Nombre:
Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

miércoles, 13 de febrero de 2013

De nuevo sopa de ganso

Por Alfredo Ferrarassi

Ante ciertos temas que se tornan reiterativos, la pregunta obligada es si ¿la insistencia ayuda en la toma de conciencia? Y en todo caso, ¿cuál debe ser el grado de aquella para que los mismos sean abordados? Seguramente nadie tendrá la receta definitiva, lo cierto es que se debe continuar bregando por el tratamiento de los temas cruciales a la región y a su futuro, so pena que cuanto más se los posponga más difícil será su tratamiento y solución.
Ecos de Punilla abordó un tema al cual nos habíamos referido hace aproximadamente un año, el altísimo grado de contaminación que se observa en nuestro dique de La Falda y que generó que se debiera destapar el caño que toma el agua del mismo, para su posterior purificación.
Casi paralelamente, un representante de una empresa italiana trató infructuosamente de contactarse con algún representante municipal, habida cuenta que anteriormente había tenido un encuentro con el ex Secretario Oscar Pisoni y había sido acordada una nueva entrevista entre ambos.
Dicho extrajero pertenece a una firma de la península itálica que fabrican dragas de acuerdo a las necesidades de cada lugar, en este caso puntual, nuestro dique y eventualmente otro serrano que sufra de idénticos síntomas. Lo cierto es que la empresa fue la encargada de “crear” las islas artificiales en Dubái en donde posteriormente se edificaron enormes torres que alojan hoteles de súper lujo, lo que habla a las claras del nivel y grado de seriedad de la misma.
La idea primigenia era extraer toda la materia que ha generado la colmatación del mismo, operación que lo dejaría en el mismo estado que tuvo al momento de su primer llenado, con la salvedad que se podría repetir el procedimiento las veces que fuera necesario, haciendo un “mantenimiento” del mismo y prolongando la vida útil del espejo de agua, que dicho sea, tiene cada día menos expectativas de utilidad y una muy corta posibilidad de prestar los beneficios para los cuales fue erigido.
Hasta aquí la fría noticia de un encuentro, que por alguna razón que desconocemos fue fallido y habrá que esperar hasta un nuevo viaje a América del mismo para concretarlo o no.
Aunque lo que no deja de ser preocupante es el tema central de esta situación: el abastecimiento de agua potable, no solo para La Falda, sino para otras localidad del centro del Valle de Punilla y la escasa visón a futuro de todas las autoridades del mismo desde hace no menos de dos décadas, ya que han mirado siempre para otro lado y hasta esperado una crecida para que “limpiara” las costa de la presa, sin advertir la acumulación de sedimentos “aguas abajo” sobre el paredón, con lo cual y tal como lo vemos ahora, era solo una cuestión de tiempo nada más.
No dudamos que habrán existido reuniones de los entes correspondientes, las cuales seguramente habrán terminado en un “almuerzo de trabajo” y promesa de nuevos encuentros, sin embargo “la acumulación originaria” ha proseguido sin pausa y de no tomarse el toro por las hasta, en aproximadamente una década el mismo será factible de ser transitado a pie ya que estará totalmente inutilizado, al menos como reservorio acuoso, salvo que apuntemos a tener una reserva ecológica para la captura fotográfica.
A todo esto los problemas que dan origen al estado actual siguen existiendo. Por un lado, los incendios que se han producido y que cuando llueve las aguas llevan los residuos hasta el curso del rio y allí terminan en nuestro dique. Por el otro, el volcamiento pueblos arriba de La Falda, de toda clase de líquidos contaminantes con total impunidad, ya que el control gubernamental, bien gracias.
Ahora bien, siempre hemos bregado porque en las municipalidades o al menos en la comunidad central del corredor de la Ruta 38 se diera de una vez por toda la posibilidad que los think tank se sumaran a los elencos gubernativos para buscar las soluciones del caso antes que sea demasiado tarde y el futuro nos alcance.
Sostenemos esto porque lo que sucede en el valle no es ya un problema partidario, o al menos supera la complejidad el marco de un color político, para ser una cuestión de todos y por lo tanto se impone, de una vez por todas, que se aborden los mismos desde una óptica científica, sin importar ni afiliación, ideología o religión, solo la capacidad para poder dar respuesta a los complejos problemas que nos aquejan y formar, como en los países serios, un equipo técnico que sobreviva a los cambios políticos y posibilite la concreción de políticas de estado, que es la verdadera y única causa, por su ausencia, que las cosas llegaran hasta donde están en este momento.
Ciertos abordajes no son posibles desde el voluntarismo y no basta con ser buenas personas o tener larga militancia, simplemente hay que saber lo que se debe hacer y hacerlo, no hay más tiempo para el aprendizaje a partir del ensayo y error, ya que los costos sociales y ambientales son muy altos para la búsqueda de soluciones mágicas o raptos de inspiración salvadora.
Antes del proceso eleccionario anterior sosteníamos, presagiando lo que vendría, que era tiempo de los mejores hombres y mujeres, ya que la complejidad exigía conocimiento, compromiso y dedicación que superaba los moldes folklóricos de la tradicional política vallista. Esto evidentemente no se limitaba a nuestra localidad, ya que los temas son estructurales y sobrepasan los convencionales límites de los ejidos municipales para ser problemas, si se desea ser ampulosos, de geopolítica regional, con todo lo que ella encierra.
Veamos en un ejercicio de imaginación, que el dique no tuviera los problemas que tiene y que todo funciona de maravillas, sin embargo con la fiebre inmobiliaria que hay con nuevos loteos, con la concentración de edificios en altura, en poco tiempo tendríamos los mismos problemas que hoy tenemos, salvo que ahora y con esta realidad que observamos, aquellos se deberán multiplicar como una ecuación geométrica, con lo que el colapso esta a la vuelta de la esquina, tal cual sucede en la ruta 38 en meses de verano o durante todo el año, en los horarios picos.
¿Que deseamos significar con esto? Simplemente que sin planificación lo único que generamos es caos y no por tener más loteos, más barrios, somos más importantes y hemos crecido como ciudad, pueblo o comuna. Ese parámetro de medición es un error de gravísimas consecuencias, ya que a la larga tendremos loteos, barrios o pueblos con escases o sin agua directamente, sin cloacas, sin posibilidades reales de energía y con esas ausencias lo único que hemos conseguido es generar decadencia y desolación.
Ahora bien, si pensamos estrictamente en la región centro, veremos que se impone que nos detengamos en las posibilidades reales de crecimiento, esto es de acuerdo a la infraestructura y reservas con que contamos y recién los municipios autoricen la puesta en venta de un loteo o la concreción de torres que solo generarán concentraciones puntuales con saturaciones visuales y de servicios, ya que no se puede continuar funcionando como se ha hecho hasta ahora, con códigos urbanos o inexistentes o tan arcaicos que bien podrían ser exhibidos en archivos como ejemplos históricos, pero jamás seguir aplicándolos.
Mientras la región centro no comprenda que se debe romper la burocracia que los separa y sin perder la identidad, elaborar modernas disposiciones que permitan una justa distribución del espacio y los rubros, estaremos sumidos en la improvisación que es lo que reina ahora, la cual viene, reiteramos, desde hace décadas y parece seguirá así porque no importa el bienestar general de cara al futuro, solo el corto tiempo, ese al que Braudel llamaba de los acontecimientos, solo que aquí nadie piensa que esa corta duración, como puede ser las habilitaciones, el no control de lo que se vierte al rio, tienen en el medio y largo plazo un impacto determinante, el cual puede llegar hasta ser mortal para la propia existencia como pueblos.
Es hora de formar entes en las pequeñas regiones que puedan atender de manera racional los temas cruciales y pensar de cara hacia adelante, ya que “la política del parche” nos ha llevado a un presente que debe ser analizado sin pasiones, con los instrumentos apropiados para poder tomar las medidas lógicas, ya que el chauvinismo vernáculo que existe, ese que tiene un perímetro pequeño es el que nos ha embretado y nos está asfixiando.
Días pasados un vecino de La Falda, un franco decadente, nos decía señalándonos con el dedo…”ustedes no quieren a La Falda porque critican”. Nos preguntamos ¿el amor hacia un lugar pasa por recrear la película tiburón? Donde los turistas eran comidos, pero había que callar porque estaban en temporada. Pequeño favor hacen los personajes que ocultan la basura debajo de la alfombra, ya que el problema sigue existiendo, más allá del egocentrismo desmedido que tienen, son los peores cómplices del ocaso que estamos viviendo, porque envueltos en una pátina de sabiduría berreta de cafetín destilan impotencia y son los retardatarios de las medidas que deben adoptarse.
El centro norte de Punilla no ha comprendido que tiene un tope para su crecimiento y que es tan simple como el caudal del rio que la cruza y del cual solo se puede extraer una cuota de agua determinada, por razones de volumen y por que cauce abajo existen otras localidades y una gran ciudad y el uso debe ser racional y equitativo. Todo lo que viene detrás debe estar sujeto a esta simple ecuación, ya que si no se puede garantizar ni la provisión, ni sanidad alguna, si antes no se efectúan estudios serios de impacto ambiental y probabilidades de sustentabilidad, estaremos creando un atolladero inevitable y del cual nos costará salir.
Los hermanos Marx, Chico, Harpo y Groucho, en 1933 filmaron Sopa de Ganso, un desopilante filme donde se narra un conflicto entre naciones, Sylvania y Libertonia, que tiene un diálogo y argumento imperdible. Bien podrían ser esos imaginarios países, algunos de nuestros pueblos, solo que de haberse rodado aquí, estimo por todas las contradicciones y luchas de clases existentes, el guionista indefectiblemente debería ser el otro Marx, Karl, quien es el que mejor conoció el tema a lo largo de la historia y como en todos estos anales, deberíamos cerrar con un….”colorín colorado el cuento recién ha comenzado”






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