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Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

jueves, 1 de agosto de 2013

Sobre el Museo Arqueológico Ambato

A no disgregar esfuerzos y confundir objetivos

El Museo Arqueológico Argentino Ambato, mojón imprescindible sujeto a debates, denuncias, revisiones e interpretaciones jurídicas-patrimoniales está desde su génesis en consideración, aún más en estos últimos tiempos.

Lo que prosigue no pretende hacer un relato exhaustivo secuencial, pero si manifestar algunas apreciaciones.

En el año 1987 el Gobierno de la Provincia de Córdoba conjuntamente con la Municipalidad de La Falda firmaron un convenio para un fin específico: disponer la colección privada del Sr. Aroldo Rosso en un museo con acceso público y por ende resguardado en un lugar adecuado. Para su emplazamiento en La Falda, dicho gobierno provincial otorgo un importante subsidio para la compra del inmueble. Lo inauguró Juan Carlos Herrero en ese momento Intendente. A los dos meses asumí como Intendente para los períodos 1987-1991 y 1991-1995. El cuidado y apoyo para el Museo fue total en cuanto a gestiones provinciales, nacionales, mantenimiento, publicidad y requerimientos varios acordes a nuestras posibilidades. Con las áreas Turismo y Cultura se coordinaron -durante 8 años- visitas guiadas y gratuitas para los alumnos y profesores de establecimientos educativos, primarios, secundarios, terciarios -públicos y privados- de nuestro pueblo y comunas vecinas ya que su rico contenido histórico y arqueológico trascendía gustos y fronteras. También llegaron peritos de antropología, arqueología e historia pertenecientes a la Junta de Historia Nacional para intentar incluir el Museo y el Edén Hotel en sus registros especiales. El Edén Hotel ya había alcanzado ese rango a nivel municipal y provincial y en esa época nos visitaron numerosos funcionarios de áreas relacionadas a la temática, el secretario de Turismo de la Nación y encumbrados especialistas en arquitectura, ingeniería y referentes de monumentos históricos.

Considero que ambos hitos se correlacionan de alguna manera, de ahí estos datos…

Para que el Edén Hotel fuese ya de los vecinos de La Falda iniciamos el proceso judicial por deuda de tasas por servicio a la propiedad y otros factores (incluido estudios de títulos) que luego derivo, con muchas dificultades y divergencias en la recuperación física patrimonial. Mejoramos el sistema de iluminación del perímetro e interior del hotel Edén y arreglamos el alambrado perimetral. Pudimos erradicar definitivamente el asentamiento de emergencia (cocheras del hotel Edén hoy ¨Paseo Trenkel¨) con la colaboración sostenida de los vecinos del Bº villa Edén. Luego con el plan EPAM, fondos y mano de obra municipal trasladamos esa población a Bº San Jorge a decenas de unidades habitacionales.

Cuando falleció el Sr. Aroldo Rosso -su director y mentor- consideramos ineludible efectuar una puntillosa inspección del Museo y también un riguroso relevamiento e inventario de las miles de piezas con fotografías incluidas (Se Lui).

Posterior a esos ocho años de mi mandato, se trasladó el Museo Ambato al Edén Hotel que por entonces -y a pesar de lo realizado- no ofrecía la protección adecuada para objetos de valor ya que tenia falencias edilicias y era inseguro a todas luces. Como vecino y Diputado Provincial me opuse férreamente y lo hice público al traslado de las piezas al Eden Hotel, sugiriendo que la Universidad de Morón se instalase y adaptase en el Edén Hotel y que el Museo Ambato prosiguiese en su sitio original.
Tristemente pasó lo que pasó, el deterioro y extravío de piezas… Después de varios años, un grupo de vecinos comprometidos lograron que las piezas volviesen a su sitio original y junto a gente de buena voluntad trabajaron arduamente en un tema tan complejo. Tuve contacto, intercambio de opiniones y reuniones con muchos de ellos, antes y posterior al año 2008 que es cuando se produjo el flagrante robo y vaciamiento. La Asociación Amigos del Museo Ambato se presentó como denunciante y querellante. Recuerdo que en calidad de testigos espontáneos y con ánimo de colaborar, concurrieron entre otros: Coty Leyva, Juan Carlos Herrero y quien esto escribe. En esa oportunidad adjunte a mi testimonio copia del inventario –ya anteriormente mencionado- creyendo que esa evidencia pudiera ser trascendente en la causa. Afortunadamente y por esas cosas del destino lo poseía con mis apuntes de antropología (cabe aclarar que meses antes yo había entregado una copia del mismo a los Amigos del Ambato). El actual Intendente Municipal se constituyó en querellante tal cual lo prometió ante todos los Amigos del Museo Ambato en jornadas de debate anteriores al acto electoral del año 2011.
Considero que serán importantes los fondos que pudiesen llegar del Estado Nacional, ONGs, Fundaciones, pero advierto que estamos muy sensibilizados y que muchos esfuerzos y logros se disgregan. A veces las distintas posiciones sombrean y confunden los objetivos.

Dejo aquí sentado mi austero y acético parecer:
a) los responsables tienen que responder. b) debe continuar la investigación propendiente a detectar quienes fueron los autores materiales e intelectuales del saqueo y robo del museo. c) se debe determinar el nexo que pudiesen tener los que cometieron el robo con los irregulares compradores coleccionistas o no coleccionistas e investigar si hubo intermediarios.
El resto llega por añadidura. Algunas piezas están en custodia tal cual se informo oficialmente, otras no sabemos donde están pero estoy persuadido -cualquiera fuese el estado de la causa- que muchas aún no han sido localizadas y es razonable pensar que pudiesen estar aún en poder de los usurpadores, y porque no en otros destinos de nuestro país y/o en el extranjero.

Permítanme hacer una sincera reflexión -por favor que nadie se moleste por ésta- ya que cada uno sabe qué conducta tuvo en este derrotero. Es muy bueno participar en política en democracia, pero la política partidaria no debería rozar las instituciones. Cuanto más lejos esté, estas mejor crecen. Otra cosa son las políticas de estado, provinieran de donde proviniesen.

Respetuosamente

Carlos Enrique Pérez
…………………………………………………………………

Grupúsculo más uno

Leer el último número de Ecos y no sentir inmediatamente la necesidad de emitir opinión es para mi algo casi imposible. Dos apreciadas personas exponen sus puntos de vista en torno a la recuperación del Museo Ambato para nuestra Ciudad. Son 2 personas sumamente respetadas y comprometidas con nuestra comunidad, especialmente como prestigiosos docentes. Y en el caso de María Elena Flores como esa tía que todos quisiéramos tener, acompañando a su sobrina en cualquier momento del día o de la noche si requería de mi atención. Con el Profesor Alberto Moro estamos en un intercambio cotidiano de mails y a veces en el espacio de Ecos polemizamos amigablemente. Por lo tanto polemizar no es pretender descalificar su opinión porque en ese caso, me descalificaría a mi mismo y prefiero que de eso se ocupen los que suelen medrar en la ruindad de los miserables. Pero Alberto al mismo tiempo que hace la advertencia, creo que impensadamente incurre en el mismo modelo descalificativo al tratar de “grupúsculo” a quienes acompañaron a María Elena como Presidenta de la Asociación de Amigos del Museo Ambato. A su vez en la apasionada y argumentada defensa de su punto de vista, entiendo que pone en un mismo nivel un robo, un saqueo, que ya habíamos considerado al debatir la carta Orgánica Municipal (art30, inciso 1), que tuvo que aclararse sólo con la intervención de Interpol, con la actitud del denominado “grupúsculo” de solicitar la colaboración de la Presidenta Constitucional de la Nación para recuperar nuestro Museo. Puede sumarse a las dificultades mencionadas el tener que denunciar al Juez Federal Ricardo Bustos Fierro por querer cajonear el expediente, si, el mismo Juez de la re re re elección de C. Menem y amigo de sus amigos o sea el gran poder del establishment.
Coincido totalmente con Alberto en que previamente hubo un abandono y hasta cierto punto que nos compromete como vecinos de La Falda. Poner en valor de uso, de conocimiento, de investigación y compromiso con nuestras culturas ancestrales, me llevó durante la gestión de Luis Simes a procurar que sea visitado por los participantes de unas Jornadas Pediátricas que pretendíamos realizar en La Falda, para lo cual fue visitado por el Prof. Daniel Quiroga, en ese momento Presidente de la Sociedad Argentina de Pediatría filial Córdoba. Fue llamativo para todos, las escasas visitas que el mismo tenía. Desgraciadamente la crisis que terminó con el gobierno de De La Rua, impidió que se consiguieran colaboraciones económicas para su concreción y este debió llevarse a cabo en un CPC de Córdoba, disertando por CIPLA la Dra. Graciela Gomeñuka. En esos trámites andábamos y el Sr. Aroldo Rosso me hizo llegar una foto de una pieza arqueológica del museo para que estuviese en los afiches de las frustradas Jornadas “faldenses”: era una de una madre y su feto…
Independientemente del tema del Museo Ambato, si viene la Presidenta yo voy a ir a saludarla. Lo haría en reconocimiento de varios logros que personalmente, como vecino y pediatra mencionaré. Si bien el gobierno nacional no participó del embellecimiento de la Av Eden, hoy puedo deambular por la misma sin encontrarme con ningún reconocido genocida, como ocurrió luego del Punto Final y la Obediencia Debida. Atendí el hijo y el nieto de uno de ellos y lo volvería hacer porque una cosa es la ética médica y otra la necesidad de un juicio justo por violación de los DDHH. Iría para decirle que muchos niños de este pueblo han comenzado a comer fruta y usar zapatillas gracias a la AUH. Que muchos hijos de trabajadores están hoy en la UNC estudiando en pro de un futuro mejor gracias al fuerte aumento del presupuesto Universitario y la gratuidad que se mantiene a pesar de los menores ingresos del estado. Que es un logro que todos los niños y niñas tengan acceso a costosas vacunas que antes eran accesibles solo para los más pudientes. Que si viene por el camino del Cuadrado, una excelente obra del gobierno Provincial aunque con serias desprolijidades ecológicas, no va a encontrar la ciudad cubierta de humo por la quema de leña, considerando que el subsidio nacional al uso del gas natural nos ha mejorado la calidad de vida. Porque hay más jóvenes debatiendo el futuro y participando diversos partidos políticos, esperanzados en que una sociedad más inclusiva, equitativa, y más unida a los hermanos latinoamericanos en la superación de problemas comunes. Finalmente que el acceso a la vivienda por los planes PROCREAR permiten atenuar el inequitativo paso al hogar propio de muchas familias de clase media baja.
Claro que también le haría llegar mi preocupación por temas que no son menores:
Que nuestra Ruta 38 en Punilla, es una amenaza para los peatones, pasajeros y vehículos que la transitan. Que la inexistencia de un sistema unificado o integrado de salud, no nos permite disminuir la mortalidad infantil, prevenir la violencia intra familiar desde sus inicios, al igual que las adicciones, el embarazo adolescente, los problemas de aprendizaje, etc. Que en La Falda, nuestro Hospital, municipalizado en los 90, sigue atendiendo a una vasta región del norte del Departamento Punilla con recursos exiguos, en gran medida porque el gobierno provincial le redujo sus aportes al no triunfar su candidato. Que el municipio vive de sus propios recursos y procura desendeudarse, algo que coincide en una escala diferente con lo que ha declarado el Gobierno Nacional.
También le diría que si apoya fuertemente al turismo social y se utilizan más las colonias de vacaciones más meses del año, se impulsaría una fundamental fuente de trabajo para cientos de familias que no dependerían de subsidios y se apuntalaría la salud mental y familiar de los hogares donde la falta de un adecuado descanso genera estrés y deterioro de la salud. Que igualmente se impulsara la industria minera no metalífera con métodos de la más baja contaminación posible, resurgiría una fuente laboral que durante años caracterizó a nuestra zona.
Claro que hay mucho más temas donde los logros y las necesidades insatisfechas sumarían muchas páginas, por lo que espero que si la visita se da, le conceda a nuestro municipio, a sus legítimas autoridades el lugar que le corresponde y que ellas se las hagan llegar.

Benjamín Malamud, en su 50 aniversario como médico en La Falda.



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