Usuarios del servicio de agua de la Cooperativa San Antonio se quejaron por la mala calidad del vital elemento

Vecinos de Barrio El Dominador de La Falda, en forma personal y mancomunada, presentaron reclamos ante la entidad prestadora del servicio de agua, a la cual se sumaron usuarios de Valle Hermoso. La Cooperativa San Antonio admitió que existen diversos factores que afectan el tratamiento, entre ellos una mala calidad de agua en la toma, un canal a cielo abierto para colectarla, poca disponibilidad de cisternas decantadoras, una red obsoleta con 70 años de servicio y un padrón de morosos que alcanza al 40 por ciento.

Vecinos de La Falda y Valle Hermoso recurrieron en queja ante la Cooperativa de Agua San Antonio prestadora del servicio de agua corriente domiciliaria. En La Falda, los vecinos de Barrio El Dominador colectaron alrededor de medio centenar de firmas para refrendar su reclamo que sostenía que en el último mes las condiciones del agua presentaban olor, color y sabor, lo que la hacia inutilizable. Ecos, informado por los vecinos de la situación, consulto al Presidente de la institución Claudio Penelas, él que sostuvo que “este no es un problema de hoy, nosotros estamos en la Cooperativa desde hace seis años y desde entonces venimos bregando por el dragado del Dique de La Falda, lo que también hace la Cooperativa de La Falda, lamentablemente ambas cooperativas están con presupuestos muy bajos que no permiten mejorar sistemas y hacer grandes obras, sino se cuenta con al apoyo de la provincia o nación nuestras posibilidades son escasas, estamos muy comprometidos económicamente hablando. Para entender lo que pasa, hay que saber que la reserva de donde se toma el agua es mala, de baja calidad, y hace unos días tuvimos que ir a hablar con la gente que tiene a cargo los toboganes acuáticos del Complejo 7 Cascadas porque lavaban todas las mañanas, con productos, esas instalaciones y volcaban en el canal que lleva el agua a la Planta de Tratamiento, y además es un canal a cielo abierto por lo tanto toda actividad que se produzca en las inmediaciones provoca que se vea afectado. El dique tiene un 70% de barro y hay que dragarlo, hace tres semanas estuve con el Ministro Manuel Calvo y le expusimos el problema, nos dijo que intervendrían los legisladores Alicia Narducci y Marcos Sestopal en la gestión, nosotros hoy disponemos de agua, pero vamos a tener problemas graves si no se toman medidas de fondo en el mediano plazo. Me parece que no hay una verdadera toma de conciencia, por parte de la población y la dirigencia, de que hay que buscar una solución, y que los tiempos se agotan. Hace unos años se decidió entubar ese canal a cielo abierto, se hizo un proyecto que aprobó el ENHOSA, que incluía sendas peatonales, iluminación, algo muy lindo, y que evitaba que el canal fuera afectado por las actividades cercanas, pero se inició la obra, se pagó la primera certificación y no pagaron más, la empresa abandonó el trabajo y desconozco si existe alguna demanda en contra del Estado por esto, pero hace cuatro años se paralizó y no hay forma de continuarla. Luego se inició la obra que tenemos concluida en un 98% con nueva red troncal y un tanque como el que se necesita, pero se sigue careciendo de fuentes de agua de calidad. Y ha esto hay que sumar una alta morosidad en el pago del agua, la gente se queja por la falta o la mala calidad pero paga todo menos el agua. El porcentaje de morosidad alcanza al 40% de los usuarios, tan es así que estamos a mediados de enero y los trabajadores aún no han terminado de cobrar el sueldo. Pero esto no es pretexto, el agua se analiza con los bioquímicos Juan Carlos Vigliocco y Juan Carlos Simes, ambos dan que la calidad es apta para consumo humano, pero el aspecto hace que la gente se queje y se enoje, voy al domicilio de los afectados les explico, les muestro los análisis, pero me muestran lo que sale de la canilla o lo traen a la cooperativa en un frasco y tienen razón, dista de lo que debe ser”.
En cuanto a soluciones viables en el corto y mediano plazo, apuntó que “he presentado un proyecto ante el Concejo Deliberante que lo está evaluando, no sé depende de ellos, por el cual todo nuevo usuario que adquiera propiedades sobre la red troncal deberá hacer un aporte, el que estará dirigido exclusivamente para el cambio de cañerías de la red. La red tiene 70 años, tiene sarro, son cañerías obsoletas, al igual que los tanques de acopio, en su momento la obra concretada por Ferrarini fue extraordinaria, para guardar un lugar en la historia, una obra que comprendía tres poblaciones con un servicio adecuado y de calidad, pero de esa época para acá poco y nada se ha hecho sobre el sistema y las poblaciones fueron creciendo y demandando más agua, se ampliaron las redes, pero el mantenimiento fue quedando atrás y hoy exige de la reposición. A ver, si vamos a la planta vamos a observar que el agua sale hoy en buenas condiciones, pero una vez que comienza su recorrido en la red se va cargando del desprendimiento de material que se ha asentado en las cañerías, esto porque no nos dan los tiempos de decantación por la demanda, entonces, ese sulfato de aluminio, en algún porcentaje, queda en suspensión y es lo que provoca los desprendimientos de material alojado en los caños, que a su vez es lo que deteriora el aspecto con que el agua sale de la canilla en el domicilio del usuario, domicilios que en la mayoría de los casos no tienen tanques de reserva de 2.000 litros, sino que hay una buena cantidad de sólo 100 litros, y eso resta a los tiempos de decantación. Necesitaríamos una planta con más decantadores, tenemos tres y no dan abasto porque la exigencia es mayor. Ante esta realidad, provocamos purgados de las cañerías a través de grifos estratégicamente instalados, pero tampoco es cuestión de estar derramando agua tratada, por lo tanto es una solución sumamente limitada. De lo que el usuario puede estar seguro es que a su casa no llega agua en condiciones de afectar a la salud, el olor que tiene no es por falta de tratamiento, sino que es el sulfato, los análisis se hacen permanentemente y están a disposición, pero el aspecto no es bueno y eso hace que el usuario produzca reclamo. Si a mi me dieran, como lo hacen cuando compran el bidón, 25 pesos por cada veinte litros se podrían hacer muchas cosas, pero recibimos 45 pesos cada doce o quince mil litros que proveemos y el costo del servicio no ha cambiado en el último año y medio. No hay soluciones mágicas y hay que trabajar en mejorar la calidad del agua que se toma, esto es sanear el dique, entubar el canal a cielo abierto, ampliar la cantidad de decantadores y reemplazar un altísimo porcentaje de la red, y esto significa mucha inversión que la cooperativa no dispone”.
Cuando se le planteo el por qué, al menos, no se iniciaba con el cerramiento del canal colector, sostuvo que “lo de entubar o cerrar el canal a cielo abierto hoy es un problema porque no se puede meter mano ya que habría algunas cuestiones judiciales de por medio interpuestas por la empresa que comenzó su construcción y que debió paralizarla por falta de pago, eso entra dentro del problema político existente entre la provincia y la nación, porque de haberse continuado con esa obra tendríamos cerrado el canal y modernizada la planta, lo cual unido a la obra que está a punto de finalizarse provocaría un cambio absoluto en el servicio. En el caso concreto de Barrio El Dominador, ahí se continúa utilizando un tanque que es parte de una propiedad privada, tiene sentencia firme de la justicia a su favor y deberíamos no estar utilizándolo, hemos conseguido mantener una buena relación con el propietario, le hemos adquirido un terreno donde construiremos uno nuevo, pero eso demanda de aproximadamente unos 500 mil pesos, cómo voy a construirlo sino tengo para pagar sueldos, nos tiene que ayudar la provincia, que lo hace, pero sus tiempos no son los de la necesidad del usuario. Entonces, hacemos lo que podemos, con los elementos que disponemos”.