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Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Los malos negocios de los faldenses

Lo invertido en dos salas para proyección cinematográfica y el subsidio a esa actividad, lo construido en los predios del ferrocarril para la Expo Aventura y el parque temático de la replica del Discovery importaron sumas realmente importantes para los fondos municipales, decisiones desarrolladas por el Ejecutivo que conduce Marcos Sestopal que sólo han significado perdidas económicas y una nueva frustración.

El Poder Ejecutivo faldense, conducido por el intendente Marcos Sestopal, desde hace cinco años, con la responsabilidad de estructurar políticas que mejoren la calidad de vida de los habitantes estables y procuren satisfacer las exigencias de aquellos que eligen la ciudad para gozar de unos días de ocio y descanso, en más de una oportunidad ha instrumentado decisiones que sólo han producido perdidas económicas.
Una de las primeras decisiones de la gestión Sestopal fue la de recuperar una sala de cine y para ello alquiló las instalaciones donde había funcionado el ex Cine Avenida, por ese entonces convertido en un boliche. De inmediato se puso mano y dinero a la obra y tras una inversión, por demás importante, de alrededor de 300 mil pesos, se lanzó la programación que siempre fue deficitaria y bancada por todos los faldenses. Pero teníamos cine y una posibilidad de utilizarlo como sala de teatro, para esto no se le dio mucha utilidad. Pasado un tiempo, cuando menos se lo esperaba, se anunció que se dejaba la sala porque se pretendía cobrar un excesivo incremento en el alquiler, al menos esto es lo que se expuso como justificación en el Concejo Deliberante. Con posterioridad las versiones sostendrían que eso no había sido verdad, como también se dijo que los equipos de sonido no se adquirieron porque el costo solicitado por el propietario era alto, lo cual tampoco habría sido verdad. Bueno, en síntesis de lo invertido poco y nada se recuperaba. Pero, había que tener cine y sala de teatro y por eso se termino recalando en calle 9 de Julio en lo que habían sido las instalaciones del Cine Teatro Rex, y otra vez se volvió a invertir una suma similar a la anterior, aunque hubo que poner más fondos para mejorar la calefacción una vez que el Intendente pasó por el lugar y sostuviera que lo habían metido en una cámara frigorífica. Lo sorprendente es que hace pocos días, menos de un mes, no se han explicado las causas, se decidió devolver la sala, donde se estaría instalando un conocido productor de espectáculos bailables.
Desde ya que no será necesario hacer los números para saber que el emprendimiento fue deficitario. Tampoco esperemos que se de un balance público de las perdidas porque esas cosas no hace la gestión Sestopal y ello porque pareciera que cree que a los faldenses no les importa lo que se hace con sus dineros. De lo que si podemos estar seguros es de que vamos a continuar invirtiendo en Cine, ya que el Secretario de Economía y Hacienda informó a los integrantes del Concejo de la Ciudad que se proyecta concretar un micro cine en el Auditorio Municipal.
Algunos funcionarios y otros allegados al gobierno minimizan la cuestión de las perdidas porque sostienen que la inversión se hace en función de una política de gobierno dirigida a cubrir una falencia cultural y turística, y porque además, afirman, esta actividad es deficitaria en cualquier lado. ¿Será cierto de que hay empresarios privados que generosamente pierden fortunas anualmente para que los argentinos gocemos del arte cinematográfico? La verdad que suena poco creíble.
Lo cierto es que si sumamos la inversión en lo edilicio, alquileres, programación, personal y servicios de las dos intenciones apuntadas el monto es más que significativo. Tan abultado que más de un faldense se preguntará si con ello no hubiésemos estado en condiciones de procurarnos una sala de propiedad municipal.
Pero las políticas de gobierno siempre, según el diccionario de los serios dirigentes de la política partidaria, benefician a la gente. Si esto es así, es tiempo de preguntarse qué beneficio le proporcionaron a los faldenses, la tan mentada Expo Aventura que tuvimos al inicio de la gestión y generó toda una estructura para contener las actividades a un altísimo costo, y con algunos pesos menos, pero tan inútil como el anterior, el parque temático, que terminamos subsidiando, que se armó frente al edificio municipal para hacernos ver las estrellas desde una replica del Discovery.
Supongo que no se le ocurrirá que le de números exactos de las inversiones, sería muy difícil acceder a lo mucho que se ha ocultado, porque, es obvio, se ha malgastado. Sin embargo, mi estimado amigo lector, Ud. no es ningún tonto y con los escasos datos que acabo de aportarle ya ha estimado una suma que si bien no creo que lo haya dejado absorto por lo menos le ha permitido musitar algún insulto como para hacer catarsis.
Ese monto que ustedes han imaginado, realmente importante y voluminoso, pudo invertirse satisfactoriamente, con verdaderos resultados positivos para la ciudad y su gente, en obras que hubiesen enriquecido al municipio, sin embargo se ha evaporado y poco y nada tenemos para mostrar, a excepción de una nueva frustración.

Estos malos negocios que se emprenden desde la política, siendo sustentados por los dineros públicos, sólo podrán ser evitados cuando como vecinos responsables se participe de la cosa pública y sin temores, ejerciendo el poder ciudadano, se les exija a las autoridades que den a conocer clara y concretamente las políticas a implementar, las prioridades que les asignan, los costos que demandan, la viabilidad de su instrumentación, el beneficio perseguido y el límite dispuesto ante la posibilidad de fracaso.

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