninguna ordenanza. La confusión que trasmitía era la antítesis de la claridad que debía aportar para desestimar las razones por las cuales nosotros entendemos que la deuda reclamada no es la que corresponde.
El tema que quiso hacer confuso no lo es tanto. Según el art. 70 y concordantes de la ordenanza impositiva se debe tomar la valuación fiscal del inmueble (consta en la liquidación del impuesto de la DGR dado que no existe una valuación municipal), ese importe se lo multiplica por el cociente que figura en el art. 18 de la ordenanza tarifaria que depende de la ubicación donde se halla el inmueble en cuestión y del resultado se toma el porcentaje (alícuota) previsto en el art. 1 de esa ordenanza. Se le extrae el 30 % y nos da la tasa básica anual por pago anticipado, que se divide según el período que el contribuyente quiere cancelar. Quienes saquen esta cuenta podrán verificar que en la mayoría de los casos no coincide con el importe que le pretenden cobrar. Si le resulta complejo nosotros le daremos las explicaciones necesarias con los documentos en la mano.
Costó demasiado lograr que Pafundo concurriera a formular aclaraciones. Pero si bien no tuvo claridad su presencia es positiva, porque nos confirma que la liquidación de lo que se pretende cobrar a los vecinos, en su gran mayoría no es correcta.
BLOQUE UCR/PN
Recuadro
¿Cuánto tiene que pagar?
SEÑOR VECINO:
Para que Ud. abone a la Municipalidad en concepto de tasa por servicios a la propiedad, exclusivamente el importe que corresponde según la ordenanza tarifaria, el bloque de concejales UCR/PN le ofrece hacer el cálculo de su deuda sin costo alguno. A ese efecto puede concurrir a la sede de nuestro bloque en el primer piso del edificio donde funciona el Concejo Deliberante (Av. España y Sarmiento) en días hábiles en de 11 a 13 horas. Debe llevar la factura por impuesto inmobiliario de la DGR de la Provincia (la última o una anterior) y el cedulón que le enviara la Municipalidad con la deuda de tasa por servicios del corriente año
BLOQUE UCR/PN
Los vecinos escuchan y tratan de analizar las expresiones del Secretario de Economía y Hacienda Jorge Pafundo que hace de la dialéctica el arte de no decir nada intentando no perjudicarse y no perjudicar al gobierno del que es parte. Sin embargo, las palabras y las circunstancias no le son del todo favorables y terminará sosteniendo que el catastro municipal arrastra “problemas o errores” desde hace cuarenta años y que no se han podido solucionar. Lo que no dice y sólo queda para el análisis de los que le escuchan es que él lleva trabajando como funcionario político rentado, nada más y nada menos que diez años. Lo que significa que ha sido parte de esos “problemas o errores” en un veinticinco por ciento de ese lapso, tiempo más que suficiente para haberles buscado y encontrado soluciones. Casi es para tenerle compasión cuando se le oye afirmar que “les he planteado el problema de los baldíos al Intendente anterior, a éste, a los secretarios, y nadie me ha escuchado, a nadie le interesó, y yo no tengo la decisión política”. Lo cual es cierto, pero si hubiese apelado a la lealtad con que debe responder a los vecinos, que han invertido una cantidad de dinero importante (algo más de 500 mil pesos a salarios corrientes) en su capacitación en esta década, hubiese buscado la manera práctica de hacerles saber de los problemas o errores en lugar de ocultarlos y que ahora que, por obra y gracia del reclamo vecinal, emergen, su justificación no alcanza para exculparlo. Y no alcanza, por varias razones que le son atribuibles a todos los que están relacionados en la decisión de implementar el incremento de las tasas. Una de ellas, está directamente relacionada con la comunicación, con lo que el Secretario puntualizó en una declaración pública “Yo sabía que el problema aparecería cuando llegarán los cedulones”. Esta confesión de parte agrava la acción de ocultamiento que se produjo en el momento de la Audiencia Pública con participación vecinal, en la cual se permitió la lectura del dictamen del Consejo de la Ciudad que manifestaba preocupación por el incremento de las tasas, aún cuando manejaba sólo la declaración de que ese aumento se establecería entre el 30 y 80 por ciento que él les había informado. Si el Poder Ejecutivo, por él representado, hubiese actuado de buena fe, no tan sólo hubiese llevado el mapa (hoy confuso, generador de dudas y que no sabe quién autorizó su difusión) de los aumentos, sino que hubiese expuesto todas las “variables”, “coeficientes”, “valuación fiscal”, “base imponible”, “códigos de zona”, “alícuotas”, y demás componentes que integran esta nueva “fórmula poli nómica” que determina el valor de las tasas por servicios a la propiedad. La fórmula técnica integra números que a través de operaciones matemáticas dan un resultado exacto, ejemplo 2 + 2 = 4, lo que Pafundo ha tratado de decirles a los concejales y a los vecinos es que este antiquísimo concepto es equivocado, porque no es lo mismo sumar los números del ejemplo que dos trozos de manteca más otros dos trozos de manteca sobre una sartén caliente. Es decir, que en la concepción del pensamiento matemático del secretario, en lo que a las tasas municipales refiere, no se obtendrán cuatro trozos de manteca sino un resultado variable, que puede hacer que dos propiedades similares afectadas por los mismos servicios y ubicadas en la misma zona, puedan tener incrementos diferentes, para una 90% y para la otra 150% por ejemplo. ¿Complicado de entender? Seguro, sin dudas. Tan complicado, que el secretario evadió hacer la operación matemática y dar un ejemplo.
Así y todo mantuvo su férrea posición de que los cedulones cumplen con lo exigido por la Ordenanza Tarifaria vigente, y que lo que puede suceder es que haya errores de arrastre en el área de catastro que es la que provee los datos de “base imponible” y alícuota. Por lo tanto que la única vía de solución para este tipo de reclamo es la particular, que cada vecino que presuma que su cedulon tiene error que se presente ante catastro y que pida los datos correspondientes, “si tiene razón se corregirá, se le dará un nuevo cedulon y se le mantendrán todos los beneficios como si recién lo recibiera, como si se tratará del vencimiento del 10 de enero”.
Si este es el criterio a aplicar bien podrían haberse decidido por no enviar cedulones y directamente convocar a los contribuyentes a pasar por las oficinas municipales a fin de “tratar” el costo de sus tasas. De esta manera se evitarían los dobles gastos de papelería, los correos privados, y por sobre todo el reclamo en conjunto de los vecinos que no están de acuerdo. Claro que esto no garantizaría equidad, ni provocaría confianza.
El sistema informático “enlatado”
De todas maneras estos son valores que a los funcionarios los tienen sin cuidado de acuerdo con la forma en que actúan. Esto en función de que si se trataran de servicios privados convenidos entre particulares uno pone el precio y el otro lo acepta o no, pero aquí se trata de servicios públicos, de usuarios cautivos, por lo tanto la información, la transparencia, la equidad y la confianza son determinantes para la aceptación o no del costo de la prestación. Y por lo tanto, al cedulon deberían agregársele todos los rubros por los que se cobra, los componentes que integran la operación de estimación y no tan sólo la “base imponible” que ahora dice el funcionario le han solicitado a quién provee el sistema se incorpore al cedulon. Sistema que, siempre según Pafundo, “es más o menos enlatado”, lo que significaría que no contempla la situación real del municipio de La Falda sino que es de aplicación “tipo” para administración municipal. Y aquí cabe preguntarse cuál es o era la bondad de este sistema que los funcionarios, en su momento, pregonaron como una de las herramientas que había logrado que los contribuyentes revirtieran la cultura del no pago de tasas. Por lo expresado pareciera que fue producto de la responsabilidad ciudadana, sumada a la presión municipal, lo que obtuvo esos resultados y poca, escasísima, incidencia del mentado sistema informático.
Los vecinos convencidos
Otro de los argumentos utilizados para minimizar el alcance de los reclamos por el alto costo de las tasas fue el de que “el 70% de los contribuyentes, por primera vez en la parcela edificada, pagó, entendieron que era necesario el incremento de las tasas, no produjeron reclamo alguno”.
Sólo en un funcionario de esta administración de ficción puede caber semejante análisis, y así sucede porque ellos piensan, creen y actúan considerando a los dineros de los vecinos como propios y de uso indiscriminado sin explicación alguna. Algunos ejemplos al respecto: a los que pagaron hasta un mil por ciento de exceso en los cálculos de los aforos por aprobación de planos durante 2008, aún reconociendo el error en que habían incurrido los funcionarios municipales, no se les devolvió ni un peso. Los costos de la obra de gas que a pesar de todas las discusiones, cuando hoy, a largo tiempo de establecidos los precios para La Falda, en localidades vecinas, con mayores beneficios para el frentista, se proponen costos similares o inferiores, y aún en mediación judicial son intimados para que paguen los discutidos costos, agravando esa situación con actas notariales que amenazan la tranquilidad de los vecinos y encarecen considerablemente el costo de sus deudas. El transporte de pasajeros que durante sesenta días aproximadamente violó las ordenanzas de costo del boleto, provocándose ingresos superiores a los establecidos, y nada a hecho y parece nada pretende hacer el municipio en un claro desamparo de los intereses de los usuarios de ese servicio. Si a estos ejemplos se suma que en el primer vencimiento se ahorra un 30%, aparece como una obviedad que el contribuyente pague porque sabe que están detrás de su dinero y que inexorablemente han decidido sacárselo y sólo reconocerle algún porcentaje si demuestra, desde la ignorancia en que lo han sumido, que los funcionarios se han equivocado. Por lo visto una tarea ciclópea y de pocas posibilidades de éxito. Esto es lo que entiende el vecino y tiene en claro que, tal como lo dijo Pafundo, “mi problema no es el vecino, mi problema es el funcionamiento del gobierno”, lo que hace que el vecino sienta la amenaza del Estado Municipal exigiéndole que pague, caso contrario la deuda adquirirá características de confiscatoria y en el corto plazo sufrirá la persecución judicial. Esto, que no es un panorama inventado sino la más contundente de las realidades, es lo que hace que se pague y no la supuesta satisfacción por los servicios recibidos y/o a recibir. Como una de las vecinas se lo dejo claramente establecido “Yo pagué, pero no estoy, para nada, de acuerdo con el costo de las tasas”.
En síntesis, la interpelación al Secretario de Economía y Hacienda faldense dejo más dudas que las que se tenían antes de sus declaraciones. Lo que tal vez fue producto de que el funcionario se hizo presente no con la intención de hablar sobre los cuestionamientos planteados en torno al incremento general de las tasas sino dispuesto a exponer sobre la situación de los terrenos baldíos, tema que intento introducir, sin éxito, en reiteradas oportunidades.
El convencimiento de que los cedulones guardan errores, en un alto porcentaje, ha llevado a que el bloque de concejales de la oposición se plantee informar a los vecinos que lo requieran, Ordenanza en mano, de los montos que deberían pagar (Ver ). Habrá que seguir de cerca la promesa de Pafundo de llevar ante el intendente Marcos Sestopal la sugerencia de que se prorroguen por el término de 60 días los vencimientos de las tasas.
Recuadro
La actitud evasiva del Secretario Pafundo en la sesión del C.D. confirma las irregularidades en la liquidación de tasas a la propiedad
La sesión ordinaria del jueves 12 del corriente contó con la presencia del Secretario Jorge Pafundo, citado a efectos de informar sobre injustificados incrementos de las tasas por servicios a la propiedad que nuestro bloque viene denunciando.
Desde el principio de la sesión se notó la intención del nombrado Secretario de eludir las preguntas que le fuimos formulando, procurando torcer la línea del debate mediante explicaciones sobre situaciones excepcionales que no eran materia de nuestros requerimientos.
Reiteradamente debimos hacerlo volver al tema a dilucidar y allí naufragaba su retórica. Concretamente le propusimos hiciera el cálculo de la tasa que correspondía abonar por un inmueble, aportándole todos los datos necesarios y hasta facilitándole una calculadora. Era la prueba para saber si aplicando correctamente las pautas de las ordenanzas Impositiva y Tarifaria la liquidación resultante coincidía con el importe del cedulón que teníamos en nuestro poder. No aceptó el desafío. Bien sabía el funcionario que las cuentas de los cedulones no están bien hechas.
Peregrinó constantemente sobre la base imponible en un confuso discurso donde sostuvo que las construcciones nuevas se rigen por un sistema distinto a las del año pasado, introduciendo una modificación que no tiene sustento legal al no figurar en ninguna ordenanza. La confusión que trasmitía era la antítesis de la claridad que debía aportar para desestimar las razones por las cuales nosotros entendemos que la deuda reclamada no es la que corresponde.
El tema que quiso hacer confuso no lo es tanto. Según el art. 70 y concordantes de la ordenanza impositiva se debe tomar la valuación fiscal del inmueble (consta en la liquidación del impuesto de la DGR dado que no existe una valuación municipal), ese importe se lo multiplica por el cociente que figura en el art. 18 de la ordenanza tarifaria que depende de la ubicación donde se halla el inmueble en cuestión y del resultado se toma el porcentaje (alícuota) previsto en el art. 1 de esa ordenanza. Se le extrae el 30 % y nos da la tasa básica anual por pago anticipado, que se divide según el período que el contribuyente quiere cancelar. Quienes saquen esta cuenta podrán verificar que en la mayoría de los casos no coincide con el importe que le pretenden cobrar. Si le resulta complejo nosotros le daremos las explicaciones necesarias con los documentos en la mano.
Costó demasiado lograr que Pafundo concurriera a formular aclaraciones. Pero si bien no tuvo claridad su presencia es positiva, porque nos confirma que la liquidación de lo que se pretende cobrar a los vecinos, en su gran mayoría no es correcta.
BLOQUE UCR/PN
Recuadro
¿Cuánto tiene que pagar?
SEÑOR VECINO:
Para que Ud. abone a la Municipalidad en concepto de tasa por servicios a la propiedad, exclusivamente el importe que corresponde según la ordenanza tarifaria, el bloque de concejales UCR/PN le ofrece hacer el cálculo de su deuda sin costo alguno. A ese efecto puede concurrir a la sede de nuestro bloque en el primer piso del edificio donde funciona el Concejo Deliberante (Av. España y Sarmiento) en días hábiles en de 11 a 13 horas. Debe llevar la factura por impuesto inmobiliario de la DGR de la Provincia (la última o una anterior) y el cedulón que le enviara la Municipalidad con la deuda de tasa por servicios del corriente año
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