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Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

martes, 25 de febrero de 2014

Con la mediación del Ministerio de Trabajo de la Provincia concluyó el conflicto laboral en Huerta Grande

Tras tres jornadas de paro, la movilización de los sindicatos que responden a la Federación de Sindicatos de Trabajadores Municipales de la Provincia de Córdoba y la intervención del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Córdoba quedó superado el conflicto que se inició con la decisión del Poder Ejecutivo Municipal de dejar cesantes a 21 trabajadores, siendo reincorporados estos y creándose la Comisión de Relaciones Laborales que controlará la transición.

Las acciones desplegadas por los gremialistas, el miércoles pasado, con la movilización de seccionales cercanas a Huerta Grande y el Plenario de Secretarios Regionales adheridos a la Federación de Sindicatos de Trabajadores Municipales de la Provincia que decidió acompañar las medidas de fuerza decididas por los empleados del municipio ante la cesantía de veintiún trabajadores, rompió con la característica tranquilidad que muestra la localidad del centro de Punilla. Es más, tal movilización implicó la presencia de la Fiscal Alejandra Hillman y el refuerzo del personal policial de seguridad, finalmente medió el Ministerio de trabajo Provincial y los cesanteados fueron reincorporados.
Las últimas declaraciones a la prensa al respecto se dieron en el Programa Hablemos Claro, donde el Intendente Hugo Capdevila rememoró que “el primer paro fue una sorpresa, se comienza con una asamblea que determina una hora por día por cuatro o cinco días, después pasan a dos horas por día…nosotros estábamos debiendo una quincena de diciembre como pagábamos los sueldos en dos veces porque ellos lo habían pedido y teníamos un atraso de dos días porque la coparticipación llegó cero peso, todavía estamos averiguando que pasó con parte de esa plata, va a demorar lógicamente, también esperábamos los ingresos de las colonias que no habían pagado, después vinieron. Y nos clavaron un paro general de sorpresa.
Nunca nos había pasado esto, quisimos consensuar en el primer paro, de que dejaran entrar a la gente de administración para cobrar y juntar plata, no, los llamo de vuelta y propongo que de toda la plata que entre la planta política no cobra y los empleados si, como ellos dispusieran, se juntaba la plata de la semana y la repartíamos al final, tampoco aceptaron. No había forma, no sé a qué se debía. Con la gente que hablaba no lo comprendían pero no había solución. Esto no fue político, a veces los intendentes para cubrirse dicen que hay cuestiones políticas, esto, lo confirmo, no fue político, para nada, no hay cuestiones de oposición o de interna, es sorpresivo. No vamos a empezar a adivinar, para qué, ya pasó. Y después está esto otro, en agosto, creo, deje cincuenta y dos personas efectivas, tuvimos un asado en noviembre, invite al sindicato, aplausos, todo bien y después me mandan un paro de mamita querida…Dejamos cesante a veintiuno porque la ley lo permitía y se produce el segundo paro. En éste sesenta personas estaban trabajando, se cumplían todos los servicios al igual que la primera vez, eran unos veinte los que apoyaban el paro, deben haberse sentido pocos por eso como refuerzo trajeron a toda esta gente de afuera, que sinceramente movilizaron todo lo que tenían, les agradezco que sin conocer a mi mamá se acordaran todos de ella. Les digo que está en el cementerio de Huerta y que cuando quieran ir a visitarla vayan y lleven unas flores, porque se acordaron bastante de ella, como si la quisieran…Yo en ningún momento ofendí a nadie, a mí sí como para hacer dulce, yo buscaba la paz porque se estaba pudriendo fuerte”.
Más adelante y en torno a la decisión de decretar las cesantías, apuntó que “había varios que hacían paro y es gente a la que nosotros perdonábamos mucho las faltas, cumplimiento de horario, fallas dentro del municipio, certificados médicos fuera de términos, y todo se fue acumulando, en el primer paro se fue juntando herrumbre, el estatuto me lo permitía, a lo mejor podría ser una calentura, apresuramiento mío, ojo eh, pero ellos también fueron fuerte. No había forma de consensuar, yo quería consensuar, dejen entrar trabajar a la gente, dejen de hacer esto o aquello, no querían saber nada, la gente que venía a trabajar me la apretaban, iban al Registro Civil estaban las chicas solas, iban a Turismo, ahora ellos dicen que no, pero en el primer paro rompieron el candado del galpón y cortaron una cubierta del camión, a Daniel Zarate que guardaba el autito ahí y estaba trabajando le rompieron las cuatro cubiertas, tiraron la basura, hay una denuncia penal sobre eso, está en la justicia ahora. Este último me sorprendió por la ferocidad, la Fiscal (Alejandra) Hillman estuvo en Huerta sobre el mediodía y me dijo Intendente esto está grave. También lo noté, había 25 policías de calle, trajeron 15 de infantería, esos son guapos, y trajeron dos brigadas de canes, y me dije si esto se arma acá, después esta gente que vino de afuera se va y yo me quedó acá con un golpeado, un herido, un chico mordido, me dije no, busquemos la forma de aplacar esto.
La Fiscal me pide que procure la intervención del Ministerio de Trabajo de la Provincia, llegó como a las siete de la tarde un inspector que era un señor, algo que habíamos acordado con el Secretario General de la Federación de Sindicatos Municipales, fue un buen mediador, porque la cosa estaba fea, muy peligrosa, a lo mejor si salía la policía iba a ganar, pegando y pegando, pero no es eso, al día siguiente qué hago con algún herido, algún muerto, un chico mordido, que hago ahí, estos tipos se van y queda el intendente al que van a reputear por no haber frenado la cosa. Así ha terminado todo, estamos trabajando, todo bien.
No pensé que se podía movilizar tanto, una movilización impresionante, tienen un equipo armado, como un batallón, digamos Quebracho de Córdoba, es algo así. Como será que trajeron cajonadas de bombas y le tiraban bombas a los policías entre los pies, eran grandes, peligrosas, no respetaban a la policía y les importaba un pedo, y bueno, se ha superado, no hay vencedores ni vencidos, entraron nuevamente las veintiuna personas a trabajar, con seis meses de evaluación de nuevo, que vamos a controlarlos todos, no nosotros solos, porque siempre al personal lo hemos tratado como un integrante de la familia, no porque haya llegado seis o siete minutos tarde le vamos hacer perder el día, nunca le descontamos asistencia y puntualidad a nadie. Bueno, ahora se terminó eso, habrá control para todos, no solo para está gente, para todos, sino no sería justo”.
Sobre las actitudes que le molestaron de personal de larga data y que incluso lo acompañaron en las campañas políticas, señaló que “no hecho en cara nada, a mí lo que me molestó mucho fue la actitud, la ingratitud, no porque hayan entrado a trabajar, les hacia falta y entraron, me parece que se olvidaron de problemas graves, de familia, de cosas que el Intendente hizo sin sacar plata de la municipalidad, cosas importantes, y se han olvidado. Yo los veía enfrente y calculo que quince de los veintiuno estaban comprendidos en esos casos de momentos graves para ellos, es ahí donde la ingratitud me dolió mucho, me dejó sin ganas de seguir en ese momento, no tenía ganas de venir a la municipalidad. Me quede sin ganas, venía de mal humor, cuando nunca tengo mal humor, no soy prepotente, al contrario soy de ir al galpón a hacer algún chiste, ahora no voy a ir, me he desilusionado, no con todo el personal, pero si con algunos”.
Consultado sobre las versiones que indicaban que no buscaría un nuevo periodo al frente del municipio, mantuvo que “No para nada. En esos momentos puedo haberlo dicho, pero no, para nada. Si quieren que siga voy a seguir. He tenido un montón de llamadas telefónicas diciendo barbaridades respecto al personal, pero bueno, ya está, hay que hacer sana sana, no tengo rencor, no soy rencoroso, no soy vengativo, para nada. Al primer día de trabajo, anteayer, fui donde estaban estos muchachos y les dije que fuéramos para adelante, que estaba todo bien, hay que trabajar. Recién estuve con los electricistas que estuvieron en el paro, estuvimos charlando, todo bien, todos trabajando, entusiasmados, el problema es que se nos quemaron como diez contactores por bajo suministro de energía, y estamos solucionando el problema”.

El contrapunto sindical

Tras estas declaraciones, la Secretaria General del Sindicato de Trabajadores de La Falda y Zona Hedi González junto al Secretario Gremial Alberto González, intervinieron dando respuesta a algunas de las apreciaciones de Capdevila. Manteniendo que “nos ha molestado y bastante que nos haya tratado de Quebracho, porqué, porque él dice que estaba predispuesto al diálogo y que nosotros no quisimos escuchar, debe ser que nos encontramos ante el hombre de las mil caras, porque en los días anteriores a la solución salió en medios de comunicación, incluso provinciales, dándonos con un caño y sosteniendo que no iba a volver atrás en su decisión, es más en un momento se le señaló que había dejado veintiún personas afuera y su respuesta fue que se jodan…No es que hicieron paro por tres días de atraso, hace dieciocho años que vienen cobrando en forma desdoblada, en una emergencia se acordó, porque dijeron que los fondos no alcanzaban, que se pagara por quincena, con el tiempo se mantuvo y hasta los aguinaldos se los desdoblaban, más, cuando estaba debiendo una quincena decide esperar hasta la llegada de la coparticipación, que en enero es el día 28, se le juntaban un mes y medio, entonces no estábamos hablando de tres días. Los empleados dijeron basta, tenemos derecho de reclamar, y lo hicieron, además la inflación nos está pasando por encima, no hay salario que alcance aún siendo bueno, no alcanza para comer y menos para pagar intereses provocados por atrasos en el cobro”.
Requeridos por si entendían el estado de ánimo con que el Intendente había tomado las decisiones, argumentaron que “se le puede entender la bronca, es entendible, pero también tiene que entender que para que él haya estado veinte años en el lugar que está toda esa gente trabajo día a día, fue casa por casa, peleó voto por voto, para que Huguito esté ahí, caso “culito” (Ariza). Laburo él y su familia para que Hugo esté ahí. Entonces, quién debe a quién si ponemos las cosas en la balanza. El tema que yo los asisto de mi bolsillo, mentira, de las arcas municipales, de los impuestos que paga el pueblo. No es cuestión de hacer lo que se quiera con esos dineros, no es una despensa, es una municipalidad que hay que administrar. Que lo haga desde asistencia social, puede, no lo voy a negar, pero que no me venga a decir que lo saca de sus bolsillos…Todos trabajamos para que alguien llegue al gobierno y ser retribuidos con un trabajo, pero no por eso se puede admitir que se avasallen nuestros derechos, a vos te parece que un puntero dentro de un municipio revista como becado y le den un sueldo de bolsillo de no más de $2.000, tiene que trabajar y dónde está la asignación familiar, el seguro de vida, la obra social, el aporte jubilatorio, no tiene derecho a nada. Entonces, hasta cuándo hay que pagarles a los señores intendentes el favor de habernos dado una migaja de trabajo. Porque tenés que trabajar e ir al partido y además en el caso de los contratados que te hagan un descuento que va al partido, por tener el trabajo hay que dar una cuota al partido y es obligatoria”.
En cuanto a la convocatoria de otras seccionales, mantuvieron que “la movilización sindical se dio porque entrevimos que la policía tenía ordenes de reprimir, el accionar del Comisario así lo indicaba, permanentemente estuvo atento a lo que hacíamos, señora venga para acá, usted mire lo que está haciendo, no podíamos ni caminar, el lunes me llama y me dice que la Dra. Hillman decía que si yo había llamado al Ministerio de Trabajo de la Provincia, le dije que no tenía porqué llamar al ministerio porque estábamos haciendo un reclamo justo porque habían despedido a veintiuna personas, a lo que me responde que sino había llamado lo hiciera porque él no iba a estar todo el día ahí, le respondí que fuera pensando en irse porque nosotros no nos íbamos hasta que la gente no fuera reincorporada, y que dijera a la Dra. Hillman que el Secretario General de Federación estaba en contacto con el ministerio y que suponíamos que si tenían que intervenir lo harían, que se quedará tranquila porque nosotros sabíamos lo que se tenía que hacer. Creo que lo que le compete a la Fiscal es mantener el orden. Por otra parte, se entiende que el ministerio actúa cuando la patronal solicita su participación, de manera que el que lo tenía que solicitar era el Intendente no el sindicato. Lo que sucedía era que el Intendente no sabía como volver sobre sus pasos, porque como considera que tiene el poder absoluto para decidir, pero cuando se encuentra ante una difícil situación, como la que se había planteado, trata de no mostrar la perdida de poder, y eso le imposibilitaba dar el paso hacia la solución, para quedar un poco mejor en esta situación llamó a la Fiscal. Me parece, me hago cargo de lo que digo, que Hillman fue quien convocó al ministerio, porque ella es la que convocó a las autoridades de Federación para hablar el día miércoles, entramos y sugirió la intervención del ministerio a lo que respondimos que no había problema, que siempre que fuese con la intención de solucionar el problema que participara. Finalmente, le dimos el número de teléfono de Adrian Britos del ministerio y el Intendente, como corresponde, le llamó solicitando una audiencia para presentar una conciliación obligatoria, de allá le respondieron que ellos venían para mediar. No sabían como manejarse, entonces que no jodan”.
Sobre la situación de los trabajadores reincorporados, informaron que “a partir del 12 de febrero corre la vigencia de los seis meses de evaluación para los empleados reincorporados, se ha logrado la creación de la Comisión de Relaciones Laborales la que está compuesta por la Federación, el sindicato y un representante del Poder Ejecutivo, cuando el Intendente o quien lo represente informe una falla de alguno de los empleados debe comunicar al sindicato y ahí se convoca a la Comisión donde se evaluará la cuestión y si hay que sancionar se lo hará. No es que hay libertad para echar a nadie, sino que la Comisión evaluará cada caso y lo hará sobre la totalidad de los empleados. Y si no llegáramos a acuerdo en la Comisión será el ministerio quien intervendrá y decidirá sobre la cuestión”.
Finalmente, destacaron que “lo que molesta es que él se presenta como una Carmelita Descalza y que los verdugos somos nosotros, el que no se quiso sentar a dialogar para que esta situación no se agravara fue él, y se lo advertí, lo comenté cuando antes me entrevistaron, le pedí por favor que reviera la decisión para que no se complicara como se complicó, pero nos subestimó como siempre y ha quedado demostrado que estamos unidos y mientras así sea vamos a impedir que se le provoque daño a los empleados municipales”.

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