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Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

sábado, 2 de febrero de 2013

Construyendo convivencia y afrontando nuestros “apartheid”.

Desde CIPLA hacia una Cátedra de Educación para la Paz

Comienzan las actividades del año 2013 y re comenzamos con el proyecto comunitario municipal de propender a una sociedad integrada, solidaria, conciente de sus problemas y dificultades como de su propia responsabilidad en procurar un cambio necesario y factible.
Hemos vivido en el año 2012 graves exacerbaciones de un malestar que a nivel juvenil, nos ha golpeado profundamente. No es un problema exclusivo de nuestra geografía ni de nuestra comunidad, la padecen casi todos las ciudades y pueblos de nuestra patria en mayor o meno medida, pero es aquí, en La Falda y en su entorno de las vecinas comunidades con las que compartimos casi todas las actividades cotidianas, laborales, educativas, culturales, sanitarias, etc, donde tenemos particularidades que debemos conocer y afrontar, si aspiramos a ser cuidadosos ciudadanos de nuestra niñez y adolescencia.
La experiencia recogida el año pasado, especialmente por la invalorable presencia de una delegación de COMIPAZ, que en una agotadora jornada expuso su rica experiencia en el difícil arte de la convivencia, a partir de profundas diferencias histórico-culturales, convocándonos y escuchando nuestras voces en procura de que se consolidara el proyecto de una Cátedra de Educación para la Paz, no puede dejar de ser destacada y reconocida en su justa medida. Vaya para ellos en primer lugar, nuestro profundo y permanente agradecimiento y el compromiso de hacernos carne de su maravilloso legado.
No menos trascendente fue el encuentro con los representantes de la APDH, entidad que suma valores incuestionables en un compromiso por la plena vigencia de todos los derechos que de respetarse e implementarse, nos convertirían en una sociedad modelo en el contexto de los pueblos del orbe. Personas como el Rector de la UCC, J Rafael Velazco, como el Prestigioso abogado constitucionalista Miguel R. Villafañe, como el Dr. Medardo Ávila Vázquez, pediatra involucrado en el cuidado del medio ambiente o de los redactores de la declaración de la CONADEP, Dr. R. Arrollo y Dra. Mercado, han dado su conformidad para ayudarnos a desarrollar nuestro esperanzado proyecto.
Finalmente, la cálida acogida que nos brindara la Vice Rectora de la UNC, Dra. Hebe Goldenherch, recientemente fallecida y que facilitó la participación de docentes de la UNC a través del Programa Suma 400, previa firma de un convenio con nuestro municipio, nos dio la idea de que este proyecto se nos hacía más accesible.
Lógicamente que se requerirá de mucho esfuerzo y participación comunitaria para su éxito, que no puede ser otro que el logro de una sociedad saludable, segura e inclusiva, para todos los vecinos y especialmente, para aquellos que padecen o se sienten con algún grado de marginación.
Por tratarse de una propuesta preventiva por medio de la promoción educativa de derechos y de modelos de convivencia social, el rol del sistema educativo dentro del mismo es prioritario. En ese sentido, contando La Falda con un Consejo de Educación, el mismo debería incorporar plenamente la participación de los padres y los propios alumnos, con el fin de que no queden oportunidades ni espacios de incumbencia que aseguren la marcha del proyecto. No menos trascendente son las posibilidades de la educación no formal desde las bibliotecas, las actividades culturales con un permanente estímulo desde la Secretaría respectiva y muy especialmente desde los medios de comunicación social, facilitando el acceso de las propuestas y experiencias y también con el aporte de una crítica constructiva sobre la marcha del proceso integrador.
El denominado “malestar juvenil”, a veces enmarcado en actos de agresión y auto agresión (sigue preocupándonos sensiblemente la incidencia de suicidios en individuos jóvenes, tanto localmente como en otros lugares del interior provincial, tal el caso de San Pedro), constituye “el core” o centro de este enfoque comunitario. Han sido los jóvenes quienes han expresado su disconformidad con el modelo social vigente, utilizando vías riesgosas, tanto como las actitudes represivas, denunciadas como discriminatorias y que se habían utilizado en algunas oportunidades.
De sentirse en nuestro medio sin esperanzas de progreso y alejados de las oportunidades económicas, culturales y sociales, para transformarse en miembros activos de la comunidad, gozando de plenos derechos y obligaciones, son algunos de los argumentos y objetivos que nos movilizan.
Si bien desde el municipio se han desarrollado actividades procurando un cambio positivo en la situación, sin una amplia participación comunitaria, es poco lo que se puede avanzar. La inclusión educativa, laboral, cultural, deportiva, recreativa son los pilares de la fortaleza de esta propuesta.
Nuestros jóvenes han expresado y no solamente en este sector del Valle, que se sienten como en un “apartheid”. Algo similar a lo de nuestros hermanos Qom, pero aquí donde ellos residen. Y a propósito de este pueblo nativo, el artículo de R. Velasco en La Voz, reclamando por sus DDHH en este presente, refuerza el concepto de que sin esa plena vigencia, los pueblos originales, en nuestro país como en Chile, con el pueblo Araucano, o con diversas etnias de nuestra América mestiza, amenazados y maltratados por un modelo económico que pretende ignorar sus ancestrales derechos, seguirán generando graves conflictos en los que por el juego del poder, terminan padeciendo más pérdidas de salud y de vidas.
Igualmente padecen negligencias y abusos muchos niños y mujeres, víctimas de violencia familiar, al igual que niños y jóvenes con discapacidades y personas de edad avanzada. Son parte de una profunda “deuda social” de la que hablamos con las nuevas autoridades municipales a poco de iniciar sus actividades. Terminar con estos espacios de apartheid o de discriminación y violencia es parte de nuestro desafío como comunidad, donde cada vecino o vecina, todos ciudadanos de “primera” tienen la posibilidad de hacer su valioso aporte constructivo y reparador.

Benjamín Malamud

Derechos humanos para todos20/01/13 Rafael Velasco*Un Gobierno que ha enunciado una política clara respecto de los derechos humanos no puede permanecer en silencio y sin hacer nada ante este atropello de los derechos humanos más básicos de los pueblos originarios. Su silencio es cómplice y su inacción es un escándalo.

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