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Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

sábado, 24 de mayo de 2014

Sobre el arancelamiento de practicas en el Hospital de La Falda para pacientes de otras localidades

Carta Abierta a mis colegas y a la comunidad de la zona

Está en nuestros vecinos de toda la región centro norte de Punilla y en sus autoridades, la responsabilidad de que se lleve al Hospital Municipal de La Falda a un arancelamiento no solo injusto sino también anti ético.

Regreso de un viaje de placer y me encuentro con una serie de medidas “que no aparecen precisamente como justas” coincidiendo con Nicolás Heredia (NH) en el Nº 574 de ECOS de Punilla. En una Audiencia Pública se pide el arancelamiento de ciertas prácticas en el Hospital Municipal de La Falda. El tema no es nada sencillo y tiene su historia. Nuestro Hospital fue “salvajemente” municipalizado por el gobernador provincial Ramón Bautista Mestre, justamente cuando se estaba desarrollando en 1995, la Convención Constituyente para la nueva Carta Orgánica de La Falda. El argumento era una racionalización del modelo asistencial para hacerlo más eficiente por un lado y por otro el grave descalabro económico dejado por el gobierno anterior de la Provincia, que incluyó la desaparición del Banco Social, uno de los pilares de la economía productiva y regional en la Provincia. Lo que se ocultaba que este tipo de arbitrarias municipalizaciones que se desarrollaban en la Provincia, en el país con una cronología distinta y en los países vecinos arrastrados por la ola neoliberal, era una imposición de los grandes bancos internacionales, Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo o del propio Fondo Monetario Internacional, para seguir avanzando en la “reducción del estado”, especialmente en las áreas de salud y educación, tal como se venía haciendo desde la época de Martínez de Hoz en plena dictadura y que avanzó con el menemismo, ya en democracia. Finalmente el modelo que se viene propiciando desde los Bancos es el Colombiano de privatización de la atención pública, por supuesto gran negocio de los propios bancos en detrimento de la salud de los sectores más vulnerables.
Nos tocó a quienes estábamos trabajando en el Hospital Regional de La Falda soportar, confrontar con la movilización popular y procurar paliar dos olas sucesivas y destructivas. Evitamos primero que el Hospital fuera lisa y llanamente un Dispensario, tal como lo dice la Dra. Graciela Gomeñuka en la categorización de “B” con que cuenta actualmente y luego durante la Intendencia de Luis Simes y la Dirección Hospitalaria a cargo del Dr. Oscar Gianello, la disposición discriminadora de no internar a pacientes de otras localidades. Nos opusimos, reclamamos ante el Concejo de Médicos de la Provincia de Córdoba, porque se nos obligaba a obviar uno de los pilares de la ética médica: ser justos, no discriminar a nuestros pacientes.
Las constancias estadísticas que expone la Secretaria de Salud de La Falda son reales. El Hospital fue, es y seguirá siendo un Hospital Regional o Zonal pese a las mezquindades de quienes manejan los recursos públicos de la Provincia de Córdoba. El problema de la salud pública excede lo estrictamente médico, es un problema de todo el pueblo de la zona que lo mantiene como un centro de referencia y es obvio que al municipio de La Falda, endeudado y sin los aportes extras que antes recibía, le es difícil soportar el peso económico de la gestión de salud como eslabón de un sistema que no funciona como tal. Está, por lo tanto, en nuestros vecinos de toda la región centro norte de Punilla y en sus autoridades, la responsabilidad de que se lleve al Hospital Municipal de La Falda a un arancelamiento no solo injusto sino también anti ético.
Surge una pregunta acuciante: ¿qué es más importante para un vecino-ciudadano, donde se duerme, donde se trabaja o producen bienes y servicios o donde se consume o utilizan recursos únicos en una región?. Cuantos trabajadores de La Falda, viven en pueblos vecinos, compran en La Falda, envían sus hijos a colegios de Valle Hermoso o La Cumbre, utilizan servicios del Centro de Salud de Villa Giardino o festejan sus aniversarios en hoteles de Huerta Grande. Desde las alturas de El Cuadrado, es casi imposible ya distinguir los límites de esta ciudad lineal, que en una época habrá tenido varios caciques y ahora 4 intendencias que parecen una sola.
Los profesionales de la salud que trabajábamos y trabajan en el Hospital proveníamos de lugares distintos cuando yo me inicié. José María Calvo y Ernesto Medina de Valle Hermoso, al igual que luego José Garribia, Enrique Laperié trajo la Maternidad que estaba en Villa Giardino a nuestro Hospital, Luis Mondino residía en Huerta Grande y el Dr. Aimó en Cruz Grande-Los Cocos.
Yo inicialmente viajaba desde Cosquín y de La Falda era el Director, Reynaldo Cicarelli, mi maestro José M. Herrou Baigorri, Julio Argentino Vivas, Carlos Santiá, Hector Lázaro Montoya inicialmente y luego se traslada a Villa Giardino. Pero actualmente creo que la diversidad de origen de los colegas es muy superior.
Para evitar este arancelamiento discriminante una de las alternativas es la propuesta por Nicolás Heredia de “aportes municipales conjuntos” pero creando un sistema zonal integrado de salud, con mayor énfasis en lo preventivo (en especial de los problemas de salud prevalentes y cuyo diagnóstico tardío supone un peor pronóstico), donde además del aporte económico se participe de un consejo administrador del Hospital que garantice la equidad. Otra alternativa es el de una estructura cooperativa de usuarios y proveedores de salud, donde no puede estar ausente el Estado en su obligación primordial con la salud, pero con una apertura de servicios pensando en una financiación que excluya el pago por acto médico, limitante de una precocidad de las consultas.
El Paso previo sería una asamblea popular zonal en defensa de nuestro Hospital, de su gratuidad, de su óptima calidad e integración a los recursos privados y sociales ya existentes.
Llamo a mis colegas a defender el derecho a la salud y sumarse para elaborar un proyecto superador y que no se instale o perdure un mecanismo precario discriminante. La Provincia sino permite que el Plan Nacer o Sumar aseguren las gratuidades, deberá hacer el aporte económico equivalente. Creo que los $12.000 mensuales no es una cifra que el Legislador por el Departamento no pueda conseguir para cubrir el costo de los nacimientos de no residentes.

Benjamín Malamud (Ex responsable del Servicio de Pediatría del Hospital Regional de La Falda)

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